El Cinematógrafo
Parte 2 de 6
DEDICATORIA
Para mi hija, Ana Karelin Moreno Velasco, quien llegó a iluminar mi vida el 3 de Septiembre de 2007 y desde entonces ha sido un rayito de luz que ilumina con calidez cada uno de mis días.
Gracias por ser mi motor, gracias por ser la razón por la cual cada uno de mis días vale la pena.
Gracias por cada uno de tus pequeños detalles.
Gracias por tu sonrisa, tu mirada y tu amor incondicional.
Gracias a Dios por haberme mandado un angelito como Tú.
Gracias por ser mi hija.
¡Te Amo!
Para mi hija, Ana Karelin Moreno Velasco, quien llegó a iluminar mi vida el 3 de Septiembre de 2007 y desde entonces ha sido un rayito de luz que ilumina con calidez cada uno de mis días.
Gracias por ser mi motor, gracias por ser la razón por la cual cada uno de mis días vale la pena.
Gracias por cada uno de tus pequeños detalles.
Gracias por tu sonrisa, tu mirada y tu amor incondicional.
Gracias a Dios por haberme mandado un angelito como Tú.
Gracias por ser mi hija.
¡Te Amo!
LOS GÉNEROS CINEMATOGRÁFICOS
¿Cómo se clasifica el cine?
El cine sirve como todo medio de comunicación para cinco objetivos básicos: orientar, educar, informar, entretener e integrar a una sociedad, y de los objetivos que persiga el filme resulta generalmente un tipo de hacer cine, una modalidad o un género cinematográfico. Esto no quiere decir que un objetivo invalide a otro, de hecho, un cine ideal tendría que presentar la información con fines educativos que de forma entretenida orienten a la sociedad para lograr una integración armónica de la misma.
Un género es el grupo o categoría que reúne obras similares que comparten una serie de elementos formales y temáticos. Para identificar un género se toman en cuenta dos aspectos: los elementos exteriores (vestuario, escenografía, etc.) y los elementos interiores (la trama en sí).
La primera clasificación genérica divide al cine en dos bloques básicos: películas documentales y de ficción.
El documental surge desde el nacimiento del cine, cuando los hermanos Lumiére captan en sus cámaras la realidad tal cual la observan; la ficción aparece un poco después con George Meliés, quien utiliza el cine como una forma de crear magia, de imaginar un mundo fantástico de escasos nexos con la realidad.
Una segunda clasificación divide al cine en tres bloques básicos, tomando solamente en cuenta los objetivos de Entretenimiento, Información y Educación. Se subdivide de la siguiente manera:
A) GENEROS DE ENTRETENIMIENTO: comedia, aventuras, melodramas, docudramas, suspenso y misterio, policiaco, musical, teatro filmado, cine poema, cuentos.
B) GENEROS INFORMATIVOS: actualidades reconstruidas (histórica, policíaca, social), noticieros, revistas fílmicas.
C) GENEROS EDUCATIVOS: documental, pedagógico, científico, industrial.
Mucho se ha discutido la objetividad del documental, aunque es evidente que es un medio tan sujeto a manipulación y distorsión como cualquier otro. Por más que el cineasta pretenda ser imparcial, riguroso y objetivo, siempre tendrá que adoptar un punto de vista, y eso se manifiesta desde el momento en que el cineasta decide donde poner la cámara.
Un documental, además, puede ser etnográfico, antropológico, musical, científico, político o de encuesta. En Estados Unidos incluso han inventado algo denominado "docudrama", que se supone es la reconstrucción fiel de un hecho real, pero que utiliza actores en lugar de las personas que vivieron el hecho.
Desde luego, es en el cine de ficción donde se han dado los géneros más conocidos y populares. Si bien es difícil hablar de géneros puros a estas alturas -en fechas recientes se ha hecho frecuente la mezcla genérica-, de hacerlo se haría partiendo de los principales que Hollywood ha impuesto al mundo. La clasificación es la siguiente:
A.- Western.
B.- Comedia: física, romántica, loca, satírica, negra, parodia.
C.- Cine Fantástico: horror (gore – terror, satanismo, mitos clásicos, fantasmas, psicológico), ciencia ficción (invasión al
universo, monstruos, Apocalipsis inminente, viajes al espacio, futuro prohibido, magia y espada, superhéroes).
D.- Musical: clásico, Broadway, coreográfico, juvenil, ópera rock, cultural.
E.- Thriller: policiaco, detectives, espionaje, político, erótico.
F.- Gángsters.
G.- De Época: histórico, biográfico, aventuras, capa y espada, épico bíblico, bélico.
H.- Road Movie.
I.- Cine de Desastre.
J.- Drama: docudrama, melodrama.
El cine sirve como todo medio de comunicación para cinco objetivos básicos: orientar, educar, informar, entretener e integrar a una sociedad, y de los objetivos que persiga el filme resulta generalmente un tipo de hacer cine, una modalidad o un género cinematográfico. Esto no quiere decir que un objetivo invalide a otro, de hecho, un cine ideal tendría que presentar la información con fines educativos que de forma entretenida orienten a la sociedad para lograr una integración armónica de la misma.
Un género es el grupo o categoría que reúne obras similares que comparten una serie de elementos formales y temáticos. Para identificar un género se toman en cuenta dos aspectos: los elementos exteriores (vestuario, escenografía, etc.) y los elementos interiores (la trama en sí).
La primera clasificación genérica divide al cine en dos bloques básicos: películas documentales y de ficción.
El documental surge desde el nacimiento del cine, cuando los hermanos Lumiére captan en sus cámaras la realidad tal cual la observan; la ficción aparece un poco después con George Meliés, quien utiliza el cine como una forma de crear magia, de imaginar un mundo fantástico de escasos nexos con la realidad.
Una segunda clasificación divide al cine en tres bloques básicos, tomando solamente en cuenta los objetivos de Entretenimiento, Información y Educación. Se subdivide de la siguiente manera:
A) GENEROS DE ENTRETENIMIENTO: comedia, aventuras, melodramas, docudramas, suspenso y misterio, policiaco, musical, teatro filmado, cine poema, cuentos.
B) GENEROS INFORMATIVOS: actualidades reconstruidas (histórica, policíaca, social), noticieros, revistas fílmicas.
C) GENEROS EDUCATIVOS: documental, pedagógico, científico, industrial.
Mucho se ha discutido la objetividad del documental, aunque es evidente que es un medio tan sujeto a manipulación y distorsión como cualquier otro. Por más que el cineasta pretenda ser imparcial, riguroso y objetivo, siempre tendrá que adoptar un punto de vista, y eso se manifiesta desde el momento en que el cineasta decide donde poner la cámara.
Un documental, además, puede ser etnográfico, antropológico, musical, científico, político o de encuesta. En Estados Unidos incluso han inventado algo denominado "docudrama", que se supone es la reconstrucción fiel de un hecho real, pero que utiliza actores en lugar de las personas que vivieron el hecho.
Desde luego, es en el cine de ficción donde se han dado los géneros más conocidos y populares. Si bien es difícil hablar de géneros puros a estas alturas -en fechas recientes se ha hecho frecuente la mezcla genérica-, de hacerlo se haría partiendo de los principales que Hollywood ha impuesto al mundo. La clasificación es la siguiente:
A.- Western.
B.- Comedia: física, romántica, loca, satírica, negra, parodia.
C.- Cine Fantástico: horror (gore – terror, satanismo, mitos clásicos, fantasmas, psicológico), ciencia ficción (invasión al
universo, monstruos, Apocalipsis inminente, viajes al espacio, futuro prohibido, magia y espada, superhéroes).
D.- Musical: clásico, Broadway, coreográfico, juvenil, ópera rock, cultural.
E.- Thriller: policiaco, detectives, espionaje, político, erótico.
F.- Gángsters.
G.- De Época: histórico, biográfico, aventuras, capa y espada, épico bíblico, bélico.
H.- Road Movie.
I.- Cine de Desastre.
J.- Drama: docudrama, melodrama.
WESTERN
Situado en la segunda mitad del siglo pasado, es la épica estadounidense, la narración de la conquista de sus fronteras, y por ello es un género violento por naturaleza: todo se resuelve por medio de la acción y del enfrentamiento con armas de fuego.
Sus elementos exteriores son, generalmente, escenarios o locaciones rurales (pueblos fantasma, paisajes desérticos, tabernas, salones, cárceles), vestuario de época, carretas, caballos, etc. Los elementos interiores son: personajes con papeles bien definidos (sheriff o alguacil, pistoleros, damas de compañía, forastero (s), indios), que defienden la tranquilidad de un poblado, que tienen un rígido sentido del deber y la justicia y un código de honor característico.
Pioneros del Género.-
JOHN FORD: «La Diligencia» (1939); «La Pasión de los Fuertes» (1946); «Más Corazón que Odio» (1956).
HOWARD HAWKS: «Río Rojo» (1948); «Río Bravo» (1959).
ANTHONY MANN: «Winchester 73» (1950); «El Hombre del Oeste» (1958).
SAM PECKINPAH: «Pistoleros al Atardecer» (1962); «La Pandilla Salvaje» (1969).
ACTOR REPRESENTATIVO: John Wayne.
Otras corrientes o derivaciones del género han sido:
SPAGUETTI WESTERN (ITALIA): su director representativo es Sergio Leone que lanzó a la fama al actor Clint Eastwood por medio de la trilogía: «Por Un Puñado de Dólares» (1964); «Por Unos Dólares Más» (1965) y «El Bueno, El Malo y El Feo» (1966).
COMEDIA RANCHERA (MEXICO): sus directores representativos fueron (entre otros): Fernando de Fuentes e Ismael Rodríguez, que hicieron inmortales a dos grandes ídolos populares como Pedro Infante y Jorge Negrete. Algunos títulos clásicos de este género son: «Allá en el Rancho Grande» (1936); «Los Tres García» (1946); «Los Tres Huastecos» (1948); «La Oveja Negra» (1949); «No Desearás la Mujer de tu Hijo» (1950); «Dos Tipos de Cuidado» (1952) y «Los Hermanos del Hierro» (1961). En los años sesenta y setenta se hicieron populares los "westerns" protagonizados por los hermanos Mario y Fernando Almada, quienes hicieron del estado de Durango su lugar de filmación preferido.
En años recientes el western se ha posicionado nuevamente en el gusto del público. Directores como Lawrence Kasdan, Clint Eastwood, Kevin Costner y George P. Cosmatos han devuelto a las cintas del oeste su antiguo esplendor, ejemplo de esto son los siguientes títulos:
«Los Imperdonables», Clint Eastwood, 1992.
«Los Justicieros», George P. Cosmatos, 1994.
«Maverick», Richard Donner, 1994.
«Cuatro Mujeres y un Destino», Jonathan Kaplan, 1994.
«Wyatt Earp», Lawrence Kasdan, 1994.
«Los Justicieros (Tombstone)»; la búsqueda justificada de un héroe.
Por Jorge Moreno Álvarez.
“En el viejo oeste, el próspero pueblo de Tombstone ha caído en las garras de un grupo de pistoleros que siembran el caos y la violencia. Wyatt Earp, ex – sheriff de Dodge City, se enfrenta a los criminales con la ayuda de Doc Holiday y de los hermanos Morgan. Clásica historia del oeste llevada muchas veces a la pantalla con mejor suerte que esta, que no escapa a la estilización heroica de todo el cine de George P. Cosmatos, director de «Rambo II (Rambo: first blood part II, 1985)»”.
De esta manera la crítica resumía «Los Justicieros (Tombstone, 1994)» el western de Cosmatos, reduciéndolo a “uno más del montón”, sin embargo, hay que entender con un afán histórico y nacionalista que las cintas del oeste no nos son propias ya que no nos cuentan nada de nuestra cultura ni de nuestros héroes… y es aquí en donde «Los Justicieros» adquiere brillo propio y justificación de existir. Pensemos bien la respuesta a la siguiente pregunta ¿Acaso el cine está obligado siempre a narrarnos situaciones históricas propias? Y la respuesta lógica y coherente es ¡No! Hay que entender esta entrada de la siguiente manera: si la cinta en cuestión fuera acerca de españoles, franceses, ingleses o hasta orientales no habría ningún problema y el comentario inicial no hubiera estado tan en el centro de la polémica pero, se trata de norteamericanos, los vecinos “incómodos” que carecen de héroes nacionales autóctonos (basta recordar que sus fundadores son inmigrantes ingleses, Franklin, Washington y Jefferson) y entonces, la lógica asoma: hay que crear figuras o modelos a seguir, hay que buscar en la fundación del oeste para ver qué encontramos.
Y bueno, después de esta breve pero necesaria explicación, pasemos al desarrollo de «Los Justicieros». En este filme se narra una situación predominante en varios pueblos del oeste: la violencia provocada por grupos de forajidos que se adueñaban del lugar y explotaban a diestra y siniestra a quienes se dejaban. La última solución siempre era la muerte de los ofensores o de aquellos que se atrevían a encararlos. Es así que en Dodge City el todavía joven alguacil Wyatt Earp (Kurt Russell) decide retirarse y convence a sus hermanos (Sam Elliot y Bill Paxton) a hacer lo mismo, y deciden todos ir al poblado de “Tombstone” a probar fortuna. Los sigue de cerca Doc Holiday (Val Kilmer), el mejor amigo de Wyatt.
Al llegar se instalan de inmediato y son abordados por el alguacil para ofrecerles un puesto con él, pero ellos se niegan, ya habían vivido demasiada violencia y no querían saber nada de sus problemas. Por cierto, el pueblo esta siendo azotado por la plaga de los “cowboys”, lidereados por Billy, un sanguinario pistolero (Michael Biehn) que ha hecho de Tombstone su sede permanente. Earp y sus hermanos se asocian con el dueño de un casino y comienzan a hacer fortuna de inmediato. A este mismo sitio llega una caravana de artistas en donde destaca por su belleza y frescura una bailarina que cautiva desde el inicio a Wyatt (Joana Pacula), provocando los celos de su esposa. Aunado a esto, una noche después de la sesión en el casino el alguacil es asesinado en plena calle y con testigos por uno de los “cowboys”, que es detenido por Virgil (Sam Elliot), el hermano mayor de Wyatt. Este hecho y una posterior provocación provocan un sangriento enfrentamiento conocido como “OK Corral” en donde los Clanton (grupo que forma parte de los “cowboys”) son vencidos por los Earp y Doc Holiday. Como venganza, unas noches más tarde el hermano menor de Virgil y Wyatt es asesinado y su hermano mayor sufre un atentado que le cuesta un brazo. Wyatt se enfurece y a pesar de ser un alguacil federal no recurre a las leyes, recurre a las balas y a la persecución y aniquilación de los “cowboys” en donde, cabe mencionar, destaca por mucho el enfrentamiento final entre Doc Holiday (Kilmer) y Billy (Biehn), dos personajes cuyo odio y antagonismo va creciendo hasta este momento climático.
En honor a la verdad, esta cinta es un muy buen trabajo de dirección en donde las actuaciones son sobrias y sin exageraciones (forman parte del elenco Powers Boothe, Stephen Lang, Jason Priestley, Michael Rooker, Billy Zane y Charlton Heston), la ambientación es adecuada y el manejo de las acciones es de un ritmo sostenido y en aumento. El clímax es fuerte y convincente y el final, aunque cae en lo sentimentalista, es adecuado. «Los Justicieros» destaca además por ser un filme que le dio a los norteamericanos un héroe y algo más: la justificación de utilizar la violencia como único recurso para solucionar sus problemas.
Situado en la segunda mitad del siglo pasado, es la épica estadounidense, la narración de la conquista de sus fronteras, y por ello es un género violento por naturaleza: todo se resuelve por medio de la acción y del enfrentamiento con armas de fuego.
Sus elementos exteriores son, generalmente, escenarios o locaciones rurales (pueblos fantasma, paisajes desérticos, tabernas, salones, cárceles), vestuario de época, carretas, caballos, etc. Los elementos interiores son: personajes con papeles bien definidos (sheriff o alguacil, pistoleros, damas de compañía, forastero (s), indios), que defienden la tranquilidad de un poblado, que tienen un rígido sentido del deber y la justicia y un código de honor característico.
Pioneros del Género.-
JOHN FORD: «La Diligencia» (1939); «La Pasión de los Fuertes» (1946); «Más Corazón que Odio» (1956).
HOWARD HAWKS: «Río Rojo» (1948); «Río Bravo» (1959).
ANTHONY MANN: «Winchester 73» (1950); «El Hombre del Oeste» (1958).
SAM PECKINPAH: «Pistoleros al Atardecer» (1962); «La Pandilla Salvaje» (1969).
ACTOR REPRESENTATIVO: John Wayne.
Otras corrientes o derivaciones del género han sido:
SPAGUETTI WESTERN (ITALIA): su director representativo es Sergio Leone que lanzó a la fama al actor Clint Eastwood por medio de la trilogía: «Por Un Puñado de Dólares» (1964); «Por Unos Dólares Más» (1965) y «El Bueno, El Malo y El Feo» (1966).
COMEDIA RANCHERA (MEXICO): sus directores representativos fueron (entre otros): Fernando de Fuentes e Ismael Rodríguez, que hicieron inmortales a dos grandes ídolos populares como Pedro Infante y Jorge Negrete. Algunos títulos clásicos de este género son: «Allá en el Rancho Grande» (1936); «Los Tres García» (1946); «Los Tres Huastecos» (1948); «La Oveja Negra» (1949); «No Desearás la Mujer de tu Hijo» (1950); «Dos Tipos de Cuidado» (1952) y «Los Hermanos del Hierro» (1961). En los años sesenta y setenta se hicieron populares los "westerns" protagonizados por los hermanos Mario y Fernando Almada, quienes hicieron del estado de Durango su lugar de filmación preferido.
En años recientes el western se ha posicionado nuevamente en el gusto del público. Directores como Lawrence Kasdan, Clint Eastwood, Kevin Costner y George P. Cosmatos han devuelto a las cintas del oeste su antiguo esplendor, ejemplo de esto son los siguientes títulos:
«Los Imperdonables», Clint Eastwood, 1992.
«Los Justicieros», George P. Cosmatos, 1994.
«Maverick», Richard Donner, 1994.
«Cuatro Mujeres y un Destino», Jonathan Kaplan, 1994.
«Wyatt Earp», Lawrence Kasdan, 1994.
«Los Justicieros (Tombstone)»; la búsqueda justificada de un héroe.
Por Jorge Moreno Álvarez.
“En el viejo oeste, el próspero pueblo de Tombstone ha caído en las garras de un grupo de pistoleros que siembran el caos y la violencia. Wyatt Earp, ex – sheriff de Dodge City, se enfrenta a los criminales con la ayuda de Doc Holiday y de los hermanos Morgan. Clásica historia del oeste llevada muchas veces a la pantalla con mejor suerte que esta, que no escapa a la estilización heroica de todo el cine de George P. Cosmatos, director de «Rambo II (Rambo: first blood part II, 1985)»”.
De esta manera la crítica resumía «Los Justicieros (Tombstone, 1994)» el western de Cosmatos, reduciéndolo a “uno más del montón”, sin embargo, hay que entender con un afán histórico y nacionalista que las cintas del oeste no nos son propias ya que no nos cuentan nada de nuestra cultura ni de nuestros héroes… y es aquí en donde «Los Justicieros» adquiere brillo propio y justificación de existir. Pensemos bien la respuesta a la siguiente pregunta ¿Acaso el cine está obligado siempre a narrarnos situaciones históricas propias? Y la respuesta lógica y coherente es ¡No! Hay que entender esta entrada de la siguiente manera: si la cinta en cuestión fuera acerca de españoles, franceses, ingleses o hasta orientales no habría ningún problema y el comentario inicial no hubiera estado tan en el centro de la polémica pero, se trata de norteamericanos, los vecinos “incómodos” que carecen de héroes nacionales autóctonos (basta recordar que sus fundadores son inmigrantes ingleses, Franklin, Washington y Jefferson) y entonces, la lógica asoma: hay que crear figuras o modelos a seguir, hay que buscar en la fundación del oeste para ver qué encontramos.
Y bueno, después de esta breve pero necesaria explicación, pasemos al desarrollo de «Los Justicieros». En este filme se narra una situación predominante en varios pueblos del oeste: la violencia provocada por grupos de forajidos que se adueñaban del lugar y explotaban a diestra y siniestra a quienes se dejaban. La última solución siempre era la muerte de los ofensores o de aquellos que se atrevían a encararlos. Es así que en Dodge City el todavía joven alguacil Wyatt Earp (Kurt Russell) decide retirarse y convence a sus hermanos (Sam Elliot y Bill Paxton) a hacer lo mismo, y deciden todos ir al poblado de “Tombstone” a probar fortuna. Los sigue de cerca Doc Holiday (Val Kilmer), el mejor amigo de Wyatt.
Al llegar se instalan de inmediato y son abordados por el alguacil para ofrecerles un puesto con él, pero ellos se niegan, ya habían vivido demasiada violencia y no querían saber nada de sus problemas. Por cierto, el pueblo esta siendo azotado por la plaga de los “cowboys”, lidereados por Billy, un sanguinario pistolero (Michael Biehn) que ha hecho de Tombstone su sede permanente. Earp y sus hermanos se asocian con el dueño de un casino y comienzan a hacer fortuna de inmediato. A este mismo sitio llega una caravana de artistas en donde destaca por su belleza y frescura una bailarina que cautiva desde el inicio a Wyatt (Joana Pacula), provocando los celos de su esposa. Aunado a esto, una noche después de la sesión en el casino el alguacil es asesinado en plena calle y con testigos por uno de los “cowboys”, que es detenido por Virgil (Sam Elliot), el hermano mayor de Wyatt. Este hecho y una posterior provocación provocan un sangriento enfrentamiento conocido como “OK Corral” en donde los Clanton (grupo que forma parte de los “cowboys”) son vencidos por los Earp y Doc Holiday. Como venganza, unas noches más tarde el hermano menor de Virgil y Wyatt es asesinado y su hermano mayor sufre un atentado que le cuesta un brazo. Wyatt se enfurece y a pesar de ser un alguacil federal no recurre a las leyes, recurre a las balas y a la persecución y aniquilación de los “cowboys” en donde, cabe mencionar, destaca por mucho el enfrentamiento final entre Doc Holiday (Kilmer) y Billy (Biehn), dos personajes cuyo odio y antagonismo va creciendo hasta este momento climático.
En honor a la verdad, esta cinta es un muy buen trabajo de dirección en donde las actuaciones son sobrias y sin exageraciones (forman parte del elenco Powers Boothe, Stephen Lang, Jason Priestley, Michael Rooker, Billy Zane y Charlton Heston), la ambientación es adecuada y el manejo de las acciones es de un ritmo sostenido y en aumento. El clímax es fuerte y convincente y el final, aunque cae en lo sentimentalista, es adecuado. «Los Justicieros» destaca además por ser un filme que le dio a los norteamericanos un héroe y algo más: la justificación de utilizar la violencia como único recurso para solucionar sus problemas.
COMEDIA
Puede considerarse como el género más antiguo si tomamos en cuenta los breves filmes de George Meliés o las cintas «Bebé Comiendo su Sopa» y el famoso «Regador Regado», ambas de los hermanos Lumiére. La intención fundamental, claro esta, es provocar la risa en los espectadores (aunque no en todos los casos, como en la comedia romántica); lo que cambia es el método y las intenciones del director, de ahí parten los diversos subgéneros.
FÍSICA (slapstick)
Recae sobre el desempeño de los actores; el desarrollo a velocidad es la forma primaria de la comedia. Con la introducción del sonido este humor se volvió más sutil, pero sin perder su esencia original. Actualmente el director que es considerado como "el amo del slapstick" es Blake Edwards.
Ejemplos:
La producción de Charles Chaplin (Charles Spencer Chaplin).
La producción de "El Gordo y El Flaco" (Stan Laurel y Oliver Hardy).
«¿Qué pasa Bob?», Frank Oz, 1991.
«La Máscara», Chuck Russell, 1994.
La serie de «La Pantera Rosa», 1963, 1964, 1975, 1976, 1978, 1982, 1983, 1993, 2006, 2008.
ROMÁNTICA
Se caracteriza por tener una trama donde existe un inicial antagonismo en los personajes o las situaciones; plantea el conflicto, lo desarrolla y se resuelve de manera favorable.
Ejemplos:
«El Cielo se Equivocó», Emile Ardolino, 1989.
«Mujer Bonita», Garry Marshall, 1990.
«Por Siempre», Andy Tennant, 1998.
«Juego de Gemelas», Nancy Meyers, 1998.
«Amor sin escalas», Jason Reitman, 2010.
LOCA
También conocida como "screwball", presenta situaciones disparatadas narradas a ritmo trepidante y de forma absurda.
Ejemplos:
La serie «¿Y donde está el Policía?», 1988, 1991, 1994.
La serie «Loca Academia de Policía», 1984, 1985, 1986, 1987, 1988, 1989, 1994.
«Despedida de Soltero», Neil Israel, 1984.
«El Hombre del Zapato Rojo», Stan Dragoti, 1985.
«Loca Academia de Pilotos I y II», Jim Abrahams, 1991, 1993.
SATÍRICA
Se utiliza principalmente la crítica y el humor anárquico para representar una historia.
Ejemplos:
«El Apartamento», Billy Wilder, 1960.
«Los Caifánes», Juan Ibáñez, 1967.
«Infielmente Tuya», Howard Zieff, 1984.
«Sólo con tu Pareja», Alfonso Cuarón, 1992.
«La ley de Herodes», Luís Estrada, 2000.
NEGRA
Se burlan de situaciones reales, utilizan un humor irreverente (humor negro), al grado de hacerlo macabro.
Ejemplos:
«Dr. Insólito», Stanley Kubrick, 1964.
«La Guerra de los Roses», Danny De Vito, 1989.
«Los Locos Addams», Barry Sonnenfeld, 1991.
«Asesinos por Naturaleza», Oliver Stone, 1994.
«Tiempos Violentos», Quentin Tarantino, 1994.
PARODIA
Es la imitación burlesca de ciertos géneros o temas a partir de la alteración de sus convenciones.
Ejemplos:
«La Danza de los Vampiros», Roman Polanski, 1967.
«La Loca Historia del Mundo», Mel Brooks, 1981.
«El Cavernícola», Carl Gottlieb, 1981.
«Beetlejuice», Tim Burton, 1988.
«Las Locas Aventuras de Robin Hood», Mel Brooks, 1994.
«Juego de Gemelas», diversión por duplicado.
Por Jorge Moreno Álvarez
Desde sus inicios en 1895, el cine se ha convertido en el medio de entretenimiento por excelencia; esta privilegiada posición la ha mantenido a lo largo de los años por presentarnos historias fantásticas, mundos desconocidos, superhéroes y villanos y, por supuesto, historias cotidianas con gente común y corriente viviendo situaciones con las cuales todos nos identificamos.
En 1961 los estudios Disney estrenaron una cinta de corte familiar, cuya trama giraba en torno a una pareja de gemelas (doble papel realizado por Hayley Mills) que intentan reconstruir el matrimonio de sus padres (Brian Keith y Maureen O’Hara) quienes viven separados, él en California, ella en Boston. Esta es la premisa de «Operación Cupido (The parent trap)», entretenida cinta dirigida por David Swift, que de inmediato se convirtió en un éxito de taquilla.
Han pasado 38 años desde entonces, los tiempos han cambiado y en el cine de hoy predominan las películas para un público ávido de acción, aventuras, suspenso, terror y futurismo, claro está, aderezadas con impresionantes efectos especiales.
Dentro de esta avalancha de superproducciones, el cine familiar se ha convertido en un extraño objeto en la cartelera, una pequeña joya cuya luz es tan brillante que llega a opacar a los más altos presupuestos y que llama la atención por la sencillez con que se roba los corazones de grandes y pequeños por igual.
Los ejecutivos de Disney, paladines del entretenimiento familiar, queriendo superar el éxito obtenido en 1961 han vuelto a recrear la historia de esas inquietas hermanas, trayendo hasta nosotros «Juego de Gemelas (The parent trap, 1999)», una producción de Charles Shyer dirigida por Nancy Meyers con un guión de ellos mismos y David Swift, director de la primera versión.
El año es 1986 y el lugar es el trasatlántico “Queen Elizabeth II”. Es aquí donde una joven pareja celebra su matrimonio entre bailes, risas, y fuegos artificiales. Once años y nueve meses después (1998) de esa boda nos encontramos en un lugar diferente, el Campamento Walden, un lugar enclavado en las montañas y a la orilla de un hermoso lago.
Hasta este lugar de ensueño llega procedente de Napa Valley, California, una hermosa jovencita llamada Hallie Parker (Lindsay Lohan), hija de un exitoso y próspero vinicultor llamado Nick Parker (Dennis Quaid), divorciado, siendo ella “su única chica” y él un verdadero padre modelo.
Minutos después de la llegada de Hallie, arriba al campamento procedente de Londres, Inglaterra, otra hermosa jovencita de nombre Annie james (Lindsay Lohan), hija de Elizabeth James (Natasha Richardson), una exitosa diseñadora de vestidos de novia, también divorciada y por cierto, una madre ejemplar.
Después de enfrentarse en un duelo de esgrima y un juego de póker, Hallie y Annie se conocen y se dan cuenta que son idénticas, y no sólo físicamente: ambas nacieron el 11 de agosto, las dos son expertas en esgrima y póker, les gustan las galletas de chocolate con crema de cacahuate y lo más importante, Hallie no conoce a su mamá ni Annie a su papá, y a través de dos mitades de una fotografía tomada en el “Queen Elizabeth II” se dan cuenta de la verdad: son hermanas gemelas.
Ansiosas por conocer a sus padres, al final del campamento Hallie viaja a Londres y Annie a Napa Valley, conscientes de que al hacerlo provocarán un reencuentro, comenzando así una serie de divertidas, emotivas y tiernas situaciones que se complican cuando Annie descubre que su papá está a punto de casarse con una hermosa y ambiciosa publicista de nombre Meredith Blake (Lisa Ann Walter).
Annie habla con Hallie y planean el reencuentro en un hotel de San Francisco en complicidad con su abuelo (padre de Elizabeth), el mayordomo (de ella) y la niñera (de él), quienes ya saben toda la verdad. El resultado de este embrollo es sumamente entretenido y emotivo.
En su conjunto, «Juego de Gemelas» es una producción que ha superado con mucho a la cinta original (sin restarle méritos a ésta), comenzando por el experimentado elenco donde destaca por encima de todos el doble papel realizado por la talentosa Lindsay Lohan, que le da a Annie y a Hallie toda la gama de sentimientos y ocurrencias propias de su edad, con un toque de ternura e inocencia verdaderamente notables.
Otros puntos a su favor son los trabajos de edición (Stephen A. Rotter), fotografía (Dean Cundey), música original (Alan Silvestri) y el soundtrack, donde encontramos temas como “Love” (Nat King Cole), “Top of the World (Shonen Knife), “Here comes the sun” (Bob Chalet), “Never let you go” (Jakaranda), “I love you for sentimental reasons” (Linda Ronstadt) y “Let’s get together” (Nobody’s Angel), entre otros.
En esta época donde el sano entretenimiento familiar parece encontrarse en un segundo plano de importancia, vale la pena seguir la estela de luz de «Juego de Gemelas», una hermosa y divertida cinta que demuestra con trazos sencillos que no necesariamente lo innovador o atrevido es lo mejor.
Puede considerarse como el género más antiguo si tomamos en cuenta los breves filmes de George Meliés o las cintas «Bebé Comiendo su Sopa» y el famoso «Regador Regado», ambas de los hermanos Lumiére. La intención fundamental, claro esta, es provocar la risa en los espectadores (aunque no en todos los casos, como en la comedia romántica); lo que cambia es el método y las intenciones del director, de ahí parten los diversos subgéneros.
FÍSICA (slapstick)
Recae sobre el desempeño de los actores; el desarrollo a velocidad es la forma primaria de la comedia. Con la introducción del sonido este humor se volvió más sutil, pero sin perder su esencia original. Actualmente el director que es considerado como "el amo del slapstick" es Blake Edwards.
Ejemplos:
La producción de Charles Chaplin (Charles Spencer Chaplin).
La producción de "El Gordo y El Flaco" (Stan Laurel y Oliver Hardy).
«¿Qué pasa Bob?», Frank Oz, 1991.
«La Máscara», Chuck Russell, 1994.
La serie de «La Pantera Rosa», 1963, 1964, 1975, 1976, 1978, 1982, 1983, 1993, 2006, 2008.
ROMÁNTICA
Se caracteriza por tener una trama donde existe un inicial antagonismo en los personajes o las situaciones; plantea el conflicto, lo desarrolla y se resuelve de manera favorable.
Ejemplos:
«El Cielo se Equivocó», Emile Ardolino, 1989.
«Mujer Bonita», Garry Marshall, 1990.
«Por Siempre», Andy Tennant, 1998.
«Juego de Gemelas», Nancy Meyers, 1998.
«Amor sin escalas», Jason Reitman, 2010.
LOCA
También conocida como "screwball", presenta situaciones disparatadas narradas a ritmo trepidante y de forma absurda.
Ejemplos:
La serie «¿Y donde está el Policía?», 1988, 1991, 1994.
La serie «Loca Academia de Policía», 1984, 1985, 1986, 1987, 1988, 1989, 1994.
«Despedida de Soltero», Neil Israel, 1984.
«El Hombre del Zapato Rojo», Stan Dragoti, 1985.
«Loca Academia de Pilotos I y II», Jim Abrahams, 1991, 1993.
SATÍRICA
Se utiliza principalmente la crítica y el humor anárquico para representar una historia.
Ejemplos:
«El Apartamento», Billy Wilder, 1960.
«Los Caifánes», Juan Ibáñez, 1967.
«Infielmente Tuya», Howard Zieff, 1984.
«Sólo con tu Pareja», Alfonso Cuarón, 1992.
«La ley de Herodes», Luís Estrada, 2000.
NEGRA
Se burlan de situaciones reales, utilizan un humor irreverente (humor negro), al grado de hacerlo macabro.
Ejemplos:
«Dr. Insólito», Stanley Kubrick, 1964.
«La Guerra de los Roses», Danny De Vito, 1989.
«Los Locos Addams», Barry Sonnenfeld, 1991.
«Asesinos por Naturaleza», Oliver Stone, 1994.
«Tiempos Violentos», Quentin Tarantino, 1994.
PARODIA
Es la imitación burlesca de ciertos géneros o temas a partir de la alteración de sus convenciones.
Ejemplos:
«La Danza de los Vampiros», Roman Polanski, 1967.
«La Loca Historia del Mundo», Mel Brooks, 1981.
«El Cavernícola», Carl Gottlieb, 1981.
«Beetlejuice», Tim Burton, 1988.
«Las Locas Aventuras de Robin Hood», Mel Brooks, 1994.
«Juego de Gemelas», diversión por duplicado.
Por Jorge Moreno Álvarez
Desde sus inicios en 1895, el cine se ha convertido en el medio de entretenimiento por excelencia; esta privilegiada posición la ha mantenido a lo largo de los años por presentarnos historias fantásticas, mundos desconocidos, superhéroes y villanos y, por supuesto, historias cotidianas con gente común y corriente viviendo situaciones con las cuales todos nos identificamos.
En 1961 los estudios Disney estrenaron una cinta de corte familiar, cuya trama giraba en torno a una pareja de gemelas (doble papel realizado por Hayley Mills) que intentan reconstruir el matrimonio de sus padres (Brian Keith y Maureen O’Hara) quienes viven separados, él en California, ella en Boston. Esta es la premisa de «Operación Cupido (The parent trap)», entretenida cinta dirigida por David Swift, que de inmediato se convirtió en un éxito de taquilla.
Han pasado 38 años desde entonces, los tiempos han cambiado y en el cine de hoy predominan las películas para un público ávido de acción, aventuras, suspenso, terror y futurismo, claro está, aderezadas con impresionantes efectos especiales.
Dentro de esta avalancha de superproducciones, el cine familiar se ha convertido en un extraño objeto en la cartelera, una pequeña joya cuya luz es tan brillante que llega a opacar a los más altos presupuestos y que llama la atención por la sencillez con que se roba los corazones de grandes y pequeños por igual.
Los ejecutivos de Disney, paladines del entretenimiento familiar, queriendo superar el éxito obtenido en 1961 han vuelto a recrear la historia de esas inquietas hermanas, trayendo hasta nosotros «Juego de Gemelas (The parent trap, 1999)», una producción de Charles Shyer dirigida por Nancy Meyers con un guión de ellos mismos y David Swift, director de la primera versión.
El año es 1986 y el lugar es el trasatlántico “Queen Elizabeth II”. Es aquí donde una joven pareja celebra su matrimonio entre bailes, risas, y fuegos artificiales. Once años y nueve meses después (1998) de esa boda nos encontramos en un lugar diferente, el Campamento Walden, un lugar enclavado en las montañas y a la orilla de un hermoso lago.
Hasta este lugar de ensueño llega procedente de Napa Valley, California, una hermosa jovencita llamada Hallie Parker (Lindsay Lohan), hija de un exitoso y próspero vinicultor llamado Nick Parker (Dennis Quaid), divorciado, siendo ella “su única chica” y él un verdadero padre modelo.
Minutos después de la llegada de Hallie, arriba al campamento procedente de Londres, Inglaterra, otra hermosa jovencita de nombre Annie james (Lindsay Lohan), hija de Elizabeth James (Natasha Richardson), una exitosa diseñadora de vestidos de novia, también divorciada y por cierto, una madre ejemplar.
Después de enfrentarse en un duelo de esgrima y un juego de póker, Hallie y Annie se conocen y se dan cuenta que son idénticas, y no sólo físicamente: ambas nacieron el 11 de agosto, las dos son expertas en esgrima y póker, les gustan las galletas de chocolate con crema de cacahuate y lo más importante, Hallie no conoce a su mamá ni Annie a su papá, y a través de dos mitades de una fotografía tomada en el “Queen Elizabeth II” se dan cuenta de la verdad: son hermanas gemelas.
Ansiosas por conocer a sus padres, al final del campamento Hallie viaja a Londres y Annie a Napa Valley, conscientes de que al hacerlo provocarán un reencuentro, comenzando así una serie de divertidas, emotivas y tiernas situaciones que se complican cuando Annie descubre que su papá está a punto de casarse con una hermosa y ambiciosa publicista de nombre Meredith Blake (Lisa Ann Walter).
Annie habla con Hallie y planean el reencuentro en un hotel de San Francisco en complicidad con su abuelo (padre de Elizabeth), el mayordomo (de ella) y la niñera (de él), quienes ya saben toda la verdad. El resultado de este embrollo es sumamente entretenido y emotivo.
En su conjunto, «Juego de Gemelas» es una producción que ha superado con mucho a la cinta original (sin restarle méritos a ésta), comenzando por el experimentado elenco donde destaca por encima de todos el doble papel realizado por la talentosa Lindsay Lohan, que le da a Annie y a Hallie toda la gama de sentimientos y ocurrencias propias de su edad, con un toque de ternura e inocencia verdaderamente notables.
Otros puntos a su favor son los trabajos de edición (Stephen A. Rotter), fotografía (Dean Cundey), música original (Alan Silvestri) y el soundtrack, donde encontramos temas como “Love” (Nat King Cole), “Top of the World (Shonen Knife), “Here comes the sun” (Bob Chalet), “Never let you go” (Jakaranda), “I love you for sentimental reasons” (Linda Ronstadt) y “Let’s get together” (Nobody’s Angel), entre otros.
En esta época donde el sano entretenimiento familiar parece encontrarse en un segundo plano de importancia, vale la pena seguir la estela de luz de «Juego de Gemelas», una hermosa y divertida cinta que demuestra con trazos sencillos que no necesariamente lo innovador o atrevido es lo mejor.
CINE FANTÁSTICO - HORROR
Surge desde las primeras películas del francés George Meliés, quien fue el primero en utilizar trucos como sobre -impresiones, doble exposición y substitución para crear una situación inverosímil que cautivaba a un público cada vez mayor.
Este tipo de cine se divide en dos bloques básicos: cine de horror y de ciencia-ficción.
HORROR
Narra lo que ocurre cuando lo normal es amenazado por lo anormal, que puede ser cualquier cosa: demonios, monstruos, zombies, asesinos psicópatas, animales reales o imaginarios.
Hay quien dice que si el cine se compara con frecuencia con el sueño, el de horror es el equivalente a la pesadilla. Sociológicamente es interesante comprobar como los miedos de una sociedad se reflejan en este cine, causando un impacto inmediato y reacciones visibles en los espectadores.
Los pioneros del género nacieron en Alemania, y fueron: Henrik Galeen con «El Goleem» (1914); Robert Wiene con «El Gabinete del Dr. Caligari» (1919), y Friedrich Wilhelm Murnau con «Nosferatu», de 1922.
En Estados Unidos los primeros en cultivar el cine de horror fueron:
JAMES WHALE: «Frankenstein» (1931); «La Novia de Frankenstein» (1935).
TOD BROWNING: «Garras Humanas» (1927); «La Casa del Horror» (1927); «Drácula» (1931); «La Parada de los Monstruos» (1932); «Muñecos Infernales» (1936).
EDGAR GEORGE ULMER: «Satanás» (1934).
Los actores representativos de estos directores fueron Boris Karloff, Bela Lugosi, Lon Chaney, Claude Rains y Lon Chaney Jr.
En Inglaterra a finales de la década de los cincuenta el director Terence Fisher decidió devolverle al género su antiguo esplendor reviviendo los olvidados mitos de Drácula y Frankenstein. Con la compañía "Hammer Films", este director lanzó a la fama a los actores Peter Cushing y Christopher Lee.
Los títulos más representativos de la llamada "escuela inglesa" son:
«La Maldición de Frankenstein» (1957).
«Drácula» (1958).
«La Venganza de Frankenstein» (1958).
«Las Novias de Drácula» (1963).
«Drácula, Príncipe de las Tinieblas» (1965).
«El Cerebro de Frankenstein» (1969).
Por otra parte, el cine italiano creó también un estilo muy peculiar y propio para el género del horror. Tres nombres resultan fundamentales:
MARIO BAVA: «La Máscara del Demonio» (1960); «Las Tres Caras del Miedo» (1963); «Terror en el Espacio» (1965).
RICCARDO FREDA: «Lo Spettro» (1963); «El Terrible Secreto del Dr. Hichcock» (1962).
DARIO ARGENTO: «El Gato de las Nueve Colas» (1970); «Rojo Profundo» (1975); «Alarido» (1977).
En las dos últimas décadas el cine de horror sigue varias coordenadas fácilmente identificables.
GORE-TERROR
Se refiere al cine de extrema violencia y sangre, casi exclusivamente para espectadores masoquistas. El modelo fue «Masacre en Texas» (1974), del director Tobe Hooper; y los grandes éxitos se llamaron «Viernes 13», de Sean S. Cunningham y «Pesadilla en la Calle del Infierno», de Wes Craven.
Ejemplos:
«Masacre en Texas», Tobe Hopper, 1974.
«Viernes 13», Sean S. Cunningham, 1980.
«Halloween», John Carpenter, 1978.
«Pesadilla en la Calle del Infierno», Wes Craven, 1984.
«La Noche de los Muertos Vivientes», George A. Romero, 1968.
SATANISMO
Se trata de cintas inspiradas, directa o indirectamente, en el tenebroso mundo de las posesiones satánicas, de la adoración del diablo, la proliferación de sectas y el entorno diabólico. Presentan la eterna lucha de la luz (el bien) contra las tinieblas (el mal).
Ejemplos:
«El Exorcista», William Friedkin, 1973.
«La Profecía», Richard Donner, 1976.
«El Bebé de Rosemary», Roman Polanski, 1968.
«Los Creyentes», John Schlesinger, 1987.
«El Príncipe de las Tinieblas», John Carpenter, 1987.
MITOS CLÁSICOS
Se refiere a la reposición de cintas como «Frankenstein», «Drácula» o «El Hombre Lobo» en producciones actuales, tomando la esencia del mito y mezclándolo con personajes y situaciones de la vida contemporánea.
Ejemplos:
«Bram Stoker's Dracula», Francis Ford Coppola, 1992.
«Cronos (La invención de Cronos)», Guillermo del Toro, 1992.
«Entrevista con el Vampiro», Neil Jordan, 1994.
«Mary Shelley's Frankenstein», Kenneth Branagh, 1994.
«El Hombre Lobo», Joe Johnston, 2010.
FANTASMAS
Se refiere al tratamiento de casos donde una o varias presencias sobrenaturales alteran la vida de una familia o persona provocando situaciones que se encuentran fuera de la comprensión humana: pueden estar basadas en hechos reales o en historias escritas especialmente para la pantalla.
Ejemplos:
«Poltergeist», Tobe Hooper, 1982.
«Amityville», Stuart Rosenberg, 1979.
«La Niebla», John Carpenter, 1980.
«El Ente», Sidney Furie, 1983.
«El sexto sentido», M. Night Shyamalan, 1999.
PSICOLÓGICO
Oscila entre la nueva historia de psicópatas, muy de moda durante toda la década de los 80's y 90's mezclada con el estudio de la introspección en los lados más obscuros de la mente humana.
Ejemplos:
«Psicosis», Alfred Hitchcock, 1960.
«El resplandor», Stanley Kubrick, 1980.
«El Inquilino», John Schlesinger, 1990.
«Cabo de Miedo», Martin Scorsese, 1991.
«El Silencio de los Inocentes», Jonathan Demme, 1991.
«Cabo de miedo»: un pasaporte al terror.
Por Jorge Moreno Álvarez.
Un elenco estelar encabezado por Robert De Niro, Nick Nolte y Jessica Lange protagoniza esta electrizante historia, una cinta de suspenso que nos habla del odio y la venganza como solo Martin Scorsese puede hacerlo.
Catorce años han pasado desde que el abogado Sam Bowden (Nolte) no pudo evitar la condena del psicópata criminal Max Cady (De Niro), quien durante todo ese tiempo acumuló un terrible rencor en contra de Bowden, con la firme intención de hacerlo pagar algún día por todo lo que tuvo que sufrir en prisión.
«Cabo de Miedo (Cape Fear)», basada en la novela “The Executioners”, de John D. MacDonald, es la segunda versión del largometraje que se realizó en 1962, dirigida en esa ocasión por J. Lee Thompson; contó con las actuaciones de Gregory Peck, Robert Mitchum y Polly Bergen. En esta historia Mitchum interpreta al sádico criminal que amenaza con violar a la esposa del abogado, interpretada por Bergen. En esta cinta Martin Balsam, Jack Kruschen, Lori Nelson y Telly Savalas forman el reparto de actores secundarios.
Casi treinta años después Scorsese retomó la misma historia y la convirtió, según opinión de varios críticos, en una película aún más estremecedora e impactante que la primera.
Esta representa para De Niro la séptima colaboración con Scorsese, mancuerna que ha tenido muy buenos resultados en cintas como «Taxi Driver (1976)», «Toro Salvaje (Raging Bull, 1980)» y «Buenos Muchachos (Goodfellas, 1990)», a través de las cuales ha interpretado los más variados y sofisticados personajes. En esta oportunidad, su trabajo como Max Cady le valió una nominación al “Oscar” como mejor actor y la posibilidad de hacer otra actuación digna de admiración.
Esta nueva versión del thriller de 1962 concede mucha importancia al juego sexual del gato y el ratón: el roedor es la hija adolescente del abogado, interpretada por Juliette Lewis, quien encarna a Danielle Bowden, la típica adolescente que vive en permanente conflicto con sus padres y que se convierte en el blanco principal del perverso Max Cady.
Juliette recibió por su interpretación críticas halagadoras y una postulación al “Oscar” como mejor actriz de reparto.
Para Nick Nolte, definitivamente 1991 fue su año, pues no sólo trabajó en esta película, sino que por su actuación en «El Príncipe de las Mareas (Prince of Tides)», dirigida por Barbra Streisand, se hizo acreedor a una nominación al “Oscar” como mejor actor.
Martin Scorsese ha definido su labor en «Cabo de Miedo» como un trabajo que fue evolucionando de acuerdo a las necesidades del guión, ya que como toda buena película de suspenso, el manejar de forma correcta las intensidades que ofrecía la historia fueron para él la verdadera clave del éxito.
«Cabo de Miedo» tiene varios puntos a su favor: un excelente reparto de primeros actores; las actuaciones especiales de Robert Mitchum, Gregory Peck y Martin Balsam, quienes actuaron en la versión original; una excelente dirección y una escalofriante historia, factores que hacen de esta cinta un trabajo muy recomendable, pero por desgracia, no apto para cardiacos.
Surge desde las primeras películas del francés George Meliés, quien fue el primero en utilizar trucos como sobre -impresiones, doble exposición y substitución para crear una situación inverosímil que cautivaba a un público cada vez mayor.
Este tipo de cine se divide en dos bloques básicos: cine de horror y de ciencia-ficción.
HORROR
Narra lo que ocurre cuando lo normal es amenazado por lo anormal, que puede ser cualquier cosa: demonios, monstruos, zombies, asesinos psicópatas, animales reales o imaginarios.
Hay quien dice que si el cine se compara con frecuencia con el sueño, el de horror es el equivalente a la pesadilla. Sociológicamente es interesante comprobar como los miedos de una sociedad se reflejan en este cine, causando un impacto inmediato y reacciones visibles en los espectadores.
Los pioneros del género nacieron en Alemania, y fueron: Henrik Galeen con «El Goleem» (1914); Robert Wiene con «El Gabinete del Dr. Caligari» (1919), y Friedrich Wilhelm Murnau con «Nosferatu», de 1922.
En Estados Unidos los primeros en cultivar el cine de horror fueron:
JAMES WHALE: «Frankenstein» (1931); «La Novia de Frankenstein» (1935).
TOD BROWNING: «Garras Humanas» (1927); «La Casa del Horror» (1927); «Drácula» (1931); «La Parada de los Monstruos» (1932); «Muñecos Infernales» (1936).
EDGAR GEORGE ULMER: «Satanás» (1934).
Los actores representativos de estos directores fueron Boris Karloff, Bela Lugosi, Lon Chaney, Claude Rains y Lon Chaney Jr.
En Inglaterra a finales de la década de los cincuenta el director Terence Fisher decidió devolverle al género su antiguo esplendor reviviendo los olvidados mitos de Drácula y Frankenstein. Con la compañía "Hammer Films", este director lanzó a la fama a los actores Peter Cushing y Christopher Lee.
Los títulos más representativos de la llamada "escuela inglesa" son:
«La Maldición de Frankenstein» (1957).
«Drácula» (1958).
«La Venganza de Frankenstein» (1958).
«Las Novias de Drácula» (1963).
«Drácula, Príncipe de las Tinieblas» (1965).
«El Cerebro de Frankenstein» (1969).
Por otra parte, el cine italiano creó también un estilo muy peculiar y propio para el género del horror. Tres nombres resultan fundamentales:
MARIO BAVA: «La Máscara del Demonio» (1960); «Las Tres Caras del Miedo» (1963); «Terror en el Espacio» (1965).
RICCARDO FREDA: «Lo Spettro» (1963); «El Terrible Secreto del Dr. Hichcock» (1962).
DARIO ARGENTO: «El Gato de las Nueve Colas» (1970); «Rojo Profundo» (1975); «Alarido» (1977).
En las dos últimas décadas el cine de horror sigue varias coordenadas fácilmente identificables.
GORE-TERROR
Se refiere al cine de extrema violencia y sangre, casi exclusivamente para espectadores masoquistas. El modelo fue «Masacre en Texas» (1974), del director Tobe Hooper; y los grandes éxitos se llamaron «Viernes 13», de Sean S. Cunningham y «Pesadilla en la Calle del Infierno», de Wes Craven.
Ejemplos:
«Masacre en Texas», Tobe Hopper, 1974.
«Viernes 13», Sean S. Cunningham, 1980.
«Halloween», John Carpenter, 1978.
«Pesadilla en la Calle del Infierno», Wes Craven, 1984.
«La Noche de los Muertos Vivientes», George A. Romero, 1968.
SATANISMO
Se trata de cintas inspiradas, directa o indirectamente, en el tenebroso mundo de las posesiones satánicas, de la adoración del diablo, la proliferación de sectas y el entorno diabólico. Presentan la eterna lucha de la luz (el bien) contra las tinieblas (el mal).
Ejemplos:
«El Exorcista», William Friedkin, 1973.
«La Profecía», Richard Donner, 1976.
«El Bebé de Rosemary», Roman Polanski, 1968.
«Los Creyentes», John Schlesinger, 1987.
«El Príncipe de las Tinieblas», John Carpenter, 1987.
MITOS CLÁSICOS
Se refiere a la reposición de cintas como «Frankenstein», «Drácula» o «El Hombre Lobo» en producciones actuales, tomando la esencia del mito y mezclándolo con personajes y situaciones de la vida contemporánea.
Ejemplos:
«Bram Stoker's Dracula», Francis Ford Coppola, 1992.
«Cronos (La invención de Cronos)», Guillermo del Toro, 1992.
«Entrevista con el Vampiro», Neil Jordan, 1994.
«Mary Shelley's Frankenstein», Kenneth Branagh, 1994.
«El Hombre Lobo», Joe Johnston, 2010.
FANTASMAS
Se refiere al tratamiento de casos donde una o varias presencias sobrenaturales alteran la vida de una familia o persona provocando situaciones que se encuentran fuera de la comprensión humana: pueden estar basadas en hechos reales o en historias escritas especialmente para la pantalla.
Ejemplos:
«Poltergeist», Tobe Hooper, 1982.
«Amityville», Stuart Rosenberg, 1979.
«La Niebla», John Carpenter, 1980.
«El Ente», Sidney Furie, 1983.
«El sexto sentido», M. Night Shyamalan, 1999.
PSICOLÓGICO
Oscila entre la nueva historia de psicópatas, muy de moda durante toda la década de los 80's y 90's mezclada con el estudio de la introspección en los lados más obscuros de la mente humana.
Ejemplos:
«Psicosis», Alfred Hitchcock, 1960.
«El resplandor», Stanley Kubrick, 1980.
«El Inquilino», John Schlesinger, 1990.
«Cabo de Miedo», Martin Scorsese, 1991.
«El Silencio de los Inocentes», Jonathan Demme, 1991.
«Cabo de miedo»: un pasaporte al terror.
Por Jorge Moreno Álvarez.
Un elenco estelar encabezado por Robert De Niro, Nick Nolte y Jessica Lange protagoniza esta electrizante historia, una cinta de suspenso que nos habla del odio y la venganza como solo Martin Scorsese puede hacerlo.
Catorce años han pasado desde que el abogado Sam Bowden (Nolte) no pudo evitar la condena del psicópata criminal Max Cady (De Niro), quien durante todo ese tiempo acumuló un terrible rencor en contra de Bowden, con la firme intención de hacerlo pagar algún día por todo lo que tuvo que sufrir en prisión.
«Cabo de Miedo (Cape Fear)», basada en la novela “The Executioners”, de John D. MacDonald, es la segunda versión del largometraje que se realizó en 1962, dirigida en esa ocasión por J. Lee Thompson; contó con las actuaciones de Gregory Peck, Robert Mitchum y Polly Bergen. En esta historia Mitchum interpreta al sádico criminal que amenaza con violar a la esposa del abogado, interpretada por Bergen. En esta cinta Martin Balsam, Jack Kruschen, Lori Nelson y Telly Savalas forman el reparto de actores secundarios.
Casi treinta años después Scorsese retomó la misma historia y la convirtió, según opinión de varios críticos, en una película aún más estremecedora e impactante que la primera.
Esta representa para De Niro la séptima colaboración con Scorsese, mancuerna que ha tenido muy buenos resultados en cintas como «Taxi Driver (1976)», «Toro Salvaje (Raging Bull, 1980)» y «Buenos Muchachos (Goodfellas, 1990)», a través de las cuales ha interpretado los más variados y sofisticados personajes. En esta oportunidad, su trabajo como Max Cady le valió una nominación al “Oscar” como mejor actor y la posibilidad de hacer otra actuación digna de admiración.
Esta nueva versión del thriller de 1962 concede mucha importancia al juego sexual del gato y el ratón: el roedor es la hija adolescente del abogado, interpretada por Juliette Lewis, quien encarna a Danielle Bowden, la típica adolescente que vive en permanente conflicto con sus padres y que se convierte en el blanco principal del perverso Max Cady.
Juliette recibió por su interpretación críticas halagadoras y una postulación al “Oscar” como mejor actriz de reparto.
Para Nick Nolte, definitivamente 1991 fue su año, pues no sólo trabajó en esta película, sino que por su actuación en «El Príncipe de las Mareas (Prince of Tides)», dirigida por Barbra Streisand, se hizo acreedor a una nominación al “Oscar” como mejor actor.
Martin Scorsese ha definido su labor en «Cabo de Miedo» como un trabajo que fue evolucionando de acuerdo a las necesidades del guión, ya que como toda buena película de suspenso, el manejar de forma correcta las intensidades que ofrecía la historia fueron para él la verdadera clave del éxito.
«Cabo de Miedo» tiene varios puntos a su favor: un excelente reparto de primeros actores; las actuaciones especiales de Robert Mitchum, Gregory Peck y Martin Balsam, quienes actuaron en la versión original; una excelente dirección y una escalofriante historia, factores que hacen de esta cinta un trabajo muy recomendable, pero por desgracia, no apto para cardiacos.
CINE FANTÁSTICO - CIENCIA FICCIÓN
Básicamente plantea la existencia de otros mundos o de un posible futuro en la Tierra. Uno de los primeros teóricos en clasificar el género de la ciencia-ficción fue el alemán Hans C. Blumenberg, quien dividió este cine en 5 bloques representativos; sin embargo, se excluían dos categorías que también forman parte muy importante del género, y que se incluyen en esta división.
INVASIÓN AL UNIVERSO
En este tipo de cintas nuestro planeta es atacado por los más diversos visitantes espaciales. El universo tal como lo conocemos está en manos de unos cuantos valientes que tendrán que luchar contra las amenazas del exterior.
Ejemplos:
«Alien; el octavo pasajero», Ridley Scott, 1979.
«Amenaza Oculta», Jack Sholder, 1987.
«Usurpadores de Cuerpos», Phillip Kaufman, 1978.
«La Cosa del Otro Mundo», John Carpenter, 1982.
«Depredador», John McTiernan, 1987.
MONSTRUOS
Esta categoría es clásica del género del cine fantástico; presenta al hombre enfrentando a criaturas que bien pueden ser de origen terrestre, extraterrestre y en fechas recientes hasta criaturas prehistóricas (recuérdense las batallas del gran «Godzilla», Honda, 1956-1969), con la firma del "rey midas" de Hollywood, Steven Spielberg.
Ejemplos:
«Tiburón», Steven Spielberg, 1975.
«Los Pájaros», Alfred Hitchcock, 1963.
«Piraña», Joe Dante, 1978.
«Parque Jurásico», Steven Spielberg, 1993.
«Godzilla», Roland Emerich, 1998.
APOCALÍPSIS INMINENTE
Este tipo de cintas abordan los temores del ser humano acerca de la destrucción, del holocausto provocado por la sobrepoblación, el dominio de las superpotencias y la guerra química o nuclear. Por lo general presentan una visión poco alentadora de un futuro posible en la Tierra.
Ejemplos:
«Síndrome de China», James Bridges, 1979.
«Señal de Alerta», Hal Barwood, 1985.
«La Séptima Profecía», Carl Schultz, 1988.
«Armageddon», Michael Bay, 1997.
«Impacto profundo», Mimi Leder, 1998.
VIAJES AL ESPACIO
Salvo excepciones, la mentalidad extraterrestre había sido imaginada en términos muy simples: OVNIS que atacan a la Tierra para someter a los terrícolas, hasta que en 1968 llegó «2001: Odisea del Espacio», del director Stanley Kubrick, presentándonos otra forma de ver la vida en el espacio.
En las últimas décadas dicho género ha presentado viajes espaciales de todo tipo, incluso a través del tiempo («Enviados al Futuro», Stewart Raffill, 1984) y por el cuerpo humano («Viaje Insólito», Joe Dante, 1987); así como contactos con culturas de planetas distantes. Los representantes indiscutibles de este género son Steven Spielberg, George Lucas y Robert Zemeckis.
Ejemplos:
«Encuentros Cercanos del Tercer Tipo», Steven Spielberg, 1977.
«E.T. El Extraterrestre», Steven Spielberg, 1982.
«Starman», John Carpenter, 1984.
«Contacto», Robert Zemeckis, 1996.
«Perdidos en el espacio», Stephen Hopkins, 1998.
FUTURO PROHIBIDO
Es la representación pesimista de la sociedad en el futuro, donde se presenta al hombre como susceptible de sucumbir ante su propia tecnología, o en un posible retorno a la barbarie como consecuencia de la guerra nuclear o de otra catástrofe.
Ejemplos:
«Mad Max», George Miller, 1980.
«Metrópolis», Fritz Lang, 1926-27.
«1997: Escape de Nueva York», John Carpenter, 1981.
«Blade Runner», Ridley Scott, 1982.
«Terminator», James Cameron, 1984.
MAGIA Y ESPADA
El llamado cine de magia y espada también es una vertiente del cine fantástico, aunque hay quienes lo catalogan en el género de época, dada su frecuente ubicación en la edad media.
Este tipo de películas relatan leyendas o pasajes del medievo enmarcadas por la magia y los enfrentamientos entre las fuerzas del bien y del mal por el control de los pueblos.
Ejemplos:
«La Guerra de las Galaxias», George Lucas, 1977.
«Highlander», Russell Mulcahy, 1986.
«Excalibur», John Boorman, 1981.
«Ladyhawke», Richard Donner, 1985.
«Willow», Ron Howard, 1988.
SUPERHÉROES
Nacieron en las tiras cómicas dominicales, de donde pasaron a la televisión (algunos) y al cine.
Su éxito cinematográfico es el reflejo de un deseo de paz y justicia de parte de la sociedad, y por eso no es raro que surjan en momentos de crisis, como un último asidero en un mundo que busca un héroe, un modelo a seguir.
Durante generaciones el nombre y las hazañas de los grandes héroes como Superman, Batman, Dick Tracy y muchos otros, fueron conocidos solamente a través de los periódicos, y en décadas posteriores por la radio y la televisión, sin embargo, es en la década de los setenta cuando los grandes estudios de Hollywood comenzaron a fijarse en estos personajes inaugurando toda una corriente cinematográfica. Cabe mencionar que de Superman y Batman han sido realizadas varias secuelas que han revitalizado el mito de estos héroes hasta la fecha: «Superman regresa», dirigida en 2006 por Bryan Singer y las cintas «Batman inicia» y «El caballero de la noche», ambas de Christopher Nolan dirigidas en 2006 y 2008 respectivamente
Ejemplos:
«Superman», Richard Donner, 1978.
«Batman», Tim Burton, 1989.
«Flash Gordon», Mike Hodges, 1980.
«La Sombra», Russell Mulcahy, 1994.
«Blade», Stephen Norrington, 1997.
Y en este rubro hay que mencionar también el trabajo de Bryan Singer con los personajes de «X-Men», Sam Raimi con «Spiderman» y más recientemente Jon Favreau con «Iron Man» y Christopher Nolan con «Batman».
“Mad Max”. El guerrero implacable.
Por Jorge Moreno Álvarez.
En un futuro y en un lugar indeterminado la barbarie, la violencia y la muerte son cosas que se enfrentan a diario sin ninguna sorpresa. De pronto, en un desolado camino en la llanura y después de haber soportado una Tercera Guerra Mundial los asesinos de la carretera hacen su aparición sin ninguna concesión hacia sus víctimas, que son brutalmente asesinadas. El último recurso para detener esta violenta plaga es atacarlos con la misma moneda: un grupo de patrulleros con hielo y litros de adrenalina en la sangre, encabezados por el capitán Max Rockatansky (Mel Gibson).
En 1980 el director George Miller estrenaba su hiperviolenta producción «Mad Max», estelarizada por Mel Gibson, que de inmediato se colocó a la cabeza de los artistas más taquilleros.
La omnipresente carretera desolada y sembrada de peligros se llama “Anarchy Road”: su poste de señales no indica la velocidad permitida, sino la cifra de muertes violentas ocurridas en su seno durante la última semana; sus pistas hacia ninguna parte se encuentran abiertas a cualquier aparición agresiva. En este sombrío panorama se desarrolla una intensa persecución entre “el jinete nocturno” (Vince Hill) y el capitán Rockatansky (Gibson) que culmina con la muerte del primero; posteriormente hacen su aparición los seguidores del jinete, una horda de salvajes motociclistas encabezados por un psicópata apodado “Cortadedos” (Hugh Keays-Bryne), quienes claman por venganza.
De forma accidental un miembro de los motociclistas se entera de que Max fue quien provocó el accidente del jinete al tratar de detenerlo, lo que desata una implacable persecución contra el agente y su familia que culmina con la violenta muerte de su esposa y su pequeño hijo. Rockatansky ebrio de venganza se transforma en “Mad Max”, quien no se detendrá hasta exterminar a “Cortadedos” y sus seguidores: la hiperviolenta revancha es en extremo emocionante, impresionante y llena de emoción.
Dos años después del inusitado éxito de «Mad Max» llegó la primera secuela dirigida por George Miller: «El Guerrero de la Carretera (The Road Warrior, 1982)».
En esta ocasión encontramos al implacable “Mad Max” (Gibson) viviendo en los caminos en compañía de un perro guardián y armado hasta los dientes; en el desarrollo de la historia, un puñado de sobrevivientes de la Tercera Guerra Mundial establecen una colonia petrolera que es acechada por una banda de asesinos motorizados. Max se convierte en aliado de los colonos y les ayuda a escapar para establecerse en un lugar más tranquilo, todo esto en medio de un clímax verdaderamente electrizante y lleno de violencia, sello característico desde «Mad Max».
Sin embargo aquí no terminan las peripecias del guerrero de la carretera, y tras un breve descanso regresaría en una tercera parte dirigida nuevamente por Miller, acompañado por George Ogilvie. En «Mad Max III: Más Allá de la Cúpula del Trueno (Mad Max III: Beyond Thunderdome, 1985)» Mel Gibson repite su papel de héroe post-apocalíptico que en esta ocasión se enfrenta a varios gladiadores en la “Cúpula del Trueno” (Thunderdome), especie de coliseo dentro de una ciudad lidereada por una extraña mujer (Tina Turner) que tras desterrar a Max de su ciudad desata una intensa persecución en su contra cuando el guerrero ayuda a un grupo de niños a escapar a un lugar poblado y hurta vehículos de la ciudad para conseguirlo.
Tina Turner interpreta también el tema central de esta cinta (“We don’t need another hero. Thunderdome”), que cierra la trilogía que Miller iniciara en 1980 y que marcara el debut internacional de su intérprete, el implacable Mel Gibson.
Básicamente plantea la existencia de otros mundos o de un posible futuro en la Tierra. Uno de los primeros teóricos en clasificar el género de la ciencia-ficción fue el alemán Hans C. Blumenberg, quien dividió este cine en 5 bloques representativos; sin embargo, se excluían dos categorías que también forman parte muy importante del género, y que se incluyen en esta división.
INVASIÓN AL UNIVERSO
En este tipo de cintas nuestro planeta es atacado por los más diversos visitantes espaciales. El universo tal como lo conocemos está en manos de unos cuantos valientes que tendrán que luchar contra las amenazas del exterior.
Ejemplos:
«Alien; el octavo pasajero», Ridley Scott, 1979.
«Amenaza Oculta», Jack Sholder, 1987.
«Usurpadores de Cuerpos», Phillip Kaufman, 1978.
«La Cosa del Otro Mundo», John Carpenter, 1982.
«Depredador», John McTiernan, 1987.
MONSTRUOS
Esta categoría es clásica del género del cine fantástico; presenta al hombre enfrentando a criaturas que bien pueden ser de origen terrestre, extraterrestre y en fechas recientes hasta criaturas prehistóricas (recuérdense las batallas del gran «Godzilla», Honda, 1956-1969), con la firma del "rey midas" de Hollywood, Steven Spielberg.
Ejemplos:
«Tiburón», Steven Spielberg, 1975.
«Los Pájaros», Alfred Hitchcock, 1963.
«Piraña», Joe Dante, 1978.
«Parque Jurásico», Steven Spielberg, 1993.
«Godzilla», Roland Emerich, 1998.
APOCALÍPSIS INMINENTE
Este tipo de cintas abordan los temores del ser humano acerca de la destrucción, del holocausto provocado por la sobrepoblación, el dominio de las superpotencias y la guerra química o nuclear. Por lo general presentan una visión poco alentadora de un futuro posible en la Tierra.
Ejemplos:
«Síndrome de China», James Bridges, 1979.
«Señal de Alerta», Hal Barwood, 1985.
«La Séptima Profecía», Carl Schultz, 1988.
«Armageddon», Michael Bay, 1997.
«Impacto profundo», Mimi Leder, 1998.
VIAJES AL ESPACIO
Salvo excepciones, la mentalidad extraterrestre había sido imaginada en términos muy simples: OVNIS que atacan a la Tierra para someter a los terrícolas, hasta que en 1968 llegó «2001: Odisea del Espacio», del director Stanley Kubrick, presentándonos otra forma de ver la vida en el espacio.
En las últimas décadas dicho género ha presentado viajes espaciales de todo tipo, incluso a través del tiempo («Enviados al Futuro», Stewart Raffill, 1984) y por el cuerpo humano («Viaje Insólito», Joe Dante, 1987); así como contactos con culturas de planetas distantes. Los representantes indiscutibles de este género son Steven Spielberg, George Lucas y Robert Zemeckis.
Ejemplos:
«Encuentros Cercanos del Tercer Tipo», Steven Spielberg, 1977.
«E.T. El Extraterrestre», Steven Spielberg, 1982.
«Starman», John Carpenter, 1984.
«Contacto», Robert Zemeckis, 1996.
«Perdidos en el espacio», Stephen Hopkins, 1998.
FUTURO PROHIBIDO
Es la representación pesimista de la sociedad en el futuro, donde se presenta al hombre como susceptible de sucumbir ante su propia tecnología, o en un posible retorno a la barbarie como consecuencia de la guerra nuclear o de otra catástrofe.
Ejemplos:
«Mad Max», George Miller, 1980.
«Metrópolis», Fritz Lang, 1926-27.
«1997: Escape de Nueva York», John Carpenter, 1981.
«Blade Runner», Ridley Scott, 1982.
«Terminator», James Cameron, 1984.
MAGIA Y ESPADA
El llamado cine de magia y espada también es una vertiente del cine fantástico, aunque hay quienes lo catalogan en el género de época, dada su frecuente ubicación en la edad media.
Este tipo de películas relatan leyendas o pasajes del medievo enmarcadas por la magia y los enfrentamientos entre las fuerzas del bien y del mal por el control de los pueblos.
Ejemplos:
«La Guerra de las Galaxias», George Lucas, 1977.
«Highlander», Russell Mulcahy, 1986.
«Excalibur», John Boorman, 1981.
«Ladyhawke», Richard Donner, 1985.
«Willow», Ron Howard, 1988.
SUPERHÉROES
Nacieron en las tiras cómicas dominicales, de donde pasaron a la televisión (algunos) y al cine.
Su éxito cinematográfico es el reflejo de un deseo de paz y justicia de parte de la sociedad, y por eso no es raro que surjan en momentos de crisis, como un último asidero en un mundo que busca un héroe, un modelo a seguir.
Durante generaciones el nombre y las hazañas de los grandes héroes como Superman, Batman, Dick Tracy y muchos otros, fueron conocidos solamente a través de los periódicos, y en décadas posteriores por la radio y la televisión, sin embargo, es en la década de los setenta cuando los grandes estudios de Hollywood comenzaron a fijarse en estos personajes inaugurando toda una corriente cinematográfica. Cabe mencionar que de Superman y Batman han sido realizadas varias secuelas que han revitalizado el mito de estos héroes hasta la fecha: «Superman regresa», dirigida en 2006 por Bryan Singer y las cintas «Batman inicia» y «El caballero de la noche», ambas de Christopher Nolan dirigidas en 2006 y 2008 respectivamente
Ejemplos:
«Superman», Richard Donner, 1978.
«Batman», Tim Burton, 1989.
«Flash Gordon», Mike Hodges, 1980.
«La Sombra», Russell Mulcahy, 1994.
«Blade», Stephen Norrington, 1997.
Y en este rubro hay que mencionar también el trabajo de Bryan Singer con los personajes de «X-Men», Sam Raimi con «Spiderman» y más recientemente Jon Favreau con «Iron Man» y Christopher Nolan con «Batman».
“Mad Max”. El guerrero implacable.
Por Jorge Moreno Álvarez.
En un futuro y en un lugar indeterminado la barbarie, la violencia y la muerte son cosas que se enfrentan a diario sin ninguna sorpresa. De pronto, en un desolado camino en la llanura y después de haber soportado una Tercera Guerra Mundial los asesinos de la carretera hacen su aparición sin ninguna concesión hacia sus víctimas, que son brutalmente asesinadas. El último recurso para detener esta violenta plaga es atacarlos con la misma moneda: un grupo de patrulleros con hielo y litros de adrenalina en la sangre, encabezados por el capitán Max Rockatansky (Mel Gibson).
En 1980 el director George Miller estrenaba su hiperviolenta producción «Mad Max», estelarizada por Mel Gibson, que de inmediato se colocó a la cabeza de los artistas más taquilleros.
La omnipresente carretera desolada y sembrada de peligros se llama “Anarchy Road”: su poste de señales no indica la velocidad permitida, sino la cifra de muertes violentas ocurridas en su seno durante la última semana; sus pistas hacia ninguna parte se encuentran abiertas a cualquier aparición agresiva. En este sombrío panorama se desarrolla una intensa persecución entre “el jinete nocturno” (Vince Hill) y el capitán Rockatansky (Gibson) que culmina con la muerte del primero; posteriormente hacen su aparición los seguidores del jinete, una horda de salvajes motociclistas encabezados por un psicópata apodado “Cortadedos” (Hugh Keays-Bryne), quienes claman por venganza.
De forma accidental un miembro de los motociclistas se entera de que Max fue quien provocó el accidente del jinete al tratar de detenerlo, lo que desata una implacable persecución contra el agente y su familia que culmina con la violenta muerte de su esposa y su pequeño hijo. Rockatansky ebrio de venganza se transforma en “Mad Max”, quien no se detendrá hasta exterminar a “Cortadedos” y sus seguidores: la hiperviolenta revancha es en extremo emocionante, impresionante y llena de emoción.
Dos años después del inusitado éxito de «Mad Max» llegó la primera secuela dirigida por George Miller: «El Guerrero de la Carretera (The Road Warrior, 1982)».
En esta ocasión encontramos al implacable “Mad Max” (Gibson) viviendo en los caminos en compañía de un perro guardián y armado hasta los dientes; en el desarrollo de la historia, un puñado de sobrevivientes de la Tercera Guerra Mundial establecen una colonia petrolera que es acechada por una banda de asesinos motorizados. Max se convierte en aliado de los colonos y les ayuda a escapar para establecerse en un lugar más tranquilo, todo esto en medio de un clímax verdaderamente electrizante y lleno de violencia, sello característico desde «Mad Max».
Sin embargo aquí no terminan las peripecias del guerrero de la carretera, y tras un breve descanso regresaría en una tercera parte dirigida nuevamente por Miller, acompañado por George Ogilvie. En «Mad Max III: Más Allá de la Cúpula del Trueno (Mad Max III: Beyond Thunderdome, 1985)» Mel Gibson repite su papel de héroe post-apocalíptico que en esta ocasión se enfrenta a varios gladiadores en la “Cúpula del Trueno” (Thunderdome), especie de coliseo dentro de una ciudad lidereada por una extraña mujer (Tina Turner) que tras desterrar a Max de su ciudad desata una intensa persecución en su contra cuando el guerrero ayuda a un grupo de niños a escapar a un lugar poblado y hurta vehículos de la ciudad para conseguirlo.
Tina Turner interpreta también el tema central de esta cinta (“We don’t need another hero. Thunderdome”), que cierra la trilogía que Miller iniciara en 1980 y que marcara el debut internacional de su intérprete, el implacable Mel Gibson.
MUSICAL
Este género surge en el año de 1927, cuando los estudios Warner Brothers inauguran el cine sonoro musical con la producción «El Cantante de Jazz» (The Jazz Singer).
En el cine mudo la música es un elemento de amenización ajeno a la imagen, aunque también ayuda a concentrar al espectador en ella. En sus inicios incluso era interpretada en directo dentro de la sala mientras se proyectaba la película.
Así, desde el comienzo lo cómico o lo trágico de una secuencia empezaba a depender no sólo de la interpretación de los actores, sino también del estado de ánimo que la música generaba en el espectador. Se empezaba a adivinar el juego que podía brindar una adecuada musicalización.
A partir del cine sonoro la música sirve con mayor eficacia a este arte: ya no es un elemento externo de entretenimiento o un substituto del diálogo, sino que se integra como parte fundamental de la película.
Actualmente este género ha caído un poco en el olvido, sin embargo, aún se conserva en el gusto del público y los grandes intérpretes del musical van siendo descubiertos poco a poco por las nuevas generaciones.
Este género se divide en seis categorías, representativas por sí solas de diferentes generaciones.
CLÁSICOS
Comprende las cintas filmadas a finales de la década de los treinta y la década posterior, cuando surgen figuras como Fred Astaire y Ginger Rogers dirigidas por el coreógrafo y director Busby Berkeley.
A partir de los cuarenta la compañía Metro Goldwyn Mayer se convierte en la principal productora de musicales.
Ejemplos:
«Sombrero de Copa», Mark Sandrich, 1935.
«Roberta», William A. Seiter, 1935.
«Cantando bajo la Lluvia», Gene Kelly-Stanley Donen, 1952.
«Mi Bella Dama», George Cukor, 1964.
«La Novicia Rebelde», Robert Wise, 1965.
BROADWAY
Después de la "década de oro" del cine musical proporcionada por la M.G.M. en los cincuenta, los productores de Hollywood fijaron su atención en los escenarios teatrales de Broadway adaptando los éxitos multimillonarios del teatro a fastuosas producciones cinematográficas. Los éxitos alcanzados fueron notables.
Ejemplos:
«Amor sin Barreras», Robert Wise-Jerome Robins, 1961.
«¿Qué tal Dolly?», Gene Kelly, 1969.
«El Mago», Sidney Lumet, 1978.
«El Show debe Seguir», Bob Fosse, 1979.
«A Chorus Line», Richard Attenborough, 1985.
COREOGRÁFICOS
Surge a mediados de la década de los setenta y por lo general se enfoca sólo a aquellas cintas en las que el baile y las canciones son una parte intrínseca de la trama. Este tipo de películas reflejan los sueños e inquietudes de la juventud a través de la música, por eso no es raro que cada una de estas producciones sea un éxito de taquilla asegurado.
Ejemplos:
«Fiebre de Sábado por la Noche», John Badham, 1977.
«Vaselina», Randal Kleiser, 1978.
«Dirty Dancing», Emile Ardolino, 1987.
«Chicago», Rob Marshall, 2002.
«Nine: una vida de pasión», Rob Marshall, 2010.
JUVENIL
Desde el afianzamiento del rock and roll y los grupos juveniles surgió una nueva modalidad en el cine musical: el musical juvenil, que ha servido (en muchos casos) de vehículo a sus estrellas. Ejemplo de esto son los casos de Elvis Presley en los Estados Unidos y The Beatles en Inglaterra.
Ejemplos:
«La Noche de un Día Difícil» (The Beatles), Richard Lester, 1964.
«La Canción es la Misma» (Led Zeppelin), Peter Clifton-Joe Massot, 1976.
«Pink Floyd: The Wall» (Pink Floyd), Alan Parker, 1982.
«Lluvia Púrpura» (Prince), Albert Magnoli, 1984.
«U2-Rattle and Hum» (U2), Phil Joanou, 1988.
ÓPERA-ROCK
Surge como respuesta de los grupos como The Who a su principal competencia: la música disco (The Bee Gees, Tavares, Yvonne Elliman). Aunque su vigencia en el firmamento fílmico resultó efímera sus obras son consideradas como "de culto".
Ejemplos:
«Jesucristo Superestrella», Norman Jewison, 1973.
«El Fantasma del Paraíso», Brian de Palma, 1974.
«Tommy», Ken Russell, 1975.
«El Show de Terror de Rocky», Jim Sharman, 1975.
«Evita», Alan Parker, 1996.
CULTURAL
Se refiere a la filmación de las grandes óperas en producciones magistrales y muy poco vistas en los circuitos comerciales (por desgracia). Su valor artístico y cultural es incuestionable.
Ejemplos:
«La Flauta Mágica», Ingmar Bergman, 1974.
«Don Juan», Joseph Losey, 1979.
«Carmen», Carlos Saura, 1983.
«La Bella Durmiente», Y. Grigorivich-S. Fujjii, 1989.
«La Traviata», Franco Zeffirelli, 1992.
«Los musicales, un género refrescante».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Crinolinas, chamarras de cuero, fuentes de sodas y contagiosas melodías son los elementos esenciales del cine musical juvenil.
Con historias no muy complicadas, éste género rescata en su mayoría la nostalgia de los años sesenta o de la época de preparatoria, mezclando las historias con números coreográficos al estilo de la cinta «Vaselina (Grease)», dirigida por Randall Kleiser en 1978 y que llevara en los estelares a dos grandes estrellas juveniles, John Travolta y Olivia Newton John.
En esta película se ponen de manifiesto la capacidad escénica de John Travolta (que ya había sido explotada al máximo por John Badham en la cinta «Fiebre de Sábado por la Noche (Saturday Night Fever, 1977)», y la bellísima voz y presencia de Olivia Newton John.
En este tipo de cintas se presentan historias que involucran a jóvenes con ideales, que defienden el valor de la amistad y que se enfrentan a un mundo regido por los adultos, que en muchos casos son los mediadores o los que encauzan esa energía y espíritu hacia una meta positiva, como el caso de la película de Herbert Ross «Todos a Bailar (Footloose, 1984)», donde los polos opuestos están representados por Kevin Bacon y John Lithgow; o en la cinta de Adrian Lyne «Flashdance (1983)», protagonizada por Jennifer Beals y Michael Nouri, en donde el punto de equilibrio está representado por una maestra de baile que mantiene vivo el sueño de Beals por entrar a la academia de baile.
El género musical ha sido explotado por Hollywood casi desde los inicios del cine sonoro. Su época de oro sin lugar a duda está representada por las cintas que protagonizaran Fred Astaire y Ginger Rogers, o como los musicales «Cantando Bajo la Lluvia (Singing in the Rain, Gene Nelly y Stanley Donen, 1952)», con Gene Nelly, «Violinista en el Tejado (Fiddler on the Roof, Norman Jewison, 1971)», con Topol, «La Novicia Rebelde (The Sound of Music, Robert Wise, 1965)», con Julie Andrews y Christopher Plummer o «Amor sin Barreras (West Side Story, Robert Wise y Jerome Robbins, 1961)», con Natalie Wood.
Con la incursión de Elvis Presley y posteriormente de The Beatles en el cine, los musicales juveniles no volvería a ser los mismos, ahora serían los jóvenes el punto central de la cinta.
Sin embargo, muchos productores decidieron dar al cine juvenil otro punto de vista, y así, surge el género de Ópera – Rock, con cintas que en su momento causaron gran impacto, como el caso de «Hair (Milos Forman, 1968)», «Un Fantasma en el Paraíso (A Phantom in Paradise, Brian de Palma, 1974)», o «El Show de Terror de Rocky (The Rocky Horror Picture Show, Jim Sharman, 1975)», y que hoy en día son consideradas como clásicas.
Hay que admitirlo, el cine musical juvenil moderno ha dado muy buenos frutos, ha ido evolucionando poco a poco, ejemplo de ello son los siguientes títulos:
«El Show debe Seguir (All that Jazz, Bob Fosse, 1979)», con Roy Schreider y Jessica Lange.
«A Chorus Line (Richard Attenborough, 1985)», con Michael Douglas y Alyson Reed.
«Rollerboogie (Mark L. Lester, 1977)», con Linda Blair.
«Fama (Fame, Alan Parker, 1980)», con Irene Cara y Lee Curreri.
«Vaselina II (Grease II, Patricia Birch, 1982)», con Michelle Pfeiffer y Maxwell Caulfield.
«Xanadú (Robert Greenwald, 1980)», con Olivia Newton John y Michael Beck.
«Lluvia Púrpura (Purple Rain, Albert Magnoli, 1984)», con Prince y Apollonia.
«Baile Caliente (Dirty Dancing, Emile Ardolino, 1987)», con Patrick Swayze y Jennifer Grey.
Y en fechas recientes este género ha tomado un nuevo impulso, llegando incluso hasta colarse nuevamente en las categorías de “mejor película” y “mejor director” como en su época lo hicieran «Amor sin Barreras (West Side Story, 1961)», «Mi Bella Dama (My Fair Lady, George Cukor, 1964)» y «Cabaret (Bob Fosse, 1972)», el responsable fue Baz Luhrmann, quien en la cinta «Amor en Rojo (Moulin Rouge, 2001)» nos transporta de manera mágica a los inicios del siglo XX a la ciudad de París, donde toma forma el romance entre Satín (Nicole Kidman), una bella bailarina del “Moulin Rouge”, su máxima atracción, y un joven e idealista escritor (Ewan McGregor), quienes tienen que luchar en contra de los deseos y el poder de un conde y del mismo dueño del afamado teatro, todo esto aderezado con la música de David Bowie, Christina Aguilera, Fatboy Slim, Bono y Massive Attack, entre otros, quienes dan vida a esta magnífica producción que nos recordó que entre la música y el cine existe una relación indiscutible para mover sentimientos y emociones, concepto que fue desempolvado también por los Estudios Disney al lanzar para televisión una cinta que, sin pensarlo, se transformaría en todo un fenómeno mediático, «High School Musical», dirigido en 2006 por Kenny Ortega, teniendo en los estelares a los jovencitos Zac Effron, Vanesa Hudgens y Ashley Tisdale, quienes dan vida a Troy (Effron) y Gabriela (Hudgens), unos estudiantes de preparatoria que se conocen durante las vacaciones, se enamoran y se reencuentran en la escuela (cualquier parecido con la premisa inicial de «Vaselina (Grease)» no es mera coincidencia).
Aunque su esencia nos remite a la clásica historia protagonizada por John Travolta y Olivia Newton John, los guionistas de este filme supieron darle un refrescante giro al convertir a Troy en una estrella del basquetball y a Gabriela en una estrella de las ciencias y las matemáticas, rodeados de sus respectivos bandos de amigos. Fue tal el éxito alcanzado (en todas las estaciones de radio se escucharon los temas “We’re all in this together” y “Eres tú”, interpretado por Belanova) que Ortega preparó dos secuelas para cerrar así el ciclo de estos amigos, desde su primer año en la preparatoria hasta el momento de su graduación («High School Musical II» y «High School Musical III: La Graduación» respectivamente).
Y es que hay que ser sinceros: música, remembranzas estudiantiles, amigos y éxitos musicales del momento son elementos que jamás pasarán de moda, solo hay que saber mezclarlos para obtener resultados sorprendentes.
Este género surge en el año de 1927, cuando los estudios Warner Brothers inauguran el cine sonoro musical con la producción «El Cantante de Jazz» (The Jazz Singer).
En el cine mudo la música es un elemento de amenización ajeno a la imagen, aunque también ayuda a concentrar al espectador en ella. En sus inicios incluso era interpretada en directo dentro de la sala mientras se proyectaba la película.
Así, desde el comienzo lo cómico o lo trágico de una secuencia empezaba a depender no sólo de la interpretación de los actores, sino también del estado de ánimo que la música generaba en el espectador. Se empezaba a adivinar el juego que podía brindar una adecuada musicalización.
A partir del cine sonoro la música sirve con mayor eficacia a este arte: ya no es un elemento externo de entretenimiento o un substituto del diálogo, sino que se integra como parte fundamental de la película.
Actualmente este género ha caído un poco en el olvido, sin embargo, aún se conserva en el gusto del público y los grandes intérpretes del musical van siendo descubiertos poco a poco por las nuevas generaciones.
Este género se divide en seis categorías, representativas por sí solas de diferentes generaciones.
CLÁSICOS
Comprende las cintas filmadas a finales de la década de los treinta y la década posterior, cuando surgen figuras como Fred Astaire y Ginger Rogers dirigidas por el coreógrafo y director Busby Berkeley.
A partir de los cuarenta la compañía Metro Goldwyn Mayer se convierte en la principal productora de musicales.
Ejemplos:
«Sombrero de Copa», Mark Sandrich, 1935.
«Roberta», William A. Seiter, 1935.
«Cantando bajo la Lluvia», Gene Kelly-Stanley Donen, 1952.
«Mi Bella Dama», George Cukor, 1964.
«La Novicia Rebelde», Robert Wise, 1965.
BROADWAY
Después de la "década de oro" del cine musical proporcionada por la M.G.M. en los cincuenta, los productores de Hollywood fijaron su atención en los escenarios teatrales de Broadway adaptando los éxitos multimillonarios del teatro a fastuosas producciones cinematográficas. Los éxitos alcanzados fueron notables.
Ejemplos:
«Amor sin Barreras», Robert Wise-Jerome Robins, 1961.
«¿Qué tal Dolly?», Gene Kelly, 1969.
«El Mago», Sidney Lumet, 1978.
«El Show debe Seguir», Bob Fosse, 1979.
«A Chorus Line», Richard Attenborough, 1985.
COREOGRÁFICOS
Surge a mediados de la década de los setenta y por lo general se enfoca sólo a aquellas cintas en las que el baile y las canciones son una parte intrínseca de la trama. Este tipo de películas reflejan los sueños e inquietudes de la juventud a través de la música, por eso no es raro que cada una de estas producciones sea un éxito de taquilla asegurado.
Ejemplos:
«Fiebre de Sábado por la Noche», John Badham, 1977.
«Vaselina», Randal Kleiser, 1978.
«Dirty Dancing», Emile Ardolino, 1987.
«Chicago», Rob Marshall, 2002.
«Nine: una vida de pasión», Rob Marshall, 2010.
JUVENIL
Desde el afianzamiento del rock and roll y los grupos juveniles surgió una nueva modalidad en el cine musical: el musical juvenil, que ha servido (en muchos casos) de vehículo a sus estrellas. Ejemplo de esto son los casos de Elvis Presley en los Estados Unidos y The Beatles en Inglaterra.
Ejemplos:
«La Noche de un Día Difícil» (The Beatles), Richard Lester, 1964.
«La Canción es la Misma» (Led Zeppelin), Peter Clifton-Joe Massot, 1976.
«Pink Floyd: The Wall» (Pink Floyd), Alan Parker, 1982.
«Lluvia Púrpura» (Prince), Albert Magnoli, 1984.
«U2-Rattle and Hum» (U2), Phil Joanou, 1988.
ÓPERA-ROCK
Surge como respuesta de los grupos como The Who a su principal competencia: la música disco (The Bee Gees, Tavares, Yvonne Elliman). Aunque su vigencia en el firmamento fílmico resultó efímera sus obras son consideradas como "de culto".
Ejemplos:
«Jesucristo Superestrella», Norman Jewison, 1973.
«El Fantasma del Paraíso», Brian de Palma, 1974.
«Tommy», Ken Russell, 1975.
«El Show de Terror de Rocky», Jim Sharman, 1975.
«Evita», Alan Parker, 1996.
CULTURAL
Se refiere a la filmación de las grandes óperas en producciones magistrales y muy poco vistas en los circuitos comerciales (por desgracia). Su valor artístico y cultural es incuestionable.
Ejemplos:
«La Flauta Mágica», Ingmar Bergman, 1974.
«Don Juan», Joseph Losey, 1979.
«Carmen», Carlos Saura, 1983.
«La Bella Durmiente», Y. Grigorivich-S. Fujjii, 1989.
«La Traviata», Franco Zeffirelli, 1992.
«Los musicales, un género refrescante».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Crinolinas, chamarras de cuero, fuentes de sodas y contagiosas melodías son los elementos esenciales del cine musical juvenil.
Con historias no muy complicadas, éste género rescata en su mayoría la nostalgia de los años sesenta o de la época de preparatoria, mezclando las historias con números coreográficos al estilo de la cinta «Vaselina (Grease)», dirigida por Randall Kleiser en 1978 y que llevara en los estelares a dos grandes estrellas juveniles, John Travolta y Olivia Newton John.
En esta película se ponen de manifiesto la capacidad escénica de John Travolta (que ya había sido explotada al máximo por John Badham en la cinta «Fiebre de Sábado por la Noche (Saturday Night Fever, 1977)», y la bellísima voz y presencia de Olivia Newton John.
En este tipo de cintas se presentan historias que involucran a jóvenes con ideales, que defienden el valor de la amistad y que se enfrentan a un mundo regido por los adultos, que en muchos casos son los mediadores o los que encauzan esa energía y espíritu hacia una meta positiva, como el caso de la película de Herbert Ross «Todos a Bailar (Footloose, 1984)», donde los polos opuestos están representados por Kevin Bacon y John Lithgow; o en la cinta de Adrian Lyne «Flashdance (1983)», protagonizada por Jennifer Beals y Michael Nouri, en donde el punto de equilibrio está representado por una maestra de baile que mantiene vivo el sueño de Beals por entrar a la academia de baile.
El género musical ha sido explotado por Hollywood casi desde los inicios del cine sonoro. Su época de oro sin lugar a duda está representada por las cintas que protagonizaran Fred Astaire y Ginger Rogers, o como los musicales «Cantando Bajo la Lluvia (Singing in the Rain, Gene Nelly y Stanley Donen, 1952)», con Gene Nelly, «Violinista en el Tejado (Fiddler on the Roof, Norman Jewison, 1971)», con Topol, «La Novicia Rebelde (The Sound of Music, Robert Wise, 1965)», con Julie Andrews y Christopher Plummer o «Amor sin Barreras (West Side Story, Robert Wise y Jerome Robbins, 1961)», con Natalie Wood.
Con la incursión de Elvis Presley y posteriormente de The Beatles en el cine, los musicales juveniles no volvería a ser los mismos, ahora serían los jóvenes el punto central de la cinta.
Sin embargo, muchos productores decidieron dar al cine juvenil otro punto de vista, y así, surge el género de Ópera – Rock, con cintas que en su momento causaron gran impacto, como el caso de «Hair (Milos Forman, 1968)», «Un Fantasma en el Paraíso (A Phantom in Paradise, Brian de Palma, 1974)», o «El Show de Terror de Rocky (The Rocky Horror Picture Show, Jim Sharman, 1975)», y que hoy en día son consideradas como clásicas.
Hay que admitirlo, el cine musical juvenil moderno ha dado muy buenos frutos, ha ido evolucionando poco a poco, ejemplo de ello son los siguientes títulos:
«El Show debe Seguir (All that Jazz, Bob Fosse, 1979)», con Roy Schreider y Jessica Lange.
«A Chorus Line (Richard Attenborough, 1985)», con Michael Douglas y Alyson Reed.
«Rollerboogie (Mark L. Lester, 1977)», con Linda Blair.
«Fama (Fame, Alan Parker, 1980)», con Irene Cara y Lee Curreri.
«Vaselina II (Grease II, Patricia Birch, 1982)», con Michelle Pfeiffer y Maxwell Caulfield.
«Xanadú (Robert Greenwald, 1980)», con Olivia Newton John y Michael Beck.
«Lluvia Púrpura (Purple Rain, Albert Magnoli, 1984)», con Prince y Apollonia.
«Baile Caliente (Dirty Dancing, Emile Ardolino, 1987)», con Patrick Swayze y Jennifer Grey.
Y en fechas recientes este género ha tomado un nuevo impulso, llegando incluso hasta colarse nuevamente en las categorías de “mejor película” y “mejor director” como en su época lo hicieran «Amor sin Barreras (West Side Story, 1961)», «Mi Bella Dama (My Fair Lady, George Cukor, 1964)» y «Cabaret (Bob Fosse, 1972)», el responsable fue Baz Luhrmann, quien en la cinta «Amor en Rojo (Moulin Rouge, 2001)» nos transporta de manera mágica a los inicios del siglo XX a la ciudad de París, donde toma forma el romance entre Satín (Nicole Kidman), una bella bailarina del “Moulin Rouge”, su máxima atracción, y un joven e idealista escritor (Ewan McGregor), quienes tienen que luchar en contra de los deseos y el poder de un conde y del mismo dueño del afamado teatro, todo esto aderezado con la música de David Bowie, Christina Aguilera, Fatboy Slim, Bono y Massive Attack, entre otros, quienes dan vida a esta magnífica producción que nos recordó que entre la música y el cine existe una relación indiscutible para mover sentimientos y emociones, concepto que fue desempolvado también por los Estudios Disney al lanzar para televisión una cinta que, sin pensarlo, se transformaría en todo un fenómeno mediático, «High School Musical», dirigido en 2006 por Kenny Ortega, teniendo en los estelares a los jovencitos Zac Effron, Vanesa Hudgens y Ashley Tisdale, quienes dan vida a Troy (Effron) y Gabriela (Hudgens), unos estudiantes de preparatoria que se conocen durante las vacaciones, se enamoran y se reencuentran en la escuela (cualquier parecido con la premisa inicial de «Vaselina (Grease)» no es mera coincidencia).
Aunque su esencia nos remite a la clásica historia protagonizada por John Travolta y Olivia Newton John, los guionistas de este filme supieron darle un refrescante giro al convertir a Troy en una estrella del basquetball y a Gabriela en una estrella de las ciencias y las matemáticas, rodeados de sus respectivos bandos de amigos. Fue tal el éxito alcanzado (en todas las estaciones de radio se escucharon los temas “We’re all in this together” y “Eres tú”, interpretado por Belanova) que Ortega preparó dos secuelas para cerrar así el ciclo de estos amigos, desde su primer año en la preparatoria hasta el momento de su graduación («High School Musical II» y «High School Musical III: La Graduación» respectivamente).
Y es que hay que ser sinceros: música, remembranzas estudiantiles, amigos y éxitos musicales del momento son elementos que jamás pasarán de moda, solo hay que saber mezclarlos para obtener resultados sorprendentes.
THRILLER
En inglés "thrill" quiere decir emoción, sin embargo el término "Thriller" no sólo se refiere a cintas emocionantes, sino llenas de suspenso y misterio que provocan una tensión mental en los espectadores. Este es el campo donde Alfred Hitchcock se ganó a pulso el sobrenombre de "el mago del suspenso", por sentar las bases y reglas que nadie ha podido igualar.
Se divide en cinco corrientes fácilmente identificables.
POLICIACO
Describe los métodos con que la policía combate al crimen; este género se ha prestado en muchas ocasiones a una tesis bastante cuestionable en la que el policía es libre de cometer cualquier acto de violencia con tal de eliminar a los delincuentes. Su representante clásico es Clint Eastwood, que hizo de su personaje Harry Callahan toda una institución dentro del cine policiaco.
Ejemplos:
«Harry el Sucio», Don Siegel, 1971.
«Punto de Quiebra», Kathryn Bigelow, 1991.
«Máxima Velocidad», Jan De Bont, 1994.
«Los infiltrados», Martin Scorsese, 2006.
«Enemigo interno», Werner Herzog, 2010.
DETECTIVES
A diferencia del thriller policiaco, este tipo de cine ofrece la variante del detective que generalmente actúa al margen de la ley, y usa más sus poderes deductivos que la fuerza.
Ejemplos:
«Arma Mortal», Richard Donner, 1987.
«Sin Piedad», Richard Pearce, 1986.
«Lluvia Negra», Ridley Scott, 1989.
«Prohibida Obsesión», Harold Becker, 1989.
«Identidad sustituta», Jonathan Mostow, 2009.
ESPIONAJE
Su amplio espectro abarca desde las adaptaciones de escritores serios como Graham Greene, James Grady o John LeCarré, hasta el espectáculo de efectos especiales, bellas mujeres y paisajes exóticos de las cintas de James Bond, el agente 007 (Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig), creación del escritor Ian Fleming.
Ejemplos:
«El satánico Dr. No», Terence Young, 1962.
«Sin Escape Alguno», Roger Donaldson, 1987.
«Espías sin Rostro», Richard Benjamin, 1988.
«Héroes por Azar», Phil Alden Robinson, 1993.
«Casino Royale», Martin Campbell, 2006.
POLÍTICO
En este tipo de películas se aplican las convenciones del género (nerviosismo, suspenso, tensión mental) a una forma de testimoniar una situación política concreta y relevante.
Ejemplos:
«Z», Costa Gavras, 1969.
«Todos los Hombres del Presidente», Alan J. Pakula, 1976.
«Desaparecido», Costa Gavras, 1982.
«Rojo Amanecer», Jorge Fons, 1990.
«En el Nombre del Padre», Jim Sheridan, 1992.
ERÓTICO
Puesto de moda en la década de los ochenta, este género presenta situaciones de triángulos amorosos (por lo general) e infidelidad llevada hasta el límite; el modelo fue «Atracción Fatal» (Adrian Lyne, 1987), y los actores representativos han sido, entre otros: Michael Douglas, Kim Basinger, Richard Gere y Sharon Stone.
Ejemplos:
«Deseo y Decepción», Phil Joanou, 1992.
«Bajos Instintos», Paul Verhoeven, 1992.
«The Crush. Pasión sin Límites», Alan Shapiro, 1993.
«El Color de la Noche», Richard Rush, 1994.
«Lolita», Adrian Lyne, 1999.
«Arma Mortal»; la saga de Richard Donner.
Por Jorge Moreno Álvarez
A finales de la década de los ochenta se estrenó en nuestro país una cinta con todos los elementos necesarios para escalar en el gusto del público: acción, una historia creíble, una excelente dirección y un genial duelo de actuaciones a cargo de Mel Gibson («Mad Max (George Miller, 1980)», «Hamlet (Franco Zeffirelli, 1991)»), y Danny Glover («El Color Púrpura (The Purple Color, Steven Spielberg, 1986)», «Vuelo a la Gloria (Flight of the Intruder, John Millius, 1991)».
La cinta en cuestión se tituló «Arma Mortal (Letal Weapon, 1987)» y estuvo dirigida por Richard Donner, un director con un repertorio variable que incluye entre sus producciones películas como «La Profecía (The Omen, 1976)», «Superman (Superman, 1978)» y «Los Goonies (The Goonies, 1985)»; sin embargo, con «Arma Mortal» logró conjuntar un magnífico equipo de trabajo que participó junto con él en las secuelas de la serie.
Parte de ese equipo estuvo formado por Mel Gibson y Danny Glover en los roles centrales, Joe Pesci («J.F.K. (Oliver Stone, 1991)», «Buenos Muchachos (Goodfellas, Martin Scorsese, 1990)») en el papel secundario de la segunda y tercera parte y ambientado todo con la música del gran maestro Eric Clapton.
En la primera parte de «Arma Mortal» se presenta un duelo de caracteres, inteligencias y modos de ver la vida entre dos policías, Martin Riggs (Gibson) y Rick Murthaugg (Glover).
Al ser encomendados para trabajar juntos comienza una relación tirante que podría definirse como la lucha entre la experiencia y pericia de un detective a punto de retirarse (Murthaugg) y la juventud e impetuosidad de un joven de la división de narcóticos con tendencias suicidas (Riggs) que se encuentra clasificado como “arma mortal” debido a su entrenamiento como boina verde, su maestría en artes marciales y una puntería capaz de darle a un blanco móvil a un kilómetro de distancia.
Al investigar el aparente suicidio de una joven se percatan de una situación: ex agentes de la CIA están traficando con drogas y están organizados en una agrupación que incluye a un ex compañero de armas de Murthaugg.
A lo largo de la trama va desarrollándose una profunda amistad entre los detectives que poco a poco desentrañan el caso, manteniendo la tensión hasta el último segundo.
En la segunda parte, «Arma Mortal II (Letal Weapon II, 1989)», ambos detectives son encomendados a cuidar a un testigo, Leo Getz (Joe Pesci), que resulta ser todo un desastre. En esta cinta se involucran elementos de tráfico de dólares hacia Sudáfrica y paralelamente se desencadena una venganza personal de Riggs en contra de los asesinos de su esposa y de su nueva pareja. Al igual que en la primera parte, la tensión y una acción trepidante son los elementos esenciales que mantienen la atención del espectador.
Aunque dicen que las segundas partes nunca son buenas, ésta es la excepción de la regla, y debido al tremendo éxito de las dos cintas, Richard Donner decidió filmar una tercera parte, «Arma Mortal III (Letal Weapon III, 1992)», en donde incluyó un nuevo elemento, una detective del departamento de asuntos internos interpretada por René Russo («Freejack; El Inmortal (Freejack, Geoff Murphy, 1992)», «En la Línea de Fuego (In the Line of Fire, Clint Eastwood, 1992»).
En esta secuela el tema central es el tráfico de armas que son robadas del departamento de policía por un ex capitán de esta corporación.
Y ya para 1998, cuando se pensaba que la serie podría estar agotada surge la noticia: Riggs y Murthaugg están de vuelta.
En esta ocasión se enfrentan al tráfico de inmigrantes provenientes de China, que son vendidos como esclavos por la “Triada”, comandada por un letal asesino (Jet Li) que en verdad pondrá al filo de la muerte a todos cuantos se pongan en su camino. «Arma Mortal 4 (Letal Weapon IV, 1998)» supuso el brillante final de la saga en donde las explosiones, las escenas de peleas trepidantes y una acción capaz de dejarnos sin aliento se ven coronadas por una genial escena final en donde se compila la nostalgia y la fraternidad conseguida por el equipo de filmación.
En todas estas cintas lo característico es el vertiginoso ritmo con que se desarrollan las acciones, y no cabe duda que la trilogía de «Arma Mortal» pronto será clasificada dentro de los clásicos del cine de acción.
En inglés "thrill" quiere decir emoción, sin embargo el término "Thriller" no sólo se refiere a cintas emocionantes, sino llenas de suspenso y misterio que provocan una tensión mental en los espectadores. Este es el campo donde Alfred Hitchcock se ganó a pulso el sobrenombre de "el mago del suspenso", por sentar las bases y reglas que nadie ha podido igualar.
Se divide en cinco corrientes fácilmente identificables.
POLICIACO
Describe los métodos con que la policía combate al crimen; este género se ha prestado en muchas ocasiones a una tesis bastante cuestionable en la que el policía es libre de cometer cualquier acto de violencia con tal de eliminar a los delincuentes. Su representante clásico es Clint Eastwood, que hizo de su personaje Harry Callahan toda una institución dentro del cine policiaco.
Ejemplos:
«Harry el Sucio», Don Siegel, 1971.
«Punto de Quiebra», Kathryn Bigelow, 1991.
«Máxima Velocidad», Jan De Bont, 1994.
«Los infiltrados», Martin Scorsese, 2006.
«Enemigo interno», Werner Herzog, 2010.
DETECTIVES
A diferencia del thriller policiaco, este tipo de cine ofrece la variante del detective que generalmente actúa al margen de la ley, y usa más sus poderes deductivos que la fuerza.
Ejemplos:
«Arma Mortal», Richard Donner, 1987.
«Sin Piedad», Richard Pearce, 1986.
«Lluvia Negra», Ridley Scott, 1989.
«Prohibida Obsesión», Harold Becker, 1989.
«Identidad sustituta», Jonathan Mostow, 2009.
ESPIONAJE
Su amplio espectro abarca desde las adaptaciones de escritores serios como Graham Greene, James Grady o John LeCarré, hasta el espectáculo de efectos especiales, bellas mujeres y paisajes exóticos de las cintas de James Bond, el agente 007 (Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig), creación del escritor Ian Fleming.
Ejemplos:
«El satánico Dr. No», Terence Young, 1962.
«Sin Escape Alguno», Roger Donaldson, 1987.
«Espías sin Rostro», Richard Benjamin, 1988.
«Héroes por Azar», Phil Alden Robinson, 1993.
«Casino Royale», Martin Campbell, 2006.
POLÍTICO
En este tipo de películas se aplican las convenciones del género (nerviosismo, suspenso, tensión mental) a una forma de testimoniar una situación política concreta y relevante.
Ejemplos:
«Z», Costa Gavras, 1969.
«Todos los Hombres del Presidente», Alan J. Pakula, 1976.
«Desaparecido», Costa Gavras, 1982.
«Rojo Amanecer», Jorge Fons, 1990.
«En el Nombre del Padre», Jim Sheridan, 1992.
ERÓTICO
Puesto de moda en la década de los ochenta, este género presenta situaciones de triángulos amorosos (por lo general) e infidelidad llevada hasta el límite; el modelo fue «Atracción Fatal» (Adrian Lyne, 1987), y los actores representativos han sido, entre otros: Michael Douglas, Kim Basinger, Richard Gere y Sharon Stone.
Ejemplos:
«Deseo y Decepción», Phil Joanou, 1992.
«Bajos Instintos», Paul Verhoeven, 1992.
«The Crush. Pasión sin Límites», Alan Shapiro, 1993.
«El Color de la Noche», Richard Rush, 1994.
«Lolita», Adrian Lyne, 1999.
«Arma Mortal»; la saga de Richard Donner.
Por Jorge Moreno Álvarez
A finales de la década de los ochenta se estrenó en nuestro país una cinta con todos los elementos necesarios para escalar en el gusto del público: acción, una historia creíble, una excelente dirección y un genial duelo de actuaciones a cargo de Mel Gibson («Mad Max (George Miller, 1980)», «Hamlet (Franco Zeffirelli, 1991)»), y Danny Glover («El Color Púrpura (The Purple Color, Steven Spielberg, 1986)», «Vuelo a la Gloria (Flight of the Intruder, John Millius, 1991)».
La cinta en cuestión se tituló «Arma Mortal (Letal Weapon, 1987)» y estuvo dirigida por Richard Donner, un director con un repertorio variable que incluye entre sus producciones películas como «La Profecía (The Omen, 1976)», «Superman (Superman, 1978)» y «Los Goonies (The Goonies, 1985)»; sin embargo, con «Arma Mortal» logró conjuntar un magnífico equipo de trabajo que participó junto con él en las secuelas de la serie.
Parte de ese equipo estuvo formado por Mel Gibson y Danny Glover en los roles centrales, Joe Pesci («J.F.K. (Oliver Stone, 1991)», «Buenos Muchachos (Goodfellas, Martin Scorsese, 1990)») en el papel secundario de la segunda y tercera parte y ambientado todo con la música del gran maestro Eric Clapton.
En la primera parte de «Arma Mortal» se presenta un duelo de caracteres, inteligencias y modos de ver la vida entre dos policías, Martin Riggs (Gibson) y Rick Murthaugg (Glover).
Al ser encomendados para trabajar juntos comienza una relación tirante que podría definirse como la lucha entre la experiencia y pericia de un detective a punto de retirarse (Murthaugg) y la juventud e impetuosidad de un joven de la división de narcóticos con tendencias suicidas (Riggs) que se encuentra clasificado como “arma mortal” debido a su entrenamiento como boina verde, su maestría en artes marciales y una puntería capaz de darle a un blanco móvil a un kilómetro de distancia.
Al investigar el aparente suicidio de una joven se percatan de una situación: ex agentes de la CIA están traficando con drogas y están organizados en una agrupación que incluye a un ex compañero de armas de Murthaugg.
A lo largo de la trama va desarrollándose una profunda amistad entre los detectives que poco a poco desentrañan el caso, manteniendo la tensión hasta el último segundo.
En la segunda parte, «Arma Mortal II (Letal Weapon II, 1989)», ambos detectives son encomendados a cuidar a un testigo, Leo Getz (Joe Pesci), que resulta ser todo un desastre. En esta cinta se involucran elementos de tráfico de dólares hacia Sudáfrica y paralelamente se desencadena una venganza personal de Riggs en contra de los asesinos de su esposa y de su nueva pareja. Al igual que en la primera parte, la tensión y una acción trepidante son los elementos esenciales que mantienen la atención del espectador.
Aunque dicen que las segundas partes nunca son buenas, ésta es la excepción de la regla, y debido al tremendo éxito de las dos cintas, Richard Donner decidió filmar una tercera parte, «Arma Mortal III (Letal Weapon III, 1992)», en donde incluyó un nuevo elemento, una detective del departamento de asuntos internos interpretada por René Russo («Freejack; El Inmortal (Freejack, Geoff Murphy, 1992)», «En la Línea de Fuego (In the Line of Fire, Clint Eastwood, 1992»).
En esta secuela el tema central es el tráfico de armas que son robadas del departamento de policía por un ex capitán de esta corporación.
Y ya para 1998, cuando se pensaba que la serie podría estar agotada surge la noticia: Riggs y Murthaugg están de vuelta.
En esta ocasión se enfrentan al tráfico de inmigrantes provenientes de China, que son vendidos como esclavos por la “Triada”, comandada por un letal asesino (Jet Li) que en verdad pondrá al filo de la muerte a todos cuantos se pongan en su camino. «Arma Mortal 4 (Letal Weapon IV, 1998)» supuso el brillante final de la saga en donde las explosiones, las escenas de peleas trepidantes y una acción capaz de dejarnos sin aliento se ven coronadas por una genial escena final en donde se compila la nostalgia y la fraternidad conseguida por el equipo de filmación.
En todas estas cintas lo característico es el vertiginoso ritmo con que se desarrollan las acciones, y no cabe duda que la trilogía de «Arma Mortal» pronto será clasificada dentro de los clásicos del cine de acción.
GÁNGSTERS
Surge como un reflejo de una situación social que se vivía en la década de los treinta en Estados Unidos: la gran depresión. Este hecho provocó el surgimiento de figuras conocidas como gángsters, una especie de héroe popular que ilustra siempre un ascenso social tan rápido como su vertiginosa caída.
En su primera etapa destacan las interpretaciones de James Cagney, Paul Muni, Humphrey Bogart, George Raft, Edward G. Robinson, Marlon Brando y el debutante Al Pacino.
En este período (1930-1980 aproximadamente), los gángsters presentan un código bien definido; son personajes enigmáticos que defienden su causa con honor, con un código "ético" donde no tiene cabida la traición, y donde la violencia contra la familia es el peor de los delitos.
Ejemplos:
«El Enemigo Público», William Wellman, 1931.
«Caracortada», Howard Hawks, 1932.
«Al Rojo Vivo», Raoul Walsh, 1949.
«El Padrino», Francis Ford Coppola, 1972.
«Érase una vez en América», Sergio Leone, 1984.
En la actualidad el género ha modificado su código; ahora la violencia es la única salida posible, los excesos y la sangre son parte fundamental de la producción actual, cuyos protagonistas principales han sido: Al Pacino, Robert De Niro, Warren Beatty, Kevin Costner, Joe Pesci, Ray Liotta, Christian Slatter, Richard Grieco, Costas Mandylor y Chazz Palmintieri.
Ejemplos:
«Caracortada», Brian de Palma, 1983.
«Los Intocables», Brian de Palma, 1987.
«Buenos Muchachos», Martin Scorsese, 1990.
«Los Jóvenes Gángsters», Michael Karbeinikoff, 1991.
«Casino», Martin Scorsese, 1995.
«Los Gángsters: violencia en épicas dimensiones».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Callejones obscuros y brumosos, elegantes salones donde se derrocha el dinero y se despiertan las más obscuras pasiones y ambiciones, y la presencia de la muerte en todas las miradas son elementos inconfundibles de este género fílmico.
El cine de gángsters es un género dedicado en forma específica al bajo mundo: el crimen organizado. Si bien el cine contemporáneo lo ha presentado bajo el lema de “el crimen no paga”, el gangster ha pasado a ser una figura atractiva, una especie de héroe popular que ilustra siempre un ascenso social tan rápido como su caída.
La Warner Brothers fue el estudio que se especializó en este género, cuyos primeros clásicos fueron realizados en el período del apogeo gangsteril, en plena depresión y ley seca, destacándose las producciones «El Pequeño César (Little Caesar, 1930)», de Mervyn LeRoy, «El Enemigo Público (Public Enemy, 1931)», de William Wellman y «Caracortada (Scarface, 1932)», de Howard Hawks.
En la actualidad, el género se ha revitalizado con cintas que impactan por la descripción de sus personajes, sus excelentes decorados y por sus historias que alcanzan dimensiones épicas debido a su arduo trabajo de producción y dirección. Estos son algunos ejemplos:
«El Padrino (The Godfather)», dirigida en 1972 por Francis Ford Coppola. Es un drama épico brillante y emocionante, dirigido en forma magistral; la absorbente trama sigue la carrera de Don Vito Corleone, un poderoso líder de la mafia, y la lucha por el poder entre su familia y organizaciones familiares rivales. La película es más que una atrayente saga de gángsters, es también un estudio fascinante de la lucha por obtener logros y éxitos en los Estados Unidos. Actúan Marlon Brando como Don Corleone, Al Pacino como su hijo Michael, Robert Duvall como el abogado de la familia y James Caan como Santino, el hijo mayor de los Corleone.
«El Padrino II (The Godfather, part II)», dirigida por Francis Ford Coppola en 1974. Es una Brillante continuación de la saga épica que llena las primeras etapas de la vida de Don Corleone (Robert De Niro), en su juventud y ascenso al poder, y que retoma la historia cuando su hijo Michael (Al Pacino) toma el control y amplia el imperio de su padre. Además, se presenta la batalla legal que enfrenta Michael para demostrar que sus empresas, negocios y forma de vida, están apegadas a la ley. Destacan las actuaciones de Robert De Niro, Al Pacino, Robert Duvall y Talia Shire.
«El Padrino III (The Godfather, part III)», dirigida en 1990 por Francis Ford Coppola. En esta cinta se hace una crónica de los intentos de Michael Corleone (Al Pacino) por volverse “legal” en 1979, de sus tratos con el Vaticano y la posible participación de la mafia en la repentina muerte del Cardenal Albino Luciani, el Papa Juan Pablo I, y de su obscuro pasado criminal. Además, se prepara también el terreno para el sucesor de Michael, encabezado por su sobrino (Andy García).En esta cinta destacan las actuaciones de Al Pacino, Andy García, Diane Keaton y George Hamilton.
«Érase una vez en América (Once upon a time in America)», dirigida en 1984 por Sergio Leone. Es un vasto tapiz fílmico sobre los gángsters estadounidenses que abarca alrededor de cincuenta años. La historia, salpicada con momentos de excesiva violencia ofrece exquisitos detalles de época, así como una música y una fotografía suntuosa. Un excelente reparto encabezado por Robert De Niro, James Woods, Joe Pesci, Elizabeth McGovern y Danny Aiello hace aún más atractiva esta cinta.
«Caracortada (Scarface)», dirigida por Brian De Palma en 1983. En esta salvaje película, remake del clásico de 1932, el escenario se cambió de Chicago a Miami, y el botín de alcohol a cocaína. Al Pacino interpreta a Tony Montana, un refugiado cubano que se abre paso con métodos brutales hasta dominar el “lucrativo” negocio del narcotráfico. Actúan en esta cinta Al Pacino, Michelle Pfeiffer, Steven Bauer, Robert Logia y Mary Elizabeth Mastrantonio.
«Los Intocables (The Untouchables)», dirigida en 1987 por Brian De Palma. Es una elegante película de gángsters basada en la historia del agente federal Elliot Ness (Kevin Costner), quien luchó incansablemente para atrapar y poner tras las rejas al poderoso Al Capone (Robert De Niro) en Chicago, durante la época de la prohibición. Aunque Costner y De Niro ofrecen actuaciones impecables, es Sean Connery quien se roba la película con su vivaz representación de Jimmy Malone, un modesto y honrado policía que da a Ness el método, la inspiración y el valor para someter a Capone. El director Brian De Palma consiguió una película épica a gran escala, con algunos personajes casi sobrehumanos y secuencias en verdad electrizantes. El cuadro completo de «Los Intocables» lo conforman Kevin Costner, Sean Connery, Andy García y Charles Martin Smith; y acompañando a De Niro, destaca Billy Drago como un sádico asesino a sueldo.
Otros ejemplos de este género que vale la pena ver son:
«Bonnie & Clyde (Bonnie & Clyde, Arthur Penn, 1967)», con Warren Beatty, Faye Dunaway y Gene Hackman; «Dillinger (Dillinger, John Millius, 1973)», con Warren Oates, Ben Johnson y Michelle Phillips; «Los Jóvenes Gángsters (Mobsters, Michael Karbeinikoff, 1991)», con Christian Slater, Richard Grieco y Costas Mandylor; «Bugsy (Bugsy, Barry Levinson, 1991)«, con Warren Beatty, Annette Bening y Harvey Keitel; «Billy Bathgate (Billy Bathgate, Robert Benton, 1991)», con Dustin Hoffman, Loren Dean y Steven Hill.
Surge como un reflejo de una situación social que se vivía en la década de los treinta en Estados Unidos: la gran depresión. Este hecho provocó el surgimiento de figuras conocidas como gángsters, una especie de héroe popular que ilustra siempre un ascenso social tan rápido como su vertiginosa caída.
En su primera etapa destacan las interpretaciones de James Cagney, Paul Muni, Humphrey Bogart, George Raft, Edward G. Robinson, Marlon Brando y el debutante Al Pacino.
En este período (1930-1980 aproximadamente), los gángsters presentan un código bien definido; son personajes enigmáticos que defienden su causa con honor, con un código "ético" donde no tiene cabida la traición, y donde la violencia contra la familia es el peor de los delitos.
Ejemplos:
«El Enemigo Público», William Wellman, 1931.
«Caracortada», Howard Hawks, 1932.
«Al Rojo Vivo», Raoul Walsh, 1949.
«El Padrino», Francis Ford Coppola, 1972.
«Érase una vez en América», Sergio Leone, 1984.
En la actualidad el género ha modificado su código; ahora la violencia es la única salida posible, los excesos y la sangre son parte fundamental de la producción actual, cuyos protagonistas principales han sido: Al Pacino, Robert De Niro, Warren Beatty, Kevin Costner, Joe Pesci, Ray Liotta, Christian Slatter, Richard Grieco, Costas Mandylor y Chazz Palmintieri.
Ejemplos:
«Caracortada», Brian de Palma, 1983.
«Los Intocables», Brian de Palma, 1987.
«Buenos Muchachos», Martin Scorsese, 1990.
«Los Jóvenes Gángsters», Michael Karbeinikoff, 1991.
«Casino», Martin Scorsese, 1995.
«Los Gángsters: violencia en épicas dimensiones».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Callejones obscuros y brumosos, elegantes salones donde se derrocha el dinero y se despiertan las más obscuras pasiones y ambiciones, y la presencia de la muerte en todas las miradas son elementos inconfundibles de este género fílmico.
El cine de gángsters es un género dedicado en forma específica al bajo mundo: el crimen organizado. Si bien el cine contemporáneo lo ha presentado bajo el lema de “el crimen no paga”, el gangster ha pasado a ser una figura atractiva, una especie de héroe popular que ilustra siempre un ascenso social tan rápido como su caída.
La Warner Brothers fue el estudio que se especializó en este género, cuyos primeros clásicos fueron realizados en el período del apogeo gangsteril, en plena depresión y ley seca, destacándose las producciones «El Pequeño César (Little Caesar, 1930)», de Mervyn LeRoy, «El Enemigo Público (Public Enemy, 1931)», de William Wellman y «Caracortada (Scarface, 1932)», de Howard Hawks.
En la actualidad, el género se ha revitalizado con cintas que impactan por la descripción de sus personajes, sus excelentes decorados y por sus historias que alcanzan dimensiones épicas debido a su arduo trabajo de producción y dirección. Estos son algunos ejemplos:
«El Padrino (The Godfather)», dirigida en 1972 por Francis Ford Coppola. Es un drama épico brillante y emocionante, dirigido en forma magistral; la absorbente trama sigue la carrera de Don Vito Corleone, un poderoso líder de la mafia, y la lucha por el poder entre su familia y organizaciones familiares rivales. La película es más que una atrayente saga de gángsters, es también un estudio fascinante de la lucha por obtener logros y éxitos en los Estados Unidos. Actúan Marlon Brando como Don Corleone, Al Pacino como su hijo Michael, Robert Duvall como el abogado de la familia y James Caan como Santino, el hijo mayor de los Corleone.
«El Padrino II (The Godfather, part II)», dirigida por Francis Ford Coppola en 1974. Es una Brillante continuación de la saga épica que llena las primeras etapas de la vida de Don Corleone (Robert De Niro), en su juventud y ascenso al poder, y que retoma la historia cuando su hijo Michael (Al Pacino) toma el control y amplia el imperio de su padre. Además, se presenta la batalla legal que enfrenta Michael para demostrar que sus empresas, negocios y forma de vida, están apegadas a la ley. Destacan las actuaciones de Robert De Niro, Al Pacino, Robert Duvall y Talia Shire.
«El Padrino III (The Godfather, part III)», dirigida en 1990 por Francis Ford Coppola. En esta cinta se hace una crónica de los intentos de Michael Corleone (Al Pacino) por volverse “legal” en 1979, de sus tratos con el Vaticano y la posible participación de la mafia en la repentina muerte del Cardenal Albino Luciani, el Papa Juan Pablo I, y de su obscuro pasado criminal. Además, se prepara también el terreno para el sucesor de Michael, encabezado por su sobrino (Andy García).En esta cinta destacan las actuaciones de Al Pacino, Andy García, Diane Keaton y George Hamilton.
«Érase una vez en América (Once upon a time in America)», dirigida en 1984 por Sergio Leone. Es un vasto tapiz fílmico sobre los gángsters estadounidenses que abarca alrededor de cincuenta años. La historia, salpicada con momentos de excesiva violencia ofrece exquisitos detalles de época, así como una música y una fotografía suntuosa. Un excelente reparto encabezado por Robert De Niro, James Woods, Joe Pesci, Elizabeth McGovern y Danny Aiello hace aún más atractiva esta cinta.
«Caracortada (Scarface)», dirigida por Brian De Palma en 1983. En esta salvaje película, remake del clásico de 1932, el escenario se cambió de Chicago a Miami, y el botín de alcohol a cocaína. Al Pacino interpreta a Tony Montana, un refugiado cubano que se abre paso con métodos brutales hasta dominar el “lucrativo” negocio del narcotráfico. Actúan en esta cinta Al Pacino, Michelle Pfeiffer, Steven Bauer, Robert Logia y Mary Elizabeth Mastrantonio.
«Los Intocables (The Untouchables)», dirigida en 1987 por Brian De Palma. Es una elegante película de gángsters basada en la historia del agente federal Elliot Ness (Kevin Costner), quien luchó incansablemente para atrapar y poner tras las rejas al poderoso Al Capone (Robert De Niro) en Chicago, durante la época de la prohibición. Aunque Costner y De Niro ofrecen actuaciones impecables, es Sean Connery quien se roba la película con su vivaz representación de Jimmy Malone, un modesto y honrado policía que da a Ness el método, la inspiración y el valor para someter a Capone. El director Brian De Palma consiguió una película épica a gran escala, con algunos personajes casi sobrehumanos y secuencias en verdad electrizantes. El cuadro completo de «Los Intocables» lo conforman Kevin Costner, Sean Connery, Andy García y Charles Martin Smith; y acompañando a De Niro, destaca Billy Drago como un sádico asesino a sueldo.
Otros ejemplos de este género que vale la pena ver son:
«Bonnie & Clyde (Bonnie & Clyde, Arthur Penn, 1967)», con Warren Beatty, Faye Dunaway y Gene Hackman; «Dillinger (Dillinger, John Millius, 1973)», con Warren Oates, Ben Johnson y Michelle Phillips; «Los Jóvenes Gángsters (Mobsters, Michael Karbeinikoff, 1991)», con Christian Slater, Richard Grieco y Costas Mandylor; «Bugsy (Bugsy, Barry Levinson, 1991)«, con Warren Beatty, Annette Bening y Harvey Keitel; «Billy Bathgate (Billy Bathgate, Robert Benton, 1991)», con Dustin Hoffman, Loren Dean y Steven Hill.
DE ÉPOCA
Es un apartado amplio que incluye varios subgéneros; en realidad, cada uno lleva la identificación en el nombre. Es el cine que se presta más que los otros para la solemnidad, aunque no en todos los casos.
HISTÓRICO
Describe sucesos públicos y políticos de los diversos pueblos.
Ejemplos:
«Juicio en Nüremberg», Stanley Kramer, 1961.
«Nicolás y Alejandra», Franklin Schaffner, 1971.
«1492: La Conquista del Paraíso», Ridley Scott, 1992.
«La Lista de Schindler», Steven Spielberg, 1993.
«La Casa de los Espíritus», Bille August, 1994.
BIOGRÁFICO
Cuenta la vida o un periodo de la vida de alguna figura importante de la historia.
Ejemplos:
«El Hombre Elefante» (John Merrick), David Lynch, 1980.
«Gandhi» (Gandhi), Richard Attenborough, 1982.
«Amadeus» (Wolfgang Amadeus Mozart), Milos Forman, 1984.
«Grito de Libertad» (Stephen Biko y Donald Woods), Richard Attenborough, 1987.
«Gorilas en la Niebla» (Dian Fossey), Michael Apted, 1988.
AVENTURAS
Nos ubica en un contexto exótico o desconocido con un héroe realizando una misión casi imposible o suicida; nos ubica también en una época determinada y con personajes claramente identificables. Es un cine entretenido, con buenas dosis de suspenso, misterio y situaciones en ocasiones inverosímiles.
Ejemplos:
«Cazadores del arca perdida», Steven Spielberg, 1981.
«Bandidos del Tiempo», Terry Gilliam, 1981.
«Dos Bribones tras la Esmeralda Perdida», Robert Zemeckis, 1984.
«Las Minas del Rey Salomón», J. Lee Thompson, 1985.
«Percy Jackson y el ladrón del rayo», Chris Columbus, 2010.
CAPA Y ESPADA
Se refiere a las películas protagonizadas por mosqueteros, piratas, espadachines o conquistadores. A diferencia del cine de magia y espada, aquí los conflictos se resuelven no con magia, sino de acuerdo a las habilidades y destrezas de los protagonistas.
Ejemplos:
«Enrique V», Kenneth Branagh, 1989.
«Robin Hood: Príncipe de los Ladrones», Kevin Reynolds, 1991.
«Corazón Valiente», Mel Gibson, 1995.
«El Hombre de la Máscara de Hierro», Randall Wallace, 1998.
«Robin Hood», Ridley Scott, 2010.
ÉPICO-BÍBLICO
Como lo indica su nombre, narra las hazañas de héroes casi legendarios consignados en la Biblia u otras epopeyas. Por lo general, este cine es de grandes presupuestos, con escenarios fastuosos y la utilización de miles de dobles.
Ejemplos:
«Los Diez Mandamientos», Cecil B. DeMille, 1956.
«Ben – Hur», William Wyler-Andrew Marton, 1959.
«Rey de Reyes», Nicolas Ray, 1961.
«El Rey David», Bruce Beresford, 1985.
«La pasión de Cristo», Mel Gibson, 2004.
BÉLICO
Es una ramificación del histórico que únicamente se ocupa de las guerras; si bien es cierto que el cine bélico puede ser apologético, sobre todo si se trata de hacer propaganda, un gran porcentaje de este género es antibélico y con mensaje pacifista, cuyo propósito es demostrar y denunciar el absurdo desperdicio de vidas humanas que significa cualquier confrontación armada.
Ejemplos:
«El Francotirador», Michael Cimino, 1978.
«Apocalipsis Now», Francis Ford Coppola, 1979.
«Pelotón», Oliver Stone, 1986.
«Salvando al Soldado Ryan», Steven Spielberg, 1998.
«Zona de miedo», Catherine Bigelow, 2010.
«Apollo XIII». Misión cumplida.
Por Jorge Moreno Álvarez.
Cualquiera que sea en el futuro el desarrollo y alcance de la gran aventura del hombre en el espacio, la fecha del 20 de julio de 1969 eternizará el recuerdo de uno de uno de los más gloriosos acontecimientos en la historia del hombre (comparable solamente al descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492): por primera vez dos hombres, Neil A. Armstrong y Edwin E. Aldrin, se posaron sobre la superficie de la Luna.
Unas horas después de su llegada abordo del “Águila”, pequeño vehículo o módulo desprendido del “Apollo XI”, los millones de espectadores que siguieron desde la Tierra la extraordinaria hazaña a través de las pantallas de televisión, pudieron presenciar como Armstrong descendía con lentitud la escalerilla del vehículo, para posar su pie en la superficie lunar.
La misión “Apollo XII” (14 al 24 de noviembre de 1969) fue todo un éxito, igual que su antecesora, sin embargo, la racha de éxitos iniciada por los dos primeros viajes del hombre a la Luna pareció romperse en el siguiente, el del «Apollo XIII (Ron Howard, 1995)», iniciado el 11 de abril de 1970.
Después de una intensa preparación los tres astronautas de la misión, James A. Lovell (Tom Hanks), Fred W. Haise (Bill Paxton) y Jack L. Swigert (Kevin Bacon), protagonizaron uno de los episodios más dramáticos y apasionantes de la carrera espacial. El 13 de abril, 56 horas después del lanzamiento, un tanque de oxígeno del módulo de servicio hizo explosión, lo que resultó en una pérdida total del poder en la unidad de comando. Jim Lovell reportó: “Houston, tenemos un problema...”, la misión “Apollo XIII” fue cancelada, y a partir de entonces dio comienzo la operación de salvamento más angustiosa y perfecta de la historia moderna.
En esta superproducción de la Universal Pictures dirigida por Ron Howard («Un Horizonte Lejano», «Marea de Fuego»), se pone de manifiesto la lucha del hombre por sobrevivir en situaciones hostiles valiéndose de su ingenio e inteligencia y se enfatiza en el lado humano de la fallida misión; Howard, además de mostrar lo que sucede a bordo de la nave y en el centro de control de vuelos de la NASA, reproduce el miedo y la incertidumbre que los estadounidenses sintieron cuando encendieron sus televisores y se enteraron de la situación desesperada que vivían Lovell, Haise y Swigert en el espacio. A partir de ese momento los ojos de gran parte del mundo siguieron paso a paso la operación de salvamento hasta el instante cuando, sanos y salvos eran rescatados de la nave en el océano pacífico.
Para obtener resultados óptimos, los actores Tom Hanks, Bill Paxton, Kevin Bacon, Gary Sinise y Ed Harris tuvieron consultas con astronautas verdaderos; subieron a los simuladores orbitales y aprendieron a manejar equipo auténtico de los cuartos de control de operaciones de la misión, además de permanecer en estado de ingravidez luego de estar varios días volando en arcos parabólicos gigantes a bordo del “RC-135” de la NASA, mejor conocido como “el cometa del vómito”; además, David Scott, comandante de la misión “Apollo XV” sirvió como asesor técnico del filme para asegurar exactitud y veracidad. Entre los asesores se incluyó también a Jerry Bostick, uno de los controladores de vuelo clave para la misión “Apollo XIII” y a su padre, Michael Bostick.
Las experiencias de la misión espacial “Apollo XIII” fueron escritas por Jim Lovell en el libro “Luna Perdida (Lost Moon)”, mismo que inspiró al director Ron Howard para la realización de la película y que nos muestra, una vez más, el triunfo del hombre sobre la adversidad.
Es un apartado amplio que incluye varios subgéneros; en realidad, cada uno lleva la identificación en el nombre. Es el cine que se presta más que los otros para la solemnidad, aunque no en todos los casos.
HISTÓRICO
Describe sucesos públicos y políticos de los diversos pueblos.
Ejemplos:
«Juicio en Nüremberg», Stanley Kramer, 1961.
«Nicolás y Alejandra», Franklin Schaffner, 1971.
«1492: La Conquista del Paraíso», Ridley Scott, 1992.
«La Lista de Schindler», Steven Spielberg, 1993.
«La Casa de los Espíritus», Bille August, 1994.
BIOGRÁFICO
Cuenta la vida o un periodo de la vida de alguna figura importante de la historia.
Ejemplos:
«El Hombre Elefante» (John Merrick), David Lynch, 1980.
«Gandhi» (Gandhi), Richard Attenborough, 1982.
«Amadeus» (Wolfgang Amadeus Mozart), Milos Forman, 1984.
«Grito de Libertad» (Stephen Biko y Donald Woods), Richard Attenborough, 1987.
«Gorilas en la Niebla» (Dian Fossey), Michael Apted, 1988.
AVENTURAS
Nos ubica en un contexto exótico o desconocido con un héroe realizando una misión casi imposible o suicida; nos ubica también en una época determinada y con personajes claramente identificables. Es un cine entretenido, con buenas dosis de suspenso, misterio y situaciones en ocasiones inverosímiles.
Ejemplos:
«Cazadores del arca perdida», Steven Spielberg, 1981.
«Bandidos del Tiempo», Terry Gilliam, 1981.
«Dos Bribones tras la Esmeralda Perdida», Robert Zemeckis, 1984.
«Las Minas del Rey Salomón», J. Lee Thompson, 1985.
«Percy Jackson y el ladrón del rayo», Chris Columbus, 2010.
CAPA Y ESPADA
Se refiere a las películas protagonizadas por mosqueteros, piratas, espadachines o conquistadores. A diferencia del cine de magia y espada, aquí los conflictos se resuelven no con magia, sino de acuerdo a las habilidades y destrezas de los protagonistas.
Ejemplos:
«Enrique V», Kenneth Branagh, 1989.
«Robin Hood: Príncipe de los Ladrones», Kevin Reynolds, 1991.
«Corazón Valiente», Mel Gibson, 1995.
«El Hombre de la Máscara de Hierro», Randall Wallace, 1998.
«Robin Hood», Ridley Scott, 2010.
ÉPICO-BÍBLICO
Como lo indica su nombre, narra las hazañas de héroes casi legendarios consignados en la Biblia u otras epopeyas. Por lo general, este cine es de grandes presupuestos, con escenarios fastuosos y la utilización de miles de dobles.
Ejemplos:
«Los Diez Mandamientos», Cecil B. DeMille, 1956.
«Ben – Hur», William Wyler-Andrew Marton, 1959.
«Rey de Reyes», Nicolas Ray, 1961.
«El Rey David», Bruce Beresford, 1985.
«La pasión de Cristo», Mel Gibson, 2004.
BÉLICO
Es una ramificación del histórico que únicamente se ocupa de las guerras; si bien es cierto que el cine bélico puede ser apologético, sobre todo si se trata de hacer propaganda, un gran porcentaje de este género es antibélico y con mensaje pacifista, cuyo propósito es demostrar y denunciar el absurdo desperdicio de vidas humanas que significa cualquier confrontación armada.
Ejemplos:
«El Francotirador», Michael Cimino, 1978.
«Apocalipsis Now», Francis Ford Coppola, 1979.
«Pelotón», Oliver Stone, 1986.
«Salvando al Soldado Ryan», Steven Spielberg, 1998.
«Zona de miedo», Catherine Bigelow, 2010.
«Apollo XIII». Misión cumplida.
Por Jorge Moreno Álvarez.
Cualquiera que sea en el futuro el desarrollo y alcance de la gran aventura del hombre en el espacio, la fecha del 20 de julio de 1969 eternizará el recuerdo de uno de uno de los más gloriosos acontecimientos en la historia del hombre (comparable solamente al descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492): por primera vez dos hombres, Neil A. Armstrong y Edwin E. Aldrin, se posaron sobre la superficie de la Luna.
Unas horas después de su llegada abordo del “Águila”, pequeño vehículo o módulo desprendido del “Apollo XI”, los millones de espectadores que siguieron desde la Tierra la extraordinaria hazaña a través de las pantallas de televisión, pudieron presenciar como Armstrong descendía con lentitud la escalerilla del vehículo, para posar su pie en la superficie lunar.
La misión “Apollo XII” (14 al 24 de noviembre de 1969) fue todo un éxito, igual que su antecesora, sin embargo, la racha de éxitos iniciada por los dos primeros viajes del hombre a la Luna pareció romperse en el siguiente, el del «Apollo XIII (Ron Howard, 1995)», iniciado el 11 de abril de 1970.
Después de una intensa preparación los tres astronautas de la misión, James A. Lovell (Tom Hanks), Fred W. Haise (Bill Paxton) y Jack L. Swigert (Kevin Bacon), protagonizaron uno de los episodios más dramáticos y apasionantes de la carrera espacial. El 13 de abril, 56 horas después del lanzamiento, un tanque de oxígeno del módulo de servicio hizo explosión, lo que resultó en una pérdida total del poder en la unidad de comando. Jim Lovell reportó: “Houston, tenemos un problema...”, la misión “Apollo XIII” fue cancelada, y a partir de entonces dio comienzo la operación de salvamento más angustiosa y perfecta de la historia moderna.
En esta superproducción de la Universal Pictures dirigida por Ron Howard («Un Horizonte Lejano», «Marea de Fuego»), se pone de manifiesto la lucha del hombre por sobrevivir en situaciones hostiles valiéndose de su ingenio e inteligencia y se enfatiza en el lado humano de la fallida misión; Howard, además de mostrar lo que sucede a bordo de la nave y en el centro de control de vuelos de la NASA, reproduce el miedo y la incertidumbre que los estadounidenses sintieron cuando encendieron sus televisores y se enteraron de la situación desesperada que vivían Lovell, Haise y Swigert en el espacio. A partir de ese momento los ojos de gran parte del mundo siguieron paso a paso la operación de salvamento hasta el instante cuando, sanos y salvos eran rescatados de la nave en el océano pacífico.
Para obtener resultados óptimos, los actores Tom Hanks, Bill Paxton, Kevin Bacon, Gary Sinise y Ed Harris tuvieron consultas con astronautas verdaderos; subieron a los simuladores orbitales y aprendieron a manejar equipo auténtico de los cuartos de control de operaciones de la misión, además de permanecer en estado de ingravidez luego de estar varios días volando en arcos parabólicos gigantes a bordo del “RC-135” de la NASA, mejor conocido como “el cometa del vómito”; además, David Scott, comandante de la misión “Apollo XV” sirvió como asesor técnico del filme para asegurar exactitud y veracidad. Entre los asesores se incluyó también a Jerry Bostick, uno de los controladores de vuelo clave para la misión “Apollo XIII” y a su padre, Michael Bostick.
Las experiencias de la misión espacial “Apollo XIII” fueron escritas por Jim Lovell en el libro “Luna Perdida (Lost Moon)”, mismo que inspiró al director Ron Howard para la realización de la película y que nos muestra, una vez más, el triunfo del hombre sobre la adversidad.
ROAD-MOVIE
La "road-movie" o película de carretera es un género reciente que inició en 1969 con la cinta de Dennis Hopper «Busco mi Destino (Easy Rider)», protagonizada por Peter Fonda, Dennis Hopper y Jack Nicholson.
Tuvo su auge en la década de los setenta en manos del director alemán Wim Wenders con las producciones «Alicia en las Ciudades» (1973) y «En el Transcurso del Tiempo» (1976).
En la "road-movie" los protagonistas realizan un viaje interior, introspectivo, a la vez que cubren en algún tipo de vehículo un itinerario geográfico que les resulta revelador de ciertas condiciones sociopolíticas de su país.
Ejemplos:
«París, Texas», Wim Wenders, 1984.
«Rainman. Cuando los Hermanos se Encuentran», Barry Levinson, 1988.
«Thelma and Louise. Un Final Inesperado», Ridley Scott, 1991.
«Un Mundo Perfecto», Clint Eastwood, 1993.
«Kalifornia», Dominic Sena, 1994.
Dos Estrellas en «Un Mundo Perfecto».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Dos prisioneros escapan de una prisión estatal de Texas, y en su huida toman como rehén a Phillip Terry, un pequeño de ocho años. La policía local, encabezada por el veterano Red (Clint Eastwood) acompañado por una criminóloga del gobierno, Sally Gerber (Laura Dern), inician la búsqueda de Robert “Butch” Haynes (Kevin Costner) y su compañero, a lo largo de las carreteras texanas.
“Butch” mata a su compañero al percatarse de que éste trata de abusar de Phillip; este hecho lo convierte a los ojos de la policía en un criminal “armado y peligroso”.
En su búsqueda de la libertad se establece una tierna relación entre “Butch” y Phillip que termina cuando la policía le tiende un cerco y el niño es rescatado.
«Un Mundo Perfecto (A Perfect World)» es una producción de la Warner Brothers dirigida por Clint Eastwood que lleva en los papeles estelares a los galardonados actores Kevin Costner, Laura Dern y el mismo Eastwood; el guión fue escrito por John Lee Hancock y los productores de la cinta son Mark Johnson y David Valdés.
Dentro de los aspectos técnicos de la cinta cabe mencionar la excelente fotografía a cargo de Jack N. Green y el trabajo creativo de ambientación escénica de Henry Bumstead, que nos traslada a diversos parajes rurales de Texas en los años sesenta, ambientado todo por la música de Lennie Niehaus.
El contexto de la película «Un Mundo Perfecto» es una mezcla de suspenso, comedia, acción y road-movie, muy similar a la cinta «Fuga en Cadenas (The Defiant Ones, Stanley Kramer, 1958)», que protagonizaran Tony Curtis y Sydney Poitier, con una sola variante: el énfasis de emotividad que se le da a la relación entre “Butch” y Phillip.
Hablando un poco acerca de los protagonistas de este filme, Clint Eastwood debe ser sin duda el favorito de muchos a juzgar por su trayectoria cinematográfica, en lo que se refiere a la duración del brillo de su estrella. Pero si hablamos de su categoría mítica, Eastwood está a la altura de James Stewart, John Wayne y Henry Fonda, que se impusieron por su individualidad y no pudieron ser cuantificados únicamente por sus éxitos en taquilla.
Con su categoría de estrella, que ha abarcado ya dos décadas, permanece como una de las más grandes y consistentes. Eastwood ha actuado en aproximadamente treinta y dos películas, doce de las cuales también dirigió, y además ha dirigido dos en las cuales no actúa.
Atractivo para las mujeres, admirado por los hombres y reconocido por la crítica, Kevin Costner se ha convertido en uno de los actores cuya trayectoria ascendente puede ser comparada solamente con carreras como las de Sean Connery, Michael Douglas y la del mismo Clint Eastwood. Aunque sus inicios en la actuación fueron papeles secundarios y menores, debe a la televisión que las puertas de la fama le fueran abiertas, pues en la serie “Testament” su actuación le colocó en primera fila e hizo que las proposiciones para trabajar en películas como «Fandango (Fandango, Kevin Reynolds, 1985)» y «Silverado (Silverado Lawrence Kasdan, 1985)» prácticamente “le llovieran”.
Su debut como director no pudo ser menos que sorprendente, pues la cinta «Danza con Lobos (Dance with Wolves)» se convirtió en un clásico instantáneo y logró encumbrarlo en la cima del éxito.
Por su parte, Laura Dern, la coestrella de Clint Eastwood y Kevin Costner en esta cinta también ha tenido varios aciertos cinematográficos. Sus éxitos más conocidos han sido en las cintas «Salvaje de Corazón (Wild at Heart, David Lynch, 1990)», y «Parque Jurásico (Jurassic Park, Steven Spielberg, 1993)», donde comparte créditos con Sam Neill, Jeff Goldblum y Sir Richard Attenborough. Y ahora se presenta en «Un Mundo Perfecto».
En un mundo perfecto no existiría el odio, el racismo ni la intolerancia… en un mundo perfecto solo existiría la armonía y el respeto hacia el género humano… ese mundo no está muy lejos, sólo basta mirar en nuestro interior y sacar lo mejor de nosotros mismos para poder habitarlo.
La "road-movie" o película de carretera es un género reciente que inició en 1969 con la cinta de Dennis Hopper «Busco mi Destino (Easy Rider)», protagonizada por Peter Fonda, Dennis Hopper y Jack Nicholson.
Tuvo su auge en la década de los setenta en manos del director alemán Wim Wenders con las producciones «Alicia en las Ciudades» (1973) y «En el Transcurso del Tiempo» (1976).
En la "road-movie" los protagonistas realizan un viaje interior, introspectivo, a la vez que cubren en algún tipo de vehículo un itinerario geográfico que les resulta revelador de ciertas condiciones sociopolíticas de su país.
Ejemplos:
«París, Texas», Wim Wenders, 1984.
«Rainman. Cuando los Hermanos se Encuentran», Barry Levinson, 1988.
«Thelma and Louise. Un Final Inesperado», Ridley Scott, 1991.
«Un Mundo Perfecto», Clint Eastwood, 1993.
«Kalifornia», Dominic Sena, 1994.
Dos Estrellas en «Un Mundo Perfecto».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Dos prisioneros escapan de una prisión estatal de Texas, y en su huida toman como rehén a Phillip Terry, un pequeño de ocho años. La policía local, encabezada por el veterano Red (Clint Eastwood) acompañado por una criminóloga del gobierno, Sally Gerber (Laura Dern), inician la búsqueda de Robert “Butch” Haynes (Kevin Costner) y su compañero, a lo largo de las carreteras texanas.
“Butch” mata a su compañero al percatarse de que éste trata de abusar de Phillip; este hecho lo convierte a los ojos de la policía en un criminal “armado y peligroso”.
En su búsqueda de la libertad se establece una tierna relación entre “Butch” y Phillip que termina cuando la policía le tiende un cerco y el niño es rescatado.
«Un Mundo Perfecto (A Perfect World)» es una producción de la Warner Brothers dirigida por Clint Eastwood que lleva en los papeles estelares a los galardonados actores Kevin Costner, Laura Dern y el mismo Eastwood; el guión fue escrito por John Lee Hancock y los productores de la cinta son Mark Johnson y David Valdés.
Dentro de los aspectos técnicos de la cinta cabe mencionar la excelente fotografía a cargo de Jack N. Green y el trabajo creativo de ambientación escénica de Henry Bumstead, que nos traslada a diversos parajes rurales de Texas en los años sesenta, ambientado todo por la música de Lennie Niehaus.
El contexto de la película «Un Mundo Perfecto» es una mezcla de suspenso, comedia, acción y road-movie, muy similar a la cinta «Fuga en Cadenas (The Defiant Ones, Stanley Kramer, 1958)», que protagonizaran Tony Curtis y Sydney Poitier, con una sola variante: el énfasis de emotividad que se le da a la relación entre “Butch” y Phillip.
Hablando un poco acerca de los protagonistas de este filme, Clint Eastwood debe ser sin duda el favorito de muchos a juzgar por su trayectoria cinematográfica, en lo que se refiere a la duración del brillo de su estrella. Pero si hablamos de su categoría mítica, Eastwood está a la altura de James Stewart, John Wayne y Henry Fonda, que se impusieron por su individualidad y no pudieron ser cuantificados únicamente por sus éxitos en taquilla.
Con su categoría de estrella, que ha abarcado ya dos décadas, permanece como una de las más grandes y consistentes. Eastwood ha actuado en aproximadamente treinta y dos películas, doce de las cuales también dirigió, y además ha dirigido dos en las cuales no actúa.
Atractivo para las mujeres, admirado por los hombres y reconocido por la crítica, Kevin Costner se ha convertido en uno de los actores cuya trayectoria ascendente puede ser comparada solamente con carreras como las de Sean Connery, Michael Douglas y la del mismo Clint Eastwood. Aunque sus inicios en la actuación fueron papeles secundarios y menores, debe a la televisión que las puertas de la fama le fueran abiertas, pues en la serie “Testament” su actuación le colocó en primera fila e hizo que las proposiciones para trabajar en películas como «Fandango (Fandango, Kevin Reynolds, 1985)» y «Silverado (Silverado Lawrence Kasdan, 1985)» prácticamente “le llovieran”.
Su debut como director no pudo ser menos que sorprendente, pues la cinta «Danza con Lobos (Dance with Wolves)» se convirtió en un clásico instantáneo y logró encumbrarlo en la cima del éxito.
Por su parte, Laura Dern, la coestrella de Clint Eastwood y Kevin Costner en esta cinta también ha tenido varios aciertos cinematográficos. Sus éxitos más conocidos han sido en las cintas «Salvaje de Corazón (Wild at Heart, David Lynch, 1990)», y «Parque Jurásico (Jurassic Park, Steven Spielberg, 1993)», donde comparte créditos con Sam Neill, Jeff Goldblum y Sir Richard Attenborough. Y ahora se presenta en «Un Mundo Perfecto».
En un mundo perfecto no existiría el odio, el racismo ni la intolerancia… en un mundo perfecto solo existiría la armonía y el respeto hacia el género humano… ese mundo no está muy lejos, sólo basta mirar en nuestro interior y sacar lo mejor de nosotros mismos para poder habitarlo.
DESASTRE
Durante la década de los setenta en Hollywood los desastres fílmicos eran algo muy comunes; no me refiero a las películas de mala calidad o con pésimas actuaciones (esas existen en cualquier cinematografía), sino al fenómeno del "cine de desastre", un híbrido entre el thriller y la película de horror.
Producto de la paranoia estadounidense, este tipo de cine seguía una fórmula invariable y una trama predecible: se reunía un elenco multiestelar, caracterizaban una galería de personajes muy singulares con una personalidad bien definida y con una historia personal, se entremezclaban en forma melodramática y se iban eliminando uno a uno por efecto de una catástrofe natural o provocada.
Ejemplos:
«La aventura del Poseidón», Ronald Neame, 1972.
«Infierno en la Torre», John Guillermin - Irwin Allen, 1974.
«Tornado», Jan De Bont, 1995.
«Luz de Día», Rob Cohen, 1996.
«El Pico de Dante», Roger Donaldson, 1996.
«Lecciones breves de supervivencia».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Se dice, y con justificada razón, que el cine es una fábrica de sueños, pero nunca nos especificaron de que tipo, así que las peores pesadillas del hombre también tienen cabida en la pantalla grande.
Visualicen el cuadro: un tornado de inimaginables proporciones azota sin piedad varias poblaciones dejando una estela de muerte y destrucción; una explosión colapsa el túnel submarino que une Manhattan con Nueva Jersey o bien, la furia de la naturaleza se desata con toda su fuerza sobre dos poblaciones sacudiendo a sus indefensos pobladores con tremendas erupciones volcánicas.
El cine de desastre, muy de moda durante la década de los setenta y que marcara a varias generaciones con clásicos como «Aeropuerto (Airport, George Seaton, 1970)», «Infierno en la Torre (The Towering Inferno, John Guillermin / Irwin Allen, 1974)» y «Meteoro (Meteor, Ronald Neame, 1979)», vuelve con toda su gama de impredecibles situaciones y personajes y no solo eso, llega cargado de innovadores efectos especiales e impresionantes escenas que logran que el espectador permanezca con los nervios de punta de principio a fin.
Dentro de esta nueva oleada de desastres fílmicos destacan dos producciones con un mismo planteamiento -erupciones volcánicas- pero situadas en lugares completamente opuestos entre sí.
En «El Pico de Dante (Dante’s Peak, Roger Donaldson, 1997)» la situación es la siguiente: un vulcanólogo, Harry Dalton (Pierce Brosnan), es enviado junto con su equipo de investigación al poblado de Wallace, Idaho, donde se han detectado situaciones anormales dentro del Pico de Dante, impresionante volcán que domina el paraje; la llegada de Dalton coincide con la celebración del “Día del Pionero”, encabezado por la alcaldesa Rachel Wando (Linda Hamilton), quien sigue minuciosamente las actividades del equipo científico. Todo parece transcurrir normalmente, las pruebas no arrojan resultados alarmantes, sin embargo, Dalton sabe que el desastre es inminente y la madre naturaleza así lo confirma: después de dos temblores de relativa magnitud el volcán desata toda su furia, es entonces cuando la galería de héroes incidentales y personajes típicos hacen su aparición tratando de salvarse o salvando a la población; muchos pierden la vida y otros, a quienes daban por muertos (Brosnan y Hamilton), son los que sobreviven “milagrosamente” a la tragedia.
En «Volcano (Mick Jackson, 1997)» hay indicios desde un principio de que algo muy malo está ocurriendo bajo la ciudad de Los Ángeles cuando siete trabajadores mueren misteriosamente durante un pequeño temblor; sin embargo, no es sino hasta después de un segundo temblor que la fuerza de la naturaleza hace su aparición en la zona geológica de “La Brea”: una impresionante erupción volcánica que literalmente hace pedazos la tierra arrojando una corriente de lava desde el Boulevard Wilshire hasta los bordes del centro comercial Beverly.
En esta impresionante producción Tommy Lee Jones interpreta a Mike Roark, el duro jefe de la dirección de emergencias de la ciudad; Anne Heche a la doctora Amy Barnes, una sismóloga universitaria; Don Cheadle a Emmit Reese, el ambicioso asistente de Roark; y Gaby Hoffman a Kelly, la hija de Mike, quienes se enfrentan al reto sin precedentes de proteger a la impreparada ciudad de Los Ángeles de la tragedia.
En ambas historias las escenas de destrucción son impresionantes, el sonido de las explosiones es estremecedor y los efectos visuales son impactantes y aterradores; sin embargo, hay algo que no ha cambiado desde el surgimiento de este género: el dramatismo y el sentido de supervivencia de los personajes.
Si bien es cierto que todas estas cintas -o al menos la gran mayoría- siguen el mismo esquema argumental, eso no demerita en ningún momento la calidad técnica y artística de las mismas, más bien sigue dejando algo muy en claro: la especie humana es tremendamente resistente; pase lo que pase -temblores, tornados, explosiones, inundaciones, etc.- lo enfrenta. Sólo a quienes no les gusta dejan de encarar a la amenaza de cualquier desastre, sea natural o social; pero siempre, en cualquier momento y circunstancia sale a flote la chispa que mantiene al hombre con vida, no importa la magnitud del desastre.
Durante la década de los setenta en Hollywood los desastres fílmicos eran algo muy comunes; no me refiero a las películas de mala calidad o con pésimas actuaciones (esas existen en cualquier cinematografía), sino al fenómeno del "cine de desastre", un híbrido entre el thriller y la película de horror.
Producto de la paranoia estadounidense, este tipo de cine seguía una fórmula invariable y una trama predecible: se reunía un elenco multiestelar, caracterizaban una galería de personajes muy singulares con una personalidad bien definida y con una historia personal, se entremezclaban en forma melodramática y se iban eliminando uno a uno por efecto de una catástrofe natural o provocada.
Ejemplos:
«La aventura del Poseidón», Ronald Neame, 1972.
«Infierno en la Torre», John Guillermin - Irwin Allen, 1974.
«Tornado», Jan De Bont, 1995.
«Luz de Día», Rob Cohen, 1996.
«El Pico de Dante», Roger Donaldson, 1996.
«Lecciones breves de supervivencia».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Se dice, y con justificada razón, que el cine es una fábrica de sueños, pero nunca nos especificaron de que tipo, así que las peores pesadillas del hombre también tienen cabida en la pantalla grande.
Visualicen el cuadro: un tornado de inimaginables proporciones azota sin piedad varias poblaciones dejando una estela de muerte y destrucción; una explosión colapsa el túnel submarino que une Manhattan con Nueva Jersey o bien, la furia de la naturaleza se desata con toda su fuerza sobre dos poblaciones sacudiendo a sus indefensos pobladores con tremendas erupciones volcánicas.
El cine de desastre, muy de moda durante la década de los setenta y que marcara a varias generaciones con clásicos como «Aeropuerto (Airport, George Seaton, 1970)», «Infierno en la Torre (The Towering Inferno, John Guillermin / Irwin Allen, 1974)» y «Meteoro (Meteor, Ronald Neame, 1979)», vuelve con toda su gama de impredecibles situaciones y personajes y no solo eso, llega cargado de innovadores efectos especiales e impresionantes escenas que logran que el espectador permanezca con los nervios de punta de principio a fin.
Dentro de esta nueva oleada de desastres fílmicos destacan dos producciones con un mismo planteamiento -erupciones volcánicas- pero situadas en lugares completamente opuestos entre sí.
En «El Pico de Dante (Dante’s Peak, Roger Donaldson, 1997)» la situación es la siguiente: un vulcanólogo, Harry Dalton (Pierce Brosnan), es enviado junto con su equipo de investigación al poblado de Wallace, Idaho, donde se han detectado situaciones anormales dentro del Pico de Dante, impresionante volcán que domina el paraje; la llegada de Dalton coincide con la celebración del “Día del Pionero”, encabezado por la alcaldesa Rachel Wando (Linda Hamilton), quien sigue minuciosamente las actividades del equipo científico. Todo parece transcurrir normalmente, las pruebas no arrojan resultados alarmantes, sin embargo, Dalton sabe que el desastre es inminente y la madre naturaleza así lo confirma: después de dos temblores de relativa magnitud el volcán desata toda su furia, es entonces cuando la galería de héroes incidentales y personajes típicos hacen su aparición tratando de salvarse o salvando a la población; muchos pierden la vida y otros, a quienes daban por muertos (Brosnan y Hamilton), son los que sobreviven “milagrosamente” a la tragedia.
En «Volcano (Mick Jackson, 1997)» hay indicios desde un principio de que algo muy malo está ocurriendo bajo la ciudad de Los Ángeles cuando siete trabajadores mueren misteriosamente durante un pequeño temblor; sin embargo, no es sino hasta después de un segundo temblor que la fuerza de la naturaleza hace su aparición en la zona geológica de “La Brea”: una impresionante erupción volcánica que literalmente hace pedazos la tierra arrojando una corriente de lava desde el Boulevard Wilshire hasta los bordes del centro comercial Beverly.
En esta impresionante producción Tommy Lee Jones interpreta a Mike Roark, el duro jefe de la dirección de emergencias de la ciudad; Anne Heche a la doctora Amy Barnes, una sismóloga universitaria; Don Cheadle a Emmit Reese, el ambicioso asistente de Roark; y Gaby Hoffman a Kelly, la hija de Mike, quienes se enfrentan al reto sin precedentes de proteger a la impreparada ciudad de Los Ángeles de la tragedia.
En ambas historias las escenas de destrucción son impresionantes, el sonido de las explosiones es estremecedor y los efectos visuales son impactantes y aterradores; sin embargo, hay algo que no ha cambiado desde el surgimiento de este género: el dramatismo y el sentido de supervivencia de los personajes.
Si bien es cierto que todas estas cintas -o al menos la gran mayoría- siguen el mismo esquema argumental, eso no demerita en ningún momento la calidad técnica y artística de las mismas, más bien sigue dejando algo muy en claro: la especie humana es tremendamente resistente; pase lo que pase -temblores, tornados, explosiones, inundaciones, etc.- lo enfrenta. Sólo a quienes no les gusta dejan de encarar a la amenaza de cualquier desastre, sea natural o social; pero siempre, en cualquier momento y circunstancia sale a flote la chispa que mantiene al hombre con vida, no importa la magnitud del desastre.
DRAMA
Es un cine especialmente diseñado para llorar (en muchos casos, puede decirse que en la mayoría), mezclando diversos géneros para conformar nuestra historia. Los personajes y situaciones están tomados en gran medida de la vida real, aunque también se han realizado brillantes adaptaciones de éxitos literarios, como las novelas de Eric Segal.
Se divide en dos corrientes.
DOCUDRAMA
Se refiere a la reconstrucción de un hecho real utilizando actores que representan a los verdaderos protagonistas.
Ejemplos:
«Al Bordo del Río», Tim Hunter, 1987.
«Complot contra la Libertad», Agniezka Holland, 1988.
«Mississippi en Llamas», Alan Parker, 1988.
«La Huida: no sin mi hija», Brian Gilbert, 1991.
«Enseñanza de vida», Lone Scherfig, 2010.
MELODRAMA
Este género aborda diversas problemáticas sociales puntualizando en el aspecto sentimental. Es un cine emotivo que logra tocar las fibras más escondidas de los espectadores y lleva a la reflexión.
Ejemplos:
«Philadelphia», Jonathan Demme, 1993.
«Cuando un Hombre ama a una Mujer», Luís Mandoki, 1994.
«Quédate a mi lado», Chris Columbus, 1998.
«La vida es bella», Roberto Benigni, 1998.
«Preciosa», Lee Daniels, 2010.
«La Princesita».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Bajo la dirección del mexicano Alfonso Cuarón, de quien hemos podido apreciar otros magníficos trabajos como «Sólo con tu Pareja» y «Grandes Esperanzas (Great Expectations)», «La Princesita (The Little Princess)» es una hermosa cinta de corte familiar basada en la novela “Sarah Crewe” de Frances Hodgson Burnett, donde se logra conjuntar de una manera muy exitosa la realidad y la fantasía.
A lo largo de la película, cuyos protagonistas son Liesel Matthews, Liam Cunningham, Eleanor Bron y Errol Sitahal, se narra la historia de una pequeña niña, Sarah, quien tras vivir en la India y contar con una buena estabilidad económica, tiene que trasladarse a Nueva York a un internado para señoritas, debido a que su padre es llamado por el ejército británico durante la Primera Guerra Mundial y tiene que partir al campo de batalla, siendo en el internado donde la pequeña joven vive una serie de acontecimientos y aventuras que, poco a poco, van transformando su vida.
Una de las cosas que más llaman la atención desde el inicio del filme es su excelente fotografía, razón por la cual el trabajo realizado por el mexicano Emmanuel Lubezki («Como agua para Chocolate», «Un Paseo por las Nubes (A Walk in the Clouds)», «La Dura Realidad (Reality Bites)», fue reconocido al ser nominado al “Oscar”.
Otro aspecto que vale la pena mencionar es el excelente trabajo de ambientación, ya que logró ajustarse perfectamente a la época, dando un toque de elegancia, soledad y frialdad, tanto en las escenas que se desarrollan en el interior del internado, como las realizadas en el exterior del mismo, además de contar con un vestuario que enfatizaba aún más la época en que se desarrolló la historia.
De igual forma las escenas de fantasía, cuando Sarah cuenta sus relatos a las otras niñas, le otorgan una fuerza increíble a la trama, ya que de estar en la realidad, transportan al espectador a otro mundo, lo cual hace la historia aún más interesante y divertida. Además, hay que destacar que estas escenas tienen un diseño de producción impresionante, lleno de colorido e inventiva y completamente creíbles, ya que no se ven acartonadas o falsas, comparándolas con otras películas, sino que sobresale en ellas una enorme creatividad.
«La Princesita (The Little Princess)» es una película muy buena y de muy alta calidad que, aunque pudiese compararse con «Annie (John Huston, 1982)» y «Oliver (Carol Reed, 1968)», ninguna de ellas lograría opacar el trabajo realizado por su director Alfonso Cuarón, quien se centró en la vida de una niña de diez años, utilizando la fantasía propia de esa edad, para llevar a la pantalla grande una película para chicos y grandes, divertida y con un alto contenido emotivo, logrando una ambientación, fotografía, dirección y actuación, dignas de recordarse.
Es un cine especialmente diseñado para llorar (en muchos casos, puede decirse que en la mayoría), mezclando diversos géneros para conformar nuestra historia. Los personajes y situaciones están tomados en gran medida de la vida real, aunque también se han realizado brillantes adaptaciones de éxitos literarios, como las novelas de Eric Segal.
Se divide en dos corrientes.
DOCUDRAMA
Se refiere a la reconstrucción de un hecho real utilizando actores que representan a los verdaderos protagonistas.
Ejemplos:
«Al Bordo del Río», Tim Hunter, 1987.
«Complot contra la Libertad», Agniezka Holland, 1988.
«Mississippi en Llamas», Alan Parker, 1988.
«La Huida: no sin mi hija», Brian Gilbert, 1991.
«Enseñanza de vida», Lone Scherfig, 2010.
MELODRAMA
Este género aborda diversas problemáticas sociales puntualizando en el aspecto sentimental. Es un cine emotivo que logra tocar las fibras más escondidas de los espectadores y lleva a la reflexión.
Ejemplos:
«Philadelphia», Jonathan Demme, 1993.
«Cuando un Hombre ama a una Mujer», Luís Mandoki, 1994.
«Quédate a mi lado», Chris Columbus, 1998.
«La vida es bella», Roberto Benigni, 1998.
«Preciosa», Lee Daniels, 2010.
«La Princesita».
Por Jorge Moreno Álvarez.
Bajo la dirección del mexicano Alfonso Cuarón, de quien hemos podido apreciar otros magníficos trabajos como «Sólo con tu Pareja» y «Grandes Esperanzas (Great Expectations)», «La Princesita (The Little Princess)» es una hermosa cinta de corte familiar basada en la novela “Sarah Crewe” de Frances Hodgson Burnett, donde se logra conjuntar de una manera muy exitosa la realidad y la fantasía.
A lo largo de la película, cuyos protagonistas son Liesel Matthews, Liam Cunningham, Eleanor Bron y Errol Sitahal, se narra la historia de una pequeña niña, Sarah, quien tras vivir en la India y contar con una buena estabilidad económica, tiene que trasladarse a Nueva York a un internado para señoritas, debido a que su padre es llamado por el ejército británico durante la Primera Guerra Mundial y tiene que partir al campo de batalla, siendo en el internado donde la pequeña joven vive una serie de acontecimientos y aventuras que, poco a poco, van transformando su vida.
Una de las cosas que más llaman la atención desde el inicio del filme es su excelente fotografía, razón por la cual el trabajo realizado por el mexicano Emmanuel Lubezki («Como agua para Chocolate», «Un Paseo por las Nubes (A Walk in the Clouds)», «La Dura Realidad (Reality Bites)», fue reconocido al ser nominado al “Oscar”.
Otro aspecto que vale la pena mencionar es el excelente trabajo de ambientación, ya que logró ajustarse perfectamente a la época, dando un toque de elegancia, soledad y frialdad, tanto en las escenas que se desarrollan en el interior del internado, como las realizadas en el exterior del mismo, además de contar con un vestuario que enfatizaba aún más la época en que se desarrolló la historia.
De igual forma las escenas de fantasía, cuando Sarah cuenta sus relatos a las otras niñas, le otorgan una fuerza increíble a la trama, ya que de estar en la realidad, transportan al espectador a otro mundo, lo cual hace la historia aún más interesante y divertida. Además, hay que destacar que estas escenas tienen un diseño de producción impresionante, lleno de colorido e inventiva y completamente creíbles, ya que no se ven acartonadas o falsas, comparándolas con otras películas, sino que sobresale en ellas una enorme creatividad.
«La Princesita (The Little Princess)» es una película muy buena y de muy alta calidad que, aunque pudiese compararse con «Annie (John Huston, 1982)» y «Oliver (Carol Reed, 1968)», ninguna de ellas lograría opacar el trabajo realizado por su director Alfonso Cuarón, quien se centró en la vida de una niña de diez años, utilizando la fantasía propia de esa edad, para llevar a la pantalla grande una película para chicos y grandes, divertida y con un alto contenido emotivo, logrando una ambientación, fotografía, dirección y actuación, dignas de recordarse.
Bibliografía
«Conozca más»
Rodrigo Sepúlveda Edwards. Director General.
«Conozca más». La historia del cine. 1895 – 2008.
Edición Especial.
Año 19. Edición Especial 1. 15/05/08
Mensual.
Editorial Televisa S.A. de C.V. México D.F.
176 págs.
Moreno Álvarez, Jorge
“El séptimo arte. Un acercamiento a la cinematografía”
Guadalajara, Jalisco, México
SEP – INDAUTOR.
“Gran Historia Ilustrada del Cine”
Madrid, España.
Editorial Sarpe, 1984.
Tomo 1.
Sadoul, George.
“Las Maravillas del Cine”
4a. reimpresión, 1984.
México, D.F.
Editorial Fondo de Cultura Económica.
Parkinson, David.
“Cinema”
Turín, Italia, 1997.
Oxford University Press.
Bordwell, David; Thompson Kristin.
“Arte Cinematográfico”
Sexta Edición, 2003.
México, D.F.
McGraw Hill Interamericana
Enlaces
http://www.youtube.com/watch?v=XTWYKf5hXIg
http://www.youtube.com/watch?v=32WeiH4TrIY
http://www.youtube.com/watch?v=cbxNfReEdyU
http://www.youtube.com/watch?v=CXhD9UvtrZ4
http://www.youtube.com/watch?v=slz1tsBRubY
http://www.youtube.com/watch?v=2UGM3TfdqAQ
http://www.youtube.com/watch?v=Kc9WculxW5o
http://www.youtube.com/watch?v=KtEIMC58sZo
http://www.youtube.com/watch?v=_Qm-UhA3b4g&feature=results_main&playnext=1&list=PL3B1F7EB2B3E7C007
http://www.youtube.com/watch?v=67oe0_s9EIw
http://www.youtube.com/watch?v=Bmqm3_oMK2M
«Conozca más»
Rodrigo Sepúlveda Edwards. Director General.
«Conozca más». La historia del cine. 1895 – 2008.
Edición Especial.
Año 19. Edición Especial 1. 15/05/08
Mensual.
Editorial Televisa S.A. de C.V. México D.F.
176 págs.
Moreno Álvarez, Jorge
“El séptimo arte. Un acercamiento a la cinematografía”
Guadalajara, Jalisco, México
SEP – INDAUTOR.
“Gran Historia Ilustrada del Cine”
Madrid, España.
Editorial Sarpe, 1984.
Tomo 1.
Sadoul, George.
“Las Maravillas del Cine”
4a. reimpresión, 1984.
México, D.F.
Editorial Fondo de Cultura Económica.
Parkinson, David.
“Cinema”
Turín, Italia, 1997.
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“Arte Cinematográfico”
Sexta Edición, 2003.
México, D.F.
McGraw Hill Interamericana
Enlaces
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http://www.youtube.com/watch?v=32WeiH4TrIY
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http://www.youtube.com/watch?v=slz1tsBRubY
http://www.youtube.com/watch?v=2UGM3TfdqAQ
http://www.youtube.com/watch?v=Kc9WculxW5o
http://www.youtube.com/watch?v=KtEIMC58sZo
http://www.youtube.com/watch?v=_Qm-UhA3b4g&feature=results_main&playnext=1&list=PL3B1F7EB2B3E7C007
http://www.youtube.com/watch?v=67oe0_s9EIw
http://www.youtube.com/watch?v=Bmqm3_oMK2M