Talento a Flor de Piel
Nuestros pequeños, a veces como inquietos huracanes llenos de actividad, juegos y sonrisas; otras veces como artistas en potencia (bailarines, cantantes, escultores, pintores) o deportistas listos para las olimpiadas… así son los niños y niñas en vacaciones y es entonces cuando nosotros como papás debemos encauzarlos por el camino correcto y no cortar ese talento innato que se debe pulir como una joya preciosa: es la mágica creatividad de nuestros hijos, es lo que les gusta hacer, son sus sueños cristalizados de ese verano.
Y un lugar ideal para dar rienda suelta a ese talento son los cursos de verano, y voy a referirme en especial a dos lugares en donde los sueños sí se vuelven una hermosa realidad. En este período vacacional tuve la oportunidad de conocer a la licenciada Lidia García Camarena, directora del Centro CDC Nº 2 del Sistema DIF Guadalajara, ubicado en la avenida Javier Mina # 3435 en la colonia La Aurora, en donde se imparten cursos de verano de las actividades más variadas, desde teatro infantil, canto y vocalización, cocina kids, manualidades, mágia y en el cuál yo pude colaborar con dos talleres: fotografía y lectura , redacción, ortografía y lectura.
Compartir con mis pequeños alumnos esas ganas por aprender, ver en sus caritas ese brillo y esa luz cuando van aprendiendo algo nuevo es, sencillamente, una bendición, y es por eso que hoy reconozco ese mágico talento salido de su creatividad, sus corazones y sus ganas por seguir creciendo y aprendiendo. Estos son algunos de sus logros:
Y un lugar ideal para dar rienda suelta a ese talento son los cursos de verano, y voy a referirme en especial a dos lugares en donde los sueños sí se vuelven una hermosa realidad. En este período vacacional tuve la oportunidad de conocer a la licenciada Lidia García Camarena, directora del Centro CDC Nº 2 del Sistema DIF Guadalajara, ubicado en la avenida Javier Mina # 3435 en la colonia La Aurora, en donde se imparten cursos de verano de las actividades más variadas, desde teatro infantil, canto y vocalización, cocina kids, manualidades, mágia y en el cuál yo pude colaborar con dos talleres: fotografía y lectura , redacción, ortografía y lectura.
Compartir con mis pequeños alumnos esas ganas por aprender, ver en sus caritas ese brillo y esa luz cuando van aprendiendo algo nuevo es, sencillamente, una bendición, y es por eso que hoy reconozco ese mágico talento salido de su creatividad, sus corazones y sus ganas por seguir creciendo y aprendiendo. Estos son algunos de sus logros:
“Dibujando una Casita”. Por Lydia Giselle Casarrubias García
De este niño la carita es igual que una casita; y con lápiz y papel aquí la dibujaré. Los pelos de su cabeza son del tejado las tejas; los ojitos son ventanas redondas en la fachada; la boca, que tiene abierta ¿qué ha de ser? sino la puerta; y en medio está la nariz, que es un timbre y hace ¡Riin, Riin Riin!
De este niño la carita es igual que una casita; y con lápiz y papel aquí la dibujaré. Los pelos de su cabeza son del tejado las tejas; los ojitos son ventanas redondas en la fachada; la boca, que tiene abierta ¿qué ha de ser? sino la puerta; y en medio está la nariz, que es un timbre y hace ¡Riin, Riin Riin!
“El Príncipe Feo”. Por Alondra Marisol Carrillo Torres
Había una vez un Príncipe que era muy bueno y noble, pero era feo.
Un día se enamoró de una Princesa, pero quién lo iba a querer, si era muy feo.
Un día la Princesa fue al bosque a cortar flores para su cuarto y el Príncipe le dijo que la amaba, pero que estaba feo, y le contestó la Princesa que no le importaba que fuera feo o guapo, que le importaba que fuera bueno y noble y aceptó casarse con él y vivieron felices para siempre.
Había una vez un Príncipe que era muy bueno y noble, pero era feo.
Un día se enamoró de una Princesa, pero quién lo iba a querer, si era muy feo.
Un día la Princesa fue al bosque a cortar flores para su cuarto y el Príncipe le dijo que la amaba, pero que estaba feo, y le contestó la Princesa que no le importaba que fuera feo o guapo, que le importaba que fuera bueno y noble y aceptó casarse con él y vivieron felices para siempre.
“La Leyenda del Slenderman”. Por Carlos Adair Kisimoto Núñez
Había una vez un niño que en la escuela lo odiaban, lo golpeaban y lo insultaban los niños, los maestros y también su familia. El niño iba a saltar a una presa y un señor misterioso lo detuvo y le preguntó que por qué quería suicidarse y le dijo el niño que porque nadie lo quería, y le dijo el señor, “yo puedo cambiar tu vida”.
El señor lo llevó a un edificio abandonado y al niño lo durmió con un tranquilizante y cuando despertó estaba en el suelo, atado, y dijo el señor, “iniciando el experimento número 87”, activó una máquina pero hubo un error y se produjo una explosión y el niño sufrió una mutación y podía alargar sus extremidades y sacar tentáculos por la espalda. Los adultos no lo podían ver, solamente los niños puros de corazón.
Había una vez un niño que en la escuela lo odiaban, lo golpeaban y lo insultaban los niños, los maestros y también su familia. El niño iba a saltar a una presa y un señor misterioso lo detuvo y le preguntó que por qué quería suicidarse y le dijo el niño que porque nadie lo quería, y le dijo el señor, “yo puedo cambiar tu vida”.
El señor lo llevó a un edificio abandonado y al niño lo durmió con un tranquilizante y cuando despertó estaba en el suelo, atado, y dijo el señor, “iniciando el experimento número 87”, activó una máquina pero hubo un error y se produjo una explosión y el niño sufrió una mutación y podía alargar sus extremidades y sacar tentáculos por la espalda. Los adultos no lo podían ver, solamente los niños puros de corazón.
“La Familia Perfecta”. Por Flor Andrea Sánchez Zúñiga.
Había una vez un papá y un hijo que caminaban en el parque, y le dijo el niño al papá “por qué no podemos ser una familia perfecta”, y le contestó el papá “pues porque una familia tiene papá, una mamá y un hijo, y nosotros solo somos papá e hijo”, y por qué nos dejó mi mamá, preguntó el niño, “pues para buscar a otro, pero sabes qué, nosotros somos la familia perfecta, aunque otros no lo piensen”.
- Te amo papá, dijo el niño.
- Yo también.
Y se abrazaron.
Había una vez un papá y un hijo que caminaban en el parque, y le dijo el niño al papá “por qué no podemos ser una familia perfecta”, y le contestó el papá “pues porque una familia tiene papá, una mamá y un hijo, y nosotros solo somos papá e hijo”, y por qué nos dejó mi mamá, preguntó el niño, “pues para buscar a otro, pero sabes qué, nosotros somos la familia perfecta, aunque otros no lo piensen”.
- Te amo papá, dijo el niño.
- Yo también.
Y se abrazaron.
“Una Historia de Amor”. Por Benjamín Jiménez Orozco.
Este cuento narra la historia de dos adolescentes, un chico y una chica que llevaban un año de novios; todos los días estaban juntos, se besaban, se acariciaban, se cuidaban, se amaban uno al otro y eran muy felices.
Un día ellos tuvieron una pelea y no se hablaron más por un tiempo. Así pasaron los días, las horas, los minutos y él comenzó a extrañar que amaba su dulce sonrisa, sus lindos ojos, su aroma, sus besos.
Entonces salió a buscarla para pedirle disculpas y decirle que la amaba con todo su corazón.
La buscó en su casa y no la encontró, le preguntó a sus amigas y ninguna sabía dónde estaba. La buscó en un último lugar: la plaza del centro donde salían a pasear y allí la vió, sentada, besándose con su mejor amigo. El chico llegó triste a su casa, agarró una hoja y comenzó a escribir entre lágrimas, luego se dirigió al hogar de su amada y dejó un sobre debajo de la puerta, cuidadosamente.
En la noche, cuando la chica llegó a su casa tropezó con la carta de su novio, la abrió lentamente y empezó a leer mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Él escribió que en la noche se iba a quitar la vida porque perdió a la única mujer que lo había amado. Le escribió que la iba a extrañar mucho.
Inmediatamente ella salió corriendo a buscarlo, pero cuando llegó y subió las escaleras, lo vió muerto.
Este cuento narra la historia de dos adolescentes, un chico y una chica que llevaban un año de novios; todos los días estaban juntos, se besaban, se acariciaban, se cuidaban, se amaban uno al otro y eran muy felices.
Un día ellos tuvieron una pelea y no se hablaron más por un tiempo. Así pasaron los días, las horas, los minutos y él comenzó a extrañar que amaba su dulce sonrisa, sus lindos ojos, su aroma, sus besos.
Entonces salió a buscarla para pedirle disculpas y decirle que la amaba con todo su corazón.
La buscó en su casa y no la encontró, le preguntó a sus amigas y ninguna sabía dónde estaba. La buscó en un último lugar: la plaza del centro donde salían a pasear y allí la vió, sentada, besándose con su mejor amigo. El chico llegó triste a su casa, agarró una hoja y comenzó a escribir entre lágrimas, luego se dirigió al hogar de su amada y dejó un sobre debajo de la puerta, cuidadosamente.
En la noche, cuando la chica llegó a su casa tropezó con la carta de su novio, la abrió lentamente y empezó a leer mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Él escribió que en la noche se iba a quitar la vida porque perdió a la única mujer que lo había amado. Le escribió que la iba a extrañar mucho.
Inmediatamente ella salió corriendo a buscarlo, pero cuando llegó y subió las escaleras, lo vió muerto.
“Historia de Dos Tigres”. Por Graciela Graniel Ramos.
Había una vez un tigre que salió a pasear porque quería caminar, y mientras paseaba se encontró a una tigresa y al verla se dio cuenta que estaba hermosa, la siguió y se paró a descansar y le dijo que ella era hermosa y ella le dijo “mi nombre es Any”.
- Que bonito nombre Any, le dijo el tigre.
- ¿Quieres ir a mi casa?, pregunto ella.
- Si quiero, pero no sé si mis padres quieran que vaya, respondió el tigre.
- ¿Y si les vas a preguntar?, Si te dejan, vienes aquí.
Sus papás lo dejaron y el fue con Any y conoció a su mamá y su papá y les dio gusto que fueran novios y los dejaron vivir juntos y el le ayudaba y así vivieron juntos en su cueva.
Había una vez un tigre que salió a pasear porque quería caminar, y mientras paseaba se encontró a una tigresa y al verla se dio cuenta que estaba hermosa, la siguió y se paró a descansar y le dijo que ella era hermosa y ella le dijo “mi nombre es Any”.
- Que bonito nombre Any, le dijo el tigre.
- ¿Quieres ir a mi casa?, pregunto ella.
- Si quiero, pero no sé si mis padres quieran que vaya, respondió el tigre.
- ¿Y si les vas a preguntar?, Si te dejan, vienes aquí.
Sus papás lo dejaron y el fue con Any y conoció a su mamá y su papá y les dio gusto que fueran novios y los dejaron vivir juntos y el le ayudaba y así vivieron juntos en su cueva.
“El Árbol Torcido”. Por Brayan Josué Torres Trejo.
Había una vez un árbol muy mentiroso, y cada vez que mentía se le torcía una rama, hasta que llegó a un punto que todo el árbol se torció y después un conejo lo vió y le preguntó “¿por qué estás torcido?” y el árbol le contestó que era por decir muchas mentiras, y desde ese entonces el pobre arbolito nunca más se volvió a enderezar.
“La Historia de 4 Mejores Amigos”. Por Joselinn Guadalupe Carrillo Torres.
Había una vez cuatro mejores amigos que soñaban con ser famosos y poder hacer un programa de televisión.
Un día tuvieron la oportunidad de poder hacer un programa.
Después de ese programa hicieron una banda llamada Big Time Rush y al fin su sueño se hizo realidad.
Después de hacer su programa un día uno de los de la banda, llamado Carlos se separó de ellos y todo se acabó, después de tres años de victorias.
Había una vez un árbol muy mentiroso, y cada vez que mentía se le torcía una rama, hasta que llegó a un punto que todo el árbol se torció y después un conejo lo vió y le preguntó “¿por qué estás torcido?” y el árbol le contestó que era por decir muchas mentiras, y desde ese entonces el pobre arbolito nunca más se volvió a enderezar.
“La Historia de 4 Mejores Amigos”. Por Joselinn Guadalupe Carrillo Torres.
Había una vez cuatro mejores amigos que soñaban con ser famosos y poder hacer un programa de televisión.
Un día tuvieron la oportunidad de poder hacer un programa.
Después de ese programa hicieron una banda llamada Big Time Rush y al fin su sueño se hizo realidad.
Después de hacer su programa un día uno de los de la banda, llamado Carlos se separó de ellos y todo se acabó, después de tres años de victorias.
“Estrella Vespertina”. Por Fernanda Estefanía Ríos Robles.
Brota una estrella en las alturas.
¿Quién la dibujó?
La estrella se ilumina y anuncia que el día está por terminar.
El Sol guarda sus rayos para que la noche pinte el cielo.
Saludo a la estrella, sonrío y me preparo para dormir.
Brota una estrella en las alturas.
¿Quién la dibujó?
La estrella se ilumina y anuncia que el día está por terminar.
El Sol guarda sus rayos para que la noche pinte el cielo.
Saludo a la estrella, sonrío y me preparo para dormir.
¡Felicidades! y mucho éxito les deseo a mis pequeños redactores: Lydia Giselle Casarrubias García, Ayumi Jaqueline Rivera Rentería, Graciela Graniel Ramos, Fernanda Estefanía Ríos Robles, Flor Andrea Sánchez Zúñiga, Carlos Adair Kisimoto Núñez, Joselinn Guadalupe Carrillo Torres, Alondra Marisol Carrillo Torres, Jorge Eduardo Carrillo Torres, Benjamín Jiménez Orozco, Santiago José Cruz Hernández, Oscar Alejandro García Fregoso, Brayan Josué Torres Trejo.
Y por supuesto, ¡Felicidades! a mis pequeños grandes fotógrafos por esa visión, esa creatividad y sus ganas constantes de aprender: Andrea Bernal Mendoza, Jimena Geraldine Godínez Trujillo, Oscar Alejandro García Fregoso, Juan Carlos Romero Gavilán, Ana Carolina Salas Rodríguez, Angel Jair Galván Grajeda.
Y es que cuando las cosas las haces de corazón, todo es una bendición y por eso quieres dar más, y por eso es un sentimiento de dar sin esperar nada a cambio… Y aún así obtienes la recompensa más hermosa: la sonrisa de una niña o un niño, el que te tomen de la mano y se vuelvan tus amigos instantáneos, el que te den un beso en la mejilla, el que brille en sus ojos la alegría y lata en su corazón todo ese amor que te transmiten. Eso hace que valga la pena vivir.
En una ocasión dijo la Madre Teresa de Calcuta: “Hay que dar hasta que duela”, yo me uno a este sentimiento porque al ser padre de una hermosa Princesita y al poder dar amor, conocimientos, tiempo y atención de corazón a nuestros pequeños alumnos sé que el ser humano en verdad es noble y esa debe ser nuestra misión: Dar Amor. Y si es a las hermosas Princesitas y los nobles Caballeritos que son nuestro presente, en verdad, todos, sin excepción, Nacimos Para Triunfar.
Y por supuesto, ¡Felicidades! a mis pequeños grandes fotógrafos por esa visión, esa creatividad y sus ganas constantes de aprender: Andrea Bernal Mendoza, Jimena Geraldine Godínez Trujillo, Oscar Alejandro García Fregoso, Juan Carlos Romero Gavilán, Ana Carolina Salas Rodríguez, Angel Jair Galván Grajeda.
Y es que cuando las cosas las haces de corazón, todo es una bendición y por eso quieres dar más, y por eso es un sentimiento de dar sin esperar nada a cambio… Y aún así obtienes la recompensa más hermosa: la sonrisa de una niña o un niño, el que te tomen de la mano y se vuelvan tus amigos instantáneos, el que te den un beso en la mejilla, el que brille en sus ojos la alegría y lata en su corazón todo ese amor que te transmiten. Eso hace que valga la pena vivir.
En una ocasión dijo la Madre Teresa de Calcuta: “Hay que dar hasta que duela”, yo me uno a este sentimiento porque al ser padre de una hermosa Princesita y al poder dar amor, conocimientos, tiempo y atención de corazón a nuestros pequeños alumnos sé que el ser humano en verdad es noble y esa debe ser nuestra misión: Dar Amor. Y si es a las hermosas Princesitas y los nobles Caballeritos que son nuestro presente, en verdad, todos, sin excepción, Nacimos Para Triunfar.
Soda Stereo; Sin Palabras
Soda Stereo fue una banda de rock argentina, considerada como una de las más influyentes e importantes bandas iberoamericanas de todos los tiempos y una leyenda de la música latina. Fue formada en Buenos Aires en el año 1982 por Gustavo Cerati (voz, guitarra), Héctor «Zeta» Bosio (bajo) y Carlos Alberto Ficicchia «Charly Alberti» (batería). Ellos desempeñaron un papel muy importante en el desarrollo y la difusión del rock latino e iberoamericano. Fueron el primer grupo de rock latino en lograr éxito en toda América del Sur, Central, parte de América del Norte (principalmente tanto en México como la población latina de Estados Unidos) e incluso en España. Ellos ayudaron a popularizar el rock en español, rock iberoamericano, y los géneros de rock latino a un público general. La banda estableció lo que sería el modelo para muchos otros grupos populares de habla hispana. Soda Stereo ha encabezado las listas de todos los tiempos en gran parte de América Latina y en su nativa Argentina, donde se establecieron varios récords de ventas de discos y asistencias a conciertos.
El primer sonido de Soda fue influenciado por músicos y bandas de new wave como The Police, Elvis Costello y Virus, y por bandas de post-punk como Television, como se ve en sus primeros cuatro álbumes Soda Stereo (1984), Nada Personal (1985), Signos (1986) y Doble Vida (1988). Poco a poco se convirtió en una banda de rock más crudo acercándose al sonido alternativo, y con el tiempo recibiendo influencias de rock clásico, rock progresivo, shoegaze, neo psicodelia, britpop y la música electrónica. Esto se aprecia en sus últimos tres álbumes de estudio Canción Animal (1990), Dynamo (1992) y Sueño Stereo (1995).
El primer sonido de Soda fue influenciado por músicos y bandas de new wave como The Police, Elvis Costello y Virus, y por bandas de post-punk como Television, como se ve en sus primeros cuatro álbumes Soda Stereo (1984), Nada Personal (1985), Signos (1986) y Doble Vida (1988). Poco a poco se convirtió en una banda de rock más crudo acercándose al sonido alternativo, y con el tiempo recibiendo influencias de rock clásico, rock progresivo, shoegaze, neo psicodelia, britpop y la música electrónica. Esto se aprecia en sus últimos tres álbumes de estudio Canción Animal (1990), Dynamo (1992) y Sueño Stereo (1995).
Durante su trayectoria activa, el grupo vendió más de 17 millones de copias sólo en Latinoamérica y mas de 30 en todo el mundo, cifra que sigue aumentando luego de su separación. Cuatro de sus álbumes han sido incluidos en la lista de los 250 mejores de todos los tiempos del rock iberoamericano o latino: Canción animal (2º), Comfort y música para volar (15º), Signos (40º) y Sueño Stereo (41º). Además, la edición en inglés de Rolling Stone consideró a Sueño Stereo como el cuarto mejor álbum de la historia del rock latino. Su canción «De música ligera» ha sido considerada la segunda mejor del rock hispanoamericano y la cuarta de todos los tiempos, tanto del rock latino, como del rock argentino en particular. Las canciones «Te hacen falta vitaminas» y «Nada personal» han sido consideradas la n.º 73 y n.º 74 respectivamente entre los mejores temas de rock argentino. Los videos de «En la ciudad de la furia» y «Ella usó mi cabeza como un revólver» fueron finalista y ganador respectivamente del entonces único premio MTV a la música latina. El video «Cuando pase el temblor» fue nominado finalista del 12.° World Festival of Video and TV en Acapulco. En 2002 recibieron el Premio Leyenda de MTV Latinoamérica por su trayectoria musical, el primero que entregó la entidad. En sus catorce años de existencia continuada realizaron 1488 recitales en 97 ciudades de 18 países de América y Europa.
En 1997 se disolvió por problemas personales y por diferencias de criterios artísticos entre sus integrantes, realizando una corta y emotiva gira de despedida terminada el 20 de septiembre de 1997 en el estadio de River Plate en el conocido como El Último Concierto. A mediados de 2007 la banda anunció su regreso para realizar una única gira continental llamada “Me Verás Volver” en la que reunió a más de un millón de seguidores, rompiendo varios récords de asistencia y número de conciertos. Hubo tímidas esperanzas de que la banda volviera a reunirse algún día, en especial por la buena relación que tenían en los últimos años Gustavo, Zeta y Charly. Sin embargo, Cerati Falleció el 4 de septiembre de 2014 tras cuatro años de coma causado por un accidente cerebro vascular, poniendo un punto final definitivo a Soda Stereo.
A comienzos de los años 80, Gustavo Cerati, de 22 años, y Héctor «Zeta» Bosio, de 23 años, estaban a punto de encontrarse. Gustavo y Zeta compartían los mismos gustos y sueños musicales y comenzaron una búsqueda para integrar un grupo punk rock inspirado en The Police, que visitó Argentina en 1980, y The Cure, con temas propios en español. Primero, Cerati se integró a The Morgan y luego formaron sucesivamente el grupo Stress, junto a Charly Amato, Sandra Baylac y el baterista Pablo Guadalupe, y Proyecto Erekto junto a Andrés Calamaro, que no cubrieron sus expectativas.
En el verano de 1982, ambos coincidieron en Punta del Este (Uruguay): Cerati con su grupo Sauvage y Bosio con The Morgan, una banda integrada también por Sandra Baylac, Hugo Dop, Christian Hansen, Pablo Rodríguez, Charly Amato, Osvaldo Kaplan y Andrés Calamaro. Debido a una serie de peripecias, Cerati y Bosio establecieron un estrecho vínculo musical y de amistad que los llevó a comenzar a tocar juntos.
En 1997 se disolvió por problemas personales y por diferencias de criterios artísticos entre sus integrantes, realizando una corta y emotiva gira de despedida terminada el 20 de septiembre de 1997 en el estadio de River Plate en el conocido como El Último Concierto. A mediados de 2007 la banda anunció su regreso para realizar una única gira continental llamada “Me Verás Volver” en la que reunió a más de un millón de seguidores, rompiendo varios récords de asistencia y número de conciertos. Hubo tímidas esperanzas de que la banda volviera a reunirse algún día, en especial por la buena relación que tenían en los últimos años Gustavo, Zeta y Charly. Sin embargo, Cerati Falleció el 4 de septiembre de 2014 tras cuatro años de coma causado por un accidente cerebro vascular, poniendo un punto final definitivo a Soda Stereo.
A comienzos de los años 80, Gustavo Cerati, de 22 años, y Héctor «Zeta» Bosio, de 23 años, estaban a punto de encontrarse. Gustavo y Zeta compartían los mismos gustos y sueños musicales y comenzaron una búsqueda para integrar un grupo punk rock inspirado en The Police, que visitó Argentina en 1980, y The Cure, con temas propios en español. Primero, Cerati se integró a The Morgan y luego formaron sucesivamente el grupo Stress, junto a Charly Amato, Sandra Baylac y el baterista Pablo Guadalupe, y Proyecto Erekto junto a Andrés Calamaro, que no cubrieron sus expectativas.
En el verano de 1982, ambos coincidieron en Punta del Este (Uruguay): Cerati con su grupo Sauvage y Bosio con The Morgan, una banda integrada también por Sandra Baylac, Hugo Dop, Christian Hansen, Pablo Rodríguez, Charly Amato, Osvaldo Kaplan y Andrés Calamaro. Debido a una serie de peripecias, Cerati y Bosio establecieron un estrecho vínculo musical y de amistad que los llevó a comenzar a tocar juntos.
Cerati comentaba de este modo esos primeros instantes:
“La fecha es el año 82, Guerra de las Malvinas. Yo trabajaba en una agencia como junior. Había estudiado Publicidad en la Facultad y con Zeta teníamos asignaturas en común, pero no nos conocíamos mucho. Yo estaba tocando con una banda de blues y rock de la zona de Flores, al oeste de Buenos Aires y él con un grupo que hacía covers. En el verano me fui a Punta del Este con un grupo de música disco, un grupo para ganar dinero. Hacía cosas de The Commodors, de guitarrista rítmico y cantaba con un par de inglesas que hacían las voces. El lugar donde tocábamos quebró y nos quedamos sin un peso en Punta del Este. Intentamos vender todo lo que estaba en la discoteca, porque la dueña se fugó. Nos mandó unos cheques sin fondos, así que empezamos a vender todo. Alquilamos el piano para poder quedarnos, porque estaba bueno ese verano. Uno de los pocos buenos, porque había gente sin plata, como nosotros. En otro lugar de Punta del Este estaba Zeta tocando con un grupo que se llamaba The Morgan. Como no tenía dónde quedarme, me fui con ellos, y ahí empezó mi relación con Zeta. Planeamos la idea de tener un grupo, y luego en las clases nos dedicábamos a buscar nombres de grupos, a escuchar música y cualquier cosa menos a lo que teníamos que hacer.
Pasamos largo tiempo buscando otras personas para hacer algo, y finalmente nos quedamos Zeta y yo con los teclados de Andrés Calamaro, con quien formamos una banda que se llamó Proyecto Erekto, que era un grupo de tecno. Pero nuestra idea era armar un grupo de rock. Había llegado The Police a Argentina (en diciembre de 1980) y teníamos que ir todos a verlos.
Por entonces Carlos Ficcichia, nombre legal de Charly Alberti, llamaba insistentemente por teléfono a María Laura Cerati, la hermana de Gustavo a quien había conocido en las piletas de River Plate , para invitarla a salir, pero ésta pensaba que era un «pesado» (molesto) y no lo quería atender. En una oportunidad fue Gustavo quien atendió una llamada de Charly para su hermana y entablaron una conversación de compromiso en la que Carlos contó que tocaba la batería y que era hijo de un famoso baterista de jazz, Tito Alberti, autor además de la conocida canción infantil «El elefante trompita». A la semana, Gustavo y Zeta decidieron visitar a Charly Alberti (cinco años más joven que Cerati) para escucharlo tocar en la batería de su padre. Luego de que Gustavo le dijera a Charly «¡el pelo te lo cortás!» la banda quedó formada”.
Después de examinar algunas ocurrencias (Aerosol, Side Car) adoptaron el nombre de Los Estereotipos, debido a una canción de The Specials que les apasionaba a los tres y que utilizaron unos meses. De esa primerísima época data un demo en donde grabó guitarras Richard Coleman que fue integrante oficial de la banda durante muy poco tiempo en aquellos días de 1982. Los temas del demo fueron los siguientes: «¿Por qué no puedo ser del jet set?», «Dime Sebastián» y «Debo soñar» (de Ulises Butrón), acompañados por Daniel Melero en teclados y Ulises Butrón en guitarra. Luego surgieron los nombres «Soda» y «Estéreo», dando como resultado «Soda Stereo», y manteniendo así parcialmente el nombre inicial.
Sobre el origen y sentido de la palabra «soda» explicaba un periodista:
“Ellos dicen que hacen música con burbujas. Pero en lugar de tratarse de lujosas burbujas de champagne, afirman hacer asumido la representatividad cotidiana y popular del sifón”.
Tito Alberti contó la siguiente anécdota:
“Un día les pregunté cómo se iban a llamar y me dijeron: Soda Stereo. Yo estaba medio hinchado y les dije: ¿Por qué no le ponen Sifón Drago? No me hablaron por seis meses. Y adónde llegaron, ¿no?”
Tocaron por primera vez con ese nombre el 19 de diciembre de 1982 en el cumpleaños de Alfredo Lois, compañero de universidad y quien sería futuro director de la mayoría de sus videos y creador de todos los aspectos relacionados con la presentación visual de la banda (peinados, vestimenta, tapas, escenarios, etc.). Lois sería reconocido por el propio Cerati como "el cuarto Soda".
“La fecha es el año 82, Guerra de las Malvinas. Yo trabajaba en una agencia como junior. Había estudiado Publicidad en la Facultad y con Zeta teníamos asignaturas en común, pero no nos conocíamos mucho. Yo estaba tocando con una banda de blues y rock de la zona de Flores, al oeste de Buenos Aires y él con un grupo que hacía covers. En el verano me fui a Punta del Este con un grupo de música disco, un grupo para ganar dinero. Hacía cosas de The Commodors, de guitarrista rítmico y cantaba con un par de inglesas que hacían las voces. El lugar donde tocábamos quebró y nos quedamos sin un peso en Punta del Este. Intentamos vender todo lo que estaba en la discoteca, porque la dueña se fugó. Nos mandó unos cheques sin fondos, así que empezamos a vender todo. Alquilamos el piano para poder quedarnos, porque estaba bueno ese verano. Uno de los pocos buenos, porque había gente sin plata, como nosotros. En otro lugar de Punta del Este estaba Zeta tocando con un grupo que se llamaba The Morgan. Como no tenía dónde quedarme, me fui con ellos, y ahí empezó mi relación con Zeta. Planeamos la idea de tener un grupo, y luego en las clases nos dedicábamos a buscar nombres de grupos, a escuchar música y cualquier cosa menos a lo que teníamos que hacer.
Pasamos largo tiempo buscando otras personas para hacer algo, y finalmente nos quedamos Zeta y yo con los teclados de Andrés Calamaro, con quien formamos una banda que se llamó Proyecto Erekto, que era un grupo de tecno. Pero nuestra idea era armar un grupo de rock. Había llegado The Police a Argentina (en diciembre de 1980) y teníamos que ir todos a verlos.
Por entonces Carlos Ficcichia, nombre legal de Charly Alberti, llamaba insistentemente por teléfono a María Laura Cerati, la hermana de Gustavo a quien había conocido en las piletas de River Plate , para invitarla a salir, pero ésta pensaba que era un «pesado» (molesto) y no lo quería atender. En una oportunidad fue Gustavo quien atendió una llamada de Charly para su hermana y entablaron una conversación de compromiso en la que Carlos contó que tocaba la batería y que era hijo de un famoso baterista de jazz, Tito Alberti, autor además de la conocida canción infantil «El elefante trompita». A la semana, Gustavo y Zeta decidieron visitar a Charly Alberti (cinco años más joven que Cerati) para escucharlo tocar en la batería de su padre. Luego de que Gustavo le dijera a Charly «¡el pelo te lo cortás!» la banda quedó formada”.
Después de examinar algunas ocurrencias (Aerosol, Side Car) adoptaron el nombre de Los Estereotipos, debido a una canción de The Specials que les apasionaba a los tres y que utilizaron unos meses. De esa primerísima época data un demo en donde grabó guitarras Richard Coleman que fue integrante oficial de la banda durante muy poco tiempo en aquellos días de 1982. Los temas del demo fueron los siguientes: «¿Por qué no puedo ser del jet set?», «Dime Sebastián» y «Debo soñar» (de Ulises Butrón), acompañados por Daniel Melero en teclados y Ulises Butrón en guitarra. Luego surgieron los nombres «Soda» y «Estéreo», dando como resultado «Soda Stereo», y manteniendo así parcialmente el nombre inicial.
Sobre el origen y sentido de la palabra «soda» explicaba un periodista:
“Ellos dicen que hacen música con burbujas. Pero en lugar de tratarse de lujosas burbujas de champagne, afirman hacer asumido la representatividad cotidiana y popular del sifón”.
Tito Alberti contó la siguiente anécdota:
“Un día les pregunté cómo se iban a llamar y me dijeron: Soda Stereo. Yo estaba medio hinchado y les dije: ¿Por qué no le ponen Sifón Drago? No me hablaron por seis meses. Y adónde llegaron, ¿no?”
Tocaron por primera vez con ese nombre el 19 de diciembre de 1982 en el cumpleaños de Alfredo Lois, compañero de universidad y quien sería futuro director de la mayoría de sus videos y creador de todos los aspectos relacionados con la presentación visual de la banda (peinados, vestimenta, tapas, escenarios, etc.). Lois sería reconocido por el propio Cerati como "el cuarto Soda".
Con el objetivo de darle más fuerza a la banda llamaron a Richard Coleman para que ocupara el rol de segundo guitarrista, pero al poco tiempo el mismo Richard reconoció que sonaban mejor antes de su incorporación y renunció a su puesto en buenos términos, confirmándose definitivamente como trío: Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti.
En julio de 1983 debutaron en público en la discoteque Airport, en el barrio de Nuñez :
Nuestro debut fue un desfile de modelos en la discoteque Airport, que quedaba cerca de donde ensayábamos en Buenos Aires. Nadie nos dio bolilla. Tocamos nosotros tres, con un sistema de amplificación muy deficiente. Pero nos dio gusto, aunque nadie nos escuchara. Parecíamos realmente un grupo punk, no sabíamos tocar y sonaba muy fuerte, aunque sólo fuera eso.
A partir de ese momento Soda Stereo comenzó a recorrer el circuito underground de Buenos Aires haciéndose conocer junto a otras bandas emergentes como Sumo, Los Twist, Los Encargados de Daniel Melero, etc., instalándose como banda estable en el tradicional y deteriorado cabaret Marabú, ubicado en Maipú 359. En esas primeras actuaciones interpretaban temas como «Héroes de la serie», «La vi parada allí» (cover en español de la canción de The Beatles, I Saw Her Standing There) y «Vamos a la playa», nunca grabadas, además de algunas otras que luego aparecerían en el segundo demo.36 En una ocasión en el Café Einstein, Luca Prodan, enfrentado con Cerati a quien consideraba «un chetito», se sumó a Soda Stereo para cantar a dúo un tema de The Police.
En 1983, Lalo Mir comenzó a difundir un segundo demo de la banda en su programa 9PM de Radio Del Plata, donde estaban «¿Por qué no puedo ser del jet set?», «Dietético» y «Te hacen falta vitaminas». La banda comenzaba a adquirir un poco de notoriedad. Una noche fueron llamados de un pub para suplir al grupo Nylon, que no iba a poder tocar. Así comenzó un período de constantes presentaciones que los condujeron al Bar Zero, lugar excluyente del under porteño, junto al Café Einstein. En el tercer show, Horacio Martínez, un histórico productor «cazatalentos» del rock argentino, los escuchó y los llevó a grabar profesionalmente para CBS, hecho que no se concretó sino hasta mediados de 1984, integrándose a la agencia de Rodríguez Ares.
Para ese entonces Soda Stereo ya se caracterizaba por ser la banda que más trabajaba sobre su imagen y mucho antes de grabar su primer álbum decidieron realizar un videoclip financiado con fondos propios. Alfredo Lois se convirtió en el encargado de las producciones visuales y del diseño gráfico de los volantes y afiches de sus presentaciones en vivo. Fue él quien sugirió la idea de editar el videoclip antes del lanzamiento del disco, algo corriente hoy en día, pero totalmente atípico por aquella época. El tema elegido fue «Dietético». La filmación fue realizada con equipos «prestados» de Cablevisión, donde Zeta Bosio trabajaba como asistente de producción.
Sobredosis de TV fue la canción elegida para presentar su primer álbum el 14 de diciembre de 1984: Soda Stereo.
El videoclip «Dietético» fue difundido por el programa Música Total de Canal 9 y tuvo un impacto considerable. Poco después, en la segunda mitad de 1984, la banda grabó su primer álbum, Soda Stereo, con la producción de Federico Moura, vocalista de Virus, quien había establecido una estrecha relación artística con Cerati que se expresó en el acercamiento entre ambas bandas. La grabación se realizó en los obsoletos estudios de CBS en la calle Paraguay y si bien el resultado obtenido fue un sonido más frío que el de las presentaciones en vivo, los músicos quedaron conformes. El trío fue acompañado por Daniel Melero en teclados (autor de «Trátame suavemente») y Gonzo Palacios en saxo, Nilda Peña en la Gaita, con la categoría de «músicos invitados», una práctica que adoptarían en lo sucesivo y que en algunos casos resultaron ser verdaderos miembros de la banda, denominados por los fans y los medios con el título de «cuarto Soda».
La presentación oficial del álbum se realizó el 1 de octubre y fue organizada por Ares como si se tratara de un espectáculo, algo que nunca se había hecho en la Argentina hasta entonces. El lugar elegido fue un local céntrico de comida rápida de la cadena Pumper Nic (Suipacha entre Corrientes y Lavalle), la más popular entre los jóvenes argentinos de los 80, y se proyectó el videoclip. La repercusión en la prensa fue buena, aunque momentánea. Al día siguiente el diario Clarín publicaba las siguientes declaraciones de la banda: “Somos un conjunto dietético, buscando el paraíso estético, Nuestra música es diétetica. Hace adelgazar comiendo, pero ante cualquier duda consulte a su médico. Tratamos de mantener los cuerpos sanos y las mentes desaceleradas”.
La creciente adhesión del público se fue manifestando en su actuación en escenarios cada vez más amplios: primero La Esquina del Sol en Palermo; el Recital de Los Lagos (1 y 2 de diciembre), su primer escenario multitudinario, junto a otras bandas de primera línea y conducción de Badía; y finalmente su primera actuación en el teatro Astros del 14 de diciembre de 1984 donde el disco fue presentado por primera vez en vivo. La estética fue preparada por Alfredo Lois, quien para la ocasión decidió colocar 26 televisores prendidos y fuera de sintonía con el fondo musical del tema «Sobredosis de TV». Esto, sumado a una gran cantidad de humo, dio un inusual y atrapante efecto visual. Para fin de año Soda Stereo ya era aceptado como la revelación del año, aunque figuraron segundos en la revista Pelo. Por entonces aparecen los primeros grupos de fans y detractores, así como una supuesta confrontación que, en la Argentina, resultaría clásica: Soda vs. Redondos.
A comienzos de 1985 la banda cambió de agencia, dejando la de Rodríguez Ares por Ohanián Producciones, dirigida por Alberto Ohanián e incorporaron como invitado en teclados a Fabián «Vön» Quintiero (quien luego tocara con Charly García y Los Ratones Paranoicos), uno de los músicos «invitados» que habría de recibir el título de «cuarto Soda».
En julio de 1983 debutaron en público en la discoteque Airport, en el barrio de Nuñez :
Nuestro debut fue un desfile de modelos en la discoteque Airport, que quedaba cerca de donde ensayábamos en Buenos Aires. Nadie nos dio bolilla. Tocamos nosotros tres, con un sistema de amplificación muy deficiente. Pero nos dio gusto, aunque nadie nos escuchara. Parecíamos realmente un grupo punk, no sabíamos tocar y sonaba muy fuerte, aunque sólo fuera eso.
A partir de ese momento Soda Stereo comenzó a recorrer el circuito underground de Buenos Aires haciéndose conocer junto a otras bandas emergentes como Sumo, Los Twist, Los Encargados de Daniel Melero, etc., instalándose como banda estable en el tradicional y deteriorado cabaret Marabú, ubicado en Maipú 359. En esas primeras actuaciones interpretaban temas como «Héroes de la serie», «La vi parada allí» (cover en español de la canción de The Beatles, I Saw Her Standing There) y «Vamos a la playa», nunca grabadas, además de algunas otras que luego aparecerían en el segundo demo.36 En una ocasión en el Café Einstein, Luca Prodan, enfrentado con Cerati a quien consideraba «un chetito», se sumó a Soda Stereo para cantar a dúo un tema de The Police.
En 1983, Lalo Mir comenzó a difundir un segundo demo de la banda en su programa 9PM de Radio Del Plata, donde estaban «¿Por qué no puedo ser del jet set?», «Dietético» y «Te hacen falta vitaminas». La banda comenzaba a adquirir un poco de notoriedad. Una noche fueron llamados de un pub para suplir al grupo Nylon, que no iba a poder tocar. Así comenzó un período de constantes presentaciones que los condujeron al Bar Zero, lugar excluyente del under porteño, junto al Café Einstein. En el tercer show, Horacio Martínez, un histórico productor «cazatalentos» del rock argentino, los escuchó y los llevó a grabar profesionalmente para CBS, hecho que no se concretó sino hasta mediados de 1984, integrándose a la agencia de Rodríguez Ares.
Para ese entonces Soda Stereo ya se caracterizaba por ser la banda que más trabajaba sobre su imagen y mucho antes de grabar su primer álbum decidieron realizar un videoclip financiado con fondos propios. Alfredo Lois se convirtió en el encargado de las producciones visuales y del diseño gráfico de los volantes y afiches de sus presentaciones en vivo. Fue él quien sugirió la idea de editar el videoclip antes del lanzamiento del disco, algo corriente hoy en día, pero totalmente atípico por aquella época. El tema elegido fue «Dietético». La filmación fue realizada con equipos «prestados» de Cablevisión, donde Zeta Bosio trabajaba como asistente de producción.
Sobredosis de TV fue la canción elegida para presentar su primer álbum el 14 de diciembre de 1984: Soda Stereo.
El videoclip «Dietético» fue difundido por el programa Música Total de Canal 9 y tuvo un impacto considerable. Poco después, en la segunda mitad de 1984, la banda grabó su primer álbum, Soda Stereo, con la producción de Federico Moura, vocalista de Virus, quien había establecido una estrecha relación artística con Cerati que se expresó en el acercamiento entre ambas bandas. La grabación se realizó en los obsoletos estudios de CBS en la calle Paraguay y si bien el resultado obtenido fue un sonido más frío que el de las presentaciones en vivo, los músicos quedaron conformes. El trío fue acompañado por Daniel Melero en teclados (autor de «Trátame suavemente») y Gonzo Palacios en saxo, Nilda Peña en la Gaita, con la categoría de «músicos invitados», una práctica que adoptarían en lo sucesivo y que en algunos casos resultaron ser verdaderos miembros de la banda, denominados por los fans y los medios con el título de «cuarto Soda».
La presentación oficial del álbum se realizó el 1 de octubre y fue organizada por Ares como si se tratara de un espectáculo, algo que nunca se había hecho en la Argentina hasta entonces. El lugar elegido fue un local céntrico de comida rápida de la cadena Pumper Nic (Suipacha entre Corrientes y Lavalle), la más popular entre los jóvenes argentinos de los 80, y se proyectó el videoclip. La repercusión en la prensa fue buena, aunque momentánea. Al día siguiente el diario Clarín publicaba las siguientes declaraciones de la banda: “Somos un conjunto dietético, buscando el paraíso estético, Nuestra música es diétetica. Hace adelgazar comiendo, pero ante cualquier duda consulte a su médico. Tratamos de mantener los cuerpos sanos y las mentes desaceleradas”.
La creciente adhesión del público se fue manifestando en su actuación en escenarios cada vez más amplios: primero La Esquina del Sol en Palermo; el Recital de Los Lagos (1 y 2 de diciembre), su primer escenario multitudinario, junto a otras bandas de primera línea y conducción de Badía; y finalmente su primera actuación en el teatro Astros del 14 de diciembre de 1984 donde el disco fue presentado por primera vez en vivo. La estética fue preparada por Alfredo Lois, quien para la ocasión decidió colocar 26 televisores prendidos y fuera de sintonía con el fondo musical del tema «Sobredosis de TV». Esto, sumado a una gran cantidad de humo, dio un inusual y atrapante efecto visual. Para fin de año Soda Stereo ya era aceptado como la revelación del año, aunque figuraron segundos en la revista Pelo. Por entonces aparecen los primeros grupos de fans y detractores, así como una supuesta confrontación que, en la Argentina, resultaría clásica: Soda vs. Redondos.
A comienzos de 1985 la banda cambió de agencia, dejando la de Rodríguez Ares por Ohanián Producciones, dirigida por Alberto Ohanián e incorporaron como invitado en teclados a Fabián «Vön» Quintiero (quien luego tocara con Charly García y Los Ratones Paranoicos), uno de los músicos «invitados» que habría de recibir el título de «cuarto Soda».
El 26 de enero salieron de Buenos Aires para tocar en el Festival Rock In Bali de Mar del Plata y el 17 de marzo en el Festival Chateau Rock '85 realizado en el Estadio Chateau Carreras de la provincia de Córdoba. La biografía oficial de la banda concede gran importancia a esta presentación indicando que actuaron ante 15 mil personas y que fueron la revelación del mismo. Sin embargo las fuentes cordobesas indican que hubo la mitad de gente y que «Raúl Porchetto fue el más ovacionado y los Soda pasaron casi inadvertidos porque su primer disco llevaba apenas unos meses de editado». De todos modos la actuación en el Chateau inició una relación personal de la banda con los jóvenes cordobeses y marcó el momento en que la banda comenzó a despegar hacia el estrellato nacional.
El éxito del grupo comenzaba en un momento muy particular, relacionado, por una parte con el retorno a la democracia en Argentina (10 de diciembre de 1983) y por el otro con las nociones de posmodernidad y el modo en que los jóvenes de la década del 80 intentaban pensar su papel en una sociedad democrática, que salía de una cruenta dictadura y de una guerra. Años más tarde Zeta Bosio reflexionaba de este modo sobre ese momento:
“La democracia producía la adrenalina de algo nuevo, algo que estaba ocurriendo, que sabía que nos iba a modificar sin saber bien cómo. Había más aire para hacer cosas y divagar, y nosotros éramos una banda de pibes que teníamos ganas de hacer lío. Nuestra atención estaba en el punk y en tratar de mostrar que había otra cosa que era más directa”.
Los días 21, 22 y 23 de junio de 1985 volvieron a presentarse en el Teatro Astros de Buenos Aires, adelantando algunos temas de lo que meses más tarde sería su segundo disco de estudio, titulado Nada personal.
El 13 de octubre de ese año se presentaron ante el gran público de Buenos Aires en el marco de la tercera noche del Festival Rock & Pop realizado en el Estadio José Amalfitani del club Vélez Sarsfield, compartiendo cartel con INXS, Nina Hagen, Charly García, Virus y Sumo, entre otros. Para ese entonces Fabián «Vön» Quintiero y el Gonzo Palacios ya eran «invitados estables».
El video Cuando pase el temblor (1986), dirigido por Alfredo Lois y realizado en las ruinas del Pucará de Tilcara, en Jujuy, donde fusionan rock y carnavalito, fue nominado como Video finalista del 12.° World Festival of Video and TV en Acapulco.
Su segundo álbum, Nada Personal, fue editado en octubre de 1985. Durante el verano el grupo realizó una gira de conciertos por los centros turísticos argentinos, tocando en Mar del Plata, Villa Gesell, Pinamar y Las Grutas, y Lomas de Zamora (Salón Go-es) sumando además un concierto consagratorio en el Festival de La Falda, en Córdoba, en el que contaron con la participación de Andrés Calamaro y Charly García como invitados en teclados en el tema Jet-set.
En abril decidieron presentar oficialmente el álbum con un concierto en el Estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires. Realizaron cuatro históricas funciones a lleno total sumando 20 000 espectadores, el 11, 12 y 13 de ese mes. Durante la primera de las tres funciones se filmó un vídeo en vivo de larga duración editado pocos meses después. Bobby Flores, el conocido crítico musical y cofundador de la revolucionaria radio Rock & Pop de Buenos Aires, terminaba de esta manera su crónica del recital: “Nos hallamos frente a la más poderosa agrupación del país... El mejor parámetro para medir esta presentación es que se me hizo corto, parecía haber durado diez minutos; y la gente se quedó con ganas de más. La salida del estadio fue un murmullo general de las canciones de Soda Stereo. La lluvia, el tráfico cortado en la Avenida Libertador por los que salían y por los que entraban, el último pancho de la noche y una saludable sensación de bienestar, no dejan lugar para las dudas existenciales. Volví a colocar mi mandíbula en su lugar, y me fui cantando bajito Estoy Azulado, entre la lluvia por Libertador”.
A partir de esos conciertos las ventas del disco comenzaron a crecer aceleradamente, pasando del disco de oro, que habían conseguido durante el verano, hasta el platino, y llegando a doblar esa cifra en los meses siguientes. Sin abandonar los ritmos «bailables», este segundo LP logró más profundidad en las letras y madurez en las melodías. El disco significó la consagración definitiva de Soda Stereo ante el público argentino.
En junio de 1986, luego de una gira nacional, el trío grabó su segundo video-clip con el tema «Cuando pase el temblor», nuevamente bajo la dirección de Alfredo Lois, en las ruinas del Pucará de Tilcara, en la provincia de Jujuy. El video, que completó la filmación de la presentación en el Estadio Obras, fue nominado como finalista del 12.° World Festival of Video and TV en Acapulco unos años después. En 1986 los jóvenes chilenos recibieron a Soda Stereo como ídolos populares. La canción que expresó ese primer contacto fue «Nada personal», que se convirtió en un éxito radial. Poco después, en febrero de 1987, y nuevamente en Chile, su éxito en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar les abrió las puertas de América.
A fines de 1986 Soda Stereo realizó su primera gira latinoamericana, aún dentro de la presentación de Nada Personal. La banda se presentó en Colombia (6-7-9-18 de noviembre en Bogotá y 8 de noviembre en Medellín), Perú (12 de noviembre en Arequipa y 14-15-16 de noviembre en Lima) y Chile, con los temas de Nada Personal y con un éxito considerable. Por entonces el rock latino tenía escasa adhesión entre los jóvenes de América Latina (con la única excepción de Argentina, Perú , Uruguay y Chile) y las bandas de cada país no acostumbraban realizar giras internacionales.
El éxito fue especialmente masivo en Chile, donde realizaron cuatro recitales en Santiago (21-23-24-25 de noviembre) y uno en Valparaíso (22 de noviembre), durante la dictadura de Augusto Pinochet. Un testigo los recuerda así:
El éxito del grupo comenzaba en un momento muy particular, relacionado, por una parte con el retorno a la democracia en Argentina (10 de diciembre de 1983) y por el otro con las nociones de posmodernidad y el modo en que los jóvenes de la década del 80 intentaban pensar su papel en una sociedad democrática, que salía de una cruenta dictadura y de una guerra. Años más tarde Zeta Bosio reflexionaba de este modo sobre ese momento:
“La democracia producía la adrenalina de algo nuevo, algo que estaba ocurriendo, que sabía que nos iba a modificar sin saber bien cómo. Había más aire para hacer cosas y divagar, y nosotros éramos una banda de pibes que teníamos ganas de hacer lío. Nuestra atención estaba en el punk y en tratar de mostrar que había otra cosa que era más directa”.
Los días 21, 22 y 23 de junio de 1985 volvieron a presentarse en el Teatro Astros de Buenos Aires, adelantando algunos temas de lo que meses más tarde sería su segundo disco de estudio, titulado Nada personal.
El 13 de octubre de ese año se presentaron ante el gran público de Buenos Aires en el marco de la tercera noche del Festival Rock & Pop realizado en el Estadio José Amalfitani del club Vélez Sarsfield, compartiendo cartel con INXS, Nina Hagen, Charly García, Virus y Sumo, entre otros. Para ese entonces Fabián «Vön» Quintiero y el Gonzo Palacios ya eran «invitados estables».
El video Cuando pase el temblor (1986), dirigido por Alfredo Lois y realizado en las ruinas del Pucará de Tilcara, en Jujuy, donde fusionan rock y carnavalito, fue nominado como Video finalista del 12.° World Festival of Video and TV en Acapulco.
Su segundo álbum, Nada Personal, fue editado en octubre de 1985. Durante el verano el grupo realizó una gira de conciertos por los centros turísticos argentinos, tocando en Mar del Plata, Villa Gesell, Pinamar y Las Grutas, y Lomas de Zamora (Salón Go-es) sumando además un concierto consagratorio en el Festival de La Falda, en Córdoba, en el que contaron con la participación de Andrés Calamaro y Charly García como invitados en teclados en el tema Jet-set.
En abril decidieron presentar oficialmente el álbum con un concierto en el Estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires. Realizaron cuatro históricas funciones a lleno total sumando 20 000 espectadores, el 11, 12 y 13 de ese mes. Durante la primera de las tres funciones se filmó un vídeo en vivo de larga duración editado pocos meses después. Bobby Flores, el conocido crítico musical y cofundador de la revolucionaria radio Rock & Pop de Buenos Aires, terminaba de esta manera su crónica del recital: “Nos hallamos frente a la más poderosa agrupación del país... El mejor parámetro para medir esta presentación es que se me hizo corto, parecía haber durado diez minutos; y la gente se quedó con ganas de más. La salida del estadio fue un murmullo general de las canciones de Soda Stereo. La lluvia, el tráfico cortado en la Avenida Libertador por los que salían y por los que entraban, el último pancho de la noche y una saludable sensación de bienestar, no dejan lugar para las dudas existenciales. Volví a colocar mi mandíbula en su lugar, y me fui cantando bajito Estoy Azulado, entre la lluvia por Libertador”.
A partir de esos conciertos las ventas del disco comenzaron a crecer aceleradamente, pasando del disco de oro, que habían conseguido durante el verano, hasta el platino, y llegando a doblar esa cifra en los meses siguientes. Sin abandonar los ritmos «bailables», este segundo LP logró más profundidad en las letras y madurez en las melodías. El disco significó la consagración definitiva de Soda Stereo ante el público argentino.
En junio de 1986, luego de una gira nacional, el trío grabó su segundo video-clip con el tema «Cuando pase el temblor», nuevamente bajo la dirección de Alfredo Lois, en las ruinas del Pucará de Tilcara, en la provincia de Jujuy. El video, que completó la filmación de la presentación en el Estadio Obras, fue nominado como finalista del 12.° World Festival of Video and TV en Acapulco unos años después. En 1986 los jóvenes chilenos recibieron a Soda Stereo como ídolos populares. La canción que expresó ese primer contacto fue «Nada personal», que se convirtió en un éxito radial. Poco después, en febrero de 1987, y nuevamente en Chile, su éxito en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar les abrió las puertas de América.
A fines de 1986 Soda Stereo realizó su primera gira latinoamericana, aún dentro de la presentación de Nada Personal. La banda se presentó en Colombia (6-7-9-18 de noviembre en Bogotá y 8 de noviembre en Medellín), Perú (12 de noviembre en Arequipa y 14-15-16 de noviembre en Lima) y Chile, con los temas de Nada Personal y con un éxito considerable. Por entonces el rock latino tenía escasa adhesión entre los jóvenes de América Latina (con la única excepción de Argentina, Perú , Uruguay y Chile) y las bandas de cada país no acostumbraban realizar giras internacionales.
El éxito fue especialmente masivo en Chile, donde realizaron cuatro recitales en Santiago (21-23-24-25 de noviembre) y uno en Valparaíso (22 de noviembre), durante la dictadura de Augusto Pinochet. Un testigo los recuerda así:
“Recuerdo casi como si hubiera sido ayer ese día, noviembre 25 de 1986. En esa época los conciertos se hacían los días viernes o sábados. Viernes, era ese día. Hacía un calor de mierda, y la fila para entrar el estadio iba ya en cuatro cuadras. Con mi mejor pantalón Smile amasado y mis Plumas del color de moda, me fumaba un Advance corto que compartíamos con mi primo y un compañero de curso, con pará de cancheros buscando alguna mina pa' engrupir. A las 19 se abrió el estadio y empezamos a entrar. Una mina nos pidió que la dejáramos colarse que andaba con dos amigas, !!!listo tres pa' tres!!!, y nos cambiábamos cigarros. Todos teníamos galería y quedamos inmediatamente arriba del escenario. Adentro, los vendedores trataban de pasar con la bandeja llena de vasos de Free, tarea casi imposible. Era el segundo de los Free Concert, el primero había sido G.I.T., pero nada se comparaba con la efervescencia que llenaba el entonces Estadio Chile. Se apagaron las luces y a las 20:30, Gustavo, Zeta y Charly, comenzaban a tocar. Créanme que fue increíble”.
Cerati cuenta la historia desde su propio punto de vista: “El caso de Chile fue muy sorpresivo, porque vinimos dos o tres meses antes de tocar por primera vez, y lo que ocurrió en ese tiempo fue tremendo. Incluso antes de Viña del Mar (en febrero el 87), que fue como la explosión final. Para nosotros era muy interesante porque era la primera vez que salíamos del país. En Argentina la cosa fue mucho más progresiva, tocamos en muchos lugares y vivimos la escena under. Luego de Chile estábamos muy felices, porque queríamos la fama, vender muchos discos y creíamos que éramos el mejor grupo del mundo. En el fondo es muy raro no poder salir del hotel y toda esa locura, uno pensaba que estaba viviendo como una película de Los Beatles, y nos divertíamos”.
En Perú el grupo también obtuvo un éxito sorprendente para una banda de rock. En noviembre de 1986 Soda Stereo llegó a Perú por primera vez y revolucionó el mercado. Sus ventas fueron enormes y sus (tres) presentaciones en el Coliseo Amauta, inolvidables. Aquella vez escuché gritos, chillidos, berridos y hasta gemidos. Vi llantos, desmayos e innumerables besos volados. Histeria colectiva creo que le llaman. Fue, verdaderamente, una locura sólo comparada a la de los Beatles en el Shea Stadium.
El 10 de noviembre de 1986 la banda lanzó el tercer álbum, Signos («Persiana Americana», «Signos», «Prófugos», «No existes»). Fue un paso clave porque de la mano con el éxito creciente aumentaban las expectativas, las presiones, el riesgo de fracaso y las tensiones internas. En el disco el trío es acompañado por Fabián Vön Quintiero (teclados), Richard Coleman (guitarra) y Celsa Mel Gowland (coros). Además, «Signos» fue el primer disco del rock argentino en editarse en disco compacto. Fue fabricado en los Países Bajos y distribuido en toda Latinoamérica.
“Escribí todas las letras de un tirón. Vivíamos al palo, parecía que estábamos lejos del arte y sin embargo fue uno de nuestros discos más profundos, quizás porque no la estábamos pasando bien”. (Gustavo Cerati)
Ya dentro de la Gira Signos, el 3 de diciembre hicieron su primera presentación en Ecuador y el 9 y 10 de enero de 1987 en Uruguay (Punta del Este y Montevideo). Los días 11 y 12 de febrero de 1987 Soda Stereo volvió a presentarse en Chile, esta vez en la edición número 28 del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, donde ganaron el premio Antorcha de Plata y sorprendieron a los medios de comunicación por la cantidad y pasión de sus fanes. El Festival de Viña, transmitido por televisión a muchos países latinoamericanos, expandió la fama de la banda por todo el continente, que no tardó en transformarse en una masiva adhesión incondicional que dio en llamarse «sodamanía». La presentación en el Festival de Viña fue seguida por una extensa gira por Chile: Puerto Montt (17/2), Valdivia (19/2), Talcahuano (21/2), Chillán (22/2), Temuco (23/2), nuevamente en Viña del Mar (28/2) y cuatro funciones más en Santiago en dos días (1 y 2 de marzo). En total asistieron 150 000 espectadores.
Dos meses después, el 23 de abril, batió récords de público en un recital de rock en Paraguay con su presentación en el Yacht Club. Mientras tanto, Signos fue disco de platino en Argentina, triple disco de platino en Perú y doble platino en Chile.
El 2 de mayo se presentaban en la discoteca Highland Road de San Nicolás, Buenos Aires, cuando sucedió un derrumbe en el que murieron cinco jóvenes y hubo más 100 heridos mientras estaban tocando «Persiana Americana».22 Con una carga emocional muy fuerte tocaron en Obras el 8 y 9 de mayo para presentar Signos en Buenos Aires. Como expresión de duelo el grupo no utilizó la escenografía ni los juegos de iluminación que tenían preparados.
Ese mismo año emprendieron una segunda gira por el continente con un repercusión aún mayor. El grupo se presentó en Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Colombia, Venezuela, Costa Rica y México (la primera presentación en México fue el 4 de agosto de 1987, en el Magic Circus del D.F.). Realizaron 22 conciertos en 17 ciudades frente a casi 350 000 personas, abriendo así la idea misma de un «rock latino», más allá de la nacionalidad de cada banda, que fructificaría en la siguiente década. Con el material grabado en los distintos puntos del viaje se realizó el disco en vivo Ruido Blanco (1987), mezclado en la isla de Barbados y que fue considerado por la revista Rolling Stone {Argentina} como el 5.º entre los mejores álbumes en vivo del rock argentino.
Cuando llegaba 1988, Soda Stereo ya era la banda más importante del pop/rock latinoamericano y se disponían a grabar su nuevo álbum, cuya producción artística estuvo a cargo del puertorriqueño Carlos Alomar, quien había trabajado con David Bowie, Mick Jagger, Simple Minds, Iggy Pop y Paul McCartney entre otros. Doble Vida («Picnic en el 4to B», «En la Ciudad de la Furia», «Lo que Sangra (La Cúpula)», «Corazón delator»), grabado enteramente en Nueva York, se convirtió en el primer disco de una banda argentina grabado íntegramente fuera de su país. El corte de difusión del disco, «En la ciudad de la furia», fue finalista del MTV Music Awards en la categoría de Mejor video extranjero, en una época en la que MTV Latinoamérica no había nacido aún.
Cerati cuenta la historia desde su propio punto de vista: “El caso de Chile fue muy sorpresivo, porque vinimos dos o tres meses antes de tocar por primera vez, y lo que ocurrió en ese tiempo fue tremendo. Incluso antes de Viña del Mar (en febrero el 87), que fue como la explosión final. Para nosotros era muy interesante porque era la primera vez que salíamos del país. En Argentina la cosa fue mucho más progresiva, tocamos en muchos lugares y vivimos la escena under. Luego de Chile estábamos muy felices, porque queríamos la fama, vender muchos discos y creíamos que éramos el mejor grupo del mundo. En el fondo es muy raro no poder salir del hotel y toda esa locura, uno pensaba que estaba viviendo como una película de Los Beatles, y nos divertíamos”.
En Perú el grupo también obtuvo un éxito sorprendente para una banda de rock. En noviembre de 1986 Soda Stereo llegó a Perú por primera vez y revolucionó el mercado. Sus ventas fueron enormes y sus (tres) presentaciones en el Coliseo Amauta, inolvidables. Aquella vez escuché gritos, chillidos, berridos y hasta gemidos. Vi llantos, desmayos e innumerables besos volados. Histeria colectiva creo que le llaman. Fue, verdaderamente, una locura sólo comparada a la de los Beatles en el Shea Stadium.
El 10 de noviembre de 1986 la banda lanzó el tercer álbum, Signos («Persiana Americana», «Signos», «Prófugos», «No existes»). Fue un paso clave porque de la mano con el éxito creciente aumentaban las expectativas, las presiones, el riesgo de fracaso y las tensiones internas. En el disco el trío es acompañado por Fabián Vön Quintiero (teclados), Richard Coleman (guitarra) y Celsa Mel Gowland (coros). Además, «Signos» fue el primer disco del rock argentino en editarse en disco compacto. Fue fabricado en los Países Bajos y distribuido en toda Latinoamérica.
“Escribí todas las letras de un tirón. Vivíamos al palo, parecía que estábamos lejos del arte y sin embargo fue uno de nuestros discos más profundos, quizás porque no la estábamos pasando bien”. (Gustavo Cerati)
Ya dentro de la Gira Signos, el 3 de diciembre hicieron su primera presentación en Ecuador y el 9 y 10 de enero de 1987 en Uruguay (Punta del Este y Montevideo). Los días 11 y 12 de febrero de 1987 Soda Stereo volvió a presentarse en Chile, esta vez en la edición número 28 del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, donde ganaron el premio Antorcha de Plata y sorprendieron a los medios de comunicación por la cantidad y pasión de sus fanes. El Festival de Viña, transmitido por televisión a muchos países latinoamericanos, expandió la fama de la banda por todo el continente, que no tardó en transformarse en una masiva adhesión incondicional que dio en llamarse «sodamanía». La presentación en el Festival de Viña fue seguida por una extensa gira por Chile: Puerto Montt (17/2), Valdivia (19/2), Talcahuano (21/2), Chillán (22/2), Temuco (23/2), nuevamente en Viña del Mar (28/2) y cuatro funciones más en Santiago en dos días (1 y 2 de marzo). En total asistieron 150 000 espectadores.
Dos meses después, el 23 de abril, batió récords de público en un recital de rock en Paraguay con su presentación en el Yacht Club. Mientras tanto, Signos fue disco de platino en Argentina, triple disco de platino en Perú y doble platino en Chile.
El 2 de mayo se presentaban en la discoteca Highland Road de San Nicolás, Buenos Aires, cuando sucedió un derrumbe en el que murieron cinco jóvenes y hubo más 100 heridos mientras estaban tocando «Persiana Americana».22 Con una carga emocional muy fuerte tocaron en Obras el 8 y 9 de mayo para presentar Signos en Buenos Aires. Como expresión de duelo el grupo no utilizó la escenografía ni los juegos de iluminación que tenían preparados.
Ese mismo año emprendieron una segunda gira por el continente con un repercusión aún mayor. El grupo se presentó en Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Colombia, Venezuela, Costa Rica y México (la primera presentación en México fue el 4 de agosto de 1987, en el Magic Circus del D.F.). Realizaron 22 conciertos en 17 ciudades frente a casi 350 000 personas, abriendo así la idea misma de un «rock latino», más allá de la nacionalidad de cada banda, que fructificaría en la siguiente década. Con el material grabado en los distintos puntos del viaje se realizó el disco en vivo Ruido Blanco (1987), mezclado en la isla de Barbados y que fue considerado por la revista Rolling Stone {Argentina} como el 5.º entre los mejores álbumes en vivo del rock argentino.
Cuando llegaba 1988, Soda Stereo ya era la banda más importante del pop/rock latinoamericano y se disponían a grabar su nuevo álbum, cuya producción artística estuvo a cargo del puertorriqueño Carlos Alomar, quien había trabajado con David Bowie, Mick Jagger, Simple Minds, Iggy Pop y Paul McCartney entre otros. Doble Vida («Picnic en el 4to B», «En la Ciudad de la Furia», «Lo que Sangra (La Cúpula)», «Corazón delator»), grabado enteramente en Nueva York, se convirtió en el primer disco de una banda argentina grabado íntegramente fuera de su país. El corte de difusión del disco, «En la ciudad de la furia», fue finalista del MTV Music Awards en la categoría de Mejor video extranjero, en una época en la que MTV Latinoamérica no había nacido aún.
Luego de más de un año sin presentaciones en Buenos Aires, Soda presentó el álbum Doble Vida en la cancha de hockey de Obras Sanitarias ante 25 000 personas. Para coronar un gran año, cerraron el Festival Tres Días por la Democracia que se realizó en Buenos Aires en el cruce de la Avenida del Libertador y la 9 de julio ante 150 000 personas y junto a Spinetta, Fito Páez, Los Ratones Paranoicos, Man Ray y otros.
Con la cifra de un millón de discos vendidos Soda Stereo inició una gira de presentación del nuevo disco que comprendió 30 shows en casi toda Argentina ante 270 000 espectadores durante los primeros días de 1989, que fue seguida por una nueva gira latinoamericana (la tercera) que, entre otras cosas, terminó de consagrar masivamente a la banda en México. A fines de 1989 grabaron una nueva versión de «Languis» (canción incluida en Doble vida) y un tema nuevo llamado «Mundo de quimeras», los que fueron editados en el maxi-simple Languis (1989) junto a versiones remixadas de «En el borde» y «Lo que sangra (la cúpula)». Luego de editado el disco Soda realizó dos presentaciones con entradas agotadas en The Palace de Los Ángeles, convirtiéndose en la segunda banda de rock en español en presentar un espectáculo en Estados Unidos con entradas agotadas el 8 de diciembre de 1989, solo tres meses después de que el también argentino Miguel Mateos hiciera lo propio el 7 de septiembre de ese año.
El álbum Canción Animal, lanzado en 1990, está considerado uno de los mejores del rock latino de todos los tiempos. En Argentina, México y Venezuela, el álbum tenía una carátula con fondo naranja y las imágenes de dos elementos artísticos y de un león en apareamiento con una leona. En el resto de América Latina, sólo un fondo azul.
A principios de 1990 la banda se presentó en el Estadio José Amalfitani, compartiendo cartel en igualdad de condiciones junto al dúo inglés Tears For Fears en un show ante 32 000 personas. En dicho concierto contaron con la presencia de David Lebón, ex guitarrista de Pescado Rabioso y Serú Girán, que los acompañó en guitarra en el tema «Terapia de amor intensiva».
El éxito continental llevó a la cadena MTV News europea a prestar atención a lo que estaba sucediendo en América Latina con el rock en español, dedicándole un programa especial al grupo, hecho sin antecedentes para un grupo de rock que no cantara en inglés.
En junio Soda Stereo viajó a Estados Unidos para registrar una nueva placa en los Estudios Criteria de Miami. Para ello contaron con el aporte conceptual de Daniel Melero y la participación de Andrea Álvarez y Tweety González (todos importantes músicos de la escena roquera argentina del momento) en calidad de invitados.
El resultado fue el álbum Canción Animal (1990), considerado generalizadamente como uno de los mejores de la historia del rock latino.17 Allí se encuentra su canción más conocida: «De música ligera», además de otros clásicos de la banda como «Canción animal», «Cae el sol», «Un millón de años luz», «El séptimo día» y «Té para tres».
El nuevo álbum significó para la banda el acceso al público español, que se plasmaría en mayo de 1992 con presentaciones en las ciudades de Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia y Barcelona.
El resultado de la gira española, comparado con el fervor que acostumbraban en Latinoamérica, les dejó un cierto sabor amargo, aunque sirvió como una sólida experiencia válida para equilibrar los elevadísimos puntos latinoamericanos que implicaban el peligro de dejarlos colgados en las alturas, lejos del contacto con lo terrestre. Dicho en pocas palabras: España no fue para nada un fracaso, pero estuvo lejos a los éxitos a los que los Soda estaban tan acostumbrados en Latinoamérica, y eso les vino bien.
La Gira Animal (1990-1991) fue una gira maratónica y nunca repetida por ningún artista. En Argentina abarcó treinta ciudades, incluyendo lugares donde nunca se había presentado una banda de la envergadura de Soda Stereo (San Juan: Santa Fe de la Vera Cruz, Junín, Clorinda, Puerto Iguazú, Corrientes, Posadas, Chascomús, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia, Trelew, Neuquén, Santa Rosa, Trenque Lauquen, Mendoza, Córdoba, Río Cuarto, Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán, Salta, Rosario, Buenos Aires, Olavarría, Pergamino). Internacionalmente: Santiago de Chile, Asunción del Paraguay, Punta del Este, Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Barquisimeto, Caracas, Valencia, Mérida, San Cristóbal, México, D. F., Monterrey, Guadalajara, Mexicali y Tijuana. La Gira Animal cerró con catorce funciones en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, con capacidad para 3.300 personas, entonces un récord notable. En cada lugar se respetó la misma infraestructura de show, que para ese momento era inédita para un artista local.
De los shows en el Gran Rex surgió el EP Rex Mix (1991) que incluía versiones en vivo grabadas en el último de esos recitales, en la noche del 9 de julio de 1991, y versiones remixadas junto al tema nuevo «No necesito verte (para saberlo)».
La Avenida 9 de Julio en Buenos Aires. Allí Soda Stereo realizó un histórico recital gratuito para 250 000 personas el 14 de diciembre de 1991, la mayor cantidad jamás reunida en el país para escuchar música.
El 14 de diciembre de 1991 se produjo el histórico recital de la Avenida 9 de Julio, en Buenos Aires. Soda Stereo sorprendió y se vio sorprendido reuniendo a más de doscientas cincuenta mil personas para escuchar a la banda en el marco del ciclo de recitales gratuitos realizados por la Municipalidad de Buenos Aires llamados Mi Buenos Aires Querido II, que además fue televisado en directo. La gente bailó enloquecida cada tema y los músicos fueron captados por una sensación de haber llegado a lo máximo, de que ya no quedaba nada por conquistar. «Aquello de la 9 de Julio fue una energía muy fuerte», suele recordar Bosio, «y gracias a Dios nos pasó en nuestra ciudad. Creo que fue una suma de factores lo que nos llevó a sentir que ya no quedaba nada por conquistar...»
Con la cifra de un millón de discos vendidos Soda Stereo inició una gira de presentación del nuevo disco que comprendió 30 shows en casi toda Argentina ante 270 000 espectadores durante los primeros días de 1989, que fue seguida por una nueva gira latinoamericana (la tercera) que, entre otras cosas, terminó de consagrar masivamente a la banda en México. A fines de 1989 grabaron una nueva versión de «Languis» (canción incluida en Doble vida) y un tema nuevo llamado «Mundo de quimeras», los que fueron editados en el maxi-simple Languis (1989) junto a versiones remixadas de «En el borde» y «Lo que sangra (la cúpula)». Luego de editado el disco Soda realizó dos presentaciones con entradas agotadas en The Palace de Los Ángeles, convirtiéndose en la segunda banda de rock en español en presentar un espectáculo en Estados Unidos con entradas agotadas el 8 de diciembre de 1989, solo tres meses después de que el también argentino Miguel Mateos hiciera lo propio el 7 de septiembre de ese año.
El álbum Canción Animal, lanzado en 1990, está considerado uno de los mejores del rock latino de todos los tiempos. En Argentina, México y Venezuela, el álbum tenía una carátula con fondo naranja y las imágenes de dos elementos artísticos y de un león en apareamiento con una leona. En el resto de América Latina, sólo un fondo azul.
A principios de 1990 la banda se presentó en el Estadio José Amalfitani, compartiendo cartel en igualdad de condiciones junto al dúo inglés Tears For Fears en un show ante 32 000 personas. En dicho concierto contaron con la presencia de David Lebón, ex guitarrista de Pescado Rabioso y Serú Girán, que los acompañó en guitarra en el tema «Terapia de amor intensiva».
El éxito continental llevó a la cadena MTV News europea a prestar atención a lo que estaba sucediendo en América Latina con el rock en español, dedicándole un programa especial al grupo, hecho sin antecedentes para un grupo de rock que no cantara en inglés.
En junio Soda Stereo viajó a Estados Unidos para registrar una nueva placa en los Estudios Criteria de Miami. Para ello contaron con el aporte conceptual de Daniel Melero y la participación de Andrea Álvarez y Tweety González (todos importantes músicos de la escena roquera argentina del momento) en calidad de invitados.
El resultado fue el álbum Canción Animal (1990), considerado generalizadamente como uno de los mejores de la historia del rock latino.17 Allí se encuentra su canción más conocida: «De música ligera», además de otros clásicos de la banda como «Canción animal», «Cae el sol», «Un millón de años luz», «El séptimo día» y «Té para tres».
El nuevo álbum significó para la banda el acceso al público español, que se plasmaría en mayo de 1992 con presentaciones en las ciudades de Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia y Barcelona.
El resultado de la gira española, comparado con el fervor que acostumbraban en Latinoamérica, les dejó un cierto sabor amargo, aunque sirvió como una sólida experiencia válida para equilibrar los elevadísimos puntos latinoamericanos que implicaban el peligro de dejarlos colgados en las alturas, lejos del contacto con lo terrestre. Dicho en pocas palabras: España no fue para nada un fracaso, pero estuvo lejos a los éxitos a los que los Soda estaban tan acostumbrados en Latinoamérica, y eso les vino bien.
La Gira Animal (1990-1991) fue una gira maratónica y nunca repetida por ningún artista. En Argentina abarcó treinta ciudades, incluyendo lugares donde nunca se había presentado una banda de la envergadura de Soda Stereo (San Juan: Santa Fe de la Vera Cruz, Junín, Clorinda, Puerto Iguazú, Corrientes, Posadas, Chascomús, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia, Trelew, Neuquén, Santa Rosa, Trenque Lauquen, Mendoza, Córdoba, Río Cuarto, Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán, Salta, Rosario, Buenos Aires, Olavarría, Pergamino). Internacionalmente: Santiago de Chile, Asunción del Paraguay, Punta del Este, Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Barquisimeto, Caracas, Valencia, Mérida, San Cristóbal, México, D. F., Monterrey, Guadalajara, Mexicali y Tijuana. La Gira Animal cerró con catorce funciones en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, con capacidad para 3.300 personas, entonces un récord notable. En cada lugar se respetó la misma infraestructura de show, que para ese momento era inédita para un artista local.
De los shows en el Gran Rex surgió el EP Rex Mix (1991) que incluía versiones en vivo grabadas en el último de esos recitales, en la noche del 9 de julio de 1991, y versiones remixadas junto al tema nuevo «No necesito verte (para saberlo)».
La Avenida 9 de Julio en Buenos Aires. Allí Soda Stereo realizó un histórico recital gratuito para 250 000 personas el 14 de diciembre de 1991, la mayor cantidad jamás reunida en el país para escuchar música.
El 14 de diciembre de 1991 se produjo el histórico recital de la Avenida 9 de Julio, en Buenos Aires. Soda Stereo sorprendió y se vio sorprendido reuniendo a más de doscientas cincuenta mil personas para escuchar a la banda en el marco del ciclo de recitales gratuitos realizados por la Municipalidad de Buenos Aires llamados Mi Buenos Aires Querido II, que además fue televisado en directo. La gente bailó enloquecida cada tema y los músicos fueron captados por una sensación de haber llegado a lo máximo, de que ya no quedaba nada por conquistar. «Aquello de la 9 de Julio fue una energía muy fuerte», suele recordar Bosio, «y gracias a Dios nos pasó en nuestra ciudad. Creo que fue una suma de factores lo que nos llevó a sentir que ya no quedaba nada por conquistar...»
Tras ese furor sobrevino un período de dispersión. Cerati explicaba por entonces:
“Es muy difícil encontrar objetivos claros después de semejante recepción. Estar parado ante tanta gente que corea tu nombre es una experiencia muy fuerte. Ahora hay que empezar de nuevo desde abajo”.
En ese momento Cerati comenzó, paralelamente a su trabajo con Soda, la producción de un álbum en conjunto con Daniel Melero, Colores Santos, el cual contó con aportes de músicos invitados como Flavio Etcheto y Carola Bony.
A partir de este momento los miembros de Soda tomaron conciencia de que se encontraban en el centro de la escena, por lo que decidieron dar lugar a la experimentación musical e impulsar abiertamente lo que sería conocido como la «movida sónica». A fines de 1992 Soda Stereo lanzó su noveno álbum, Dynamo, presentado con seis recitales realizados en el Estadio Obras a fines de ese mismo año. Cada show contó con una banda distinta como invitados y así estuvieron de soporte Babasónicos, Juana La Loca, Martes Menta y Tía Newton. La «movida sónica», de la que también formarían parte Demonios de Tasmania y Los Brujos, por ejemplo, derivaría luego hacia el llamado «Nuevo Rock Argentino», con Massacre, Attaque 77 y El Otro Yo.
“Luego viene Dynamo (1992) que consistió en tomar Canción Animal y destruirlo. Es como si a Canción Animal lo hubiéramos metido dentro del agua. Y, a nivel sonoro, quisimos producir eso, las canciones tenían más que ver con algo hipnótico. La idea era remixarlo, mezclarlo con algo más dance e incluir algo más trance en nuestra música. Sé que quienes adoptaron ese disco lo quieren y a mí me pasa lo mismo”. (Gustavo Cerati)
Dynamo no vendió como se esperaba, en gran medida porque el grupo decidió cambiar de compañía discográfica inmediatamente después de grabado. Sony entonces, no tenía intenciones de apoyar un grupo que emigraba y BMG no podía promocionar un producto de otra empresa.
En noviembre de 1992 los Soda fueron protagonistas de un hecho inédito en la Argentina: la transmisión de TV en stereo. Los tres músicos más Tweety González (teclados) y Flavio Etcheto (trompeta) tocaron casi todo el álbum en el programa Fax en concierto, conducido por Nicolás Repetto por el El Trece de Buenos Aires. Con una puesta de luces y un sonido impecables Cerati cantó sobre pistas previamente grabadas de las canciones y reforzaron en vivo guitarras, bajo y batería.
En enero de 1993 emprendieron su sexta gira latinoamericana, visitando México, Chile, Paraguay y Venezuela. Justo en medio de la gira, el Dynamo Tour, el trío se tomó un largo descanso que hizo crecer los rumores de separación de la banda. Se había hablado de fechas en Estados Unidos, España y otros países para esta gira, pero diversos factores a finales de 1993 y en 1994 obligaron al grupo a darse ese «descanso» de ser Soda Stereo.
1994 fue el peor año de Soda. El 4 de julio en un absurdo accidente de tránsito murió Tobías, el pequeño hijo de Zeta, hecho que lo afectaría profundamente, personal y profesionalmente. Por decisión unánime tomaron distancia del mito y evaluaron la posibilidad de separarse definitivamente. Gustavo encaró su primer proyecto enteramente solista: Amor Amarillo (aunque Gustavo dijo que no tenía la intención de seguir una carrera en solitario); Zeta se dedicó a la producción de otras bandas (Peligrosos Gorriones, Aguirre) y Charly desapareció del ambiente musical para dedicarse a proyectos personales. A finales de año se editó Zona de Promesas, un compilado de remixes de clásicos temas de la banda y la inclusión de una canción inédita que dio título al álbum.
En 1995 lanzan Sueño Stereo, último de sus 7 álbumes de estudio. En este álbum el altavoz fue utilizado como un poderoso símbolo: la tapa tiene tres altavoces (el del medio más grande), asimilados a óvulos rodeados de espermatozoides-micrófonos. El altavoz como símbolo vuelve a aparecer en el video del primer corte, Ella usó mi cabeza como un revólver, con dos hombres-altavoz gemelos omnipresentes y en una especie de pared-piel de altavoces latientes.
En 1995, luego de tres años de silencio discográfico, el trío volvió con Sueño Stereo, su séptimo y último álbum de estudio. Lanzado el 29 de junio, velozmente se transformó en disco de platino con el éxito del tema «Zoom» y el videoclip del tema «Ella usó mi cabeza como un revólver», elegido por la MTV como Video de la Gente (latino) en 1996, máximo reconocimiento continental del rock latino antes de que se establecieran los Premios MTV Latinoamérica en 2002. Obtuvieron en 1995 el Premio Konex de Platino por su trayectoria en esa última década como la mejor banda de rock de la Argentina.
“Sueño Stereo necesitó dos años y medio para concebirse. Sería ilógico decir que este álbum es la obra maestra de Soda Stereo, pero era lo más real del grupo en ese momento, porque estábamos despojados de la necesidad de tener un futuro de grupo, o de ser el mejor durante otros diez años. Ya habíamos pasado por muchas cosas y el grupo se sentía a sí mismo como clásico. Por otro lado estábamos muy orgullosos de lo que había promovido Dynamo y su lectura posterior. Entonces, Sueño Stereo tenía la presión del no presionarnos. El grupo era un proyecto que tenía que dar algo importante, no podía ser un disquito. Además, era volver a encontrarnos después de un tiempo y dejar que la música fluyera, sin pensar demasiado en que teníamos que dar un paso o algo así. Al final, Sueño Stereo es una de los discos más innovadores dentro de nuestra carrera, sin habérselo propuesto. Por su combinación sonora, por sus letras, por su sonoridad”. (Gustavo Cerati)
El álbum fue el eje de la extensa Gira Sueño Stereo, iniciada el 8 de septiembre en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, recorriendo Venezuela, Colombia, Perú, Panamá, México y Estados Unidos (Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Miami), y cerrándola el 24 de abril de 1996 en el Teatro Teletón de Santiago de Chile. Realizaron un recital gratuito para el festejo del 113° aniversario de la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) ante 200.000 personas, con Julio y Marcelo Moura (ex Virus) como invitados.
Buscamos formas de volver a ensamblarnos, porque estábamos fuera del training y del vértigo que teníamos... yo creo que a nosotros nos pasó como a esas parejas que tuvieron una pasión muy grande y que después queda solo el sexo.
A mediados de 1996 fueron invitados por la cadena MTV para sus famosas sesiones «unplugged» (desenchufadas) en Miami. Luego de rechazar la invitación varias veces, Soda Stereo logró que la cadena aceptara su propuesta de tocar con sus instrumentos eléctricos «enchufados», pero re orquestando y modificando las versiones clásicas para hacerlas más lentas y musicalmente más complejas, agregando la voz femenina de Andrea Echeverri de Aterciopelados en una notable interpretación de «En la ciudad de la furia». Además de esta las canciones que se desarrollaron fueron: Un misil en mi placard, Entre Caníbales, Pasos, Zoom, Cuando pase el temblor, Té para tres, Ángel eléctrico, Terapia de amor intensiva, Disco Eterno, Ella usó mi cabeza como un revólver, Paseando por Roma y Génesis. Esta presentación fue registrada parcialmente en la placa Comfort y Música Para Volar (1996) y de manera completa en una nueva versión del álbum editado en 2007. El álbum incluyó además cuatro temas nuevos que habían quedado fuera de ‘‘Sueño Stereo y un track interactivo con historietas e imágenes en video de la presentación en MTV.
El 30 de octubre Soda Stereo fue la primera banda latinoamericana en realizar un concierto para ser transmitido por Internet, en el programa ¿Cuál es?, conducido por Mario Pergolini en la radio argentina Rock & Pop, desde el auditorio de la tienda de instrumentos musicales Promúsica en Buenos Aires.
]Un largo silencio antecedió a la despedida final, salvo la participación de la banda en el disco Tributo a Queen: Los Grandes del Rock en Español que sería lanzado en octubre de 1997, para el cual graban «Algún Día», cover en español del tema «Some day, one day» de Queen, publicada en su respectivo álbum Queen II en 1974. El 1 de mayo de 1997 Soda Stereo anunció oficialmente su separación mediante un comunicado de prensa. Al día siguiente todos los diarios se hicieron eco de la noticia y el diario Clarín dedicó un gran espacio en su portada para ello. Gustavo publicó al día siguiente en el suplemento «Sí» (juvenil) del diario Clarín lo que sería «La carta del adiós»:
“Estas líneas surgen de lo que he percibido estos días en la calle, en los fans que se me acercan, en la gente que me rodea, y en mi propia experiencia personal. Comparto la tristeza que genera en muchos la noticia de nuestra separación. Yo mismo estoy sumergido en ese estado porque pocas cosas han sido tan importantes en mi vida como Soda Stereo. Cualquiera sabe que es imposible llevar una banda sin cierto nivel de conflicto. Es un frágil equilibrio en la pugna de ideas que muy pocos consiguen mantener por quince años, como nosotros orgullosamente hicimos. Pero, últimamente, diferentes desentendimientos personales y musicales comenzaron a comprometer ese equilibrio. Ahí mismo se generan excusas para no enfrentarnos, excusas finalmente para un futuro grupal en que ya no creíamos como lo hacíamos en el pasado. Cortar por lo sano es, valga la redundancia, hacer valer nuestra salud mental por sobre todo y también el respeto hacia todos nuestros fans que nos siguieron por tanto tiempo. Un fuerte abrazo”
.
Terminaron con un concierto el 20 de septiembre en el estadio de River Plate, que finalizó con la épica y emocionada interpretación del tema «De música ligera». Sin aún haber acabado de tocar y extendiendo el final de la canción, un emocionado Gustavo Cerati casi hasta las lágrimas, dedicó su recordado pequeño discurso, inmortalizando este momento como uno de los más emocionantes en la historia de la música iberoamericana:
“No sólo no hubiéramos sido nada sin ustedes, sino con toda la gente que estuvo a nuestro alrededor desde el comienzo; algunos siguen hasta hoy. ¡Gracias totales!”
Acabado esto, los tres músicos muy emocionados se despiden.
La banda encaró su última gira, que fue muy breve y emotiva. Pasaron por Chile, México y Venezuela. Durante el Último Concierto el 20 de septiembre de 1997 en el estadio de River Plate, se grabó el concierto en vivo, que fue editado en dos CD separados, bajo el nombre de El Último Concierto «A» y «B». Años después, en 2005, se publicó el esperado DVD del histórico concierto Soda Stereo: El último concierto.
A pesar de los constantes rumores de reunión, los cuales irónicamente comenzaron al poco tiempo de la separación, pocas noticias hubo sobre Soda, salvo un especial para TV de El último concierto producido por la cadena HBO y un documental llamado Soda Stereo: La Leyenda, producido por MTV. Finalmente en el año 2002 se volvió a ver al trío reunido en los premios MTV Latinoamérica para recibir el premio Legend por su trayectoria musical.
“Es muy difícil encontrar objetivos claros después de semejante recepción. Estar parado ante tanta gente que corea tu nombre es una experiencia muy fuerte. Ahora hay que empezar de nuevo desde abajo”.
En ese momento Cerati comenzó, paralelamente a su trabajo con Soda, la producción de un álbum en conjunto con Daniel Melero, Colores Santos, el cual contó con aportes de músicos invitados como Flavio Etcheto y Carola Bony.
A partir de este momento los miembros de Soda tomaron conciencia de que se encontraban en el centro de la escena, por lo que decidieron dar lugar a la experimentación musical e impulsar abiertamente lo que sería conocido como la «movida sónica». A fines de 1992 Soda Stereo lanzó su noveno álbum, Dynamo, presentado con seis recitales realizados en el Estadio Obras a fines de ese mismo año. Cada show contó con una banda distinta como invitados y así estuvieron de soporte Babasónicos, Juana La Loca, Martes Menta y Tía Newton. La «movida sónica», de la que también formarían parte Demonios de Tasmania y Los Brujos, por ejemplo, derivaría luego hacia el llamado «Nuevo Rock Argentino», con Massacre, Attaque 77 y El Otro Yo.
“Luego viene Dynamo (1992) que consistió en tomar Canción Animal y destruirlo. Es como si a Canción Animal lo hubiéramos metido dentro del agua. Y, a nivel sonoro, quisimos producir eso, las canciones tenían más que ver con algo hipnótico. La idea era remixarlo, mezclarlo con algo más dance e incluir algo más trance en nuestra música. Sé que quienes adoptaron ese disco lo quieren y a mí me pasa lo mismo”. (Gustavo Cerati)
Dynamo no vendió como se esperaba, en gran medida porque el grupo decidió cambiar de compañía discográfica inmediatamente después de grabado. Sony entonces, no tenía intenciones de apoyar un grupo que emigraba y BMG no podía promocionar un producto de otra empresa.
En noviembre de 1992 los Soda fueron protagonistas de un hecho inédito en la Argentina: la transmisión de TV en stereo. Los tres músicos más Tweety González (teclados) y Flavio Etcheto (trompeta) tocaron casi todo el álbum en el programa Fax en concierto, conducido por Nicolás Repetto por el El Trece de Buenos Aires. Con una puesta de luces y un sonido impecables Cerati cantó sobre pistas previamente grabadas de las canciones y reforzaron en vivo guitarras, bajo y batería.
En enero de 1993 emprendieron su sexta gira latinoamericana, visitando México, Chile, Paraguay y Venezuela. Justo en medio de la gira, el Dynamo Tour, el trío se tomó un largo descanso que hizo crecer los rumores de separación de la banda. Se había hablado de fechas en Estados Unidos, España y otros países para esta gira, pero diversos factores a finales de 1993 y en 1994 obligaron al grupo a darse ese «descanso» de ser Soda Stereo.
1994 fue el peor año de Soda. El 4 de julio en un absurdo accidente de tránsito murió Tobías, el pequeño hijo de Zeta, hecho que lo afectaría profundamente, personal y profesionalmente. Por decisión unánime tomaron distancia del mito y evaluaron la posibilidad de separarse definitivamente. Gustavo encaró su primer proyecto enteramente solista: Amor Amarillo (aunque Gustavo dijo que no tenía la intención de seguir una carrera en solitario); Zeta se dedicó a la producción de otras bandas (Peligrosos Gorriones, Aguirre) y Charly desapareció del ambiente musical para dedicarse a proyectos personales. A finales de año se editó Zona de Promesas, un compilado de remixes de clásicos temas de la banda y la inclusión de una canción inédita que dio título al álbum.
En 1995 lanzan Sueño Stereo, último de sus 7 álbumes de estudio. En este álbum el altavoz fue utilizado como un poderoso símbolo: la tapa tiene tres altavoces (el del medio más grande), asimilados a óvulos rodeados de espermatozoides-micrófonos. El altavoz como símbolo vuelve a aparecer en el video del primer corte, Ella usó mi cabeza como un revólver, con dos hombres-altavoz gemelos omnipresentes y en una especie de pared-piel de altavoces latientes.
En 1995, luego de tres años de silencio discográfico, el trío volvió con Sueño Stereo, su séptimo y último álbum de estudio. Lanzado el 29 de junio, velozmente se transformó en disco de platino con el éxito del tema «Zoom» y el videoclip del tema «Ella usó mi cabeza como un revólver», elegido por la MTV como Video de la Gente (latino) en 1996, máximo reconocimiento continental del rock latino antes de que se establecieran los Premios MTV Latinoamérica en 2002. Obtuvieron en 1995 el Premio Konex de Platino por su trayectoria en esa última década como la mejor banda de rock de la Argentina.
“Sueño Stereo necesitó dos años y medio para concebirse. Sería ilógico decir que este álbum es la obra maestra de Soda Stereo, pero era lo más real del grupo en ese momento, porque estábamos despojados de la necesidad de tener un futuro de grupo, o de ser el mejor durante otros diez años. Ya habíamos pasado por muchas cosas y el grupo se sentía a sí mismo como clásico. Por otro lado estábamos muy orgullosos de lo que había promovido Dynamo y su lectura posterior. Entonces, Sueño Stereo tenía la presión del no presionarnos. El grupo era un proyecto que tenía que dar algo importante, no podía ser un disquito. Además, era volver a encontrarnos después de un tiempo y dejar que la música fluyera, sin pensar demasiado en que teníamos que dar un paso o algo así. Al final, Sueño Stereo es una de los discos más innovadores dentro de nuestra carrera, sin habérselo propuesto. Por su combinación sonora, por sus letras, por su sonoridad”. (Gustavo Cerati)
El álbum fue el eje de la extensa Gira Sueño Stereo, iniciada el 8 de septiembre en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, recorriendo Venezuela, Colombia, Perú, Panamá, México y Estados Unidos (Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Miami), y cerrándola el 24 de abril de 1996 en el Teatro Teletón de Santiago de Chile. Realizaron un recital gratuito para el festejo del 113° aniversario de la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) ante 200.000 personas, con Julio y Marcelo Moura (ex Virus) como invitados.
Buscamos formas de volver a ensamblarnos, porque estábamos fuera del training y del vértigo que teníamos... yo creo que a nosotros nos pasó como a esas parejas que tuvieron una pasión muy grande y que después queda solo el sexo.
A mediados de 1996 fueron invitados por la cadena MTV para sus famosas sesiones «unplugged» (desenchufadas) en Miami. Luego de rechazar la invitación varias veces, Soda Stereo logró que la cadena aceptara su propuesta de tocar con sus instrumentos eléctricos «enchufados», pero re orquestando y modificando las versiones clásicas para hacerlas más lentas y musicalmente más complejas, agregando la voz femenina de Andrea Echeverri de Aterciopelados en una notable interpretación de «En la ciudad de la furia». Además de esta las canciones que se desarrollaron fueron: Un misil en mi placard, Entre Caníbales, Pasos, Zoom, Cuando pase el temblor, Té para tres, Ángel eléctrico, Terapia de amor intensiva, Disco Eterno, Ella usó mi cabeza como un revólver, Paseando por Roma y Génesis. Esta presentación fue registrada parcialmente en la placa Comfort y Música Para Volar (1996) y de manera completa en una nueva versión del álbum editado en 2007. El álbum incluyó además cuatro temas nuevos que habían quedado fuera de ‘‘Sueño Stereo y un track interactivo con historietas e imágenes en video de la presentación en MTV.
El 30 de octubre Soda Stereo fue la primera banda latinoamericana en realizar un concierto para ser transmitido por Internet, en el programa ¿Cuál es?, conducido por Mario Pergolini en la radio argentina Rock & Pop, desde el auditorio de la tienda de instrumentos musicales Promúsica en Buenos Aires.
]Un largo silencio antecedió a la despedida final, salvo la participación de la banda en el disco Tributo a Queen: Los Grandes del Rock en Español que sería lanzado en octubre de 1997, para el cual graban «Algún Día», cover en español del tema «Some day, one day» de Queen, publicada en su respectivo álbum Queen II en 1974. El 1 de mayo de 1997 Soda Stereo anunció oficialmente su separación mediante un comunicado de prensa. Al día siguiente todos los diarios se hicieron eco de la noticia y el diario Clarín dedicó un gran espacio en su portada para ello. Gustavo publicó al día siguiente en el suplemento «Sí» (juvenil) del diario Clarín lo que sería «La carta del adiós»:
“Estas líneas surgen de lo que he percibido estos días en la calle, en los fans que se me acercan, en la gente que me rodea, y en mi propia experiencia personal. Comparto la tristeza que genera en muchos la noticia de nuestra separación. Yo mismo estoy sumergido en ese estado porque pocas cosas han sido tan importantes en mi vida como Soda Stereo. Cualquiera sabe que es imposible llevar una banda sin cierto nivel de conflicto. Es un frágil equilibrio en la pugna de ideas que muy pocos consiguen mantener por quince años, como nosotros orgullosamente hicimos. Pero, últimamente, diferentes desentendimientos personales y musicales comenzaron a comprometer ese equilibrio. Ahí mismo se generan excusas para no enfrentarnos, excusas finalmente para un futuro grupal en que ya no creíamos como lo hacíamos en el pasado. Cortar por lo sano es, valga la redundancia, hacer valer nuestra salud mental por sobre todo y también el respeto hacia todos nuestros fans que nos siguieron por tanto tiempo. Un fuerte abrazo”
.
Terminaron con un concierto el 20 de septiembre en el estadio de River Plate, que finalizó con la épica y emocionada interpretación del tema «De música ligera». Sin aún haber acabado de tocar y extendiendo el final de la canción, un emocionado Gustavo Cerati casi hasta las lágrimas, dedicó su recordado pequeño discurso, inmortalizando este momento como uno de los más emocionantes en la historia de la música iberoamericana:
“No sólo no hubiéramos sido nada sin ustedes, sino con toda la gente que estuvo a nuestro alrededor desde el comienzo; algunos siguen hasta hoy. ¡Gracias totales!”
Acabado esto, los tres músicos muy emocionados se despiden.
La banda encaró su última gira, que fue muy breve y emotiva. Pasaron por Chile, México y Venezuela. Durante el Último Concierto el 20 de septiembre de 1997 en el estadio de River Plate, se grabó el concierto en vivo, que fue editado en dos CD separados, bajo el nombre de El Último Concierto «A» y «B». Años después, en 2005, se publicó el esperado DVD del histórico concierto Soda Stereo: El último concierto.
A pesar de los constantes rumores de reunión, los cuales irónicamente comenzaron al poco tiempo de la separación, pocas noticias hubo sobre Soda, salvo un especial para TV de El último concierto producido por la cadena HBO y un documental llamado Soda Stereo: La Leyenda, producido por MTV. Finalmente en el año 2002 se volvió a ver al trío reunido en los premios MTV Latinoamérica para recibir el premio Legend por su trayectoria musical.
A siete años de la separación era muy raro el hecho que no existiesen lanzamientos oficiales, por lo que a finales del 2003 se anunció que Sony Music lanzaría el primer DVD de Soda Stereo y que contendría mucho material inédito, proporcionado por Gustavo, Zeta y Charly, además de personas muy allegadas a la banda. Estaba claro desde un principio que la producción sería por parte de Sony y la productora Cuatro Cabezas (con Mario Pergolini al frente).
El resultado salió a la calle en noviembre de 2004 y fue titulado Soda Stereo: Una parte de la Euforia (1983-1997) ‘‘. Un documental que resumía la historia de la banda a través de escenas de conciertos, backstage, entrevistas, ensayos, pruebas de sonido, presentaciones en TV, etc. No obstante dicho DVD sólo contenía la historia de Soda en Sony/CBS, excluyendo la etapa en BMG, correspondiente a Sueño Stereo y Comfort y Música Para Volar (de 1994 a 1996), lo que lo hacía un documento incompleto.
El 20 de septiembre de 2005 se editó en Argentina un DVD sobre el concierto final que diera Soda Stereo exactamente ocho años antes en el Estadio de River Plate, con el título de El Último Concierto (En Vivo). El DVD, a diferencia del especial que produjo HBO, estaba centrado en el concierto de Buenos Aires en audio 5.1 e incluía dos temas que habían quedado afuera anteriormente: «Juego de seducción» y «Sobredosis de TV». Además, incluyó una opción multi cámara para una sesión de ensayo de «Primavera 0» y un documental de 25 minutos de la gira de despedida con imágenes de los conciertos y pruebas de sonido de México, Venezuela, y Argentina. También se incluyó una entrevista al desaparecido «cuarto Soda» Alfredo Lois, autor de ese trabajo, uno de los últimos que hiciera antes de fallecer.
Soda Stereo fue una banda particularmente exploradora de nuevos sonidos, especialmente inspirados en el afán creativo de Gustavo Cerati; y siempre buscaron que ninguno de sus discos sonara igual al anterior. Una de sus principales y más claras influencias durante toda la carrera musical del grupo, fue la que recibía permanentemente del rock británico. Entre los artistas que influenciaron a Soda durante su carrera se encuentran The Beatles y los trabajos en solitario de los mismos George Harrison, Paul McCartney y John Lennon; The Police, The Cure, Depeche Mode, Television, Talking Heads, Elvis Costello, David Bowie, Virus, XTC, The Specials, Squeeze, Pink Floyd, Queen (como se ve en la canción tributo «Algún Día»), My Bloody Valentine y Cocteau Twins. En lo que respecta a cada uno por separado, uno de los más grandes ídolos de Gustavo era Luis Alberto Spinetta; Zeta aprendió a tocar el bajo viendo a su ídolo Paul McCartney; y Charly aprendió mucho de su padre Tito Alberti y además admiraba a Stewart Copeland, baterísta de The Police.
En su comienzo, tenían un sonido New Wave bastante pop y fiestero, lo que se oye en su primer trabajo homónimo Soda Stereo, tributario de bandas como The Police y The Specials. Con el pasar del tiempo, el sonido new wave fue madurando y ya no era tan fiestero; además, influidos por agrupaciones como The Cure y Television, añadieron el crudo sonido post-punk. Fue así como en los discos Nada Personal y Signos convivían éxitos pop («Juego de seducción», «Persiana americana», «El rito») con canciones más oscuras («No existes», «Ecos», «Final Caja Negra»).
Hacia fines de la década, el grupo decidió cambiar el rumbo. Para ello, Gustavo Cerati contrató al experimentado músico Carlos Alomar (entre otros, durante muchos años guitarrista de David Bowie) como productor musical y fueron a vivir a New York por más de un mes para trabajar en su cuarto disco Doble Vida. Gracias a esto, añadieron al sonido new wave, influencias de la música norteamericana, especialmente del funk y del soul, junto con un sonido más pop. Aunque habían excepciones, como es el caso del sonido alternativo de «En la ciudad de la furia».
El cambio de década, también marcó un antes y un después en el estilo musical de la banda. Dejaron atrás al sonido new wave y post-punk y adoptaron un estilo mucho más basado en el protagonismo de la guitarra. Fue así como en 1990 vio la luz Canción Animal, que se convertiría también en su disco más exitoso. Y para sorpresa de muchos, el cambio más radical estaba aún por venir.
En 1992 y luego de culminar la extensa y exitosa Gira Animal, volvieron al estudio de grabación. Influenciados por el naciente movimiento alternativo en Inglaterra, la banda decide olvidarse de la masividad, la radio y los sonidos pop para dar un giro completo a su música, lanzando ese mismo año Dynamo, con un potente y oscuro sonido de shoegazing y rock alternativo. Además, incluyen algunas creaciones experimentales.
En 1995 y luego de casi separarse, deciden volver a sus orígenes con el que sería su último álbum de estudio, Sueño Stereo. Si bien mantenían un sonido alternativo predominante, lo hicieron más melódico y suavizado. Además, se apreciaba una notable influencia de la música electrónica. Esto se tradujo en un éxito rotundo del álbum, especialmente de hits como la alternativa «Ella usó mi cabeza como un revólver» y la alegre y pop «Zoom». También la banda se dio el tiempo de experimentar, especialmente con las últimas tres canciones del disco.
El camino que quería seguir la banda si hubiesen seguido juntos es un misterio, aunque parecía estar orientado a la música electrónica, como mostraría Gustavo Cerati en 1999 con su álbum Bocanada, el primero luego del quiebre del grupo.
Álbumes de estudio
1984: Soda Stereo
1985: Nada personal
1986: Signos
1988: Doble vida
1990: Canción animal
1992: Dynamo
1995: Sueño Stereo
El resultado salió a la calle en noviembre de 2004 y fue titulado Soda Stereo: Una parte de la Euforia (1983-1997) ‘‘. Un documental que resumía la historia de la banda a través de escenas de conciertos, backstage, entrevistas, ensayos, pruebas de sonido, presentaciones en TV, etc. No obstante dicho DVD sólo contenía la historia de Soda en Sony/CBS, excluyendo la etapa en BMG, correspondiente a Sueño Stereo y Comfort y Música Para Volar (de 1994 a 1996), lo que lo hacía un documento incompleto.
El 20 de septiembre de 2005 se editó en Argentina un DVD sobre el concierto final que diera Soda Stereo exactamente ocho años antes en el Estadio de River Plate, con el título de El Último Concierto (En Vivo). El DVD, a diferencia del especial que produjo HBO, estaba centrado en el concierto de Buenos Aires en audio 5.1 e incluía dos temas que habían quedado afuera anteriormente: «Juego de seducción» y «Sobredosis de TV». Además, incluyó una opción multi cámara para una sesión de ensayo de «Primavera 0» y un documental de 25 minutos de la gira de despedida con imágenes de los conciertos y pruebas de sonido de México, Venezuela, y Argentina. También se incluyó una entrevista al desaparecido «cuarto Soda» Alfredo Lois, autor de ese trabajo, uno de los últimos que hiciera antes de fallecer.
Soda Stereo fue una banda particularmente exploradora de nuevos sonidos, especialmente inspirados en el afán creativo de Gustavo Cerati; y siempre buscaron que ninguno de sus discos sonara igual al anterior. Una de sus principales y más claras influencias durante toda la carrera musical del grupo, fue la que recibía permanentemente del rock británico. Entre los artistas que influenciaron a Soda durante su carrera se encuentran The Beatles y los trabajos en solitario de los mismos George Harrison, Paul McCartney y John Lennon; The Police, The Cure, Depeche Mode, Television, Talking Heads, Elvis Costello, David Bowie, Virus, XTC, The Specials, Squeeze, Pink Floyd, Queen (como se ve en la canción tributo «Algún Día»), My Bloody Valentine y Cocteau Twins. En lo que respecta a cada uno por separado, uno de los más grandes ídolos de Gustavo era Luis Alberto Spinetta; Zeta aprendió a tocar el bajo viendo a su ídolo Paul McCartney; y Charly aprendió mucho de su padre Tito Alberti y además admiraba a Stewart Copeland, baterísta de The Police.
En su comienzo, tenían un sonido New Wave bastante pop y fiestero, lo que se oye en su primer trabajo homónimo Soda Stereo, tributario de bandas como The Police y The Specials. Con el pasar del tiempo, el sonido new wave fue madurando y ya no era tan fiestero; además, influidos por agrupaciones como The Cure y Television, añadieron el crudo sonido post-punk. Fue así como en los discos Nada Personal y Signos convivían éxitos pop («Juego de seducción», «Persiana americana», «El rito») con canciones más oscuras («No existes», «Ecos», «Final Caja Negra»).
Hacia fines de la década, el grupo decidió cambiar el rumbo. Para ello, Gustavo Cerati contrató al experimentado músico Carlos Alomar (entre otros, durante muchos años guitarrista de David Bowie) como productor musical y fueron a vivir a New York por más de un mes para trabajar en su cuarto disco Doble Vida. Gracias a esto, añadieron al sonido new wave, influencias de la música norteamericana, especialmente del funk y del soul, junto con un sonido más pop. Aunque habían excepciones, como es el caso del sonido alternativo de «En la ciudad de la furia».
El cambio de década, también marcó un antes y un después en el estilo musical de la banda. Dejaron atrás al sonido new wave y post-punk y adoptaron un estilo mucho más basado en el protagonismo de la guitarra. Fue así como en 1990 vio la luz Canción Animal, que se convertiría también en su disco más exitoso. Y para sorpresa de muchos, el cambio más radical estaba aún por venir.
En 1992 y luego de culminar la extensa y exitosa Gira Animal, volvieron al estudio de grabación. Influenciados por el naciente movimiento alternativo en Inglaterra, la banda decide olvidarse de la masividad, la radio y los sonidos pop para dar un giro completo a su música, lanzando ese mismo año Dynamo, con un potente y oscuro sonido de shoegazing y rock alternativo. Además, incluyen algunas creaciones experimentales.
En 1995 y luego de casi separarse, deciden volver a sus orígenes con el que sería su último álbum de estudio, Sueño Stereo. Si bien mantenían un sonido alternativo predominante, lo hicieron más melódico y suavizado. Además, se apreciaba una notable influencia de la música electrónica. Esto se tradujo en un éxito rotundo del álbum, especialmente de hits como la alternativa «Ella usó mi cabeza como un revólver» y la alegre y pop «Zoom». También la banda se dio el tiempo de experimentar, especialmente con las últimas tres canciones del disco.
El camino que quería seguir la banda si hubiesen seguido juntos es un misterio, aunque parecía estar orientado a la música electrónica, como mostraría Gustavo Cerati en 1999 con su álbum Bocanada, el primero luego del quiebre del grupo.
Álbumes de estudio
1984: Soda Stereo
1985: Nada personal
1986: Signos
1988: Doble vida
1990: Canción animal
1992: Dynamo
1995: Sueño Stereo
«Mad Max»: Un Guerrero Implacable
En un futuro y en un lugar indeterminado la barbarie, la violencia y la muerte son cosas que se enfrentan a diario sin ninguna sorpresa. De pronto, en un desolado camino en la llanura y después de haber soportado una Tercera Guerra Mundial, los asesinos de la carretera hacen su aparición sin ninguna concesión hacia sus víctimas, que son brutalmente asesinadas.
El último recurso para detener esta violenta plaga es atacarlos con la misma moneda: un grupo de patrulleros con hielo y litros de adrenalina en la sangre, encabezados por el capitán Max Rockatansky (Mel Gibson).
En 1980 el director George Miller estrenaba su hiperviolenta producción «Mad Max», estelarizada por Mel Gibson en su debut internacional, que de inmediato se colocó a la cabeza de los artistas más taquilleros.
La omnipresente carretera desolada y sembrada de peligros se llama Anarchy Road: su poste de señales no indica la velocidad permitida, sino la cifra de muertes violentas ocurridas en su interior durante la última semana; sus pistas hacia ninguna parte se encuentran abiertas a cualquier aparición agresiva. En este sombrío panorama se desarrolla una intensa persecución entre el “Jinete Nocturno” (Vince Hill) y el capitán Rockatansky, que culmina con la muerte del primero; posteriormente hacen su aparición los seguidores del jinete, una horda de salvajes motociclistas encabezados por un psicópata apodado “Cortadedos” (Hugh Keays-Byrne), quienes claman por venganza, iniciando una implacable persecución contra el agente y su familia, que culmina con la violenta muerte de su esposa y su pequeño hijo.
Rockatansky, ebrio de venganza, se transforma en Mad Max, quien no se detiene hasta exterminar a “Cortadedos” y sus seguidores: la hiperviolenta revancha es en extremo emocionante.
Se cuenta que cuando Mel Gibson acudió al casting del film tenía moretones y heridas en la cara, ya que se había involucrado en una pelea de bar la noche anterior. El director consideró que esa apariencia desfigurada era perfecta para la película y le dio a Gibson el papel, descubriendo luego con asombro que el rostro de Gibson era totalmente distinto cuando se presentó, ya sin inflamaciones y golpes, al primer día de rodaje.
Al término de la filmación, 14 vehículos habían sido destruidos producto de las escenas de acción. Mel Gibson se negó a usar un doble para las escenas peligrosas, y las realizó él mismo.
Cuando la película fue estrenada en Estados Unidos, todas las voces, incluida la de Mel Gibson, fueron dobladas por actores con acentos estadounidenses, ya que los distribuidores pensaron que la audiencia americana no entendería el acento australiano contenido en la película.
El último recurso para detener esta violenta plaga es atacarlos con la misma moneda: un grupo de patrulleros con hielo y litros de adrenalina en la sangre, encabezados por el capitán Max Rockatansky (Mel Gibson).
En 1980 el director George Miller estrenaba su hiperviolenta producción «Mad Max», estelarizada por Mel Gibson en su debut internacional, que de inmediato se colocó a la cabeza de los artistas más taquilleros.
La omnipresente carretera desolada y sembrada de peligros se llama Anarchy Road: su poste de señales no indica la velocidad permitida, sino la cifra de muertes violentas ocurridas en su interior durante la última semana; sus pistas hacia ninguna parte se encuentran abiertas a cualquier aparición agresiva. En este sombrío panorama se desarrolla una intensa persecución entre el “Jinete Nocturno” (Vince Hill) y el capitán Rockatansky, que culmina con la muerte del primero; posteriormente hacen su aparición los seguidores del jinete, una horda de salvajes motociclistas encabezados por un psicópata apodado “Cortadedos” (Hugh Keays-Byrne), quienes claman por venganza, iniciando una implacable persecución contra el agente y su familia, que culmina con la violenta muerte de su esposa y su pequeño hijo.
Rockatansky, ebrio de venganza, se transforma en Mad Max, quien no se detiene hasta exterminar a “Cortadedos” y sus seguidores: la hiperviolenta revancha es en extremo emocionante.
Se cuenta que cuando Mel Gibson acudió al casting del film tenía moretones y heridas en la cara, ya que se había involucrado en una pelea de bar la noche anterior. El director consideró que esa apariencia desfigurada era perfecta para la película y le dio a Gibson el papel, descubriendo luego con asombro que el rostro de Gibson era totalmente distinto cuando se presentó, ya sin inflamaciones y golpes, al primer día de rodaje.
Al término de la filmación, 14 vehículos habían sido destruidos producto de las escenas de acción. Mel Gibson se negó a usar un doble para las escenas peligrosas, y las realizó él mismo.
Cuando la película fue estrenada en Estados Unidos, todas las voces, incluida la de Mel Gibson, fueron dobladas por actores con acentos estadounidenses, ya que los distribuidores pensaron que la audiencia americana no entendería el acento australiano contenido en la película.
Dos años después (1982) del inusitado éxito de «Mad Max» llegó la primera secuela, también dirigida por George Miller: «El Guerrero de la Carretera (The road warrior)».
En esta ocasión encontramos al implacable Mad Max (Gibson) viviendo en los caminos en compañía de un perro guardián y armado hasta los dientes; en el desarrollo de la historia un puñado de sobrevivientes de la Tercera Guerra Mundial establecen una colonia petrolera que es acechada por una banda de asesinos motorizados. Max se convierte en aliado de los colonos y los ayuda a escapar para establecerse en un lugar más tranquilo, todo esto en medio de un clímax verdaderamente electrizante y lleno de violencia, sello característico desde «Mad Max».
En la cinta original se podía observar cierto nivel de civilización normal, aunque en decadencia, mientras que en esta secuela no queda nada de esto; no hay nada más que caminos y vehículos destrozados, además de la refinería en la que se da la disputa principal, como restos del pasado. Asimismo, en consonancia con lo expresado, se puede apreciar que la apariencia de los personajes de la carretera es completamente diferente a la versión anterior. Mientras que en la primera parte los pandilleros lucían de manera contemporánea al año de filmación, los que se muestran en esta versión figuran de manera más terrorífica, muchos de ellos (y representado por los más fuertes) con peinados tipo Mohawk y un look punk. Un ejemplo de ello es el personaje de Wez.
La historia mostraba inicialmente a Max como un rufián más dentro del camino, una "sombra de un hombre" o "el cascarón de un hombre", como lo llama el narrador, pero al amistarse con el niño salvaje Max pudo experimentar un poco del lado humano que aún tenía. Es también muy recordada la escena en la que el niño salvaje se defiende con su boomerang.
Nunca queda del todo aclarado hasta que punto Max logra su "redención" al ayudar a los civiles del grupo de Papagayo, ya que Max no expresa si decide hacer esto por necesidad o altruismo, dejando la cuestión a la interpretación del espectador.
En esta ocasión encontramos al implacable Mad Max (Gibson) viviendo en los caminos en compañía de un perro guardián y armado hasta los dientes; en el desarrollo de la historia un puñado de sobrevivientes de la Tercera Guerra Mundial establecen una colonia petrolera que es acechada por una banda de asesinos motorizados. Max se convierte en aliado de los colonos y los ayuda a escapar para establecerse en un lugar más tranquilo, todo esto en medio de un clímax verdaderamente electrizante y lleno de violencia, sello característico desde «Mad Max».
En la cinta original se podía observar cierto nivel de civilización normal, aunque en decadencia, mientras que en esta secuela no queda nada de esto; no hay nada más que caminos y vehículos destrozados, además de la refinería en la que se da la disputa principal, como restos del pasado. Asimismo, en consonancia con lo expresado, se puede apreciar que la apariencia de los personajes de la carretera es completamente diferente a la versión anterior. Mientras que en la primera parte los pandilleros lucían de manera contemporánea al año de filmación, los que se muestran en esta versión figuran de manera más terrorífica, muchos de ellos (y representado por los más fuertes) con peinados tipo Mohawk y un look punk. Un ejemplo de ello es el personaje de Wez.
La historia mostraba inicialmente a Max como un rufián más dentro del camino, una "sombra de un hombre" o "el cascarón de un hombre", como lo llama el narrador, pero al amistarse con el niño salvaje Max pudo experimentar un poco del lado humano que aún tenía. Es también muy recordada la escena en la que el niño salvaje se defiende con su boomerang.
Nunca queda del todo aclarado hasta que punto Max logra su "redención" al ayudar a los civiles del grupo de Papagayo, ya que Max no expresa si decide hacer esto por necesidad o altruismo, dejando la cuestión a la interpretación del espectador.
Sin embargo aquí no terminan las peripecias del guerrero de la carretera y tras un breve descanso regresa en una tercera cinta dirigida nuevamente por Miller y George Ogilvie. En «Mad Max III: Más allá de la Cúpula del Trueno (Mad Max III: Beyond Thunderdome)» (1985). Mel Gibson regresa como el héroe post-apocalíptico que en esta ocasión, después de ser hecho prisionero se enfrenta a varios gladiadores para mantenerse con vida en la “Cúpula del Trueno”, especie de Coliseo dirigido por una extraña mujer (Tina Turner, quien además interpreta el tema central) que tras desterrar a Max de su dominio desata una intensa persecución en su contra cuando el guerrero ayuda a un grupo de niños a escapar a un lugar poblado y roba los vehículos de la ciudad para conseguirlo.
Tras salvar a estos pequeños Max desaparece para regresar a su infierno particular.
La historia tiene lugar en ambientes totalmente desérticos, a diferencia de la anterior entrega, y también transcurre en un oasis. La película fue filmada en zonas áridas de Australia y los Estados Unidos.
La banda sonora, compuesta por Maurice Jarre, también incluye canciones compuestas por Graham Lyle y Terry Britten como "We don't need another hero" y "One of the living", las cuales fueron interpretadas por Tina Turner. La primera de ellas fue otro éxito N° 1 en la carrera de Turner.
El personaje que interpreta Bruce Spence no es el mismo que en «Mad Max 2». En ésta parte interpreta a Jedediah el piloto, mientras que en la película anterior interpretaba al Capitán Gyro. Además, los personajes conducen diferentes artefactos voladores. En esta película actúa Angry Anderson, líder del grupo de rock australiano Rose Tattoo, como Ironbar.
La historia tiene lugar en ambientes totalmente desérticos y un oasis, y fue grabada en zonas áridas de Australia y los Estados Unidos. A diferencia la cinta anterior, no se puede notar ninguna carretera en los ambientes (salvo las vías férreas por donde se realizó el rescate de Maestro), ni mucho menos elementos que constituyan restos de ciudades destruidas, salvo hacia el final en donde presumiblemente aparece el Mundo del Mañana-Mañana. Según lo que mencionan los protagonistas y algunos personajes más, se adiciona un hecho más a las causas de la ruina de la civilización: una guerra nuclear que ocurrió después de la guerra del petróleo.
Continuando con la historia y ambientación de su predecesora, se observa que sigue sin haber ninguna señal o resto de civilización, por lo que Negociudad aparece en principio como un franco intento de reconstrucción. También se muestran el estilo de peinado Mohawk del segundo film, aunque este aparece únicamente en los guardias de la Tía Ama. La acción automovilística está más reducida en comparación con las dos películas anteriores, y buena parte de la acción se centra en la pelea entre Golpeador y Max.
Los niños perdidos son un símil a la historia de Peter Pan, más aún cuando se proponen encontrar esa utópica tierra del «Mañana-Mañana». Un crítico consideró que ellos representaban la esperanza de encontrar un mundo mejor. A diferencia de «Mad Max 2», en la tercera parte, si queda completamente claro que Max se transforma en un héroe al salvar desinteresadamente a los "Niños Perdidos" de la ciudad que el descubre.
Tras salvar a estos pequeños Max desaparece para regresar a su infierno particular.
La historia tiene lugar en ambientes totalmente desérticos, a diferencia de la anterior entrega, y también transcurre en un oasis. La película fue filmada en zonas áridas de Australia y los Estados Unidos.
La banda sonora, compuesta por Maurice Jarre, también incluye canciones compuestas por Graham Lyle y Terry Britten como "We don't need another hero" y "One of the living", las cuales fueron interpretadas por Tina Turner. La primera de ellas fue otro éxito N° 1 en la carrera de Turner.
El personaje que interpreta Bruce Spence no es el mismo que en «Mad Max 2». En ésta parte interpreta a Jedediah el piloto, mientras que en la película anterior interpretaba al Capitán Gyro. Además, los personajes conducen diferentes artefactos voladores. En esta película actúa Angry Anderson, líder del grupo de rock australiano Rose Tattoo, como Ironbar.
La historia tiene lugar en ambientes totalmente desérticos y un oasis, y fue grabada en zonas áridas de Australia y los Estados Unidos. A diferencia la cinta anterior, no se puede notar ninguna carretera en los ambientes (salvo las vías férreas por donde se realizó el rescate de Maestro), ni mucho menos elementos que constituyan restos de ciudades destruidas, salvo hacia el final en donde presumiblemente aparece el Mundo del Mañana-Mañana. Según lo que mencionan los protagonistas y algunos personajes más, se adiciona un hecho más a las causas de la ruina de la civilización: una guerra nuclear que ocurrió después de la guerra del petróleo.
Continuando con la historia y ambientación de su predecesora, se observa que sigue sin haber ninguna señal o resto de civilización, por lo que Negociudad aparece en principio como un franco intento de reconstrucción. También se muestran el estilo de peinado Mohawk del segundo film, aunque este aparece únicamente en los guardias de la Tía Ama. La acción automovilística está más reducida en comparación con las dos películas anteriores, y buena parte de la acción se centra en la pelea entre Golpeador y Max.
Los niños perdidos son un símil a la historia de Peter Pan, más aún cuando se proponen encontrar esa utópica tierra del «Mañana-Mañana». Un crítico consideró que ellos representaban la esperanza de encontrar un mundo mejor. A diferencia de «Mad Max 2», en la tercera parte, si queda completamente claro que Max se transforma en un héroe al salvar desinteresadamente a los "Niños Perdidos" de la ciudad que el descubre.
Años después y ambientada entre los escombros de lo que en una ocasión fueran grandes ciudades, George Miller nos presenta «Mad Max: Furia en el Camino (Mad Max: Fury road)». Han pasado cerca de 45 años desde la caída de la civilización tras la Tercera Guerra Mundial, y ahora no hay leyes, redes eléctricas, agua ni piedad. La civilización es un recuerdo y sólo para unos pocos. De hecho las grandes economías mundiales se han convertido en polvo, las ciudades costeras fueron borradas del mapa y a raíz de las guerras por el agua y el petróleo, escasea la comida y el aire es veneno.
Lo que queda de la humanidad transita a través de Wasteland, en tribus salvajes, o se aferra a la supervivencia al pie de Citadel, una fortaleza tejida en un sistema de cuevas donde el agua se extrae del único acuífero que hay en kilómetros a la redonda.
Al controlar los elementos esenciales, Citadel y sus aliados GasTown y BulletFarm controlan la región de Wasteland.
Mad Max (Tom Hardy), torturado por su pasado, cree que la soledad es la mejor forma de sobrevivir, hasta que conoce a la Emperatriz Furiosa (Charlize Theron), con quien emprende una intensa y peligrosa travesía para sobrevivir, pues el despiadado Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne) los persigue despiadadamente a fin de que le regresen a sus “esposas”, quienes están cansadas de ser sólo un objeto.
Max surge como un veterano de una guerra en este desierto, con habilidades que le permiten sobrevivir solo y habiendo aprendido que el apego únicamente lleva a la tristeza en este mundo totalmente hostil.
Tanto Max como Furiosa han vivido una historia similar, han sufrido grandes pérdidas y también pasaron del dolor a la venganza.
Con esta cinta, George Miller nuevamente da rienda suelta a un mundo que se ha vuelto loco con la fuerza violenta de una “guerra de la carretera” de alto octanaje como solo él ha podido hacerlo a lo largo de los años.
Por cierto, ya se habla de los detalles de «Mad Max: The Wasteland», proyecto en el que ya trabaja el verdadero guerrero detrás de este largo camino: el director y mente maestra, George Miller.
Lo que queda de la humanidad transita a través de Wasteland, en tribus salvajes, o se aferra a la supervivencia al pie de Citadel, una fortaleza tejida en un sistema de cuevas donde el agua se extrae del único acuífero que hay en kilómetros a la redonda.
Al controlar los elementos esenciales, Citadel y sus aliados GasTown y BulletFarm controlan la región de Wasteland.
Mad Max (Tom Hardy), torturado por su pasado, cree que la soledad es la mejor forma de sobrevivir, hasta que conoce a la Emperatriz Furiosa (Charlize Theron), con quien emprende una intensa y peligrosa travesía para sobrevivir, pues el despiadado Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne) los persigue despiadadamente a fin de que le regresen a sus “esposas”, quienes están cansadas de ser sólo un objeto.
Max surge como un veterano de una guerra en este desierto, con habilidades que le permiten sobrevivir solo y habiendo aprendido que el apego únicamente lleva a la tristeza en este mundo totalmente hostil.
Tanto Max como Furiosa han vivido una historia similar, han sufrido grandes pérdidas y también pasaron del dolor a la venganza.
Con esta cinta, George Miller nuevamente da rienda suelta a un mundo que se ha vuelto loco con la fuerza violenta de una “guerra de la carretera” de alto octanaje como solo él ha podido hacerlo a lo largo de los años.
Por cierto, ya se habla de los detalles de «Mad Max: The Wasteland», proyecto en el que ya trabaja el verdadero guerrero detrás de este largo camino: el director y mente maestra, George Miller.
«Viernes 13»; Una Sangrienta Trayectoría
Un campamento de verano, sentirse rodeado por el bosque, con un bello lago y acompañado por tus amigos suena divertido; sin embargo el lugar que han elegido, conocido como Crystal Lake, fue el escenario e unos brutales asesinatos. Esta tragedia no importa a los jóvenes vacacionistas, quienes eligen este campamento para divertirse y pasar (sin ellos saberlo) los últimos días de su vida. Durante una larga noche de sangre y violencia se cometen varios asesinatos, por demás brutales, que dejan tan sólo a una sobreviviente que tendrá que enfrentarse al asesino, a su locura y al misterio que le envuelve en un escalofriante combate.
La cinta comienza en el Campamento Crystal Lake en el año 1958. Un par de campistas, Barry y Claudette, se esconden de sus amigos y se van a un establo. Mientras tanto una persona (que no se sabe su identidad) entra a las cabañas de los niños. Los dos muchachos, ya en el establo, empiezan a tener relaciones sexuales. La persona misteriosa los encuentra y los asesina a ambos. Pasan varios años, y en 1979 Annie una chica que se convertirá en cocinera en el Campamento Crystal Lake, llega a un restaurant a preguntar donde queda el campamento. Un conductor de camión se ofrece a llevarla. Al salir un loco, Ralph, le habla a Annie sobre una maldición en el campamento. Este le dice que no sobrevivirá. Annie no le hace caso y sube al camión. El conductor la deja en la autopista. Annie logra subir a un auto, a cuyo conductor no se le ve el rostro. Annie nota que el conductor quiere hacerle daño, así que salta del coche. Pero la misteriosa persona la degolla en el bosque donde muere. Un grupo de chicos llegan al campamento. Estos son: Marcie, Jack, Ned y Brenda. En el campamento ya se encuentran Alice, Bill y el líder del grupo, Steve Christy. Los muchachos se van a divertir al lago, mientras Steve va al pueblo. La persona misteriosa los ve, pero ellos no se dan cuenta. Luego de esto, Ned escucha ruidos en una cabaña alejada de las demás y entra a esta. Llega la noche ,y Jack, y Marcie tienen sexo en la cabaña de este. Mientras tanto Alice, Bill y Brenda juegan al monopolio y una fuerte lluvia se ha desatado. En la cabaña de Jack, la cámara enfoca a la cama de arriba, donde esta el cadáver de Ned. Luego de que Marcie se marche, el asesino le clava una lanza a Jack en el cuello mientras este fumaba. Marcie entra al baño y el asesino aprovecha en entrar a su cabaña, donde finalmente le clava una hacha en el ojo. Brenda debe ir a su cabaña. Al momento de irse a acostar, escucha a un niño pidiendo ayuda. Ella sale y el asesino enciende las luces del campo de tiro. Alice ve esto y le dice a Bill que vayan a investigar. En la cabaña de Marcie, encuentran una hacha ensangrentada. Van a llamar a la policía, pero el asesino corta los cables de teléfono. Luego el asesino corta la luz en todo el campamento, y Bill va investigar, mientras Alice duerme. Mientras tanto, Steve de regreso al campamento, es asesinado. Alice despierta y va a buscar a Bill al cuarto de luces. Al cerrar la puerta ve el cuerpo de Bill clavado con flechas por todo el cuerpo. Alice no tarda en descubrir que es la única persona viva en el campamento. Al irse a la cocina a buscar armas, el cadáver de Brenda es tirado por la ventana. Alice le echa seguro y pone múltiples objetos a la puerta. Ella ve las luces de un auto y al creer que es Steve sale a su encuentro. En lugar de Steve, encuentra a una señora, de 50 años aproximadamente, llamada Pamela Voorhees. Alice le muestra el cadáver de Brenda y la señora Voorhees le cuenta la historia de su hijo, Jason, que se ahogó en el lago y sobre el asesinato de los campistas un año después. La señora Voorhees trata de atacar a Alice con un cuchillo, pero esta la golpea. Esta huye y al tratar de entrar al auto de esta para huir del campamento, ve el cadáver de Annie (la cocinera que fue degollada en el bosque al inicio de la pelicula), y al salir corriendo, Alice ve el cadáver de Steve que está colgado de un arbol. Ella va a un cuarto y toma una arma, pero no encuentra las balas. La señora Voorhees la abofetea, pero Alice la golpea otra vez. Alice huye a su cabaña y se esconde en una almacén. La señora Voorhees la encuentra, pero Alice le golpea con una sartén en la cabeza, y al creerla muerta, va al lago. La Señora Voorhees sigue viva y ataca a Alice, tras enfrentarse a ella a orillas del lago, Alice toma un machete y decapita a la señora Voorhees cortandole la cabeza y muere. Alice despues de matar a la señora Voorhees, se sube a un bote y Alice se va. A la mañana siguiente, Alice ve a la policía desde el lago y al tratar de inclinarse, un niño emerge de las aguas y la hunde. Alice despierta en el hospital, y pregunta por Jason, el hijo de la señora Voorhees, y dice a la policía que él es el niño que la hundió. El policía le dice que no había ningún niño, a lo que Alice dice: "Entonces el aún esta ahí" y la cinta cierra.
Dirigida en 1980 por Sean S. Cunningham, «Viernes 13» es una sucesión de escenas impactantes, encuadrables en un estilo que utiliza la violencia y el sadismo por el simple gusto de hacerlo, y un fondo de carácter juvenil. Estos elementos convirtieron a la cinta en cuestión en un monumental éxito de taquilla, y como es norma en el cine contemporáneo, las continuaciones abundaron.
Dirigida en 1980 por Sean S. Cunningham, «Viernes 13» es una sucesión de escenas impactantes, encuadrables en un estilo que utiliza la violencia y el sadismo por el simple gusto de hacerlo, y un fondo de carácter juvenil. Estos elementos convirtieron a la cinta en cuestión en un monumental éxito de taquilla, y como es norma en el cine contemporáneo, las continuaciones abundaron.
En 1981 surge la primera secuela bajo la dirección de Steve Miner («Viernes 13. Parte II»). Estamos de regreso en Crystal Lake y los crímenes continúan. En la cinta hay unos cuantos momentos románticos pero sólo sirven para atrasar los múltiples asesinatos cometidos por el hombre de la máscara de hockey. Sistemáticamente despacha a sus víctimas con un garrote, un hachazo y otros horrendos métodos que tienen por objeto aumentar el efecto impactante; sin embargo no logran acabar con el asesino.
Han pasado dos meses de los acontecimientos ocurridos en el lago y Alice Hardy, la superviviente de la masacre causada por Pamela Voorhees, se encuentra viviendo sola. Tras tener múltiples pesadillas con lo sucedido se va a tomar una ducha. Mientras tanto un hombre (invisible para el espectador) se dirige a la casa de Alice, sin que esta se de cuenta. Al terminar su ducha, Alice empieza a escuchar ruidos extraños y entra en pánico. Sin embargo, al cabo de un rato se tranquiliza al pensar que el responsable de aquellos ruidos era un gato. Después de tranquilizarse, Alice decide sacar algo de su refrigeradora, pero al abrirla encuentra la cabeza decapitada de Pamela Voorhees y posteriormente es asesinada por el hombre ya mencionado.
Cinco años después, un grupo de jóvenes llega a un campamento cercano al Crystal Lake, todos ellos liderados por Paul. Estos son: Ginny, novia de Paul, Vicky, Terry, Sandra, Jeff, Mark, Scott y Ted. Esa misma noche, Paul les cuenta la historia de Pamela Voorhees y también sobre el hijo de esta, Jason, que según el, ronda por los lugares donde ellos se encuentran ahora mismo. Sin embargo, Paul les juega una broma junto a su amigo Ted. Todos se rien, excepto Ginny que si cree que Jason esta en el mismo lugar donde están ellos. Crazy Ralph tambien se encuentra en el campamento, donde es asesinado por el misterioso hombre que mato a Alice.
A la mañana siguiente, Jeff y Sandra deciden ir al Campamento Crystal Lake, lugar donde ocurrió la masacre anterior. Ellos se enteraron de esto porque Crazy Ralph se los contó antes de su muerte. Al ver un letrero roto, son sorprendidos por el sheriff del pueblo, quien se los lleva a la comisaría. Después de que este los lleve al campamento en su coche, ve a un hombre corriendo por el bosque. El sheriff lo persigue hasta llegar a una choza. Al investigarla, entra a una habitación donde se sorprende al ver algo, al parecer repugnante (invisible para el espectador), donde es asesinado por este hombre.
Llega la noche y Ginny, Paul y Ted deciden ir a un bar, mientras que los otros chicos deciden quedarse en el campamento. Uno por uno son asesinados por este misterioso hombre. Vicky, la única que queda viva en el campamento va al cuarto donde Sandra y Jeff fueron muertos. Al llegar es sorprendida por un hombre que tiene el rostro cubierto con un saco, quien la asesina.
Al regresar, Ginny y Paul, son atacados por el hombre del saco, quien después de noquear a Paul, persigue a Ginny. Después de escapar múltiples veces de este hombre, Ginny llega a la choza donde fue asesinado el sheriff. Sin embargo esta se percata de que el hombre la sigue y se refugia en un cuarto de esta choza. Al entrar a este cuarto, Ginny grita al ver un pequeño altar con la cabeza de Pamela Voorhees, y al mismo tiempo se da cuenta que el hombre del saco es el presumiblemente muerto, Jason Voorhees. Ginny, al verse acorralada por Jason, se viste con la cabeza de Pamela y se hace pasar por esta. Al verla, Jason confunde a Ginny con su madre, sin embargo Jason descubre el engaño y trata de matar a Ginny. En ese instante, Paul llega a rescatar a Ginny y empieza a pelear con Jason. Ginny aprovecha esto y le clava un machete en el hombro a Jason. Después de atacar a Jason, Ginny le quita el saco a este y le ve el rostro (invisible para el espectador).
Tras regresar al campamento, Ginny y Paul empiezan a escuchar ruidos extraños de afuera. Sin embargo se dan cuenta que estos eran del perro de Terrry, Muffin, que presumiblemente estaba perdido. Al levantarse para acariciar a Muffin, Ginny es atacada por Jason, que salta por la ventana. A la mañana siguiente, Ginny es llevada a una ambulancia, sin saber que fue de Paul.
Han pasado dos meses de los acontecimientos ocurridos en el lago y Alice Hardy, la superviviente de la masacre causada por Pamela Voorhees, se encuentra viviendo sola. Tras tener múltiples pesadillas con lo sucedido se va a tomar una ducha. Mientras tanto un hombre (invisible para el espectador) se dirige a la casa de Alice, sin que esta se de cuenta. Al terminar su ducha, Alice empieza a escuchar ruidos extraños y entra en pánico. Sin embargo, al cabo de un rato se tranquiliza al pensar que el responsable de aquellos ruidos era un gato. Después de tranquilizarse, Alice decide sacar algo de su refrigeradora, pero al abrirla encuentra la cabeza decapitada de Pamela Voorhees y posteriormente es asesinada por el hombre ya mencionado.
Cinco años después, un grupo de jóvenes llega a un campamento cercano al Crystal Lake, todos ellos liderados por Paul. Estos son: Ginny, novia de Paul, Vicky, Terry, Sandra, Jeff, Mark, Scott y Ted. Esa misma noche, Paul les cuenta la historia de Pamela Voorhees y también sobre el hijo de esta, Jason, que según el, ronda por los lugares donde ellos se encuentran ahora mismo. Sin embargo, Paul les juega una broma junto a su amigo Ted. Todos se rien, excepto Ginny que si cree que Jason esta en el mismo lugar donde están ellos. Crazy Ralph tambien se encuentra en el campamento, donde es asesinado por el misterioso hombre que mato a Alice.
A la mañana siguiente, Jeff y Sandra deciden ir al Campamento Crystal Lake, lugar donde ocurrió la masacre anterior. Ellos se enteraron de esto porque Crazy Ralph se los contó antes de su muerte. Al ver un letrero roto, son sorprendidos por el sheriff del pueblo, quien se los lleva a la comisaría. Después de que este los lleve al campamento en su coche, ve a un hombre corriendo por el bosque. El sheriff lo persigue hasta llegar a una choza. Al investigarla, entra a una habitación donde se sorprende al ver algo, al parecer repugnante (invisible para el espectador), donde es asesinado por este hombre.
Llega la noche y Ginny, Paul y Ted deciden ir a un bar, mientras que los otros chicos deciden quedarse en el campamento. Uno por uno son asesinados por este misterioso hombre. Vicky, la única que queda viva en el campamento va al cuarto donde Sandra y Jeff fueron muertos. Al llegar es sorprendida por un hombre que tiene el rostro cubierto con un saco, quien la asesina.
Al regresar, Ginny y Paul, son atacados por el hombre del saco, quien después de noquear a Paul, persigue a Ginny. Después de escapar múltiples veces de este hombre, Ginny llega a la choza donde fue asesinado el sheriff. Sin embargo esta se percata de que el hombre la sigue y se refugia en un cuarto de esta choza. Al entrar a este cuarto, Ginny grita al ver un pequeño altar con la cabeza de Pamela Voorhees, y al mismo tiempo se da cuenta que el hombre del saco es el presumiblemente muerto, Jason Voorhees. Ginny, al verse acorralada por Jason, se viste con la cabeza de Pamela y se hace pasar por esta. Al verla, Jason confunde a Ginny con su madre, sin embargo Jason descubre el engaño y trata de matar a Ginny. En ese instante, Paul llega a rescatar a Ginny y empieza a pelear con Jason. Ginny aprovecha esto y le clava un machete en el hombro a Jason. Después de atacar a Jason, Ginny le quita el saco a este y le ve el rostro (invisible para el espectador).
Tras regresar al campamento, Ginny y Paul empiezan a escuchar ruidos extraños de afuera. Sin embargo se dan cuenta que estos eran del perro de Terrry, Muffin, que presumiblemente estaba perdido. Al levantarse para acariciar a Muffin, Ginny es atacada por Jason, que salta por la ventana. A la mañana siguiente, Ginny es llevada a una ambulancia, sin saber que fue de Paul.
Un año después, en 1982, Tracie Savage y Dana Kimmell protagonizaron la tercera parte («Viernes 13. Parte III»), que resulta una película de terror especialmente repugnante que reutiliza la misma trama de sus predecesoras. Jason Masacra a los excursionistas a machete y cuchillo, con una eficacia digna de un cirujano. Sólo sobrevive una joven para dejar abierto el campo a la cuarta masacre cinematográfica que en 1984 dirigió Joseph Zito.
«Friday the 13th Part III» es una película de terror estrenada en el año 1982 dirigida por Steve Miner. Su producción y estreno original se realizó en 3D mediante el sistema anaglifo, aunque la versión mayoritariamente distribuida internacionalmente fue la bidimensional.
Ha pasado un día de los hechos ocurridos en la segunda parte y Jason Voorhees ha desaparecido y los cadáveres de las víctimas de la película anterior en Crystal Lake han sido rescatados. Mientras, un grupo de jóvenes vacacionistas: Chris, Andy, Debbie, Shelli, Chuck, Chili y Rick que se encuentra en el lugar, llegan a un campamento cercano a Crystal Lake, llamado Higgins Haven, lugar donde Jason Voorhees se ha escondido temporalmente. Los vacacionistas deciden ir a divertirse. Uno de ellos, Shelly, decide ir de compras al pueblo con una amiga, Vera y estos hacen enojar a unos motociclistas, los cuales se vengarán. Estos se van a Higgins Haven , dispuestos a incendiar el granero de la familia. Dos de ellos son asesinados y uno es dejado inconsciente. Llega la noche y Jason hiere a Shelly y posteriormente asesina a Vera, disparándole una flecha en el ojo. Cabe recalcar que Jason roba la mascara de hockey de Shelly y la usa para cubrir su deforme rostro. Mientras tanto Debbie y Andy se encuentran haciendo el amor. Luego el muchacho va por unas cervezas y es asesinado por Jason. Este mata a Debbie, clavándole un cuchillo en el pecho. Chris Higgins, la dueña de la casa de verano, va al bosque con su novio Rick, y le cuenta un espeluznante relato: Chris, después de discutir con sus padres, huye al bosque y se queda dormida. Al despertarse oye unos ruidos y un hombre deformado, la persigue con un cuchillo y finalmente la deja inconsciente. Al despertarse, esta ya esta en su casa. Rick le dice que se tranquilice y vuelven a la casa. Jason apaga todas las luces y Chuck va a ver los fusibles. Aquí es asesinado por Jason. Shelly, aun vivo, va a pedirle ayuda a Chili y esta no le cree. Minutos después se da cuenta que no miente, pero Jason la mata. Chris y Rick regresan y al no encontrar nadie, van a investigar. Jason mata a Rick apretándole el cráneo con tanta fuerza que se le sale el ojo. Chris ve el cadáver de Loco, un motociclista y huye a la casa. Jason tira el cuerpo de Rick por la ventana y esta ve a Jason. Huye hacia un cuarto y al verse acorralada por Jason salta por la ventana. Chris decide escapar en su minicombi, pero se acaba la gasolina y la llanta se atasca en un puente. Chris huye hacia el granero, donde logra engañar a Jason y lo cuelga. Creyéndolo muerto, sale del granero, pero Jason aun sigue vivo y se quita la mascara para sacarse la cuerda del cuello. Chris se da cuenta que él es el hombre que la ataco. Todo parece perdido, pero Ali, un motociclista protege a Chris, sin embargo, Jason le corta la mano y lo mata. Chris aprovecha esto y le clava un hacha en la cabeza a Jason y este cae muerto. Chris, se recuesta en un bote. A la mañana siguiente Chris ve a Jason en la casa desde el lago, pero esto resulta ser una alucinación. Posteriormente el cadáver descompuesto de Pamela Voorhees emerge de las aguas y hunde a Chris. Todo es un sueño y Chris, en un estado histérico es subida a una patrulla, aparentemente llevada a un psiquiátrico y la cinta cierra.
«Friday the 13th Part III» es una película de terror estrenada en el año 1982 dirigida por Steve Miner. Su producción y estreno original se realizó en 3D mediante el sistema anaglifo, aunque la versión mayoritariamente distribuida internacionalmente fue la bidimensional.
Ha pasado un día de los hechos ocurridos en la segunda parte y Jason Voorhees ha desaparecido y los cadáveres de las víctimas de la película anterior en Crystal Lake han sido rescatados. Mientras, un grupo de jóvenes vacacionistas: Chris, Andy, Debbie, Shelli, Chuck, Chili y Rick que se encuentra en el lugar, llegan a un campamento cercano a Crystal Lake, llamado Higgins Haven, lugar donde Jason Voorhees se ha escondido temporalmente. Los vacacionistas deciden ir a divertirse. Uno de ellos, Shelly, decide ir de compras al pueblo con una amiga, Vera y estos hacen enojar a unos motociclistas, los cuales se vengarán. Estos se van a Higgins Haven , dispuestos a incendiar el granero de la familia. Dos de ellos son asesinados y uno es dejado inconsciente. Llega la noche y Jason hiere a Shelly y posteriormente asesina a Vera, disparándole una flecha en el ojo. Cabe recalcar que Jason roba la mascara de hockey de Shelly y la usa para cubrir su deforme rostro. Mientras tanto Debbie y Andy se encuentran haciendo el amor. Luego el muchacho va por unas cervezas y es asesinado por Jason. Este mata a Debbie, clavándole un cuchillo en el pecho. Chris Higgins, la dueña de la casa de verano, va al bosque con su novio Rick, y le cuenta un espeluznante relato: Chris, después de discutir con sus padres, huye al bosque y se queda dormida. Al despertarse oye unos ruidos y un hombre deformado, la persigue con un cuchillo y finalmente la deja inconsciente. Al despertarse, esta ya esta en su casa. Rick le dice que se tranquilice y vuelven a la casa. Jason apaga todas las luces y Chuck va a ver los fusibles. Aquí es asesinado por Jason. Shelly, aun vivo, va a pedirle ayuda a Chili y esta no le cree. Minutos después se da cuenta que no miente, pero Jason la mata. Chris y Rick regresan y al no encontrar nadie, van a investigar. Jason mata a Rick apretándole el cráneo con tanta fuerza que se le sale el ojo. Chris ve el cadáver de Loco, un motociclista y huye a la casa. Jason tira el cuerpo de Rick por la ventana y esta ve a Jason. Huye hacia un cuarto y al verse acorralada por Jason salta por la ventana. Chris decide escapar en su minicombi, pero se acaba la gasolina y la llanta se atasca en un puente. Chris huye hacia el granero, donde logra engañar a Jason y lo cuelga. Creyéndolo muerto, sale del granero, pero Jason aun sigue vivo y se quita la mascara para sacarse la cuerda del cuello. Chris se da cuenta que él es el hombre que la ataco. Todo parece perdido, pero Ali, un motociclista protege a Chris, sin embargo, Jason le corta la mano y lo mata. Chris aprovecha esto y le clava un hacha en la cabeza a Jason y este cae muerto. Chris, se recuesta en un bote. A la mañana siguiente Chris ve a Jason en la casa desde el lago, pero esto resulta ser una alucinación. Posteriormente el cadáver descompuesto de Pamela Voorhees emerge de las aguas y hunde a Chris. Todo es un sueño y Chris, en un estado histérico es subida a una patrulla, aparentemente llevada a un psiquiátrico y la cinta cierra.
«Viernes 13. Parte IV: Capítulo Final» es la continuación de esta violenta saga de asesinatos sin justificación. El despiadado Jason vuelve a su pasatiempo favorito, sólo que esta vez es frenado por un jovencito (Corey Feldman) que también sabe utilizar el machete, y que tiempo después se convertiría en sucesor de Jason en la quinta secuela de esta carnicería fílmica: «Viernes 13. Parte V: Un Nuevo Comienzo».
Después de que su "cadáver" fuera localizado a orillas del lago, las autoridades policiales de Crystal Lake deciden llevarse a Jason a la morgue, pero Jason no ha muerto. El forense y la enfermera son quienes pagan la primera cuota de sangre después de que Jason los sorprendiera por detrás.
En Crystal Lake (una vez más y pese a las indicaciones hechas por la policía) se vuelve a ocupar el lugar para acampar. En esta oportunidad se trata de un grupo de jóvenes universitarios. Además de ellos, también estaban viviendo ahí la familia Jarvis; la madre, la hija mayor (Trish) y el hijo menor (Tommy) de doce años.
Trish comienza a tratar a los chicos que acaban de llegar, mientras que Tommy prefiere estar en casa, jugando a sus juegos de robots, y diseñando máscaras. Mientras eso ocurre, comienzan a manifestarse señales de la vuelta de Jason al lago.
Esa misma noche, los jóvenes que alquilaron la casa de al lado (Sam, Paul, Terry, Jimmy, Tina, Ted, Doug y Sarah) mueren asesinados uno a uno en este mismo orden. Primero, Samantha se enfada con Paul por razones amorosas, y al estar todos los chicos, especialmente Ted, detrás de Terry y Tina, dos gemelas invitadas a la cabaña. Sam se baña en el lago, pero es asesinada por Jason en una barca inflable.
La fiesta avanza y Sam no vuelve, por lo que Paul, preocupado, va a buscarla, pero solo encuentra su cadáver. Luego es perseguido por Jason hasta la orilla del lago, donde es salvajemente torturado hasta morir. Tina y Jimmy van a la parte de arriba, mientras Ted, Doug y Sarah ven una película. Terry le dice a Tina que es hora de irse, pero ella no le hace caso y Terry se va sola. En la entrada es asesinada por Jason.
Jimmy baja al salón a por vino, mientras Doug y Sarah suben arriba a ducharse. Mientras tanto, Trish va a la tienda de campaña de Rob, un amigo al que conoció, y descubre que su hermana, Sandra («Viernes 13 Parte II») fue asesinada por Jason, y que Rob quiere vengarla. Mientras, la madre de Trish se convierte en la siguiente víctima.
En la fiesta, Jimmy es asesinado en la cocina, y Tina es lanzada por la ventana. Sólo quedan Ted, Doug, y Sarah. Jason no tarda en volver a atacar, esta vez a Ted, a quien mata mientras ve la película. Mientras, Rob y Trish regresan a su cabaña con Tommy. Sarah sale de la ducha y Jason entra en el baño. Doug piensa que es Paul y se ríe, diciendo que por fin se ha quedado con Sarah. En ese momento Jason rompe el cristal de la ducha y mata a Doug. Sarah vuelve a la ducha y encuentra el cadáver. Se va corriendo y llama alarmada a Sam e intenta abrir la puerta, pero en ese momento se rompe y un hacha aterriza en su pecho, terminando así Jason su masacre en la casa.
Sin embargo, aún quedan Trish, Tommy y Rob. Trish intenta llamar por teléfono, pero Jason corta la línea, así que se va con Rob a intentar llamar desde la casa de al lado. Allí Trish encuentra el cadáver de Ted, y posteriormente Rob es asesinado ante sus ojos, en el sótano. Trish huye a la casa con Tommy, donde Jason los acorrala en su cuarto. Cuando todo parece perdido, Trish le lanza una televisión al asesino, aparentemente matándolo. Tommy se queda en el cuarto, mientras Trish va a sacar el "cadáver". Sin embargo, Jason se levanta y persigue a Trish hasta la casa de al lado.
Después de un duro enfrentamiento, en el que Trish es brutalmente herida, ella y el asesino se reencuentran en la casa. Trish coge un machete y se enfrenta a Jason, mientras Tommy se rapa el pelo en la parte de arriba de la casa. Jason y Trish forcejean, hasta que Tommy baja apelando a los fantasmas internos de Jason, y distrayéndole momentáneamente mientras Trish consigue quitarle la máscara. El horrible rostro de Jason se muestra en la cámara, pálido, deforme y lleno de sangre. Trish grita y Tommy consigue "matarlo" con su propio machete. Los dos se abrazan, pero Jason se mueve sutilmente, lo cual provoca que Tommy se enfurezca y comience a apuñalar horriblemente al asesino.
En el hospital, Trish pregunta si puede ver a su hermano, él pasa y se abrazan, pero Tommy mira expectante a la cámara, mostrando a los espectadores que el terror no ha terminado.
Peculiarmente, Jason sufre un gran cambio de la tercera entrega a esta cuarta, y solo pasó del día a la noche. Jason comienza a dar señas de su inmortalidad, con su pérdida de sangre y palidez y, además, sobreviviendo al famoso hachazo.
Después de que su "cadáver" fuera localizado a orillas del lago, las autoridades policiales de Crystal Lake deciden llevarse a Jason a la morgue, pero Jason no ha muerto. El forense y la enfermera son quienes pagan la primera cuota de sangre después de que Jason los sorprendiera por detrás.
En Crystal Lake (una vez más y pese a las indicaciones hechas por la policía) se vuelve a ocupar el lugar para acampar. En esta oportunidad se trata de un grupo de jóvenes universitarios. Además de ellos, también estaban viviendo ahí la familia Jarvis; la madre, la hija mayor (Trish) y el hijo menor (Tommy) de doce años.
Trish comienza a tratar a los chicos que acaban de llegar, mientras que Tommy prefiere estar en casa, jugando a sus juegos de robots, y diseñando máscaras. Mientras eso ocurre, comienzan a manifestarse señales de la vuelta de Jason al lago.
Esa misma noche, los jóvenes que alquilaron la casa de al lado (Sam, Paul, Terry, Jimmy, Tina, Ted, Doug y Sarah) mueren asesinados uno a uno en este mismo orden. Primero, Samantha se enfada con Paul por razones amorosas, y al estar todos los chicos, especialmente Ted, detrás de Terry y Tina, dos gemelas invitadas a la cabaña. Sam se baña en el lago, pero es asesinada por Jason en una barca inflable.
La fiesta avanza y Sam no vuelve, por lo que Paul, preocupado, va a buscarla, pero solo encuentra su cadáver. Luego es perseguido por Jason hasta la orilla del lago, donde es salvajemente torturado hasta morir. Tina y Jimmy van a la parte de arriba, mientras Ted, Doug y Sarah ven una película. Terry le dice a Tina que es hora de irse, pero ella no le hace caso y Terry se va sola. En la entrada es asesinada por Jason.
Jimmy baja al salón a por vino, mientras Doug y Sarah suben arriba a ducharse. Mientras tanto, Trish va a la tienda de campaña de Rob, un amigo al que conoció, y descubre que su hermana, Sandra («Viernes 13 Parte II») fue asesinada por Jason, y que Rob quiere vengarla. Mientras, la madre de Trish se convierte en la siguiente víctima.
En la fiesta, Jimmy es asesinado en la cocina, y Tina es lanzada por la ventana. Sólo quedan Ted, Doug, y Sarah. Jason no tarda en volver a atacar, esta vez a Ted, a quien mata mientras ve la película. Mientras, Rob y Trish regresan a su cabaña con Tommy. Sarah sale de la ducha y Jason entra en el baño. Doug piensa que es Paul y se ríe, diciendo que por fin se ha quedado con Sarah. En ese momento Jason rompe el cristal de la ducha y mata a Doug. Sarah vuelve a la ducha y encuentra el cadáver. Se va corriendo y llama alarmada a Sam e intenta abrir la puerta, pero en ese momento se rompe y un hacha aterriza en su pecho, terminando así Jason su masacre en la casa.
Sin embargo, aún quedan Trish, Tommy y Rob. Trish intenta llamar por teléfono, pero Jason corta la línea, así que se va con Rob a intentar llamar desde la casa de al lado. Allí Trish encuentra el cadáver de Ted, y posteriormente Rob es asesinado ante sus ojos, en el sótano. Trish huye a la casa con Tommy, donde Jason los acorrala en su cuarto. Cuando todo parece perdido, Trish le lanza una televisión al asesino, aparentemente matándolo. Tommy se queda en el cuarto, mientras Trish va a sacar el "cadáver". Sin embargo, Jason se levanta y persigue a Trish hasta la casa de al lado.
Después de un duro enfrentamiento, en el que Trish es brutalmente herida, ella y el asesino se reencuentran en la casa. Trish coge un machete y se enfrenta a Jason, mientras Tommy se rapa el pelo en la parte de arriba de la casa. Jason y Trish forcejean, hasta que Tommy baja apelando a los fantasmas internos de Jason, y distrayéndole momentáneamente mientras Trish consigue quitarle la máscara. El horrible rostro de Jason se muestra en la cámara, pálido, deforme y lleno de sangre. Trish grita y Tommy consigue "matarlo" con su propio machete. Los dos se abrazan, pero Jason se mueve sutilmente, lo cual provoca que Tommy se enfurezca y comience a apuñalar horriblemente al asesino.
En el hospital, Trish pregunta si puede ver a su hermano, él pasa y se abrazan, pero Tommy mira expectante a la cámara, mostrando a los espectadores que el terror no ha terminado.
Peculiarmente, Jason sufre un gran cambio de la tercera entrega a esta cuarta, y solo pasó del día a la noche. Jason comienza a dar señas de su inmortalidad, con su pérdida de sangre y palidez y, además, sobreviviendo al famoso hachazo.
«Viernes 13 Parte 5: Un Nuevo Comienzo», es una película de terror del año 1985 dirigida por Danny Steinmann y es la película número cinco perteneciente a la saga Viernes 13. Esta es la segunda película en la que Jason no es el asesino principal.
Empieza cuando Tommy (quien mató a Jason en la película anterior), de 12 años, está caminando en el cementerio y ve a dos chicos desenterrar a Jason. Éste mata a los chicos y luego ve a Tommy y también lo mata, aunque finalmente todo resulta ser un sueño. Ya adolescente, Tommy, con un deseo de lastimar a quien lo molesta, es trasladado a un campamento para adolescentes huérfanos, rebeldes y con problemas mentales, coordinado por Matthew, un psicólogo cuyo pensamiento se basa en dejar a los chicos en libertad de acción y que puedan vivir a su manera. Él coordina a los jóvenes junto a su bella ayudante Pam.
Pero luego de que uno de ellos, Joey, es asesinado a hachazos por Vic, otro joven internado, comienza una sucesión de asesinatos que atormentan al campamento de la mano de Roy, un inadvertido paramédico y padre del joven asesinado, que utiliza la leyenda de Jason Voorhees y lo imita en todo sentido para desviar la atención de la policía.
Tommy, mientras tanto, debe enfrentarse a sus fantasmas para así poder enfrentar a Roy, con ayuda de Pam y el pequeño Reggie. Al final Tommy le corta la mano y Roy se cae, enterrándose una cerca filosa y demostrando, al caerse su máscara, que no es Jason. Jason sí había muerto en la parte 4 a manos de Tommy. Luego, Tommy agarra un cuchillo, se pone la máscara de hockey y mata a Pam, pero no se sabe si esto es verdad o un sueño.
Empieza cuando Tommy (quien mató a Jason en la película anterior), de 12 años, está caminando en el cementerio y ve a dos chicos desenterrar a Jason. Éste mata a los chicos y luego ve a Tommy y también lo mata, aunque finalmente todo resulta ser un sueño. Ya adolescente, Tommy, con un deseo de lastimar a quien lo molesta, es trasladado a un campamento para adolescentes huérfanos, rebeldes y con problemas mentales, coordinado por Matthew, un psicólogo cuyo pensamiento se basa en dejar a los chicos en libertad de acción y que puedan vivir a su manera. Él coordina a los jóvenes junto a su bella ayudante Pam.
Pero luego de que uno de ellos, Joey, es asesinado a hachazos por Vic, otro joven internado, comienza una sucesión de asesinatos que atormentan al campamento de la mano de Roy, un inadvertido paramédico y padre del joven asesinado, que utiliza la leyenda de Jason Voorhees y lo imita en todo sentido para desviar la atención de la policía.
Tommy, mientras tanto, debe enfrentarse a sus fantasmas para así poder enfrentar a Roy, con ayuda de Pam y el pequeño Reggie. Al final Tommy le corta la mano y Roy se cae, enterrándose una cerca filosa y demostrando, al caerse su máscara, que no es Jason. Jason sí había muerto en la parte 4 a manos de Tommy. Luego, Tommy agarra un cuchillo, se pone la máscara de hockey y mata a Pam, pero no se sabe si esto es verdad o un sueño.
Para 1986 sigue el éxito de taquilla. Siendo así Tom McLouglin dirigió la sexta parte, «Viernes 13. Parte VI: Jason Vive», donde el recuento de cadáveres continúa, alcanzando un récord al presentar un asesinato brutal cada cinco minutos. Esta historia da inicio cuando unos jóvenes violan la tumba de Jason para asegurarse de que esté muerto. El resultado de esta curiosidad es obvio. Es la última película donde aparece el personaje de Tommy Jarvis.
Han Pasado siete años de lo ocurrido y Tommy Jarvis, ahora de 24 años, vuelve a huir del instituto psiquiátrico, pero esta vez, para terminar de una vez por todas con los recuerdos de Jason Voorhees. Debido a esto, decide ir al cementerio donde está enterrado para quemar su putrefacto cadáver. Una vez desenterrado, Tommy, furioso por todos los sufrimientos de él y su familia causados por Jason, clava una vara de hierro en su cuerpo. Sin embargo, para mala suerte suya, la vara es alcanzada por un rayo lo cual resucita al sanguinario asesino, que vuelve a hacer de las suyas en Crystal Lake (renombrado Forest Green). Solo Tommy y Megan pueden detenerlo. Al final de la película se hace una última toma al lago Crystal Lake donde en el fondo Jason espera su regreso de terror.
Han Pasado siete años de lo ocurrido y Tommy Jarvis, ahora de 24 años, vuelve a huir del instituto psiquiátrico, pero esta vez, para terminar de una vez por todas con los recuerdos de Jason Voorhees. Debido a esto, decide ir al cementerio donde está enterrado para quemar su putrefacto cadáver. Una vez desenterrado, Tommy, furioso por todos los sufrimientos de él y su familia causados por Jason, clava una vara de hierro en su cuerpo. Sin embargo, para mala suerte suya, la vara es alcanzada por un rayo lo cual resucita al sanguinario asesino, que vuelve a hacer de las suyas en Crystal Lake (renombrado Forest Green). Solo Tommy y Megan pueden detenerlo. Al final de la película se hace una última toma al lago Crystal Lake donde en el fondo Jason espera su regreso de terror.
Con dos años de descanso, Jason vuelve en 1988 en «Viernes 13. Parte VII: Sangre Nueva». De nuevo el indestructible asesino mata adolescentes a diestra y siniestra hasta ser asesinado, asu vez, por una joven con poderes telekinéticos. Sin embargo, de forma igualmente inexplicable, revive en la imaginación del director Bob Hedden en 1989 para «Viernes 13. Parte VIII: Jason Conquista Manhathan», donde el conocido psicópata se da gusto en un crucero camino a Nueva York, repleto de jóvenes.
«Viernes 13 Parte VII: Sangre Nueva» es una película de terror del año 1988 dirigida por John Carl Buechler. Es la película número siete perteneciente a la saga Viernes 13 y la última que se desarrolla por completo dentro de los terrenos de Crystal Lake. El papel de Jason Voorhees es interpretado por Kane Hodder.
Han pasado seis años de los sucesos ocurridos en «Viernes 13 Parte 6» y la calma parece haber vuelto a Crystal Lake. Hasta que Tina Shepard llega al lugar con su madre y su psicoterapeuta. Ella es una muchacha tranquila, educada y solitaria, pero también posee una cualidad muy peculiar: mueve los objetos con el poder de su mente. Estos poderes provocaron la muerte accidental de su padre cuando era niña y la depresión de ella. Tratando de hacer algo bueno, usa de nuevo este poder para intentar revivir a su padre, cuyo cuerpo quedó perdido en el lago donde Jason está hundido. Sin darse cuenta resucita a Jason Voorhees, quien emerge de las aguas, listo para derramar sangre nuevamente, esta vez, contra unos chicos ricos que llegaron al campamento. Y sólo ella puede detenerlo por medio de su extraño poder: la telequinesis. Esto crea una lucha entre Tina y Jason en el cual al final ella usa su poder para revivir a su padre y que este tome a Jason por el cuello con una cadena y lo sumerja hasta el fondo del lago Crystal Lake.
«Viernes 13 Parte VII: Sangre Nueva» es una película de terror del año 1988 dirigida por John Carl Buechler. Es la película número siete perteneciente a la saga Viernes 13 y la última que se desarrolla por completo dentro de los terrenos de Crystal Lake. El papel de Jason Voorhees es interpretado por Kane Hodder.
Han pasado seis años de los sucesos ocurridos en «Viernes 13 Parte 6» y la calma parece haber vuelto a Crystal Lake. Hasta que Tina Shepard llega al lugar con su madre y su psicoterapeuta. Ella es una muchacha tranquila, educada y solitaria, pero también posee una cualidad muy peculiar: mueve los objetos con el poder de su mente. Estos poderes provocaron la muerte accidental de su padre cuando era niña y la depresión de ella. Tratando de hacer algo bueno, usa de nuevo este poder para intentar revivir a su padre, cuyo cuerpo quedó perdido en el lago donde Jason está hundido. Sin darse cuenta resucita a Jason Voorhees, quien emerge de las aguas, listo para derramar sangre nuevamente, esta vez, contra unos chicos ricos que llegaron al campamento. Y sólo ella puede detenerlo por medio de su extraño poder: la telequinesis. Esto crea una lucha entre Tina y Jason en el cual al final ella usa su poder para revivir a su padre y que este tome a Jason por el cuello con una cadena y lo sumerja hasta el fondo del lago Crystal Lake.
«Friday the 13th Part VIII: Jason Takes Manhattan» fue dirigida por Rob Hedden en 1989. La película tuvo el nombre provisional "Ashes to Ashes" durante el rodaje en la ciudad de Nueva York para evitar las interrupciones de los fans.
Ha pasado un año de los sucesos ocurridos en «Viernes 13 parte 7», y una pareja revive por error a Jason con electricidad. Él consigue subir al yate donde se encuentran y los mata, para después agarrar una máscara de hockey (utilizada por Jimmy, el chico, para gastar una broma) y esconderse en el barco, violando el cuerpo muerto de la muchacha.
Al día siguiente, unos estudiantes viajan en crucero hacia Nueva York como parte del último curso. Entre ellos se encuentra Rennie, la sobrina del director del barco, Charles McCulloh. El barco zarpa con Jason a bordo, que consigue llegar al barco gracias al yate que abordó en el lago. En el barco se encuentran ocho jóvenes: Rennie y su novio Sean, Tamara, Eva, Julius, Miles, J.J. y Wayne. J.J. es una guitarrista que baja sola a la nave del barco para tocar. Poco después, es asesinada por Jason con su propia guitarra. Luego cae otro chico en la sauna, cuyo pecho es perforado con una piedra caliente. Finalmente, Tamara muere apuñalada con un trozo de cristal por Jason. Poco después, al ser asesinados el capitán y el segundo de abordo, se emite una señal de alarma en el barco. Eva va a buscar a su amiga Tamara, pero la encuentra asesinada en el baño. El asesino persigue a Eva por todo el barco hasta el restaurante, donde consigue matarla. Wayne baja a la nave del barco pero muere asesinado por Jason al ser quemado vivo, el asesino encuentra a miles y consigue matarlo al tirarlo de una de unos 8m de altura haciendo que miles sea atravesado por tres cuchillos filosos Charles, Rennie, Sean, Julius y Mrs. Dewsen huyen en un bote, mientras el barco se hunde matando a los demás estudiantes. Dos noches después, los supervivientes llegan a Manhattan, donde son asesinados Julius y Charles, y Mrs. Dewsen muere en la explosión de un coche. Finalmente, Sean y Rennie se enfrentan a Jason en las alcantarillas de la ciudad, en las que muere como última víctima un trabajador. Al final, los dos chicos consiguen derrotar a Jason y salir de Nueva York. En la película siguiente no se habla nada de que sucedió con Sean y Rennie.
Ha pasado un año de los sucesos ocurridos en «Viernes 13 parte 7», y una pareja revive por error a Jason con electricidad. Él consigue subir al yate donde se encuentran y los mata, para después agarrar una máscara de hockey (utilizada por Jimmy, el chico, para gastar una broma) y esconderse en el barco, violando el cuerpo muerto de la muchacha.
Al día siguiente, unos estudiantes viajan en crucero hacia Nueva York como parte del último curso. Entre ellos se encuentra Rennie, la sobrina del director del barco, Charles McCulloh. El barco zarpa con Jason a bordo, que consigue llegar al barco gracias al yate que abordó en el lago. En el barco se encuentran ocho jóvenes: Rennie y su novio Sean, Tamara, Eva, Julius, Miles, J.J. y Wayne. J.J. es una guitarrista que baja sola a la nave del barco para tocar. Poco después, es asesinada por Jason con su propia guitarra. Luego cae otro chico en la sauna, cuyo pecho es perforado con una piedra caliente. Finalmente, Tamara muere apuñalada con un trozo de cristal por Jason. Poco después, al ser asesinados el capitán y el segundo de abordo, se emite una señal de alarma en el barco. Eva va a buscar a su amiga Tamara, pero la encuentra asesinada en el baño. El asesino persigue a Eva por todo el barco hasta el restaurante, donde consigue matarla. Wayne baja a la nave del barco pero muere asesinado por Jason al ser quemado vivo, el asesino encuentra a miles y consigue matarlo al tirarlo de una de unos 8m de altura haciendo que miles sea atravesado por tres cuchillos filosos Charles, Rennie, Sean, Julius y Mrs. Dewsen huyen en un bote, mientras el barco se hunde matando a los demás estudiantes. Dos noches después, los supervivientes llegan a Manhattan, donde son asesinados Julius y Charles, y Mrs. Dewsen muere en la explosión de un coche. Finalmente, Sean y Rennie se enfrentan a Jason en las alcantarillas de la ciudad, en las que muere como última víctima un trabajador. Al final, los dos chicos consiguen derrotar a Jason y salir de Nueva York. En la película siguiente no se habla nada de que sucedió con Sean y Rennie.
«Viernes 13 Parte IX : Jason va al Infierno» , es una película de terror del año 1993 la cual trata de cumplir la promesa rota del cuarto episodio. Fue dirigida por Adam Marcus, en cooperación con el creador del primer capítulo, Sean S. Cunningham.
Han pasado cuatro años de los sucesos ocurridos en Manhattan y a través de la resurrección inexplicable, el asesino en serie Jason Voorhees está de vuelta en Crystal Lake y en la caza de nuevo, pero esta vez el asesino brutal está en el lado equivocado. Cuando Jason está a punto de matar a una mujer (la agente encubierta, Elizabeth Marcus), el FBI crea una trampa. Después de que disparan contra él, lanzan un explosivo, y Jason vuela en pedazos. Sus restos espeluznantes son enviados a una morgue, donde el forense es hipnotizado por el corazón negro de Jason y empieza a comérselo, causando a sí mismo para ser poseído por el demonio (espíritu de Jason). Luego procede a matar al asistente del forense y un par de agentes del FBI.
Esta situación es seguida de cerca por un caza recompensas, quien también descubre que sólo por las manos de otro miembro de la familia de Jason Voorhees puede finalmente ser destruido. Esto significa que sólo los miembros de su linaje lo pueden matar, y él volverá a la vida si es asesinado por alguien fuera de su familia. Los únicos parientes de Jason son su media hermana Diana Kimble, su hija Jessica, y Stephanie, la hija de Jessica.
Jason es seguido de cerca por cazador, ya que éste sabe que va de regreso con su linaje. Al informarles de la situación inician un plan para acabarlo; la masacre da comienzo, pero efectivamente, al ser confrontado por su propia familia el asesino indestructible es vencido.
Al final de la película se puede ver que la mano de Freddy Krueger (sí, el de «Pesadilla en la Calle del Infierno», nada que hacer aquí, pero bueno…) emerge de la tierra, llevándose la máscara de Jason a las profundidades infernales, indicando que su reino de terror ha finalizado… ¿En serio?
Pues no, ya que para iniciar el nuevo milenio (2001) James Isaac dirigió «Viernes 13. Parte X: El Mal Cambia de Rostro».
Han pasado cuatro años de los sucesos ocurridos en Manhattan y a través de la resurrección inexplicable, el asesino en serie Jason Voorhees está de vuelta en Crystal Lake y en la caza de nuevo, pero esta vez el asesino brutal está en el lado equivocado. Cuando Jason está a punto de matar a una mujer (la agente encubierta, Elizabeth Marcus), el FBI crea una trampa. Después de que disparan contra él, lanzan un explosivo, y Jason vuela en pedazos. Sus restos espeluznantes son enviados a una morgue, donde el forense es hipnotizado por el corazón negro de Jason y empieza a comérselo, causando a sí mismo para ser poseído por el demonio (espíritu de Jason). Luego procede a matar al asistente del forense y un par de agentes del FBI.
Esta situación es seguida de cerca por un caza recompensas, quien también descubre que sólo por las manos de otro miembro de la familia de Jason Voorhees puede finalmente ser destruido. Esto significa que sólo los miembros de su linaje lo pueden matar, y él volverá a la vida si es asesinado por alguien fuera de su familia. Los únicos parientes de Jason son su media hermana Diana Kimble, su hija Jessica, y Stephanie, la hija de Jessica.
Jason es seguido de cerca por cazador, ya que éste sabe que va de regreso con su linaje. Al informarles de la situación inician un plan para acabarlo; la masacre da comienzo, pero efectivamente, al ser confrontado por su propia familia el asesino indestructible es vencido.
Al final de la película se puede ver que la mano de Freddy Krueger (sí, el de «Pesadilla en la Calle del Infierno», nada que hacer aquí, pero bueno…) emerge de la tierra, llevándose la máscara de Jason a las profundidades infernales, indicando que su reino de terror ha finalizado… ¿En serio?
Pues no, ya que para iniciar el nuevo milenio (2001) James Isaac dirigió «Viernes 13. Parte X: El Mal Cambia de Rostro».
Varios años después del final aparente del multihomicida, el gobierno de los Estados Unidos consigue capturarlo… en el año 2008. El juez dictó que la sentencia de Jason fuera la pena de muerte y este fue ejecutado un sinfín de veces (desde la silla eléctrica hasta pelotones de fusilamiento e, incluso, el primitivo sistema de la horca) pero Jason era incapaz de morir. Finalmente en 2010 Jason se encuentra encerrado en una prisión diseñada exclusivamente para tenerlo en cautiverio cerca de Crystal Lake esperando su nueva sentencia (esta vez, dado que no puede ser exterminado, será puesto en suspensión criogénica). Por otra parte Rowan LaFontaine (Lexa Doig), una investigadora gubernamental a cargo del futuro criogenisamiento de Voorhees, es informada por el coronel que Jason será trasladado a un laboratorio con el fin de investigar su mutación (Jason es capaz de regenerar tejidos orgánicos más rápido que el humano promedio), sin embargo Rowan se niega a ese descabellado plan debido al riesgo que conllevaría el escape de Jason a la ciudad. Sin ser escuchada, el coronel se dirige a la celda de Jason sólo para descubrir que este ha escapado y ha acabado con la vida de los guardias que se encontraban ahí y con la del propio coronel quien es asesinado frente a los ojos de Rowan, quien corre a la cámara criogénica a tenderle una trampa a Jason. El plan funciona, Jason queda atrapado en la cámara y ya se ha iniciado la secuencia de criogenizacion desafortunadamente Rowan es atravesada por el machete de Jason y esto provoca el cierre hermético de la habitación quedando ella atrapada en sueño criogénico junto con el psicópata.
Rowan y Jason quedan en suspensión criogénica por más de 400 años. En el año 2445 la polución ha convertido a la tierra en un planeta inhabitable e incapaz de sustentar vida, hecho por el cual el hombre la abandonó y reconstruyó su civilización en un planeta bautizado como Tierra-Dos (Earth-Two). Una tripulación de universitarios (compuestos por Tsunaron, Janessa, Azrael y la androide Kay-Em14) y el profesor Lowe (Jonathan Potts) descubren los cuerpos de Jason y Rowan y afirman que pueden revivir a esta última con nanotecnología. Tras intentar mover a Jason este se cae y su machete, accidentalmente, corta el brazo de Azrael (Dov Tiefenbach) y este es inmediatamente atendido por Kay-Em14 (Lisa Ryder) y corren a su nave debido que, al abrir la compuerta los cuerpos de Jason y Rowan empezaron a descomponerse. Una vez en su nave inician el despegue y llevan a Rowan y a Azrael al quirófano mientras que Jason es dado por muerto y su cuerpo es registrado en la morgue de la nave para la autopsia.
Rowan es descongelada con nanotecnología a la vez que, con el mismo método, se le es repuesto el brazo a Azrael. Ella despierta desconcertada acostada en una cama frente a la tripulación que la rescató y es el profesor Lowe el que le informa de su nueva situación. Mientras, en la morgue, Jason empieza a dar señales de su resurrección (debido a que varios adolescentes estaban teniendo relaciones sexuales cerca de la zona) para finalmente despertar y matar a Adrianne (Kristi Angus), la estudiante encargada de su autopsia, congelando su rostro en nitrógeno liquido. Jason recoge su máscara de Hockey (ya que fue removida de su rostro para la autopsia) y agarra un machete de la mesa de operaciones, dispuesto a iniciar una masacre en la nave.
Rowan, en una charla privada con Lowe, le comenta lo que es Jason (una imparable máquina homicida) y del peligro que conllevaría tenerlo en la nave. Rowan es nuevamente ignorada por su ahora nuevo comandante en jefe ya que éste planeaba preservarlo con fines lucrativcos. Por su parte, Jason va subiendo los pisos de la nave dejando su firma de sangre en cada víctima suya hasta que los últimos adolescentes que quedan con vida (incluyendo a Rowan) se refugian en la sala de control donde se encuentran cara a cara con Jason. Rowan y los otros huyen mientras que Lowe (que también estaba en la sala) trata de negociar con Jason para ser un equipo y hacerse millonarios. Dado que Jason solo le interesa matar no solamente ignora la propuesta de Lowe sino que lo mata frente a sus alumnos quienes corren a salvar al sargento Brodski (Peter Mensah) y, en un intento de escapar usando una nave de escape, son acorralados por Jason. Kinsa (Melody Johnson), una de las sobrevivientes, cierra la puerta de la única nave de escape que quedaba ya que Jason se encontraba adentro y había matado al piloto, esta finalmente colapsa y explota matando a Kinsa y, aparentemente, a Jason sin embargo este consiguió salir a tiempo. Cuando todo parecía haber terminado Tsunaron (Chuck Campbell) distrae a Jason forzándolo a combatir con la mejorada Kay-Em14 la cual fue modificada por Tsunaron para ser experta en el combate cuerpo a cuerpo, la estrategia táctica y armamento. La nueva Kay-Em fulmina sin problemas a Jason a quien le vuela la cabeza, una pierna y un brazo dejándolo sin vida.
Ya con Jason vencido Rowan, Janessa (Melyssa Ade), Kay-Em, Tsunaron y Waylander (Derwin Jordan) van al laboratorio quirúrgico a curar a Brodski. Una vez que Brodski mejora, Waylander envía a la Tierra-II una señal de auxilio para ser rescatados en menos de 45 minutos (pasado ese límite la nave explotaría debido a que Jason destruyó los sistemas de control). También se les informa que no serán rescatados si no logran llegar a tiempo lo que alarma a Janessa. Brodski propone volar los puentes que conectan el hemisferio este de la nave (en donde se encuentran) con el hemisferio oeste (el que está por explotar) de esta forma el rescate tendría más tiempo a favor. Con el plan en marcha buscan detonadores en el depósito de armamento. Sin embargo, y para su mala suerte, la habitación donde reposaba el cadáver de Jason era el laboratorio quirúrgico del principio (los demás tuvieron que usar el laboratorio de al lado para curar a Brodski) y un cortocircuito reactiva los nanobots quienes reparan a Jason volviéndolo más fuerte y poderoso que nunca.
Rowan y los otros colocan las últimas cargas cuando la nave se sacude y ven desde la puerta al nuevo y mejorado Uber-Jason (Kane Hodder). Kay-Em lo enfrenta nuevamente pero ahora el nuevo cuerpo cibernético de Jason es a prueba de balas y capaz de soportar cualquier daño por lo que Kay-Em es rápidamente vencida por Jason cortándole la cabeza (pero dado que ella es un androide aun sigue "viva") y atacando a Waylander, quien poseía el detonador. Todos menos Jason y Waylander salen del puente, Waylander activa las cargas y muere en la explosión.
La nave de rescate por fin llega pero las compuertas de la nave ya no tienen energía y no se abren, Brodski vistiendo un traje espacial reparara los circuitos de la puerta mientras Rowan los repara desde adentro. Jason sobrevive a la explosión provocada por Waylander y al intentar entrar abre el casco de la nave el cual succiona hacia afuera a Janessa. Rowan, Kay-Em y Tsunaron, al ver que Janessa está muerta y que Jason está por entrar a la nave cierran la puerta. Enseguida se dirigen a la puerta para entrar en el túnel de extracción para poder abordar la nave de rescate, pero todos los que están en la puerta para el rescate, se percatan que de Jason, como la propia máquina imparable homicida, derriba cada puerta que se entromete a su paso, y llegando a donde están los demás, Tsunaron con ayuda de Kay-Em (la cabeza del androide), idean un plan en el cual el espacio en donde esta Jason es transformado en un paisaje distinto con ayuda de un simulador, dándoles más tiempo, pero desgraciadamente, Jason ve una puerta en la cual están los demás y se dirige a ella.
Tsunaron tiene otra idea e igualmente con ayuda de la cabeza de Kay-Em, diseñan un paisaje parecido al de Crystal Lake, y cuando Jason se da la vuelta, ve a 2 campistas que le ofrecen entre tener relaciones sexuales con él en el suelo o fumar droga, ya que eso les gusta y se meten cada una en una bolsa de dormir. Sin dudar, Jason las asesina, azotándolas una contra otra dentro de sus respectivas bolsas de dormir y a otra contra un árbol (siendo un simulador), el tiempo se termina, Jason nuevamente se dirige a la puerta, pero por suerte, Brodski termina de reparar la puerta, esta se abre y Tsunaron, Kay-Em y Rowan pasan a través de esta y llegan a la nave. Sin poder esperar a Brodski, el piloto separa la nave de rescate del resto y se van, Rowan, Tsunaron y Kay-Em, ven como se destruye el resto de la nave, y también como Jason flotando rápidamente en el espacio se dirige a ellos, pero Brodski, estando en el espacio, usa el oxígeno de su traje, y este sale a presión y se sacrifica para detener al homicida, agarrando a este último y alejándolo de la nave. Todos están a salvo.
Rowan, Tsunaron y Kay-Em, se salvaron, Kay-Em le pregunta a Tsunaron si volverá a caminar, y este le responde que trabajará en eso. Mientras, se ve como Brodski, aferrándose de Jason, entran a la atmósfera de la tierra, quemándose. Una pareja en las orillas de un lago (Crystal Lake), ve la estrella fugaz -siendo esta Brodski y Jason- y el hombre le dice a la mujer que pida un deseo.
En las aguas del lago, la máscara metálica de Jason cae hasta el fondo, con el borde (el cual pegaba la máscara al rostro de Jason) quemado y negro, la máscara toca fondo, y se puede escuchar un susurro al final, el infierno por fin le abre las puertas definitivas a su nuevo huésped.
No fue sino hasta principios del año 2001, 21 años después, cuando los productores de esta serie decidieron darle punto final (aparentemente) a la serie. En «Viernes 13. Parte X: El Mal Cambia de Rostro», este asesino por fin muere, a pesar de ser regenerado por la nanotecnología y va al infierno, que abre sus fauces en el mismo lago que lo vio cometer tantos asesinatos; sin embargo, con semejantes antecedentes cabe hacerse esta pregunta:
¿Es el final de Jason, o el principio del fin para el infierno?
Rowan y Jason quedan en suspensión criogénica por más de 400 años. En el año 2445 la polución ha convertido a la tierra en un planeta inhabitable e incapaz de sustentar vida, hecho por el cual el hombre la abandonó y reconstruyó su civilización en un planeta bautizado como Tierra-Dos (Earth-Two). Una tripulación de universitarios (compuestos por Tsunaron, Janessa, Azrael y la androide Kay-Em14) y el profesor Lowe (Jonathan Potts) descubren los cuerpos de Jason y Rowan y afirman que pueden revivir a esta última con nanotecnología. Tras intentar mover a Jason este se cae y su machete, accidentalmente, corta el brazo de Azrael (Dov Tiefenbach) y este es inmediatamente atendido por Kay-Em14 (Lisa Ryder) y corren a su nave debido que, al abrir la compuerta los cuerpos de Jason y Rowan empezaron a descomponerse. Una vez en su nave inician el despegue y llevan a Rowan y a Azrael al quirófano mientras que Jason es dado por muerto y su cuerpo es registrado en la morgue de la nave para la autopsia.
Rowan es descongelada con nanotecnología a la vez que, con el mismo método, se le es repuesto el brazo a Azrael. Ella despierta desconcertada acostada en una cama frente a la tripulación que la rescató y es el profesor Lowe el que le informa de su nueva situación. Mientras, en la morgue, Jason empieza a dar señales de su resurrección (debido a que varios adolescentes estaban teniendo relaciones sexuales cerca de la zona) para finalmente despertar y matar a Adrianne (Kristi Angus), la estudiante encargada de su autopsia, congelando su rostro en nitrógeno liquido. Jason recoge su máscara de Hockey (ya que fue removida de su rostro para la autopsia) y agarra un machete de la mesa de operaciones, dispuesto a iniciar una masacre en la nave.
Rowan, en una charla privada con Lowe, le comenta lo que es Jason (una imparable máquina homicida) y del peligro que conllevaría tenerlo en la nave. Rowan es nuevamente ignorada por su ahora nuevo comandante en jefe ya que éste planeaba preservarlo con fines lucrativcos. Por su parte, Jason va subiendo los pisos de la nave dejando su firma de sangre en cada víctima suya hasta que los últimos adolescentes que quedan con vida (incluyendo a Rowan) se refugian en la sala de control donde se encuentran cara a cara con Jason. Rowan y los otros huyen mientras que Lowe (que también estaba en la sala) trata de negociar con Jason para ser un equipo y hacerse millonarios. Dado que Jason solo le interesa matar no solamente ignora la propuesta de Lowe sino que lo mata frente a sus alumnos quienes corren a salvar al sargento Brodski (Peter Mensah) y, en un intento de escapar usando una nave de escape, son acorralados por Jason. Kinsa (Melody Johnson), una de las sobrevivientes, cierra la puerta de la única nave de escape que quedaba ya que Jason se encontraba adentro y había matado al piloto, esta finalmente colapsa y explota matando a Kinsa y, aparentemente, a Jason sin embargo este consiguió salir a tiempo. Cuando todo parecía haber terminado Tsunaron (Chuck Campbell) distrae a Jason forzándolo a combatir con la mejorada Kay-Em14 la cual fue modificada por Tsunaron para ser experta en el combate cuerpo a cuerpo, la estrategia táctica y armamento. La nueva Kay-Em fulmina sin problemas a Jason a quien le vuela la cabeza, una pierna y un brazo dejándolo sin vida.
Ya con Jason vencido Rowan, Janessa (Melyssa Ade), Kay-Em, Tsunaron y Waylander (Derwin Jordan) van al laboratorio quirúrgico a curar a Brodski. Una vez que Brodski mejora, Waylander envía a la Tierra-II una señal de auxilio para ser rescatados en menos de 45 minutos (pasado ese límite la nave explotaría debido a que Jason destruyó los sistemas de control). También se les informa que no serán rescatados si no logran llegar a tiempo lo que alarma a Janessa. Brodski propone volar los puentes que conectan el hemisferio este de la nave (en donde se encuentran) con el hemisferio oeste (el que está por explotar) de esta forma el rescate tendría más tiempo a favor. Con el plan en marcha buscan detonadores en el depósito de armamento. Sin embargo, y para su mala suerte, la habitación donde reposaba el cadáver de Jason era el laboratorio quirúrgico del principio (los demás tuvieron que usar el laboratorio de al lado para curar a Brodski) y un cortocircuito reactiva los nanobots quienes reparan a Jason volviéndolo más fuerte y poderoso que nunca.
Rowan y los otros colocan las últimas cargas cuando la nave se sacude y ven desde la puerta al nuevo y mejorado Uber-Jason (Kane Hodder). Kay-Em lo enfrenta nuevamente pero ahora el nuevo cuerpo cibernético de Jason es a prueba de balas y capaz de soportar cualquier daño por lo que Kay-Em es rápidamente vencida por Jason cortándole la cabeza (pero dado que ella es un androide aun sigue "viva") y atacando a Waylander, quien poseía el detonador. Todos menos Jason y Waylander salen del puente, Waylander activa las cargas y muere en la explosión.
La nave de rescate por fin llega pero las compuertas de la nave ya no tienen energía y no se abren, Brodski vistiendo un traje espacial reparara los circuitos de la puerta mientras Rowan los repara desde adentro. Jason sobrevive a la explosión provocada por Waylander y al intentar entrar abre el casco de la nave el cual succiona hacia afuera a Janessa. Rowan, Kay-Em y Tsunaron, al ver que Janessa está muerta y que Jason está por entrar a la nave cierran la puerta. Enseguida se dirigen a la puerta para entrar en el túnel de extracción para poder abordar la nave de rescate, pero todos los que están en la puerta para el rescate, se percatan que de Jason, como la propia máquina imparable homicida, derriba cada puerta que se entromete a su paso, y llegando a donde están los demás, Tsunaron con ayuda de Kay-Em (la cabeza del androide), idean un plan en el cual el espacio en donde esta Jason es transformado en un paisaje distinto con ayuda de un simulador, dándoles más tiempo, pero desgraciadamente, Jason ve una puerta en la cual están los demás y se dirige a ella.
Tsunaron tiene otra idea e igualmente con ayuda de la cabeza de Kay-Em, diseñan un paisaje parecido al de Crystal Lake, y cuando Jason se da la vuelta, ve a 2 campistas que le ofrecen entre tener relaciones sexuales con él en el suelo o fumar droga, ya que eso les gusta y se meten cada una en una bolsa de dormir. Sin dudar, Jason las asesina, azotándolas una contra otra dentro de sus respectivas bolsas de dormir y a otra contra un árbol (siendo un simulador), el tiempo se termina, Jason nuevamente se dirige a la puerta, pero por suerte, Brodski termina de reparar la puerta, esta se abre y Tsunaron, Kay-Em y Rowan pasan a través de esta y llegan a la nave. Sin poder esperar a Brodski, el piloto separa la nave de rescate del resto y se van, Rowan, Tsunaron y Kay-Em, ven como se destruye el resto de la nave, y también como Jason flotando rápidamente en el espacio se dirige a ellos, pero Brodski, estando en el espacio, usa el oxígeno de su traje, y este sale a presión y se sacrifica para detener al homicida, agarrando a este último y alejándolo de la nave. Todos están a salvo.
Rowan, Tsunaron y Kay-Em, se salvaron, Kay-Em le pregunta a Tsunaron si volverá a caminar, y este le responde que trabajará en eso. Mientras, se ve como Brodski, aferrándose de Jason, entran a la atmósfera de la tierra, quemándose. Una pareja en las orillas de un lago (Crystal Lake), ve la estrella fugaz -siendo esta Brodski y Jason- y el hombre le dice a la mujer que pida un deseo.
En las aguas del lago, la máscara metálica de Jason cae hasta el fondo, con el borde (el cual pegaba la máscara al rostro de Jason) quemado y negro, la máscara toca fondo, y se puede escuchar un susurro al final, el infierno por fin le abre las puertas definitivas a su nuevo huésped.
No fue sino hasta principios del año 2001, 21 años después, cuando los productores de esta serie decidieron darle punto final (aparentemente) a la serie. En «Viernes 13. Parte X: El Mal Cambia de Rostro», este asesino por fin muere, a pesar de ser regenerado por la nanotecnología y va al infierno, que abre sus fauces en el mismo lago que lo vio cometer tantos asesinatos; sin embargo, con semejantes antecedentes cabe hacerse esta pregunta:
¿Es el final de Jason, o el principio del fin para el infierno?
Buenos Modales: El Mejor Legado
De unos años a la fecha, como profesor tanto de licenciatura como de bachillerato me ha tocado observar un cambio a veces radical en la conducta de mis estudiantes: rebeldía, apatía, confrontación, indolencia, son a veces algunas de las características, tanto de jóvenes como de señoritas. Y viene la mayor sorpresa. Cuando se manda llamar a sus padres a veces se comportan peor que sus propios hijos… y es entonces cuando comenzamos a entender que no es tanto culpa de los jóvenes, ellos simplemente están siguiendo patrones que ven o viven en casa. Realmente a quienes se tendría que educar es a los padres. Y es ahí donde surge la otra interrogante ¿Por qué actúan así?
Las respuestas pueden ser de lo más variado, y siempre justificando situaciones como falta de tiempo, exceso de trabajo, falta de atención de los padres, inexistencia de normas y un largo etcétera. Pues bien, tampoco se trata de culpar a esa generación de padres a quienes les tocó vivir una era de desapego familiar que, a mi apreciación, tiene la tendencia a desaparecer.
A este respecto, quiero compartir un artículo de Suzanne Chazin titulado “Cómo inculcar buenos modales en sus hijos”, publicado en la revista Selecciones del Reader’s Digest, que habla acerca de los buenos modales, creo que es ligero, agradable y con muchas cosas por aprender. Disfrútenlo:
A la mayoría de la gente la simple mención de niños malcriados la hace recordar con fastidio a algún bribonzuelo y a sus groseros padres. Yo aún me siento muy contrariada por algo que me sucedió el verano pasado.
Estábamos hospedados en un hotel campestre que tenía un pequeño cine. Todas las noches antes de la función, mi esposo y yo le decíamos a nuestro hijo, de tres años, que guardara silencio y se mantuviera quieto. Excepto por alguna pregunta ocasional hecha en voz baja, el niño permanecía atento a la pantalla y sin moverse. Sin embargo, nos era imposible oir la película, pues había dos niños que brincaban en sus asientos, hablaban en voz alta y correteaban por los pasillos. Nunca los vi acompañados por alguno de sus padres. Después de varias noches de alboroto, seguí a los pilluelos hasta el comedor. Allí estaban un hombre y una mujer disfrutando su cena muy tranquilos.
-Mi familia y yo no podemos ver la película en paz porque sus niños andan corriendo por todo el cine –expliqué-. Si no les interesa ver la película, ¿no creen que deberían estar aquí con ustedes?
El padre me miró con frialdad.
- Nosotros también pagamos por usar las instalaciones –dijo indignado-, nuestros hijos pueden ir a donde les plazca.
Me quedé azorada. ¿Por qué una pareja aparentemente racional toleraba una conducta tan desconsiderada? ¿Acaso estamos tan absortos en nuestras propias necesidades y en los impulsos de nuestros hijos que, como integrantes de una sociedad, pasamos por alto los derechos de los demás?
“Basta con ver un rato la televisión para darse cuenta de que hoy se exaltan la arrogancia y la insolencia”, señala el psicólogo Thomas Achenbach.
La ausencia de buenos modales no es imputable únicamente a los programas de televisión. En septiembre de 1996, el beisbolista Roberto Alomar, estrella de los Orioles de Baltimore, ofreció un espectáculo denigrante: escupió a la cara del umpire John Hirscbeck ante millones de aficionados.
Todo esto parece tener un profundo efecto en los chicos. Al decir de los expertos, la desintegración de la familia nuclear y las exigencias de los padres que trabajan han engendrado una generación de niños capaces de programar y manejar una computadora, pero que no saben escribir una nota de agradecimiento.
Hasta los padres que se esfuerzan por inculcar buenos modales en sus hijos ven con impotencia con qué facilidad se hacen añicos a causa de lo que ocurre fuera del hogar. Leann Aykut conoce esto muy bien. Un día su hijo, de 11 años, entró a su cuarto y encontró a su hermana utilizando su teléfono.
-¡Deja mi teléfono!-gritó, y remató la orden diciéndole a la pequeña una palabra obscena.
Leann corrió al cuarto del niño.
-No tienes derecho de hablarle así a tu hermana -lo reprendió.
El chico alzó los hombros y explicó que un amigo suyo había usado esa palabra al discutir con su madre.
-Pues en esta casa nadie se expresa así –dijo Leann con firmeza.
Aunque es imposible proteger a los niños de todo lo que ocurre fuera de casa, los expertos creen que, con empeño y paciencia, los padres pueden hacer mucho para arraigar en sus hijos la cortesía y el respeto.
Las respuestas pueden ser de lo más variado, y siempre justificando situaciones como falta de tiempo, exceso de trabajo, falta de atención de los padres, inexistencia de normas y un largo etcétera. Pues bien, tampoco se trata de culpar a esa generación de padres a quienes les tocó vivir una era de desapego familiar que, a mi apreciación, tiene la tendencia a desaparecer.
A este respecto, quiero compartir un artículo de Suzanne Chazin titulado “Cómo inculcar buenos modales en sus hijos”, publicado en la revista Selecciones del Reader’s Digest, que habla acerca de los buenos modales, creo que es ligero, agradable y con muchas cosas por aprender. Disfrútenlo:
A la mayoría de la gente la simple mención de niños malcriados la hace recordar con fastidio a algún bribonzuelo y a sus groseros padres. Yo aún me siento muy contrariada por algo que me sucedió el verano pasado.
Estábamos hospedados en un hotel campestre que tenía un pequeño cine. Todas las noches antes de la función, mi esposo y yo le decíamos a nuestro hijo, de tres años, que guardara silencio y se mantuviera quieto. Excepto por alguna pregunta ocasional hecha en voz baja, el niño permanecía atento a la pantalla y sin moverse. Sin embargo, nos era imposible oir la película, pues había dos niños que brincaban en sus asientos, hablaban en voz alta y correteaban por los pasillos. Nunca los vi acompañados por alguno de sus padres. Después de varias noches de alboroto, seguí a los pilluelos hasta el comedor. Allí estaban un hombre y una mujer disfrutando su cena muy tranquilos.
-Mi familia y yo no podemos ver la película en paz porque sus niños andan corriendo por todo el cine –expliqué-. Si no les interesa ver la película, ¿no creen que deberían estar aquí con ustedes?
El padre me miró con frialdad.
- Nosotros también pagamos por usar las instalaciones –dijo indignado-, nuestros hijos pueden ir a donde les plazca.
Me quedé azorada. ¿Por qué una pareja aparentemente racional toleraba una conducta tan desconsiderada? ¿Acaso estamos tan absortos en nuestras propias necesidades y en los impulsos de nuestros hijos que, como integrantes de una sociedad, pasamos por alto los derechos de los demás?
“Basta con ver un rato la televisión para darse cuenta de que hoy se exaltan la arrogancia y la insolencia”, señala el psicólogo Thomas Achenbach.
La ausencia de buenos modales no es imputable únicamente a los programas de televisión. En septiembre de 1996, el beisbolista Roberto Alomar, estrella de los Orioles de Baltimore, ofreció un espectáculo denigrante: escupió a la cara del umpire John Hirscbeck ante millones de aficionados.
Todo esto parece tener un profundo efecto en los chicos. Al decir de los expertos, la desintegración de la familia nuclear y las exigencias de los padres que trabajan han engendrado una generación de niños capaces de programar y manejar una computadora, pero que no saben escribir una nota de agradecimiento.
Hasta los padres que se esfuerzan por inculcar buenos modales en sus hijos ven con impotencia con qué facilidad se hacen añicos a causa de lo que ocurre fuera del hogar. Leann Aykut conoce esto muy bien. Un día su hijo, de 11 años, entró a su cuarto y encontró a su hermana utilizando su teléfono.
-¡Deja mi teléfono!-gritó, y remató la orden diciéndole a la pequeña una palabra obscena.
Leann corrió al cuarto del niño.
-No tienes derecho de hablarle así a tu hermana -lo reprendió.
El chico alzó los hombros y explicó que un amigo suyo había usado esa palabra al discutir con su madre.
-Pues en esta casa nadie se expresa así –dijo Leann con firmeza.
Aunque es imposible proteger a los niños de todo lo que ocurre fuera de casa, los expertos creen que, con empeño y paciencia, los padres pueden hacer mucho para arraigar en sus hijos la cortesía y el respeto.
Ponga el ejemplo.
Una chica de 16 años regresó un día a casa con gesto preocupado luego de su entrenamiento de voleibol en la escuela.
-¿Qué te sucede? –le preguntó su madre.
La chica explicó que su entrenador había elegido a otra muchacha, y no a su mejor amiga, para el equipo titular de la escuela. La madre de su amiga no podía creerlo, y cuando llevaba a ambas de regreso a casa en su coche, tuvo un arrebato de ira y empezó a maldecir e insultar al entrenador con toda clase de calificativos.
Muchos padres adoptan la actitud de favorecer a toda costa a sus hijos. “Ser padre implica tener la madurez suficiente para ayudar al hijo a afrontar una decepción”, dice Achenbach. “Los padres que se niegan a aceptar que su hijo no es el mejor le transmiten la idea de que, cuando uno se siente frustrado, hay que culpar a la fuente de la frustración en vez de buscar una forma de sobreponerse”. En lugar de alentar a un niño a estudiar más arduamente para mejorar sus calificaciones, algunos padres critican a los maestros; en vez de castigarlos por infringir el reglamento escolar, le declaran la guerra al reglamento.
Es preferible, convienen los expertos, enseñar a los niños que no siempre podemos controlar el desenlace de una situación, pero sí nuestra manera de reaccionar. “Los chicos deben aprender a comportarse con más cortesía de la que quizá sientan”, dice Judith Martin, autora de una columna sobre buenos mpdales. Ser cortés, añade, es mucho más que decir “por favor” y “gracias”: significa no alardear ni hablar mal de nadie a sus espaldas, saber ganar limpiamente y perder con dignidad, así como tratar a todos con respeto.
Desde luego, ni las mejores lecciones del mundo convencerán a un niño de actuar con civilidad si sus padres se ponen agresivos, intolerantes y bruscos a la menor provocación. Por eso los expertos aconsejan que para corregir los modales de los niños, lo primero que los padres tienen que hacer es corregir los suyos.
Es importante que los padres se esfuercen sobre todo en evitar usar expresiones malsonantes que no deseen oír más tarde en boca de sus hijos. Una mujer que le dice “¡Cállate!” a su marido, o un hombre que tacha de “idiota” a su vecino, probablemente escuchará a sus hijos expresarse en casa en esos mismos términos.
Una chica de 16 años regresó un día a casa con gesto preocupado luego de su entrenamiento de voleibol en la escuela.
-¿Qué te sucede? –le preguntó su madre.
La chica explicó que su entrenador había elegido a otra muchacha, y no a su mejor amiga, para el equipo titular de la escuela. La madre de su amiga no podía creerlo, y cuando llevaba a ambas de regreso a casa en su coche, tuvo un arrebato de ira y empezó a maldecir e insultar al entrenador con toda clase de calificativos.
Muchos padres adoptan la actitud de favorecer a toda costa a sus hijos. “Ser padre implica tener la madurez suficiente para ayudar al hijo a afrontar una decepción”, dice Achenbach. “Los padres que se niegan a aceptar que su hijo no es el mejor le transmiten la idea de que, cuando uno se siente frustrado, hay que culpar a la fuente de la frustración en vez de buscar una forma de sobreponerse”. En lugar de alentar a un niño a estudiar más arduamente para mejorar sus calificaciones, algunos padres critican a los maestros; en vez de castigarlos por infringir el reglamento escolar, le declaran la guerra al reglamento.
Es preferible, convienen los expertos, enseñar a los niños que no siempre podemos controlar el desenlace de una situación, pero sí nuestra manera de reaccionar. “Los chicos deben aprender a comportarse con más cortesía de la que quizá sientan”, dice Judith Martin, autora de una columna sobre buenos mpdales. Ser cortés, añade, es mucho más que decir “por favor” y “gracias”: significa no alardear ni hablar mal de nadie a sus espaldas, saber ganar limpiamente y perder con dignidad, así como tratar a todos con respeto.
Desde luego, ni las mejores lecciones del mundo convencerán a un niño de actuar con civilidad si sus padres se ponen agresivos, intolerantes y bruscos a la menor provocación. Por eso los expertos aconsejan que para corregir los modales de los niños, lo primero que los padres tienen que hacer es corregir los suyos.
Es importante que los padres se esfuercen sobre todo en evitar usar expresiones malsonantes que no deseen oír más tarde en boca de sus hijos. Una mujer que le dice “¡Cállate!” a su marido, o un hombre que tacha de “idiota” a su vecino, probablemente escuchará a sus hijos expresarse en casa en esos mismos términos.
Sugiera y felicite.
“Eres un desordenado, nunca limpias tu cuarto”; “Escribe esa nota de agradecimiento o no te dejaré ver televisión”; “No me levantes la voz”; la mayoría de los padres hacen este tipo de comentarios a sus hijos con el fin de corregir su conducta. ¿Por qué entonces, fracasan tan estrepitosamente?
Porque el mal comportamiento de los niños suele ser resultado de la irreflexión, más que de una rebeldía deliberada. Las críticas, los insultos y las órdenes sólo irritan al chico y lo ponen a la defensiva; refuerzan la idea de que es incapaz de portarse bien si no lo obligan.
Una mejor táctica es lo que el psicólogo Alan Kazdin llama sugerencia o elogio. Antes de visitar a alguien, por ejemplo, los padres le explican al niño lo que esperan sin mostrarse críticos: “Cuando estemos en casa de tu tía, me dará mucho gusto que le estreches la mano y le acerques la silla a la hora de cenar”. Más tarde hay que elogiar al niño: “Me alegró mucho que saludaras de mano a tu tía y le ofrecieras la silla”.
“La idea es hacer esto con frecuencia hasta que finalmente pueda prescindirse de la sugerencia y sólo se de el elogio”, señala Kazdin.
Pero, ¿qué hacer cuando el chico ya cometió una falta? “Corríjalo apelando a las reglas de la casa”, aconseja la experta en urbanidad Joan Hopper. Cada familia debe tener algunas reglas básicas que todos estén dispuestos a acatar.
Así pues, en vez de decir “Eres un patán ¡quita los codos de la mesa!”, el padre puede limitarse a señalar: “La regla en esta familia es no apoyar los codos en la mesa”. Al corregir la conducta, y no al niño, se evita que éste adopte una actitud defensiva y que la corrección parezca una orden.
Como bien sabe Ellen Weeks, de 15 años, una crítica expresada en buenos términos obra maravillas. Cada mañana, sus padres o los de una de sus amigas llevaban a varias de las chicas a la escuela. Una vez en el coche, Ellen solía acomodarse en el asiento trasero sin saludar, quedarse callada y luego bajar corriendo del vehículo al llegar a la escuela.
Un día, en cuanto Ellen se subió al auto, el conductor, padre de una de las chicas, se volvió a ellas y dijo:
-¿Por qué ninguna de ustedes jamás me dice “buenos días”?
“Nunca había visto las cosas desde su perspectiva”, recuerda Ellen. “Me alegra que nos haya dicho lo que sentía”. Ahora ella y sus amigas saludan siempre que suben al coche.
Cenen juntos.
Los expertos creen que reunirse en torno a la mesa entre 30 y 60 minutos al día quizá sea lo más importante que los padres pueden hacer por sus hijos. “La cooperación, la puntualidad, el arte de conversar y el respeto se aprenden alrededor de la mesa”, afirma Tiffany Francis, experta en urbanidad.
La familia debe tratar de reunirse a cenar al menos una o dos veces por semana, y será muy conveniente conectar la contestadota telefónica y apagar el televisor. “La cena no sólo consiste en compartir los alimentos, sino también las experiencias del día”, señala la columnista Mary Mitchell. Es el momento en que los padres pueden inculcar valores y principios sin que sus palabras suenen a sermón.
“Eres un desordenado, nunca limpias tu cuarto”; “Escribe esa nota de agradecimiento o no te dejaré ver televisión”; “No me levantes la voz”; la mayoría de los padres hacen este tipo de comentarios a sus hijos con el fin de corregir su conducta. ¿Por qué entonces, fracasan tan estrepitosamente?
Porque el mal comportamiento de los niños suele ser resultado de la irreflexión, más que de una rebeldía deliberada. Las críticas, los insultos y las órdenes sólo irritan al chico y lo ponen a la defensiva; refuerzan la idea de que es incapaz de portarse bien si no lo obligan.
Una mejor táctica es lo que el psicólogo Alan Kazdin llama sugerencia o elogio. Antes de visitar a alguien, por ejemplo, los padres le explican al niño lo que esperan sin mostrarse críticos: “Cuando estemos en casa de tu tía, me dará mucho gusto que le estreches la mano y le acerques la silla a la hora de cenar”. Más tarde hay que elogiar al niño: “Me alegró mucho que saludaras de mano a tu tía y le ofrecieras la silla”.
“La idea es hacer esto con frecuencia hasta que finalmente pueda prescindirse de la sugerencia y sólo se de el elogio”, señala Kazdin.
Pero, ¿qué hacer cuando el chico ya cometió una falta? “Corríjalo apelando a las reglas de la casa”, aconseja la experta en urbanidad Joan Hopper. Cada familia debe tener algunas reglas básicas que todos estén dispuestos a acatar.
Así pues, en vez de decir “Eres un patán ¡quita los codos de la mesa!”, el padre puede limitarse a señalar: “La regla en esta familia es no apoyar los codos en la mesa”. Al corregir la conducta, y no al niño, se evita que éste adopte una actitud defensiva y que la corrección parezca una orden.
Como bien sabe Ellen Weeks, de 15 años, una crítica expresada en buenos términos obra maravillas. Cada mañana, sus padres o los de una de sus amigas llevaban a varias de las chicas a la escuela. Una vez en el coche, Ellen solía acomodarse en el asiento trasero sin saludar, quedarse callada y luego bajar corriendo del vehículo al llegar a la escuela.
Un día, en cuanto Ellen se subió al auto, el conductor, padre de una de las chicas, se volvió a ellas y dijo:
-¿Por qué ninguna de ustedes jamás me dice “buenos días”?
“Nunca había visto las cosas desde su perspectiva”, recuerda Ellen. “Me alegra que nos haya dicho lo que sentía”. Ahora ella y sus amigas saludan siempre que suben al coche.
Cenen juntos.
Los expertos creen que reunirse en torno a la mesa entre 30 y 60 minutos al día quizá sea lo más importante que los padres pueden hacer por sus hijos. “La cooperación, la puntualidad, el arte de conversar y el respeto se aprenden alrededor de la mesa”, afirma Tiffany Francis, experta en urbanidad.
La familia debe tratar de reunirse a cenar al menos una o dos veces por semana, y será muy conveniente conectar la contestadota telefónica y apagar el televisor. “La cena no sólo consiste en compartir los alimentos, sino también las experiencias del día”, señala la columnista Mary Mitchell. Es el momento en que los padres pueden inculcar valores y principios sin que sus palabras suenen a sermón.
Forme criterios.
El respeto, la modestia y la rectitud surgen de las enseñanzas que los padres imparten a sus hijos en el curso de muchos años, a través de las vivencias y los recuerdos compartidos. Si alguien llega a la edad adulta y sólo puede evocar la televisión, las actividades deportivas y las fiestas de cumpleaños, tendrá poco en que apoyarse cuando enfrente una verdadera prueba de carácter; por ejemplo, una difícil situación laboral.
“Si un niño no tiene un sentido firme de su identidad y de sus valores, andará a la deriva”, asegura la experta en urbanidad Betty Jo Trakimas.
Cierta pareja reserva la noche de los viernes para disfrutar de una “velada familiar” con sus tres hijos. Con frecuencia se divierten con juegos de mesa o juegan a las escondidas.
¿Se puede enseñar buenos modales a un niño jugando a las escondidas? Sí, afirman Trakimas y otros, porque el juego le revela al niño que sus padres están dispuestos a dedicarle tiempo, que lo quieren y que él puede aprender a amar a otros. “Los buenos modales no se refieren a saber usar el tenedor correcto”, dice la experta Patricia Gilbert-Hinz. “Consisten en ser amable: felicitar a quien lo merece, jugar en equipo, hacer pequeños sacrificios… Los niños aprenden esto a través de sus padres”.
Aunque los chicos no se entusiasman espontáneamente con la idea de aprender a ser corteses, tampoco hay razón para que consideren los buenos modales como una sarta de agobiantes restricciones. Son los cimientos sobre los cuales se erige su educación.
“Cuando una norma se vuelve parte de su forma de ser, libera al individuo”, señala Mary Mitchell.
Judith Martin está de acuerdo con su colega. “Un niño amable y respetuoso se convierte en un adulto preparado para hacer amigos, relacionarse con personas del sexo opuesto y salir adelante en las entrevistas de trabajo, Expresa. “Y lo logra porque las personas responden a los buenos modales. Es el idioma universal del comportamiento humano”.
Y a manera de conclusión personal, creo que el primer punto para conseguir este cambio tanto en niñas como en niños se llama comunicación asertiva: hay que aprender a escuchar lo que nuestros hijos nos dicen: sus anhelos, sus preocupaciones, sus miedos. Hay que escuchar sus opiniones, respetar sus puntos de vista y poner en práctica sus sugerencias cuando sean pertinentes. Eso fortalece los lazos familiares, los hace miembros activos de una familia y no solamente son los niños que se callan cuando los adultos se ponen a platicar y los convierten en un “bulto”. Es cierto, cuando los adultos platican a veces es necesario que los menores no estén presentes. Pero hay que explicarles con razones y no con autoritarismo. Las niñas y los niños entienden, razonan, sienten, y actúan en consecuencia. Son el reflejo de nuestros modales y de nuestra educación así que, a poner el ejemplo.
El respeto, la modestia y la rectitud surgen de las enseñanzas que los padres imparten a sus hijos en el curso de muchos años, a través de las vivencias y los recuerdos compartidos. Si alguien llega a la edad adulta y sólo puede evocar la televisión, las actividades deportivas y las fiestas de cumpleaños, tendrá poco en que apoyarse cuando enfrente una verdadera prueba de carácter; por ejemplo, una difícil situación laboral.
“Si un niño no tiene un sentido firme de su identidad y de sus valores, andará a la deriva”, asegura la experta en urbanidad Betty Jo Trakimas.
Cierta pareja reserva la noche de los viernes para disfrutar de una “velada familiar” con sus tres hijos. Con frecuencia se divierten con juegos de mesa o juegan a las escondidas.
¿Se puede enseñar buenos modales a un niño jugando a las escondidas? Sí, afirman Trakimas y otros, porque el juego le revela al niño que sus padres están dispuestos a dedicarle tiempo, que lo quieren y que él puede aprender a amar a otros. “Los buenos modales no se refieren a saber usar el tenedor correcto”, dice la experta Patricia Gilbert-Hinz. “Consisten en ser amable: felicitar a quien lo merece, jugar en equipo, hacer pequeños sacrificios… Los niños aprenden esto a través de sus padres”.
Aunque los chicos no se entusiasman espontáneamente con la idea de aprender a ser corteses, tampoco hay razón para que consideren los buenos modales como una sarta de agobiantes restricciones. Son los cimientos sobre los cuales se erige su educación.
“Cuando una norma se vuelve parte de su forma de ser, libera al individuo”, señala Mary Mitchell.
Judith Martin está de acuerdo con su colega. “Un niño amable y respetuoso se convierte en un adulto preparado para hacer amigos, relacionarse con personas del sexo opuesto y salir adelante en las entrevistas de trabajo, Expresa. “Y lo logra porque las personas responden a los buenos modales. Es el idioma universal del comportamiento humano”.
Y a manera de conclusión personal, creo que el primer punto para conseguir este cambio tanto en niñas como en niños se llama comunicación asertiva: hay que aprender a escuchar lo que nuestros hijos nos dicen: sus anhelos, sus preocupaciones, sus miedos. Hay que escuchar sus opiniones, respetar sus puntos de vista y poner en práctica sus sugerencias cuando sean pertinentes. Eso fortalece los lazos familiares, los hace miembros activos de una familia y no solamente son los niños que se callan cuando los adultos se ponen a platicar y los convierten en un “bulto”. Es cierto, cuando los adultos platican a veces es necesario que los menores no estén presentes. Pero hay que explicarles con razones y no con autoritarismo. Las niñas y los niños entienden, razonan, sienten, y actúan en consecuencia. Son el reflejo de nuestros modales y de nuestra educación así que, a poner el ejemplo.