Ximena; Un Ángel en Escena
En cada generación y a lo largo del tiempo han surgido “estrellas” efímeras, mismas que son recordadas porque empezaron bien… y hasta ahí se quedaron. Hay ESTRELLAS que, por el contrario, supieron aprovechar su talento y ahora son grandes figuras como Angélica María (sus primeros pasos actorales fueron con Pedro Infante), Luis Miguel y más recientemente Danna Paola.
En el último trimestre del 2013 y por iniciativa de Televisión Azteca se dio luz verde al ambicioso proyecto “La Academia Kids Lala”, una apuesta por el talento infantil donde el principal objetivo es la preparación integral de los pequeños en todas las áreas, tanto académicas, formación artística y valores familiares. Aquí, y después de un arduo trabajo de selección, llegaron 20 pequeños de entre los 6 y los 14 años, 10 hermosas damitas y 10 apuestos caballeritos.
Desde el filtro final, una luz resplandeció sobre los demás y al pisar el escenario y cantar los jueces (Lolita Cortés, Alicia Villareal y Luis Coronel) quedaron maravillados por el talento, la alegría, la actitud, la voz, el dominio del escenario y el ángel de una hermosa Princesita de tan solo siete añitos, procedente de Guanacevi, Durango: Ximena Iveth Ramos Viezcas. Por supuesto, los tres botones verdes aparecieron de inmediato y su permanencia en la Academia quedó asegurada.
Desde el filtro final, una luz resplandeció sobre los demás y al pisar el escenario y cantar los jueces (Lolita Cortés, Alicia Villareal y Luis Coronel) quedaron maravillados por el talento, la alegría, la actitud, la voz, el dominio del escenario y el ángel de una hermosa Princesita de tan solo siete añitos, procedente de Guanacevi, Durango: Ximena Iveth Ramos Viezcas. Por supuesto, los tres botones verdes aparecieron de inmediato y su permanencia en la Academia quedó asegurada.
Su descripción en facebook dice lo siguiente:
Ximena Ramos Viezcas de Durango (Guanacevi) tiene 7 años es conocida por su carisma, ternura y obviamente talento ella dice ''ME GUSTARIA SER FAMOSA PARA COMPARARLE UNA CASA A MI MAMA, UN AUTO A MI PAPA Y A MI UN JUGETE SOLO ESO''.
También dice ''ME GUSTARIA QUE MIS HERMANAS ESTUVIERAN ORGULLOSAS DE MI'' y ella esta 100% segura que ganara la Academia Kids Lala también es la participante más pequeña de la academia pero también la mas ocurrente :)
Y además, a Ximena le gusta ser original, no mantiene una pose o finge, ella es así y con esta naturalidad, una sonrisa que derrite y llena de ternura, su encantadora presencia física, su enorme corazón (le gusta aconsejar a sus amigos, sufre y llora cuando se tiene que ir uno de sus compañeros, ríe y baila con las interpretaciones de los demás aunque no le toque estar en escena) y un ángel que en verdad, es GIGANTE.
Concierto tras concierto la preparación, la madurez para su edad, su voz y su desempeño artístico, su profesionalismo, el escuchar y hacer caso a sus maestros y a los jueces cuando la aconsejaban, el convivir con sus compañeros, su alegría desbordante y su naturalidad se fueron ganando el corazón de la audiencia. El director de la academia, Kiko Campos expresó que “Ximena tiene un ángel enorme que no cabe en el escenario”, ella es una alumna que sabe aprovechar los consejos de sus maestros (de acuerdo a ellos poner a Ximena en un escenario “es como darle dulces a un niño”), aprende, pone en práctica los consejos que le dan los jurados, se emociona con cada luz verde y pone más del 1000% para mantenerse a pesar de los reveses.
Y así, por su talento, su dedicación, su disciplina y ese ángel superó 6 nominaciones hasta llegar a la gran final.
Ximena Ramos Viezcas de Durango (Guanacevi) tiene 7 años es conocida por su carisma, ternura y obviamente talento ella dice ''ME GUSTARIA SER FAMOSA PARA COMPARARLE UNA CASA A MI MAMA, UN AUTO A MI PAPA Y A MI UN JUGETE SOLO ESO''.
También dice ''ME GUSTARIA QUE MIS HERMANAS ESTUVIERAN ORGULLOSAS DE MI'' y ella esta 100% segura que ganara la Academia Kids Lala también es la participante más pequeña de la academia pero también la mas ocurrente :)
Y además, a Ximena le gusta ser original, no mantiene una pose o finge, ella es así y con esta naturalidad, una sonrisa que derrite y llena de ternura, su encantadora presencia física, su enorme corazón (le gusta aconsejar a sus amigos, sufre y llora cuando se tiene que ir uno de sus compañeros, ríe y baila con las interpretaciones de los demás aunque no le toque estar en escena) y un ángel que en verdad, es GIGANTE.
Concierto tras concierto la preparación, la madurez para su edad, su voz y su desempeño artístico, su profesionalismo, el escuchar y hacer caso a sus maestros y a los jueces cuando la aconsejaban, el convivir con sus compañeros, su alegría desbordante y su naturalidad se fueron ganando el corazón de la audiencia. El director de la academia, Kiko Campos expresó que “Ximena tiene un ángel enorme que no cabe en el escenario”, ella es una alumna que sabe aprovechar los consejos de sus maestros (de acuerdo a ellos poner a Ximena en un escenario “es como darle dulces a un niño”), aprende, pone en práctica los consejos que le dan los jurados, se emociona con cada luz verde y pone más del 1000% para mantenerse a pesar de los reveses.
Y así, por su talento, su dedicación, su disciplina y ese ángel superó 6 nominaciones hasta llegar a la gran final.
Dentro de su trayectoria en la Academia interpretó las siguientes canciones:
La Bikina (en la versión de Luis Miguel, misma que le valió una merecida ovación del público), el 7 de septiembre; Tristes recuerdos (famosa en la voz de Lucero), el 14 de septiembre; Que ganas de no verte nunca más (gran éxito de Lupita D’Alessio, una interpretación hermosa que comenzaba a despertar a una pequeña leoncita), el 21 de septiembre; Ángel (éxito de Belinda, y aunque fue nominada, su ángel hizo de esta interpretación algo mágico que inundó el escenario, y así lo admitieron los jueces), el 28 de septiembre; Olvídame y pega la vuelta (éxito de Pimpinela que tuvo que cantar con Esaú; por supuesto, ella interpretó de manera impecable, mientras que él fue evidentemente nominado), el 5 de octubre; Colgando en tus manos (canción icónica de Carlos Baute y Martha Sánchez, otra vez con Esaú, y nuevamente, ella espléndida y él…cantó), el 12 de octubre; Basta ya (de la diva de la banda Jenny Rivera, y con una interpretación tal que el día del homenaje a la cantante, repitió su interpretación con un éxito aún mayor), el 19 de octubre; Mudanzas (el mayor éxito de Lupita D’Alessio y que con su interpretación levantó a todos los jueces y llevó a la misma Lolita Cortés a subir al escenario, felicitarla y cantar con ella), el 26 de octubre; La llorona (éxito en la voz de Chabela Vargas, y con una interpretación tan llena de emoción, ternura, sentimiento y magia que, simplemente, dejo a todos con un aplauso hermoso para este angelito), el 2 de noviembre; Él me mintió (gran éxito en la voz de Amanda Miguel que al interpretarlo provocó que los jueces se levantaran a aplaudirla junto con sus maestros y el público y le ganó los elogios de todos los jueces, y por principio de cuentas, de Lola Cortés), el 9 de noviembre; Muriendo lento (éxito de ABBA, Timbiriche, Belinda y Moderatto, ahora en su voz y en una faceta más rockera, pero conservando su ternura, inocencia, carisma y dominio escénico), el 16 de noviembre; Carcacha (éxito que hiciera grande a Selena y que le valió nuevamente la felicitación de todos los jurados), el 23 de noviembre; No te pido flores (éxito de Fanny Lu que lució con una hermosa coreografía) y Me voy (éxito del dúo mexicano Jesse & Joy en una linda interpretación acústica para salvar su lugar en la competencia), el 30 de noviembre; Ya te olvidé (uno de los más grandes éxitos de Yuridia y que dejo boquiabierta a Lolita Cortés y a los demás jurados por su fuerza interpretativa, su carisma, su desenvolvimiento y su magia arriba del escenario, y sin respaldo de coreografía), el 7 de diciembre; Así no te amará jamás (canción icónica de Amanda Miguel que supo interpretar muy bien a pesar del arreglo de la misma) y Maldita primavera (uno de los mayores éxitos de Yuri que opacó las versiones anteriores por su voz, su fuerza, su interpretación y su increíble carisma), el 14 de diciembre, y en el concierto final llenó de magia el escenario con Me muero por besarte (una de las canciones más representativas de La Quinta Estación), el 21 de diciembre.
La Bikina (en la versión de Luis Miguel, misma que le valió una merecida ovación del público), el 7 de septiembre; Tristes recuerdos (famosa en la voz de Lucero), el 14 de septiembre; Que ganas de no verte nunca más (gran éxito de Lupita D’Alessio, una interpretación hermosa que comenzaba a despertar a una pequeña leoncita), el 21 de septiembre; Ángel (éxito de Belinda, y aunque fue nominada, su ángel hizo de esta interpretación algo mágico que inundó el escenario, y así lo admitieron los jueces), el 28 de septiembre; Olvídame y pega la vuelta (éxito de Pimpinela que tuvo que cantar con Esaú; por supuesto, ella interpretó de manera impecable, mientras que él fue evidentemente nominado), el 5 de octubre; Colgando en tus manos (canción icónica de Carlos Baute y Martha Sánchez, otra vez con Esaú, y nuevamente, ella espléndida y él…cantó), el 12 de octubre; Basta ya (de la diva de la banda Jenny Rivera, y con una interpretación tal que el día del homenaje a la cantante, repitió su interpretación con un éxito aún mayor), el 19 de octubre; Mudanzas (el mayor éxito de Lupita D’Alessio y que con su interpretación levantó a todos los jueces y llevó a la misma Lolita Cortés a subir al escenario, felicitarla y cantar con ella), el 26 de octubre; La llorona (éxito en la voz de Chabela Vargas, y con una interpretación tan llena de emoción, ternura, sentimiento y magia que, simplemente, dejo a todos con un aplauso hermoso para este angelito), el 2 de noviembre; Él me mintió (gran éxito en la voz de Amanda Miguel que al interpretarlo provocó que los jueces se levantaran a aplaudirla junto con sus maestros y el público y le ganó los elogios de todos los jueces, y por principio de cuentas, de Lola Cortés), el 9 de noviembre; Muriendo lento (éxito de ABBA, Timbiriche, Belinda y Moderatto, ahora en su voz y en una faceta más rockera, pero conservando su ternura, inocencia, carisma y dominio escénico), el 16 de noviembre; Carcacha (éxito que hiciera grande a Selena y que le valió nuevamente la felicitación de todos los jurados), el 23 de noviembre; No te pido flores (éxito de Fanny Lu que lució con una hermosa coreografía) y Me voy (éxito del dúo mexicano Jesse & Joy en una linda interpretación acústica para salvar su lugar en la competencia), el 30 de noviembre; Ya te olvidé (uno de los más grandes éxitos de Yuridia y que dejo boquiabierta a Lolita Cortés y a los demás jurados por su fuerza interpretativa, su carisma, su desenvolvimiento y su magia arriba del escenario, y sin respaldo de coreografía), el 7 de diciembre; Así no te amará jamás (canción icónica de Amanda Miguel que supo interpretar muy bien a pesar del arreglo de la misma) y Maldita primavera (uno de los mayores éxitos de Yuri que opacó las versiones anteriores por su voz, su fuerza, su interpretación y su increíble carisma), el 14 de diciembre, y en el concierto final llenó de magia el escenario con Me muero por besarte (una de las canciones más representativas de La Quinta Estación), el 21 de diciembre.
Dentro de la competencia siempre puso de manifiesto su ingenio, su carisma, su sencillez y sobre todo, su originalidad. Ella es así, canta, baila, juega, se emociona, es tierna, ocurrente, y por todos estos detalles y su convivencia en la Casa de la Academia, fue reconocida con la Medalla al Compañerismo, que le fue puesta por un grande de los escenarios, el señor Enrique Guzmán, quien al estar con ella le expresó su admiración diciéndole “nunca dejes de cantar, eres una Princesa”.
Ximena, además, se convirtió en la consejera de la casa y todos, famosos y público, pudimos disfrutar de su ternura y sus buenas recomendaciones. Su ángel llenó el proyecto y le permitió ir creciendo en afinación, entonación, dicción, y en un mayor dominio del escenario con una capacidad impresionante para aprender y memorizar. Al interpretar el tema de La Quinta Estación su soltura, su voz, su carisma y su fuerza le ganaron el aplauso del público y el jurado, fue sin duda una de sus mejores, sino es que la mejor de sus interpretaciones.
Esa es la actitud de un estudiante, esa es la actitud de una Princesita ante los retos de la vida, esa es la actitud de una hermosa damita del escenario que tiene un presente y un futuro verdaderamente brillante.
Eso es lo que pasa cuando un angelito como Ximena se encarna en tan hermosa figura y nos deja compartir con ella su presencia, su talento, su hermosura y sus ganas de cristalizar sus sueños. Eso es estar ante la presencia de un ángel. Y con todo respeto, cariño y admiración: Dios te bendiga Ximena.
Al término del proyecto, y quedando entre las 5 mejores voces de La Academia Kids, esta hermosa Princesita tiene prácticamente una carrera asegurada, ya sea en el canto o en la actuación, eso es innegable, y lo que es también un hecho es que al terminar este proceso, la pequeña Princesa de la Canción acaba de iniciar formalmente su carrera artística, de la cual, estoy seguro, irá en ascenso constante porque solamente a las estrellas y a los ángeles les está permitido hacernos tocar el cielo, y ella es, en su conjunto, un ángel que brilla como la más grande estrella.
Ximena, además, se convirtió en la consejera de la casa y todos, famosos y público, pudimos disfrutar de su ternura y sus buenas recomendaciones. Su ángel llenó el proyecto y le permitió ir creciendo en afinación, entonación, dicción, y en un mayor dominio del escenario con una capacidad impresionante para aprender y memorizar. Al interpretar el tema de La Quinta Estación su soltura, su voz, su carisma y su fuerza le ganaron el aplauso del público y el jurado, fue sin duda una de sus mejores, sino es que la mejor de sus interpretaciones.
Esa es la actitud de un estudiante, esa es la actitud de una Princesita ante los retos de la vida, esa es la actitud de una hermosa damita del escenario que tiene un presente y un futuro verdaderamente brillante.
Eso es lo que pasa cuando un angelito como Ximena se encarna en tan hermosa figura y nos deja compartir con ella su presencia, su talento, su hermosura y sus ganas de cristalizar sus sueños. Eso es estar ante la presencia de un ángel. Y con todo respeto, cariño y admiración: Dios te bendiga Ximena.
Al término del proyecto, y quedando entre las 5 mejores voces de La Academia Kids, esta hermosa Princesita tiene prácticamente una carrera asegurada, ya sea en el canto o en la actuación, eso es innegable, y lo que es también un hecho es que al terminar este proceso, la pequeña Princesa de la Canción acaba de iniciar formalmente su carrera artística, de la cual, estoy seguro, irá en ascenso constante porque solamente a las estrellas y a los ángeles les está permitido hacernos tocar el cielo, y ella es, en su conjunto, un ángel que brilla como la más grande estrella.
Ximena, ya de manera personal, quiero agradecerte por todos estos momentos llenos de tu magia, tu talento y tu ternura, y quiero decirte que esta página es tuya, y en cualquier otro proyecto o medio donde escriba, siempre vas a contar con mi apoyo incondicional. ¡Gracias!
Este Princesita, es un tributo a tu talento.
Este Princesita, es un tributo a tu talento.
«Juego de Gemelas»; Diversión por Duplicado
Desde sus inicios en 1895, el cine se ha convertido en el medio de entretenimiento por excelencia; esta privilegiada posición la ha mantenido a lo largo de los años por presentarnos historias fantásticas, mundos desconocidos, superhéroes y villanos y, por supuesto, historias cotidianas con gente común y corriente, viviendo situaciones con las cuales todos nos identificamos.
En 1961 los Estudios Disney estrenaron una cinta de corte familiar cuya trama giraba en torno a una pareja de gemelas (doble papel realizado por Hayley Mills) que intentan reconstruir el matrimonio de sus padres (Brian Keith y Maureen O’Hara) quienes viven separados, él en California y ella en Boston. Esta es la premisa de «Operación Cupido (The Parent Trap)», entretenida cinta dirigida por David Swift que, de inmediato, se convirtió en un éxito de taquilla.
Han pasado 38 años desde entonces (1999), los tiempos han cambiado y en el cine predominan las películas para un público ávido de acción, aventuras, suspenso, terror y futurismo, claro está, aderezadas con impresionantes efectos especiales.
Dentro de esta avalancha de superproducciones, el cine familiar se ha convertido en un extraño objeto en la cartelera, una pequeña joya cuya luz es tan brillante que llega a opacar a los más altos presupuestos y que llama la atención por la sencillez con que se roba los corazones de grandes y pequeños por igual.
Los ejecutivos de Disney, paladines del entretenimiento familiar, queriendo superar el éxito obtenido en 1961 volvieron a recrear la historia de esas inquietas hermanas, trayendo hasta nosotros «Juego de Gemelas (The Parent Trap)», una producción de Charles Shyer dirigida por Nancy Meyers con un guión de ellos mismos y David Swift, director de la primera versión.
En 1961 los Estudios Disney estrenaron una cinta de corte familiar cuya trama giraba en torno a una pareja de gemelas (doble papel realizado por Hayley Mills) que intentan reconstruir el matrimonio de sus padres (Brian Keith y Maureen O’Hara) quienes viven separados, él en California y ella en Boston. Esta es la premisa de «Operación Cupido (The Parent Trap)», entretenida cinta dirigida por David Swift que, de inmediato, se convirtió en un éxito de taquilla.
Han pasado 38 años desde entonces (1999), los tiempos han cambiado y en el cine predominan las películas para un público ávido de acción, aventuras, suspenso, terror y futurismo, claro está, aderezadas con impresionantes efectos especiales.
Dentro de esta avalancha de superproducciones, el cine familiar se ha convertido en un extraño objeto en la cartelera, una pequeña joya cuya luz es tan brillante que llega a opacar a los más altos presupuestos y que llama la atención por la sencillez con que se roba los corazones de grandes y pequeños por igual.
Los ejecutivos de Disney, paladines del entretenimiento familiar, queriendo superar el éxito obtenido en 1961 volvieron a recrear la historia de esas inquietas hermanas, trayendo hasta nosotros «Juego de Gemelas (The Parent Trap)», una producción de Charles Shyer dirigida por Nancy Meyers con un guión de ellos mismos y David Swift, director de la primera versión.
El año es 1986 y el lugar es el trasatlántico Queen Elizabeth II. Es aquí donde una joven pareja celebra su matrimonio entre bailes, risas y fuegos artificiales.
Once años y nueve meses después (1998) de esa boda nos encontramos en un lugar diferente: el Campamento Walden, un lugar enclavado en las montañas y a la orilla de un hermoso lago.
Hasta este lugar de ensueño llega, procedente de Napa Valley, California, una hermosa jovencita llamada Hallie Parker (Lindsay Lohan), hija de un exitoso y próspero vinicultor llamado Nick Parker (Dennis Quaid), divorciado, siendo ella su “única chica” y él un verdadero padre modelo.
Minutos después de la llegada de Hallie, arriba al campamento procedente de Londres, Inglaterra, otra hermosa jovencita de nombre Annie James (Lindsay Lohan), hija de Elizabeth James (Natasha Richardson), una exitosa diseñadora de vestidos de novia, también divorciada y por cierto, una madre ejemplar.
El parecido entre las dos es notable…
Después de enfrentarse en un duelo de esgrima y un juego de póker, Hallie y Annie se conocen y se dan cuenta de que son idénticas, y no sólo físicamente: ambas nacieron el 11 de agosto, las dos son expertas en esgrima y póker, les gustan las galletas de chocolate con crema de cacahuate y los más importante, Hallie no conoce a su mamá ni Annie a su papá, y a través de dos mitades de una fotografía tomada en el Queen Elizabeth II se dan cuenta de la verdad: son hermanas gemelas.
Ansiosas por conocer a sus padres, al final del campamento Hallie viaja a Londres y Annie a Napa Valley, conscientes de que al hacerlo provocarán un reencuentro, comenzando así una serie de divertidas, emotivas y tiernas situaciones que se complican cuando Annie descubre que su papá está a punto de casarse con una hermosa y ambiciosa publicista de nombre Meredith Blake.
Annie habla con Hallie y planean el reencuentro en un hotel de San Francisco, en complicidad con su abuelo (padre de Elizabeth), el mayordomo (de ella) y la niñera (de él), quienes ya saben toda la verdad. El tiempo corre y hay que actuar de inmediato…
El resultado de este embrollo es sumamente entretenido y emotivo.
Once años y nueve meses después (1998) de esa boda nos encontramos en un lugar diferente: el Campamento Walden, un lugar enclavado en las montañas y a la orilla de un hermoso lago.
Hasta este lugar de ensueño llega, procedente de Napa Valley, California, una hermosa jovencita llamada Hallie Parker (Lindsay Lohan), hija de un exitoso y próspero vinicultor llamado Nick Parker (Dennis Quaid), divorciado, siendo ella su “única chica” y él un verdadero padre modelo.
Minutos después de la llegada de Hallie, arriba al campamento procedente de Londres, Inglaterra, otra hermosa jovencita de nombre Annie James (Lindsay Lohan), hija de Elizabeth James (Natasha Richardson), una exitosa diseñadora de vestidos de novia, también divorciada y por cierto, una madre ejemplar.
El parecido entre las dos es notable…
Después de enfrentarse en un duelo de esgrima y un juego de póker, Hallie y Annie se conocen y se dan cuenta de que son idénticas, y no sólo físicamente: ambas nacieron el 11 de agosto, las dos son expertas en esgrima y póker, les gustan las galletas de chocolate con crema de cacahuate y los más importante, Hallie no conoce a su mamá ni Annie a su papá, y a través de dos mitades de una fotografía tomada en el Queen Elizabeth II se dan cuenta de la verdad: son hermanas gemelas.
Ansiosas por conocer a sus padres, al final del campamento Hallie viaja a Londres y Annie a Napa Valley, conscientes de que al hacerlo provocarán un reencuentro, comenzando así una serie de divertidas, emotivas y tiernas situaciones que se complican cuando Annie descubre que su papá está a punto de casarse con una hermosa y ambiciosa publicista de nombre Meredith Blake.
Annie habla con Hallie y planean el reencuentro en un hotel de San Francisco, en complicidad con su abuelo (padre de Elizabeth), el mayordomo (de ella) y la niñera (de él), quienes ya saben toda la verdad. El tiempo corre y hay que actuar de inmediato…
El resultado de este embrollo es sumamente entretenido y emotivo.
En su conjunto «Juego de Gemelas» es una producción que ha superado con mucho a la cinta original (sin restarle méritos a ésta), comenzando por el experimentado elenco donde destaca por encima de todos el doble papel realizado por la talentosa debutante Lindsay Lohan, quien le da a Annie y Hallie toda la gama de sentimientos y ocurrencias propias de su edad, con un toque de ternura e inocencia verdaderamente notables.
Otros puntos a su favor son los trabajos de edición (Stephen A. Rotter), fotografía (Dean Cundey), música original (Alan Silvestri) y el soundtrack, donde encontramos temas como “Love” (Nat King Cole), “Top of the world” (Shonen Knife), “Here comes the sun” (Bob Khaleel), “Never let you go” (Jakaranda), “I love you for sentimental reasons” (Linda Ronstadt) y “Let’s get together” (Nobody’s Angel), entre otros.
En esta época (2014) donde el sano entretenimiento familiar parece encontrarse en un segundo plano de importancia, vale la pena seguir la estela de luz de «Juego de Gemelas», una hermosa y divertida cinta que demuestra con trazos sencillos que no necesariamente lo innovador o atrevido es lo mejor.
Otros puntos a su favor son los trabajos de edición (Stephen A. Rotter), fotografía (Dean Cundey), música original (Alan Silvestri) y el soundtrack, donde encontramos temas como “Love” (Nat King Cole), “Top of the world” (Shonen Knife), “Here comes the sun” (Bob Khaleel), “Never let you go” (Jakaranda), “I love you for sentimental reasons” (Linda Ronstadt) y “Let’s get together” (Nobody’s Angel), entre otros.
En esta época (2014) donde el sano entretenimiento familiar parece encontrarse en un segundo plano de importancia, vale la pena seguir la estela de luz de «Juego de Gemelas», una hermosa y divertida cinta que demuestra con trazos sencillos que no necesariamente lo innovador o atrevido es lo mejor.
El Milagro de los Andes
Existen cintas que por su tema nos han dejado alguna enseñanza o que nos han servido de ejemplo y aliciente para seguir adelante en determinada circunstancia, películas acerca de grandes hombres que han pasado a la historia por sus logros o sus hazañas, ya sea en el campo de batalla o en la vida diaria, sin embargo, las cintas que presentan al hombre común y corriente enfrentado a una situación extraordinaria o extrema nos dejan una mayor enseñanza.
En 1972 un equipo de rugby integrado por jóvenes de entre 18 y 25 años se enfrentó a una situación inverosímil al chocar su avión en los Andes y permanecer perdidos en las nieves a temperaturas bajo cero y sin alimentos durante setenta días. La historia de “Los supervivientes de los Andes” recorrió el mundo entero, los escalofriantes testimonios de los sobrevivientes de esta tragedia sirvieron de base para la producción de dos cintas que narran los sucesos ocurridos en los Andes en 1972, así como incontables documentales, artículos periodísticos y libros con el testimonio de los jóvenes que se enfrentaron a estos hechos.
La primera película se titula «Los Supervivientes de los Andes» y es una coproducción de CONACINE y Productora Fílmica Real; esta cinta fue dirigida por René Cardona Jr. en 1975 y la estelarizaron Hugo Stiglitz, Norma Lazareno, Fernando Larrañaga, Luz María Aguilar, Carlos Cámara y Lorenzo de Rodas.
En esta primera versión se presentan con detalles íntimos y auténticos los antecedentes del vuelo, la tragedia aérea, la incertidumbre y desesperación de los familiares y amigos de los jóvenes ante los infructuosos resultados de la búsqueda, los espeluznantes episodios de la supervivencia y el estremecimiento del mundo ante las revelaciones de su necrofagia.
La segunda versión acerca de esta historia sin precedentes se estrenó a veintidós años de ocurridos los hechos, la dirección corrió a cargo de Frank Marshall («Aracnofobia») y nos presenta una historia más íntima y personal. «¡Viven! (¡Alive!)» es una impactante película sobre uno de los más sensacionales episodios que se registran en los anales de la resistencia humana.
Es el increíble relato de dieciséis jóvenes que salieron con vida de una catástrofe aérea en los Andes y resistieron setenta días de penalidades inverosímiles sin alimentos y sin fuego en temperaturas bajo cero y a más de dos mil metros sobre el nivel del mar.
Bloqueados por la nieve en un paraje inaccesible, ante el riesgo de morir irremisiblemente de hambre, se salvaron de la única manera posible: comiendo los cadáveres de sus compañeros muertos en el accidente.
En un paraje increíblemente bello y mortal, rodeados por el silencio, enfrentando temperaturas e inclemencias implacables y muy cerca de la presencia de Dios (“… existen dos tipos de dioses, el Dios que nos enseñaron en la escuela y el Dios que nosotros conocimos en la montaña…”), lograron sobrevivir dieciséis de un total de cuarenta y cinco.
Al suspenderse la búsqueda, los jóvenes sobrevivientes de la tragedia aérea tuvieron que aprender a sobrevivir por ellos mismos manteniendo viva la llama de la esperanza, planeando la manera de salir con vida de aquel paraje solitario.
Esta cinta es un tributo a su fuerza de voluntad, a su ingenio, a su fe religiosa y al heroísmo de sus dos líderes, Fernando Parrado (Ethan Hawke) y Roberto Canessa (Vincent Spano), quienes emprendieron una marcha suicida atravesando las montañas en busca de ayuda arriesgando sus vidas a cada paso, alentados por una tremenda fuerza interior, lograron lo increíble haciendo lo inimaginable, buscando quienes los rescatasen en helicópteros de aquel lugar infernal después de una dramática y escalofriante excursión de diez días a través de las crestas montañosas más altas del hemisferio occidental.
En ambas cintas se presenta una gradual madurez en los personajes, los dieciséis sobrevivientes habían tenido en los Andes una experiencia que los transformó de muchachos en hombres.
“A las siete de la mañana del día siguiente, 20 de enero, el padre Iván Caviedes se dirigió a la fosa común y celebró el servicio fúnebre. Cuando concluyó, esparció un puñado de tierra uruguaya sobre las rocas y erigió una pequeña cruz de hierro. Los chilenos de San Fernando que la confeccionaron, grabaron en ella dos inscripciones. La de un lado decía: El mundo a sus hermanos uruguayos…1972. En el otro se leía: Más cerca, Dios mío, de ti.
Horas más tarde, los helicópteros del SAR despegaron de la montaña con los hombres y su equipo a bordo. Uno de los días siguientes, César Charlone celebró una conferencia de prensa para agradecer a todos los chilenos la ayuda que habían aportado a la búsqueda, rescate y sepultura de los muertos. Con esta conferencia, dijo, quedaba cerrado y terminado para siempre el infausto acontecimiento” (“Supervivientes de los Andes”, Clay Blair Jr. Editorial Diana, p. 306).
“Así terminó la historia más inverosímil de supervivencia de los tiempos modernos. Es algo que jamás olvidarán cuantos tuvieron que ver con ella, aunque sólo fuese remotamente. Recordaban después todos los detalles de cuanto hicieron y pensaron en cada una de sus frases, como los norteamericanos de edad madura viven aún el momento en que se anunció el ataque a Pearl Harbor.
Gilberto Regules era uno de los que, meses más tarde, recordaba vívidamente cada momento de aquella noche anterior a la salida del avión de Montevideo, las complicadas diligencias para tener quien lo llevase al aeropuerto a través de los servicios del UTE… todo, menos que se volvió a quedar dormido aquella mañana, en un sueño que quizá le salvó la vida.
Y todavía estaba furioso cuando lo recordaba. Por haber perdido el avión. Porque sus amigos y compañeros de equipo que habían sobrevivido –Carlos Páez, Antonio Vizintín y otros- le habían dejado atrás. Habían tenido en los Andes una experiencia que los colocaba aparte, porque los había transformado de muchachos en hombres, en 70 días. Regules les tenía envidia… y sentía curiosidad respecto a sí mismo.
- Quisiera haber estado en el avión –dijo-. Quisiera saber cómo habría reaccionado en aquellas circunstancias. ¿Me habría acobardado o habría sido un líder? ¿Habría tenido la firme voluntad de vivir y hacer cuanto fuese necesario para ello, por inconvencional que fuese?” (“Supervivientes de los Andes”, Clay Blair Jr. Editorial Diana, p.p 313-314).
¿No sentirías la misma curiosidad?
¿Qué habrías hecho Tú?
En 1972 un equipo de rugby integrado por jóvenes de entre 18 y 25 años se enfrentó a una situación inverosímil al chocar su avión en los Andes y permanecer perdidos en las nieves a temperaturas bajo cero y sin alimentos durante setenta días. La historia de “Los supervivientes de los Andes” recorrió el mundo entero, los escalofriantes testimonios de los sobrevivientes de esta tragedia sirvieron de base para la producción de dos cintas que narran los sucesos ocurridos en los Andes en 1972, así como incontables documentales, artículos periodísticos y libros con el testimonio de los jóvenes que se enfrentaron a estos hechos.
La primera película se titula «Los Supervivientes de los Andes» y es una coproducción de CONACINE y Productora Fílmica Real; esta cinta fue dirigida por René Cardona Jr. en 1975 y la estelarizaron Hugo Stiglitz, Norma Lazareno, Fernando Larrañaga, Luz María Aguilar, Carlos Cámara y Lorenzo de Rodas.
En esta primera versión se presentan con detalles íntimos y auténticos los antecedentes del vuelo, la tragedia aérea, la incertidumbre y desesperación de los familiares y amigos de los jóvenes ante los infructuosos resultados de la búsqueda, los espeluznantes episodios de la supervivencia y el estremecimiento del mundo ante las revelaciones de su necrofagia.
La segunda versión acerca de esta historia sin precedentes se estrenó a veintidós años de ocurridos los hechos, la dirección corrió a cargo de Frank Marshall («Aracnofobia») y nos presenta una historia más íntima y personal. «¡Viven! (¡Alive!)» es una impactante película sobre uno de los más sensacionales episodios que se registran en los anales de la resistencia humana.
Es el increíble relato de dieciséis jóvenes que salieron con vida de una catástrofe aérea en los Andes y resistieron setenta días de penalidades inverosímiles sin alimentos y sin fuego en temperaturas bajo cero y a más de dos mil metros sobre el nivel del mar.
Bloqueados por la nieve en un paraje inaccesible, ante el riesgo de morir irremisiblemente de hambre, se salvaron de la única manera posible: comiendo los cadáveres de sus compañeros muertos en el accidente.
En un paraje increíblemente bello y mortal, rodeados por el silencio, enfrentando temperaturas e inclemencias implacables y muy cerca de la presencia de Dios (“… existen dos tipos de dioses, el Dios que nos enseñaron en la escuela y el Dios que nosotros conocimos en la montaña…”), lograron sobrevivir dieciséis de un total de cuarenta y cinco.
Al suspenderse la búsqueda, los jóvenes sobrevivientes de la tragedia aérea tuvieron que aprender a sobrevivir por ellos mismos manteniendo viva la llama de la esperanza, planeando la manera de salir con vida de aquel paraje solitario.
Esta cinta es un tributo a su fuerza de voluntad, a su ingenio, a su fe religiosa y al heroísmo de sus dos líderes, Fernando Parrado (Ethan Hawke) y Roberto Canessa (Vincent Spano), quienes emprendieron una marcha suicida atravesando las montañas en busca de ayuda arriesgando sus vidas a cada paso, alentados por una tremenda fuerza interior, lograron lo increíble haciendo lo inimaginable, buscando quienes los rescatasen en helicópteros de aquel lugar infernal después de una dramática y escalofriante excursión de diez días a través de las crestas montañosas más altas del hemisferio occidental.
En ambas cintas se presenta una gradual madurez en los personajes, los dieciséis sobrevivientes habían tenido en los Andes una experiencia que los transformó de muchachos en hombres.
“A las siete de la mañana del día siguiente, 20 de enero, el padre Iván Caviedes se dirigió a la fosa común y celebró el servicio fúnebre. Cuando concluyó, esparció un puñado de tierra uruguaya sobre las rocas y erigió una pequeña cruz de hierro. Los chilenos de San Fernando que la confeccionaron, grabaron en ella dos inscripciones. La de un lado decía: El mundo a sus hermanos uruguayos…1972. En el otro se leía: Más cerca, Dios mío, de ti.
Horas más tarde, los helicópteros del SAR despegaron de la montaña con los hombres y su equipo a bordo. Uno de los días siguientes, César Charlone celebró una conferencia de prensa para agradecer a todos los chilenos la ayuda que habían aportado a la búsqueda, rescate y sepultura de los muertos. Con esta conferencia, dijo, quedaba cerrado y terminado para siempre el infausto acontecimiento” (“Supervivientes de los Andes”, Clay Blair Jr. Editorial Diana, p. 306).
“Así terminó la historia más inverosímil de supervivencia de los tiempos modernos. Es algo que jamás olvidarán cuantos tuvieron que ver con ella, aunque sólo fuese remotamente. Recordaban después todos los detalles de cuanto hicieron y pensaron en cada una de sus frases, como los norteamericanos de edad madura viven aún el momento en que se anunció el ataque a Pearl Harbor.
Gilberto Regules era uno de los que, meses más tarde, recordaba vívidamente cada momento de aquella noche anterior a la salida del avión de Montevideo, las complicadas diligencias para tener quien lo llevase al aeropuerto a través de los servicios del UTE… todo, menos que se volvió a quedar dormido aquella mañana, en un sueño que quizá le salvó la vida.
Y todavía estaba furioso cuando lo recordaba. Por haber perdido el avión. Porque sus amigos y compañeros de equipo que habían sobrevivido –Carlos Páez, Antonio Vizintín y otros- le habían dejado atrás. Habían tenido en los Andes una experiencia que los colocaba aparte, porque los había transformado de muchachos en hombres, en 70 días. Regules les tenía envidia… y sentía curiosidad respecto a sí mismo.
- Quisiera haber estado en el avión –dijo-. Quisiera saber cómo habría reaccionado en aquellas circunstancias. ¿Me habría acobardado o habría sido un líder? ¿Habría tenido la firme voluntad de vivir y hacer cuanto fuese necesario para ello, por inconvencional que fuese?” (“Supervivientes de los Andes”, Clay Blair Jr. Editorial Diana, p.p 313-314).
¿No sentirías la misma curiosidad?
¿Qué habrías hecho Tú?
Sobrevivientes:
Roberto Jorge Canessa Urta. 19 años
Javier Alfredo Methol Abal. 36 años
Adolfo Luis Strauch Urioste. 24 años
Eduardo José Strauch Urioste. 25 años
Roy Alex Harley Sánchez. 20 años
José Luis Nicolás Inciarte Vázquez. 24 años
Roberto Fernando Jorge Francois Álvarez. 20 años
Fernando Seler Parrado Dolgay. 22 años
Daniel Fernández Strauch. 26 años
José Pedro Jacinto María Algorta Durán. 21 años
Álvaro Mangino Schmid. 19 años
Antonio José Vizintín Brandi. 19 años
Carlos Miguel Páez Rodríguez. 18 años
Ramón Mario Sabella Barreiro. 21 años
Gustavo Zerbino Stajano. 19 años
Alfredo Daniel Delgado Salaberry. 24 años
En Memoria:
Felipe Horacio Maquirrain Ibarburu. 22 años
Gustavo Diego Nicolich Arocena. 20 años
Fernando Vázquez Nebel. 20 años
Gastón Costemalle Jardi. 23 años
Arturo Eduardo Nogueira Paullier. 21 años
Numa Turcatti Pesquera. 24 años
Marcelo Pérez Ferreira. 25 años
Jorge Alexis Hounié Sere. 20 años
Julio Martínez Lamas Caubarrere. 24 años
Guido Magri Belsi. 23 años
Daniel Agustine Maspons Rosso. 20 años
Carlos Alberto Valeta Vallendor. 18 años
Francisco Domingo Abal Guerault. 21 años
Rafael Echavarren Vázquez. 22 años
Daniel Gonzalo Shaw Urioste. 24 años
Juan Carlos Menéndez Villaseca. 22 años
Enrique Platero Riet. 22 años
Francisco Nicola Brusco. 40 años
Esther Horta Pérez de Nicola. 40 años
Eugenia Dolgay Diedug de Parrado. 50 años
Susana Elena Alicia Parrado Dolgay. 20 años
Graciela Obdulia Augusto Gumila de Mariani. 42 años
Liliana Beatriz Navarro Petraglia de Methol. 34 años
Diego Storm Cornah. 20 años
Coronel Julio César Ferradas Benítez. 39 años (piloto)
Teniente Coronel Dante Héctor Lagurara Guiado. 41 años (copiloto)
Teniente Ramón Martínez Rezende. 30 años (navegante)
Carlos Roque González. 24 años (mecánico)
Ovidio Joaquín Ramírez Barreto. 26 años (sobrecargo)
Roberto Jorge Canessa Urta. 19 años
Javier Alfredo Methol Abal. 36 años
Adolfo Luis Strauch Urioste. 24 años
Eduardo José Strauch Urioste. 25 años
Roy Alex Harley Sánchez. 20 años
José Luis Nicolás Inciarte Vázquez. 24 años
Roberto Fernando Jorge Francois Álvarez. 20 años
Fernando Seler Parrado Dolgay. 22 años
Daniel Fernández Strauch. 26 años
José Pedro Jacinto María Algorta Durán. 21 años
Álvaro Mangino Schmid. 19 años
Antonio José Vizintín Brandi. 19 años
Carlos Miguel Páez Rodríguez. 18 años
Ramón Mario Sabella Barreiro. 21 años
Gustavo Zerbino Stajano. 19 años
Alfredo Daniel Delgado Salaberry. 24 años
En Memoria:
Felipe Horacio Maquirrain Ibarburu. 22 años
Gustavo Diego Nicolich Arocena. 20 años
Fernando Vázquez Nebel. 20 años
Gastón Costemalle Jardi. 23 años
Arturo Eduardo Nogueira Paullier. 21 años
Numa Turcatti Pesquera. 24 años
Marcelo Pérez Ferreira. 25 años
Jorge Alexis Hounié Sere. 20 años
Julio Martínez Lamas Caubarrere. 24 años
Guido Magri Belsi. 23 años
Daniel Agustine Maspons Rosso. 20 años
Carlos Alberto Valeta Vallendor. 18 años
Francisco Domingo Abal Guerault. 21 años
Rafael Echavarren Vázquez. 22 años
Daniel Gonzalo Shaw Urioste. 24 años
Juan Carlos Menéndez Villaseca. 22 años
Enrique Platero Riet. 22 años
Francisco Nicola Brusco. 40 años
Esther Horta Pérez de Nicola. 40 años
Eugenia Dolgay Diedug de Parrado. 50 años
Susana Elena Alicia Parrado Dolgay. 20 años
Graciela Obdulia Augusto Gumila de Mariani. 42 años
Liliana Beatriz Navarro Petraglia de Methol. 34 años
Diego Storm Cornah. 20 años
Coronel Julio César Ferradas Benítez. 39 años (piloto)
Teniente Coronel Dante Héctor Lagurara Guiado. 41 años (copiloto)
Teniente Ramón Martínez Rezende. 30 años (navegante)
Carlos Roque González. 24 años (mecánico)
Ovidio Joaquín Ramírez Barreto. 26 años (sobrecargo)
Noticias del Imperio
“Yo soy María Carlota de Bélgica, Emperatriz de México y de América”… con esta frase se inicia uno de los documentos literarios más cautivantes de los últimos tiempos: «Noticias del Imperio», del escritor Fernando del Paso.
En esta obra, basada en la trágica historia de un efímero imperio, su protagonista, la Emperatriz Carlota, narra en retrospectiva los hechos que llevaron al fusilamiento de su esposo, el Archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo, Emperador de México.
Los recuerdos de la soberana comienzan desde sus orígenes familiares en la corte europea, los sueños de su niñez y los amores de su juventud hasta su matrimonio con Maximiliano; y a la par se narra la situación por la que atravesaba México, una joven nación convulsionada por la guerra.
En 1861 el Presidente Benito Juárez suspendió los pagos de la deuda externa mexicana. Esta suspensión sirvió de pretexto al entonces Emperador de Francia, Napoleón III, para enviar a México un ejército de ocupación con el fin de crear en el país una monarquía al frente de la cual estaría un príncipe católico europeo, mismo que llegó a las costas mexicanas a mediados de 1864: Maximiliano de Habsburgo.
“Yo soy María Carlota de Bélgica, Regente de Anáhuac, Reina de Nicaragua, Baronesa del Mato Grosso, Princesa de Chichén Itzá”…
Entre sus recuerdos, mezclados en ocasiones con amargura y dolor, la protagonista narra su estadía en el Castillo de Miramar, de donde partirían con los baúles llenos de esperanzas y de sueños, mismos que morirían al tocar tierras mexicanas. Engañado por el grupo de mexicanos que buscaban desplazar al gobierno legítimo de Juárez, el monarca se encontró con una enconada lucha por el poder entre los dos bandos, una guerra ajena a él y a sus ideales.
Traicionado y abandonado por el Emperador Napoleón III, el efímero monarca mexicano tuvo que enfrentar un trágico destino: el repudio de una nación, el desamparo de sus familiares y su muerte en el Cerro de las Campanas, en 1867.
“Un 19 de junio que el mundo nunca olvidó, se ejecutó la sentencia que el Presidente ordenó. Al Cerro de las Campanas el cortejo se marchó; cuando llegó estaban listos los hombres del pelotón”.
“Que lo perdonaran, dijo, como los perdono yo. Vine por el bien de México, y no por necia ambición. Dijo el capitán ¡PREPAREN! y el Emperador sonrió: no se derrame más sangre, se lo suplico por Dios. El capitán dijo ¡APUNTEN! y el Emperador pidió: que yo quiero ser el último que por la patria murió. Así dijo y con voz ronca ¡Viva México! gritó”.
“El capitán dijo ¡FUEGO!... y el pelotón disparó”.
Tras diez años de exhaustiva investigación, el gran narrador Fernando del Paso logró conjuntar la novela que encierra en su interior la historia y la ficción; la realidad y la fantasía; la política, la religión, la filosofía y la aventura; el odio y el amor; la leyenda y el mito.
“Yo soy María Carlota de Bélgica, Emperatriz de México, Princesa de la Nada y el Vacío, Soberana de la Espuma y de los Sueños, Reina de la Quimera y el Olvido, Emperatriz de la Mentira. Hoy vino el mensajero a traerme Noticias del Imperio, y me dijo que Lindbergh está cruzando el Atlántico en un pájaro de acero para llevarme de regreso a México”.
En esta obra, basada en la trágica historia de un efímero imperio, su protagonista, la Emperatriz Carlota, narra en retrospectiva los hechos que llevaron al fusilamiento de su esposo, el Archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo, Emperador de México.
Los recuerdos de la soberana comienzan desde sus orígenes familiares en la corte europea, los sueños de su niñez y los amores de su juventud hasta su matrimonio con Maximiliano; y a la par se narra la situación por la que atravesaba México, una joven nación convulsionada por la guerra.
En 1861 el Presidente Benito Juárez suspendió los pagos de la deuda externa mexicana. Esta suspensión sirvió de pretexto al entonces Emperador de Francia, Napoleón III, para enviar a México un ejército de ocupación con el fin de crear en el país una monarquía al frente de la cual estaría un príncipe católico europeo, mismo que llegó a las costas mexicanas a mediados de 1864: Maximiliano de Habsburgo.
“Yo soy María Carlota de Bélgica, Regente de Anáhuac, Reina de Nicaragua, Baronesa del Mato Grosso, Princesa de Chichén Itzá”…
Entre sus recuerdos, mezclados en ocasiones con amargura y dolor, la protagonista narra su estadía en el Castillo de Miramar, de donde partirían con los baúles llenos de esperanzas y de sueños, mismos que morirían al tocar tierras mexicanas. Engañado por el grupo de mexicanos que buscaban desplazar al gobierno legítimo de Juárez, el monarca se encontró con una enconada lucha por el poder entre los dos bandos, una guerra ajena a él y a sus ideales.
Traicionado y abandonado por el Emperador Napoleón III, el efímero monarca mexicano tuvo que enfrentar un trágico destino: el repudio de una nación, el desamparo de sus familiares y su muerte en el Cerro de las Campanas, en 1867.
“Un 19 de junio que el mundo nunca olvidó, se ejecutó la sentencia que el Presidente ordenó. Al Cerro de las Campanas el cortejo se marchó; cuando llegó estaban listos los hombres del pelotón”.
“Que lo perdonaran, dijo, como los perdono yo. Vine por el bien de México, y no por necia ambición. Dijo el capitán ¡PREPAREN! y el Emperador sonrió: no se derrame más sangre, se lo suplico por Dios. El capitán dijo ¡APUNTEN! y el Emperador pidió: que yo quiero ser el último que por la patria murió. Así dijo y con voz ronca ¡Viva México! gritó”.
“El capitán dijo ¡FUEGO!... y el pelotón disparó”.
Tras diez años de exhaustiva investigación, el gran narrador Fernando del Paso logró conjuntar la novela que encierra en su interior la historia y la ficción; la realidad y la fantasía; la política, la religión, la filosofía y la aventura; el odio y el amor; la leyenda y el mito.
“Yo soy María Carlota de Bélgica, Emperatriz de México, Princesa de la Nada y el Vacío, Soberana de la Espuma y de los Sueños, Reina de la Quimera y el Olvido, Emperatriz de la Mentira. Hoy vino el mensajero a traerme Noticias del Imperio, y me dijo que Lindbergh está cruzando el Atlántico en un pájaro de acero para llevarme de regreso a México”.